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martes, 30 de abril de 2024

Exposición «Imagen y Palabra» con motivo del Día del Libro en la Biblioteca del Seminario


La Biblioteca del Seminario Metropolitano y el Museo de la Iglesia se han unido en dos exposiciones conjuntas donde el arte dialoga con los libros. La primera está teniendo lugar a lo largo de toda esta semana, con motivo de la celebración del Día del Libro, en horario de tarde (16 a 19 h) en la sala noble de la Biblioteca del Seminario, hasta el 27 de abril. Más adelante, para celebrar el Día Internacional de los Museos (18 de mayo), el Museo de la Iglesia, en la Catedral, propondrá una exposición donde se mostrarán las obras que inspiraron los volúmenes que estos días se pueden ver en el Seminario.

«Imagen y Palabra» se ha llamado a esta iniciativa, que nació a raíz del trabajo conjunto que llevan realizando las dos instituciones de la diócesis desde hace ya más de un año, con la catalogación de los libros que conforman la biblioteca del Museo. «Nos parecía muy interesante organizar este año el Día del Libro y el Día de los Museos con una actividad conjunta –explica Otilia Requejo, Directora del Museo de la Iglesia–. Se nos ocurrió el lema «Imagen y Palabra» porque ilustra muy bien el papel de los museos como receptores de imágenes, de pinturas y de esculturas, y el papel de las bibliotecas, en tanto que receptoras y custodias de los fondos de libros y documentos. Para ello, hicimos una selección en el Museo de todas aquellas obras, pinturas y esculturas, en las que apareciera un libro. Son obras, por ejemplo, que representan a Santa Ana y a la Virgen María, a Apóstoles, a Evangelistas o a santos que tienen como característica común que llevan un libro en las manos».

Así, en la exposición que estos días se puede ver en la Biblioteca, se muestran Misales, libros de oraciones, reglas monásticas o curiosidades como el libro de la «Leyenda Dorada», obra de un Dominico del siglo XIII, que es el santoral más famoso de la Edad Media, que ha servido de inspiración para que los artistas, a lo largo de la Historia, también en el Renacimiento y el Barroco, hayan podido representar a los santos. Además, como curiosidad, se muestra un Misal del siglo XVII que, si bien no es la pieza más antigua de la exposición, es un volumen del que solo existen dos ejemplares inscritos en Patrimonio, y uno de ellos se encuentra en el Seminario Metropolitano, tal y como explica Judit Hidalgo, Responsable de la Biblioteca.

Santa Teresa, como mística y escritora, tiene un lugar especial en esta exposición. La comunidad de los PP. Carmelitas de Oviedo ha cedido para estos días varios facsímiles de sus obras más importantes y el Museo de la Iglesia ha llevado una escultura de la santa abulense de Luis Fernández de la Vega, «uno de los escultores de época moderna más interesantes e importantes de Asturias», recuerda su Directora.

La muestra continuará, a partir del día 18 de mayo, en el Museo de la Iglesia, con la intención de que la imagen siga «dialogando» con la palabra.

Experimento concluido: el modernismo está acabando. Por Bruno Moreno

Siento no haber podido participar en el blog estos últimos días, pero, como no hay mal que por bien no venga, eso ha permitido realizar un experimento muy interesante. Como recordarán, el último artículo trataba sobre la postura de un lector orgullosamente modernista, que comenta con varios seudónimos, pero últimamente suele utilizar el de Hugo Z. Hazkenbush. Por supuesto, su postura no es interesante porque sea su postura personal, sino porque, como decía, tiene una especial habilidad para asumir todos los presupuestos del modernismo “católico” y, en ese sentido, resulta un estupendo atajo para entender a este.

Durante los pasados días, D. Hugo, que se confiesa “modernista hasta las trancas”, ha podido exponer su postura con toda la libertad del mundo y el resultado ha sido muy revelador, mostrando que el modernismo “católico” lleva inevitablemente a su propio fracaso y disolución, porque en realidad no es otra cosa que una etapa intermedia antes de llegar al escepticismo y el agnosticismo más profundos. No es que nosotros lo digamos, es lo que se deduce de las propias palabras de los modernistas. Veámoslo.

D. Hugo empezó como católico, pero, cuando se hizo modernista, siguió dando catequesis en la Iglesia como si nada, durante años. Así nos lo ha contado y no encuentro dificultad alguna en creerlo, porque he conocido a otros muchos modernistas que continuaban siendo párrocos, catequistas, religiosos, profesores de teología e incluso obispos. Curiosamente, cuanto menos creían, más se empeñaban en difundir sus creencias entre los fieles. Morir matando, dice la expresión española, y eso es lo que hacía su (falta de) fe, morir matando. Tantísimos religiosos y sacerdotes han perdido la fe, pero no se han ido hasta hacer un daño tremendo en la Iglesia, con la connivencia de autoridades que, es de suponer, andaban tan poco sobradas de fe como ellos.

Lo cierto, sin embargo, es que resulta evidente que el modernismo es incompatible con el catolicismo y con cualquier religión revelada. Así lo dice con total claridad D. Hugo al mostrar su aversión a “la religión que se basa en dogmas indemostrables que tanto mal le han hecho a la Humanidad a través de los tiempos”. Los modernistas “católicos” solo son modernistas que aún no saben que han abandonado del todo el catolicismo, o no quieren saberlo, ya sea porque están muy cómodos en su cátedra en una universidad católica, su puesto en el arzobispado o su comunidad religiosa o por meras razones sentimentales, pero lo cierto es que no creen nada que sea ni remotamente católico.

Abrazar el modernismo implica, por su propia naturaleza, abandonar el catolicismo. Así lo dice expresamente D. Hugo: “Por supuesto que sigo una religión: La mía”. El modernismo siempre, siempre, siempre, inevitablemente abandona el catolicismo y el simple cristianismo. No es cristianismo, sino hugonismo, pepeperecismo o fulanismo, según corresponda. Sus propios presupuestos lo exigen. A fin de cuentas, nada hay menos moderno que el propio Cristo. El Concilio de Trento, que parece ser el colmo del atraso, tiene menos de cinco siglos de antigüedad y Jesucristo va ya para los veinte.

En efecto, el modernismo niega la esencia misma de la Revelación divina, que es inmutable. Dice D. Hugo: “Yo tengo fe en que se revela por medio de Cristo, pero también en que se revela a cada hombre y mujer y por eso nadie tiene la Verdad y todos tienen algo de verdad”. Que, hablando en plata, es lo mismo que creer que Dios no se ha revelado, porque en el mismo sentido podríamos decir que nuestro vecino o las marmotas malayas se ha revelado, ya que podemos encontrar alguna verdad sobre ambos en Internet.

Eso les impide creer en Cristo, aunque sigan utilizando su nombre por costumbre (y porque, gracias a Dios, es muy difícil sustraerse a la fascinación que suscita el Hijo de Dios, incluso en los que lo rechazan). A fin de cuentas, quien no cree en la Revelación, ni en la Escritura, ni en la Tradición, ni en el Magisterio, tiene que reconocer que no sabe nada de Jesucristo, más allá de que existió y tres datos más, que no pueden sustentar ningún tipo de fe. Por supuesto, los modernistas “católicos” se engañan durante un tiempo, porque les parece que van abandonando la fe poco a poco, empezando por los dogmas más incómodos en el mundo de hoy (D. Hugo menciona la existencia del alma, los milagros, la muerte redentora de Cristo, etc.). No se dan cuenta de que la fe es un todo y, cuando uno abandona parte de ella, en realidad ya la ha abandonado por completo, convirtiéndola en una opinión más.

Al final, el modernista no cree en nada. También aquí D. Hugo nos hace el favor de resumir su fe: “Dios. si es que es, será como sea y ni tú ni yo tenemos evidencias de lo que sea que es y como sea que es”. Eso es lo mismo que nada: si es que es, será como sea. Por mucho que intente vestirse de otra cosa, creer eso es la ausencia de fe, porque lo puede decir cualquiera de cualquier cosa que desconoce por completo. Parece que a D. Hugo no le gusta la etiqueta de “agnóstico”, pero desgraciadamente para él, es lo que es.

El modernismo solo puede desembocar en el relativismo: “yo no creo estar en posesión de la Verdad, solo de mi verdad, pero vosotros tampoco”. Una frase que no significa nada, claro, porque el relativismo es intrínsecamente contradictorio consigo mismo. Por supuesto, los modernistas pueden tener opiniones (como el propio D. Hugo, que no deja de exponerlas a tiempo y a destiempo con gran seguridad en sí mismo), pero no son más que eso, opiniones perpetuamente cambiantes y, por alguna casualidad, alineadas casi siempre con lo que piensa el mundo a su alrededor.

Nada de eso es fe, porque el modernista está condenado a no poder salir de sí mismo y de su subjetividad, por lo que su “dios” es siempre un espejo más o menos agrandado de sí mismo. Es decir, justo de lo que acusaba Feuerbach equivocadamente a los cristianos, aunque se cumpliera a la letra en los modernistas.

No digo todo esto por denigrar al pobre Hugo, que bastante tiene con la tragedia de haber cambiado su primogenitura por un plato de lentejas, sino para que entendamos lo grave que es el veneno modernista. D. Hugo no ha llegado a todas estas conclusiones por ser incoherente, sino por ser coherente… con los principios del modernismo, que son evidentemente incompatibles con los del catolicismo.

Deberíamos aprender algo de esto, porque estamos muy necesitados de ello. Las autoridades eclesiales han hecho la vista gorda ante ese veneno durante décadas y décadas y el resultado ha sido el inevitable: la apostasía y el agnosticismo en todos los antiguos países católicos. Lo más grave, sin embargo, es que esas mismas autoridades siguen empeñadas en contemporizar con el modernismo y el resultado continúa siendo el mismo. No hace falta ser médico: si no dejamos de vomitar, nos fallan las fuerzas y estamos prácticamente agonizantes, quizá sea hora de dejar de beber veneno.

En cuanto al propio D. Hugo… Le gusta la poesía y tiene un cierto buen humor, así que no pierdo la esperanza de que llegue un día a salir de sí mismo y a encontrarse con Cristo. Recemos por él, sabiendo que, aunque él no lo crea, Dios sigue haciendo milagros en el mundo.

lunes, 29 de abril de 2024

La Bíblia de Danila. Por Jorge Juan Fernández Sangrador

La abadía benedictina de la Santísima Trinidad de Cava se halla a unos tres kilómetros de la pequeña ciudad de Cava dei Tirreni, en la región de Salerno, en el meridión de Italia. A los pies del cenobio corre, rumoroso, un arroyo, el Selano, que desciende de las cumbres que coronan el parque de los Montes Lattari. Restos de un acueducto del siglo I o II de la era cristiana se mantienen aún en pie. Transportaba el agua a los predios de una familia patricia, gens Metella, de quien tomó su nombre el monte hendido por el Selano: Mitilianum.

Por encima del monasterio se encuentra el pueblo de Corpo di Cava, con hermosas casas, calles empinadas y sumamente silencioso. La naturaleza se muestra exuberante en esas montañas, tupidas de boscaje, que se yerguen majestuosas entre el Vesubio y Vietri, y contemplan, desde su altura, el azur del mar Tirreno y la feracidad de la evocadora Campania. Eso sí, un viento ululante, húmedo y frío, cumple el ingrato deber de recordar a monjes, huéspedes, peregrinos y lugareños, que el ameno paraje es también un éremo.

La abadía de Cava es imponente. San Alferio Pappacarbone la fundó en 1011. Durante los mil años de su existencia ha estado habitada ininterrumpidamente por monjes. Después de san Alferio la rigieron los abades san León de Lucca, san Pedro y san Costabile, y los beatos Simeón, Falcone, Marino, Pedro II, Bálsamo, Leonardo y León II. El actual, dom Michele Petruzzelli, proviene de la abadía benedictina de Santa María de la Scala, en Noci, en la que fue prior y maestro de novicios.

Desde 1394, en que Bonifacio IX lo elevó a sede episcopal, hasta que, en 2013, dejó de ser abadía territorial, el monasterio tuvo períodos de desigual desarrollo y esplendor. La magnificencia de la basílica, del siglo XVIII, y de las dependencias destinadas a morada de monjes, clérigos, novicios, seminaristas y empleados, permiten darse una idea de cuáles fueron, a lo largo del tiempo, su grandeza y poderío. De allí, por cierto, partieron hacia Australia, en 1844, dos monjes del monasterio compostelano de San Martín Pinario: José Benedicto Serra y Rosendo Salvado. Habían tenido que abandonar España a causa de la desamortización llevada a cabo por Juan de Dios Álvarez Mendizábal. Estos benedictinos fundaron, en 1846, la misión de Nueva Nursia, la cual llegaría a ser un faro extraordinario de irradiación cristiana en las tierras avistadas por Pedro Fernández de Quirós en el hemisferio sur, a las que bautizó con el nombre de Austrialia del Espíritu Santo en homenaje a la Casa de Austria, según refirió él mismo en el memorial octavo que envió en 1606 al rey de España,

La abadía de Cava es famosa por su archivo, ornado con pinturas de estilo pompeyano y amueblado con armarios del siglo XVIII. Pertenece al Estado, si bien el abad es su custodio, quien, con la ayuda cualificada de los monjes, vela por la preservación de sesenta y cinco códices membranáceos y quince mil pergaminos. En él se conservan tratados de san Gregorio Magno, san Jerónimo, Hugo de San Víctor, Pedro Lombardo, san Bruno Astense, Pedro de Capua, Genadio, san Martín de Braga, san Benito, san Clemente I, Zacarías Crisopolitano, san Ambrosio, Inocencio III, Aristóteles, san Efrén, san Juan Crisóstomo, san Anselmo, san Cesáreo de Arlés, san Agustín, Cicerón y san Bernardo, entre otros autores.

Los documentos más importantes son los clasificados como Cava 1 (Biblia de Danila, del siglo IX), Cava 2 (Etimologías, de san Isidoro, del siglo VIII), Cava 3 (san Beda, del siglo XI), Cava 4 (Codex Legum Langobardorum, del siglo XI), De septem sigillis libri IV (obra de Benedicto de Bari, monje de la abadía; es del siglo XIII y versa sobre los principales misterios de la vida de Cristo) y el pergamino Morgen Gabe (donación de la mañana), del siglo VIII: un documento en el que el marido otorga, en la mañana después de las nupcias, un cuarto de sus bienes.

Dom Leone Morinelli, monje archivero, hojea con sumo cuidado, y guantes blancos, los códices y los pergaminos. Dice que, en la Biblia de Danila, se aprecian las trazas de dos manos, que han procurado atenerse a la contextura del soporte sobre el que han escrito, como da a entender la maña con la que se han eludido los huecos u ojos, y que la primera parte del códice es claramente superior. Se llama de Danila porque, en donde comienza el prólogo a la profecía de Ezequiel, se lee “Danila scriptor”. En el monasterio existe la idea de que podría haber sido llevado hasta allí por el antipapa Gregorio VIII, Mauricio “Burdino”, que fue obispo de Coimbra y arzobispo de Braga. Recluido como prisionero en la abadía de Cava, en 1121, habría portado consigo la Biblia y la habría donado o dejado en el cenobio. Téngase en cuenta que éste fue, por su alejamiento de núcleos de población, carcer domini papae, es decir, cárcel de papas, y que en él estuvieron presos tres antipapas. No hay que excluir, empero, que el códice se hallase entre aquellos que el príncipe salernitano Guaimario IV donó a san Alferio en 1035.

Fue Teófilo Ayuso Marazuela, reconocido especialista en Crítica Textual, quien afirmó que la Biblia de Danila pudo haber sido manuscrita e iluminada en Oviedo, en el siglo VIII o a principios del IX, y llevada a Italia por un monje que huyó de la invasión mahometana. En la edición de esta biblia, promovida en 2010 por el Gobierno del Principado de Asturias, a través de la Consejería de Cultura y Turismo, en la que, coordinados por César García de Castro Valdés, han participado Paolo Cherubini, Alfonso García Leal y José Antonio Valdés Gallego, se expone el estado de la cuestión acerca de la datación y del lugar de confección textual.

Ahora, el profesor Paolo Cherubini, Vice Prefecto del Archivo Secreto Vaticano, está estudiando las glosas que figuran en los márgenes y espacios interlineales del texto bíblico, las cuales constituirían el primer testimonio de exégesis escrituraria en Asturias. A ver qué resulta. Como es de suponer, no todos los investigadores comparten las inferencias expuestas más arriba, pero cualquier vía de investigación que se abra en otra dirección ha de tenerlas en cuenta, aunque no sea más que por la amplia difusión que han tenido. Los monjes de la abadía de Cava las conocen bien y las refieren con benedictina sapiencia a quien peregrina hasta aquella altura hermosa para ver la que pudiera ser la biblia de Asturias.

Los Franciscanos anuncian que abandonarán Santo Toribio de Liébana

(El Diario de Cantabria) La orden Franciscana ha anunciado que abandonará antes de fin de este año la custodia del monasterio de Santo Toribio de Liébana (Cantabria), dedicado al Lignum Crucis, dada la elevada edad de la escasa media docena de monjes que lo habitan y la inexistencia de relevo generacional.

En concreto, el Obispado tiene que valorar cómo se va a llevar a cabo el "abandono" por parte de los franciscanos del santuario que acoge la reliquia de la Santa Cruz, custodiada en este lugar desde hace más de once siglos.

El obispo de Santander, Arturo Ros, tiene el deber de encargar los trabajos de custodia de la reliquia a otra orden, pero "no es la primera vez que se va una orden de un lugar de culto", han precisado desde la Diócesis a Europa Press, así como que está previsto que el prelado se reúna con los franciscanos.

Pese a la incertidumbre que abre su marcha de Liébana, el Obispado sí ha asegurado que el monasterio "va a seguir abierto" y que "no se va a interrumpir el culto". Igualmente, ha recordado que los anuncios sobre la marcha de la Orden Franciscana no son nuevos. "No es una situación de ahora, sino que todos los años decían que se iban a ir", han apuntado las citadas fuentes, que han precisado que en el anterior Año Jubilar Lebaniego (2017-2018) "también dijeron que se iban y han continuado hasta este", en alusión al Año Santo que comenzó en abril de 2023 y que se ha clausurado el pasado 14 de abril con el cierre de la Puerta del Perdón. "Por tanto, no sabemos lo que va a pasar", han subrayado desde la Diócesis.

Con todo, el Obispado ha lamentado que la Orden Franciscana se marche de Liébana, lo que en la práctica supone su desaparición en Cantabria, después de que los últimos frailes se fueran hace tres años de Santander, donde habían permanecido 64 años. "Es una pena que vayan, es una orden muy arraigada en la comunidad", ha valorado la Iglesia.


En el monasterio de Santo Toribio, los franciscanos tienen la responsabilidad de velar y custodiar una reliquia única, el Lignum Crucis, que es la reliquia más grande de la cruz de Cristo que se conserva en todo el mundo. Antes de su llegada, que tuvo lugar en 1961, los encargados de estas labores fueron los miembros de la orden de San Benito.

domingo, 28 de abril de 2024

''Permaneced en mí, y yo en vosotros''. Por Joaquín M. Serrano Vila


Dentro de este tiempo exultante de Pascua, la palabra de Dios en este Domingo V nos llega como una seria advertencia, y es que podemos caer en el error de pensar que como Cristo ha resucitado ya no debemos preocuparnos de nada, ya nos podemos relajar y disfrutar de la vida; como nos ama y nos quiere hasta haber dado su vida da igual lo que hagamos o dejemos de hacer. La respuesta a los problemas de nuestra Iglesia, la cual vive momentos de crisis en Europa, en España, en cada barrio y pueblo donde cada día son menos los fieles, nos hace ver que la transmisión de la fe en nuestros hogares ha fallado: los seminarios y noviciados pasan por escasez vocacional y no hay relevo generacional en la vida ministerial, religiosa ni tan siquiera laical: ¿y en qué hemos fallado? Pues en que muchas veces no hemos permanecido fieles al Señor, y por nuestra propia cuenta intentamos mil aventuras "originales" que fracasan, y así se nos lo recuerda el evangelio: ''Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí''. Si enfocamos nuestro vivir en clave cristiana, la caridad como un éxito propio, el anuncio como un vender mis genialidades y tratar de hacer una Iglesia al gusto propio naufragaremos; así nos lo advierte el mismo Señor: ''sin mí, no podéis hacer nada''. 

No vivimos tiempos buenos, no cotiza al alza hoy ser católico; la realidad que vivimos "ad extra" es hostil, y "ad intra" apática y desalentadora. Quizás muchos encuentren en este momento de cierto caos la excusa perfecta para desentenderse de la vida de fe y vivir al margen de Dios, que como decía aquella canción tosca y "rural": ''es lo que se lleva ahora''... No abramos nuestros oídos a los susurros del maligno que desea a toda costa la perdición de nuestra alma, hemos de mirar a la Santísima Virgen y como Ella permanecer firmes junto al Señor, aunque todos huyan, lo nieguen  lo oculten. El temor es natural, así lo vemos en aquella primitiva comunidad cuyas peripecias acompañan este Tiempo Pascual en que hacemos lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles, en lugar de textos del Antiguo Testamento. Es un recordatorio también de que lo dirá San Pablo: ''lo viejo ha pasado y lo nuevo ha comenzado''. En concreto en la lectura primera de hoy vemos a ese Saulo que ya ha abierto los ojos de la fe, para ser el Pablo que llega a Jerusalén y busca poder reunirse con los apóstoles y su comunidad; sin embargo, como nos dice el autor del texto:  ''trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo''. He ahí el miedo a ser señalados, a sufrir, a ser testigos del Señor con nuestra vida y nuestra muerte. 

¿Por qué la Iglesia en España vivió en los años cincuenta, sesenta y setenta tanta abundancia vocacional y de fe en los hogares y sociedad, e incluso aún hoy en buena medida vivimos de esa herencia?... El secreto son nuestros mártires; los laicos, familias, religiosas, sacerdotes, seminaristas, religiosos y obispos martirizados por odio a la fe que supieron entregar su último aliento perdonando a sus verdugos. Seguro que tuvieron miedo humano, pero tenían tan claro que Cristo ha resucitado y les aguardaba en su gloria que no dudaron en entrega su vida por amor como lo hizo el mismo Señor. Esa sangre inocente que regó el suelo de España hizo florecer la realidad de nuestras Iglesias locales. Y es lo que me viene a la mente al escuchar estas palabras hoy: ''Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante''... Este ejemplo que nos queda tan cercano nos sirve para entender por dónde va la idea que nos quiere transmitir el Señor: que hemos de permanecer unidos a Él siempre, a las duras y a las maduras; ahí vemos claramente las palabras del Maestro: ''Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante''. Vivimos en algunos lugares y movimientos de la Iglesia una corriente más ideológica que pastoral muy impropia que pretende exigir a la jerarquía que la verdad católica se adapte al mundo, y esto es otra trampa de Satanás para echar sal el campo de la fe. 

Cuando nuestra ideología política, criterios o propia visión histórica se impone al Evangelio o se antepone a Cristo, termina muriendo y al final nos quedamos con ideas propias y un evangelio ideologizado, pero estaremos muy lejos de la verdad de Jesucristo. No es fácil ser discípulo de Jesús, pero tampoco imposible; evidentemente debemos ser cada día como el Bautista, esforzándonos en menguar nosotros para que crezca Él dentro de nosotros: ¿Realmente "el Señor es mi alabanza en la gran asamblea? Este salmo es un grito de fe, una respuesta a aquel "Dios mío ¿por qué me has abandonado?..." Aquí el salmista está reconociendo que la promesa del Señor se cumple, que restablecerá la justicia auténtica donde el humilde será enaltecido, y donde se subraya la condición que se nos pide de ser fieles a Él cumpliendo nuestros votos, nuestro compromiso bautismal, sin omitir la premisa de que es necesario morir para resucitar. Que nos sobra la palabrería y nos hace falta dar ejemplo siendo fieles a la eucaristía, a la confesión, a la vida de caridad, oración y misericordia. Tal como nos pide San Juan en la segunda lectura: ''no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras''.

El evangelio de este día lo entienden muy bien los que tienen viñas en sus pueblos, por eso Jesús usa este ejemplo,  pues aquella era una zona vinícola. Hay tres realidades: lo malo, lo regular y lo bueno. Primero está lo malo, que es lo que no da fruto y que somos nosotros si dejamos enfriar nuestra fe, empezamos a faltar a la misa, no nos confesamos, no rezamos... y entonces nos secamos como una planta sin agua: ¿sirve para algo un racimo seco en la viña? No; ocupa sitio y gasta agua para nada, por eso dice el Señor: ''A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca'', y más adelante explica a qué se debe esto: ''Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden''. Es este un símil de la condenación: ¿puede haber peor fuego que estar lejos de Dios?. Luego está lo regular, lo que se tuerce un poco pero que no es para tirar directamente, sino que se necesita podar, quitarle aquello que le sobra para que crezca con más fuerza como el resto de sarmientos buenos; eso es lo que ocurre cuando pasamos por el confesionario, quitamos esas cañas malas para empezar de cero e intentar dar fruto de nuevo. Y la poda no es sólo para lo regular, sino para lo aparentemente bueno, para que sigan mejorando pues estamos llamados a dar fruto continuado, no hacer una obra buena únicamente y cruzarnos luego de brazos, sino que ''a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto''. No veamos la dificultad, miremos la meta donde Cristo resucitado nos aguarda; seamos auténticos discípulos suyos permaneciendo en Él, para que Él permanezca en nosotros. 

Evangelio del Domingo V de Pascua

Lectura del santo Evangelio según San Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.

Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

Palabra del Señor

sábado, 27 de abril de 2024

Crónica de la Bendición de la imagen de Jesús en la Borriquita


El pasado sábado día 16 de Marzo fue bendecida solemnemente la talla de "Jesús en la borriquilla", realizada por el imaginero sevillano D. Manuel Ángel Fernández Escobar para la Cofradía del Cristo de la Piedad y Nuestra Señora de la Soledad de Lugones. La celebración tuvo lugar en la iglesia parroquial de San Félix Mártir en Lugones, sede canónica de la Cofradía. 

La Obra 

La talla muestra al Señor en su entrada en Jerusalén montado en una borriquilla. Tanto la imagen de Cristo como el pollino son de tamaño natural; la borriquita puede parecernos pequeña y es cierto, pues así son estos animales en Israel, detalle que el autor ha tenido en cuenta tratando de ser lo más fiel posible a subida real del Señor a Jerusalén. Las imágenes tanto del Señor como del animal, están realizadas en madera de cedro real, estando su interior ahuecado. También la imagen del asno además de policromada al óleo, tiene sus ojos tallados y pintados. La efigie del Señor no sólo tiene talladas manos, rostro y pies, sino también todo su torso anatomizado. Las extremidades de la imagen están articuladas para poder ser cambiado de postura, por ejemplo podría ser sentado en un trono y vestido de Cristo Rey, Jesucristo Sacerdote, Buen Pastor... Luce ojos tanto tallados como pintados, pestañas postizas de pelo natural y policromía en tono trigueño realizada al pulimento. El rostro del Señor muestra una expresiva y dulce mirada, desplazada ligeramente a la izquierda en actitud de mirar al pueblo. Su mano derecha está alzada en actitud de bendecir, al tiempo que sujeta con su mano izquierda las riendas del pollino. La obra ha sido realizada al completo en el taller del autor en la Calle San Miguel Arcángel de Sevilla, en pleno barrio de Triana. La túnica y mantolín han sido confeccionadas por Apolonio Díaz Porquera, y vestido por el vestidor Fran Rodríguez Ruiz. El boceto de la talla fue realizado en 2021, fecha en que se inició su realización.

Curiosidades

La efigie llegaba a nuestra localidad el martes 5 de Marzo procedente de Sevilla, hasta donde se había desplazado en persona nuestro Párroco y Consiliario con una gran furgoneta alquilada para recogerla el día previo en que fue instalada con cuidado en su interior con la suficiente protección para que llegara en las mejores condiciones. 

Esta imagen recuerda la escena evangélica en que los discípulos marcharon e hicieron como Jesús les había ordenado. Trajeron el asna-borrico, pusieron sobre éste los mantos y él se montó encima. Una gran multitud extendió sus propios mantos por el camino; otros cortaban ramas de árboles y las echaban a su paso. Las multitudes que iban delante de él y las que seguían detrás gritaban diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Al entrar en Jerusalén, se conmovió toda la ciudad y se preguntaban: ¿Quién es éste?... Este es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea, decía la multitud.

Celebración 

La solemne bendición tuvo lugar dentro de la eucaristía de víspera del V Domingo de Cuaresma. La celebración fue presidida por el Ilustrísimo Sr. Vicario de Oviedo-Centro y Párroco de la Unidad Pastoral de Posada de Llanera, D. José Julio Velasco Bolaño. La predicación corrió a cargo del consiliario de la Cofradía y Párroco de Lugones D. Joaquín Manuel Serrano Vila, así como acompañó concelebrando el sacerdote colaborador de la Parroquia, D. Serrano Arturo Calvo Aladro, actualmente Administrador parroquial de las comunidades de Monteana-Fresno, Serín, San Andrés de los Tacones y Poago (Gijón). El canto de entrada fue ''Alianza nueva'' de Lucien Deiss, elegido en consonancia con la primera lectura y el salmo (Jer 31,31-34 y Sal 50).

La homilía de Don Joaquín comenzó dando las gracias a la Cofradía y a su autor, para después reflexionar sobre tres puntos: "Mensajero de la Paz", apoyado en la primera lectura del día del profeta Jeremías; "Rey de la Paz", a propósito de la profecía de Zacarías: "Mira que viene tu rey, justo y triunfador, pobre y humilde montado en un borrico, en un pollino de hijo de acémila". Y "Señor de la Misericordia y de los pobres", basándose en el evangelio dominical, empezando por el deseo de aquellos griegos: ''Queremos ver a Jesús''. Terminó con unas palabras muy acertadas al tiempo que bellas que transcribimos: A veces nos empeñamos en hacer incompatible la sensibilidad para lo espiritual con el compromiso social, y así veremos cómo dentro de unos días se nos presentará la lección de lo que Jesús dijo a sus discípulos a propósito del derroche de perfume: ''Porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no me tenéis siempre''… En Andalucía es costumbre ponerles nombre a las imágenes, algo que en el norte nos parece extraño; yo llamaría a este precioso paso: el Señor de la Misericordia y de los Pobres, pues ante su mirada todos nos sentimos pecadores y perdonados, bendecidos por su gracia, y por pura misericordia. Que el que ''se hizo pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza'', nos bendiga siempre y no haga ricos en misericordia.

Tras la homilía tuvo lugar la oración de bendición y el Vicario Episcopal procedió a la aspersión de la imagen con agua bendita, así como a su incensación mientras toda la asamblea cantó acompañada del órgano ''Gloria y honor a ti Señor Jesús'', obra también de Lucien Deiss con sus estrofas: primera ''Cristo manifestado en la carne'' y tercera ''Cristo contemplado por los ángeles'', como gesto con las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda, allí presentes. La oración de los fieles fue realizada por el seminarista diocesano destinado en la Parroquia Mario Yepez Miranda. El celebrante pidió una oración especial por los seminaristas y el aumento de las vocaciones, al celebrarse ese fin de semana la campaña del "Día del Seminario", en las proximidades de la Solemnidad de San José. 

Antes de concluir la celebración tuvo lugar la bendición de las medallas de los nuevos cofrades, las cuales una vez asperjadas fueron impuestas por la Hermana Mayor a los nuevos hermanos. No faltó tampoco un recuerdo a la Santísima Virgen por ser Sábado, y por lo que se le cantó la antífona mariana ''Ave Regina Caelorum'' mientras el Vicario de Oviedo-Centro incensaba la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, titular de la Cofradía. Al término de la celebración fueron muchas las personas que se acercaron para admirar de cerca la talla, fotografiarla y fotografiarse con ella para inmortalizar la efeméride. 

Hoy en la Diócesis de Oviedo hacemos Memoria de San Rafael Arnaiz Barón O.C.S.O.

Nació en Burgos (España) el 9 de abril de 1911, de una familia de alta sociedad y profundamente religiosa. En esa misma ciudad fue bautizado y confirmado. Comenzó sus estudios en el colegio de los padres jesuitas y recibió por primera vez la Eucaristía en 1919.

En esos años tuvo la primera visita de la que habría de ser su asidua compañera: una enfermedad de fiebres colibacilares que le obligó a interrumpir sus estudios. Cuando se recuperó, su padre, en agradecimiento a lo que consideró una intervención especial de la santísima Virgen, a finales del verano de 1921 lo llevó a Zaragoza, donde lo consagró a la Virgen del Pilar.

Su familia se trasladó a Oviedo, y allí continuó sus estudios de bachillerato, en el colegio de los padres jesuitas y al terminar se matriculó en la Escuela superior de arquitectura de Madrid, donde supo unir el estudio con una ardiente y asidua vida de piedad; había introducido en su horario de estudio una larga visita diaria a "el Amo" en el oratorio de Caballero de Gracia, y participaba puntualmente en su turno de adoración nocturna.

De inteligencia brillante y ecléctica, Rafael tenía destacadas dotes para la amistad y buen trato. Poseía un carácter alegre y jovial; era deportista, rico en talento para el dibujo y la pintura; le gustaba la música y el teatro. A la vez que crecía en edad y desarrollaba su personalidad, crecía también en su experiencia espiritual de vida cristiana.

En su corazón bien dispuesto a escuchar Dios quiso suscitar la invitación a una consagración especial en la vida contemplativa. Había conocido la trapa de San Isidro de Dueñas y se sintió fuertemente atraído porque la percibió como el lugar que correspondía a sus íntimos deseos. Así, en diciembre de 1933 interrumpió sus cursos en la universidad, y el 16 de enero 1934 entró en el monasterio de San Isidro.

Después de los primeros meses de noviciado y la primera Cuaresma vividos con entusiasmo en medio de las austeridades de la trapa, de improviso Dios quiso probarlo misteriosamente con una penosa enfermedad: una aguda diabetes sacarina, que lo obligó a abandonar apresuradamente el monasterio y a regresar a casa de sus padres para ser cuidado adecuadamente.

Regresó a la trapa apenas restablecido, pero la enfermedad le obligó a abandonar varias veces el monasterio, donde volvió otras tantas veces para responder generosa y fielmente a la llamada de Dios.

Se santificó en la gozosa y heroica fidelidad a su vocación, en la aceptación amorosa de los planes de Dios y del misterio de la cruz, en la búsqueda apasionada del rostro de Dios; le fascinaba la contemplación de lo Absoluto; tenía una tierna filial devoción a la Virgen María —la "Señora" como le gustaba llamarla—. Falleció en la madrugada del 26 de abril de 1938, recién cumplidos los 27 años. Fue sepultado en el cementerio del monasterio, y después en la iglesia abacial.

Muy pronto su fama de santidad se extendió fuera de los muros del convento. Sus numerosos escritos ascéticos y místicos continúan difundiéndose con gran aceptación y para el bien de cuantos entran en contacto con él. Ha sido definido como uno de los más grandes místicos del siglo XX.

El 19 de agosto de 1989 el Papa Juan Pablo II, con ocasión de la Jornada mundial de la juventud en Santiago de Compostela, lo propuso como modelo para los jóvenes del mundo de hoy y el 27 de septiembre de 1992 lo proclamó beato.

Con su canonización el Papa Benedicto XVI lo presenta como amigo, ejemplo e intercesor a todos los fieles, sobre todo a los jóvenes.


Algunas máximas espirituales de San María Rafael

¡Sólo Dios llena el alma..., y la llena toda!

La verdadera felicidad se encuentra en Dios y solamente en Dios.

El que no tiene a Dios necesita consuelo; pero el que ama a Dios, ¿qué más consuelo?

Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús; poniéndonos bajo su manto, comprenderemos mejor la misericordia divina.

¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!


ORACIÓN
Señor omnipotente
que glorificas a los humildes
y abates a los soberbios,
te suplicamos por la gloria de tu Santo Nombre
ensalces la memoria de San Rafael,
concediéndonos la gracia que te pedimos por intercesión del mismo,
que vivió y murió para glorificarte a Ti, Señor,
que con el Hijo y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

viernes, 26 de abril de 2024

Desde nuestro brocal: La matraca acusadora

Lo han vuelto a hacer. Es una especie de mantra obsesivo cada vez que necesitan una cortina de humo que distraiga de los verdaderos problemas que tenemos y a los que tan torpe o insidiosamente aplican su torticera gobernanza. Sí, nuevamente han tratado de focalizar sesgada y manipuladoramente el problema de la pederastia como algo imputable sólo a la Iglesia Católica, lo cual supone un exclusivo e indebido señalamiento, y deja al pairo a la mayoría de quienes han sufrido esta terrible lacra. 

Hemos de denunciar las tramposas informaciones sesgadas o falsas, y decir humildemente lo mucho y bueno que hacemos como comunidad cristiana, también reconociendo errores, pidiendo perdón y acompañando a las víctimas sean quienes sean. Estamos implicados desde esa templanza proactiva, y no somos rehenes de la tibieza muda y ausente para salir en defensa de las víctimas asumiendo nuestra responsabilidad en lo que nos toca, pero instando a que la entera sociedad adopte también las medidas adecuadas, empezando por los gobernantes. Porque si se falsea la identidad de la persona humana, financiando con dineros públicos y programas gubernamentales el adoctrinamiento que destruye la antropología en su identidad masculina y femenina, o la causa de la mujer utilizándola desde el feminismo empoderado que no sólo no erradica la injusta violencia machista contra ella sino que la agudiza, o la educación escolar con una perversa manipulación pornográfica y obscena que confunde y daña a los niños y jóvenes desde la ideología de género, seguiremos entonces dilapidando la herencia de siglos en la que hemos ido construyendo nuestra conciencia moral con verdaderos valores a pesar de nuestras contradicciones. La sociedad así envenenada y confusa será más manipulable por quienes desde su amoralidad narcisista y falaz pretenden perpetuarse en sus poltronas de poder. 

Es clara la nota de la Conferencia Episcopal: “No se pueden plantear unas medidas de reparación que, siguiendo el informe del Defensor del Pueblo, dejarían fuera a 9 de cada diez víctimas. La Iglesia no puede aceptar un plan que discrimina a la mayoría de las víctimas de abusos sexuales. El texto presentado parte de un juicio condenatorio de toda la Iglesia, realizado sin ningún tipo de garantía jurídica, un señalamiento público y discriminatorio por parte del Estado. Al centrarse sólo en la Iglesia católica, aborda únicamente una parte del problema. Es un análisis parcial y oculta un problema social de enormes dimensiones. Además, esta regulación cuestiona el principio de igualdad y de universalidad que debe tener todo proceso que afecta a derechos fundamentales. La Iglesia va por delante en la acogida de las víctimas, en la formación para la prevención y en su reparación. Son los poderes públicos los que deben desarrollar medidas oportunas en esta labor de proteger a los menores en tantos ámbitos de su competencia”. 

No debemos consentir que se nos identifique con ese relato falso que desfigura la verdadera labor de la Iglesia. ¿Qué institución de las afectadas en este crimen ha tomado con seriedad trasversal cartas en el asunto? ¿Cuáles han creado oficinas de acogida y acompañamiento, han educado preventivamente a sus miembros, y han colaborado activamente con la fiscalía? Estamos ante un problema social, en el que como comunidad cristiana representamos el 0’2 de su conjunto, y no el 99’8 que parece que no interesa desde una focalización a lo exclusivamente eclesial, lo cual no es inocente. Es inaceptable la arbitraria imputación que nos expone sólo a nosotros con tan poco porcentaje delictivo a toda una serie de medidas legales, fiscales, económicas y sociales. Lo cual no significa que lo que nos afecta debamos asumirlo, prevenirlo y acompañarlo de la mejor manera posible como estamos haciendo. ¿Qué quieren tapar o distraer quienes siguen en esta viciada matraca? Quid prodest?, decía Séneca (a quién beneficia). 

+ Jesús Sanz Montes, 
Arzobispo de Oviedo

Algunos Aspectos de la 1ª modificación de Dtº72/1998 por Dtº69/2023 (BOPA 166) de Policía sanitaria mortuoria en el Principado de Asturias que afecta a nuestros cementerios parroquiales. Por Joaquín Manuel Serrano Vila


Este pasado verano entraban en vigor las modificaciones realizadas por Decreto 69/2023, de 11 de agosto, como primera modificación del Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria en el ámbito del Principado de Asturias, aprobado por el Decreto 72/1998, de 26 noviembre. Estas disposiciones dadas por la Consejería de Salud del Principado de Asturias nos afectan de un modo muy directo a los sacerdotes que por encomienda pastoral somos administradores de cementerios parroquiales. Aunque ya en reunión del Arciprestazgo de Oviedo informé a los sacerdotes asistentes de estas novedades -dado que muchos aún no han tenido noticia o no conocen detalles de esta realidad- paso a compartir únicamente lo que tiene que ver y nos afecta respecto a nuestra misión como custodios y administradores de los camposantos, extraído del Boletín Nº 166 del BOPA y rubricado el martes 29 de agosto de 2023.

Una de las novedades que hemos de tener presente es la nueva clasificación que se hace de cadáveres, restos humanos y restos cadavéricos. Lo más común para nosotros es dar sepultura a cadáveres y cenizas y, en ocasiones, a restos cadavéricos procedentes de otros cementerios que por deseo de la familia quieren ser sepultados más cerca de su actual domicilio o junto a otro familiar. La clasificación describe tres grupos, y es la que sigue según el artículo 8 del Decreto de modificación del Reglamento: 

A los efectos de este reglamento, los cadáveres, restos humanos y restos cadavéricos se clasifican en tres grupos, según la causa de defunción:
a) Grupo I: aquellos que presentan un riesgo para la salud pública o profesional, porque la persona fallecida padeciera una enfermedad infectocontagiosa de las que se incluyen en el anexo primero.a) y que se podrá modificar en función de la evidencia científica disponible.
b) Grupo II: aquellos que presenten riesgo radiológico por la presencia en los mismos de sustancias o productos radiactivos. Para su tratamiento se estará a lo dispuesto en la normativa sobre seguridad nuclear.
c) Grupo III: aquellos que no presenten los riesgos de los grupos I y II.
Cualquier persona que tenga conocimiento de la presencia de un cadáver de los grupos I y II deberá ponerlo en conocimiento inmediato de la Autoridad Sanitaria competente.
Por resolución de la Consejería competente en materia de sanidad podrá modificarse el anexo primero de conformidad con lo que se acuerde en el ámbito estatal en el seno de la Comisión de Salud Pública o por Resolución de la Dirección General de Sanidad.” 

Y esto que puede parecer algo que no es de nuestra incumbencia, tal como antaño se nos especificaba la enfermedad, causa concreta de la muerte y otros detalles que ahora se omite por Ley 3/2018 de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales, desde hace muchos años en Asturias únicamente se nos especificaba en la hoja de datos que entregaban la funerarias si la causa de la muerte era por enfermedad o habiendo habido intervención judicial, exhortando en este último caso a dar cuenta al juzgado competente del lugar exacto de la inhumación. Podría parecer que en este momento en que hay una sensibilidad tan grande hacia la protección de datos, que nos introducimos de nuevo en arenas movedizas con derechos contrapuestos en las propias leyes, pero esto no nos compete a nosotros. Necesitamos saber únicamente a qué grupo pertenecen los cadáveres que nos llegan, restos cadavéricos o restos humanos, pues en el punto 18 de novedades que presenta esta nueva legislación se nos exige:

“Cada cementerio debe llevar un libro-registro donde se anotarán todas las inhumaciones y las exhumaciones que se realicen, con especificación de la fecha de realización, del nombre del difunto o del titular del resto, del lugar concreto de inhumación y distinguiendo si la causa de defunción es del grupo I, II o III.” (Segundo párrafo del artículo 39)

Me he saltado otros puntos por medio que también exigirían reflexión y mayor concreción, pero ésta es posiblemente la cuestión que más preocupa a los sacerdotes, y por ello prefiero abordarla al comienzo de todo. La Diócesis ha editado unos libros-registro que se pueden adquirir en las librerías diocesanas; no es obligatorio adquirir ese libro, ni siquiera llevarlo a Cancillería para ser autorizado-diligenciado por el Arzobispado, dado que esto es algo que nos reclama el Gobierno del Principado y no la Iglesia local. Hay sacerdotes que se han quejado de que su precio es caro -50€- y que no se aclaran con el formulario: si han incluido en la primera página el concepto "religiones", cuando en nuestros cementerios sólo pueden recibir sepultura los católicos... Humildemente, a los sacerdotes que me han consultado les he dado mi propia visión:

-Si tienes muchas parroquias y son rurales, lógicamente no te vas a gastar un dineral que posiblemente tus parroquias no tengan, comprando un libro-registro para cada una: compra uno para la principal, y para el resto en cualquier papelería o librería se pueden adquirir esos libros que llamamos "de actas" en los que se pueden llevar un registro igual de digno y también eficiente. Y ya que estamos en la era de la informática, igualmente hay modelos de "excel", por ejemplo, o hacer un modelo "tipo" para tus propias parroquias.

-Estamos ante una realidad nueva; las funerarias aún están poniéndose al día, como lo está haciendo también la Diócesis. A los que preguntan si se puede utilizar un libro para toda una Unidad Pastoral, yo personalmente les diría que no por varios motivos: primero porque tenemos la experiencia de pensar que una "Unidad" iban a ser unas parroquias determinadas, y de un día para otro esa distribución territorial la cambia por la muerte o la baja del compañero de tabla. Por otro lado, la norma especifica: ''cada cementerio''. Y tercero, si ese registro se hace para una Unidad Pastoral con dos cementerios, igual la búsqueda y localización de un difunto no es compleja, pero si la Unidad Pastoral tiene 15 cementerios o más en su jurisdicción, a la hora de solicitar las administraciones públicas el registro, difícilmente sea eficaz, y, como es norma obligatoria, tampoco excluyo posibles sanciones. 

-Lo que la Diócesis refleja en la primera página es un extracto de la normativa, que lógicamente no fue redactado ni pensado principalmente para nuestra realidad, sino enfocado a los cementerios municipales prioritariamente, donde sí tienen actualmente esta situación. Que en los libros-registro que edita la Librería Diocesana, donde se recoge la presencia de novedades (cadáveres en sudario y sin féretro según creencias) no significa que ahora puedan recibir sepultura en el cementerio parroquial cualquier persona, sino que ese matiz de la religión va dirigido particularmente a los cementerios civiles. Al respecto de esto, se añade un tercer párrafo al artículo 9, así redactado: “En aquellos casos en que, por razones de religión o creencias, así se solicite y se autorice por la Dirección General competente en materia de policía sanitaria mortuoria, siempre que se trate de cadáveres incluidos en el grupo III del artículo 8, podrá eximirse del uso de féretro para enterramiento, aunque no para su transporte. Las personas afectadas no tendrán obligación de declarar sobre la específica religión o creencia que se profesa”. Esto, en lo que nos afecta, únicamente tendría aplicación en aquellas comunidades de religiosos/as de vida contemplativa que tengan por tradición recibir cristiana sepultura sin féretro. El resto -normalmente musulmanes- seguramente no querrán inhumarse en nuestros cementerios, ni entiendo que estemos obligados tampoco a aceptarlos, habiendo alternativa en cementerios civiles. 

-Muchos párrocos y administradores parroquiales se quejan de que las funerarias no detallan a qué grupo pertenecen los difuntos que son inhumados en sus cementerios; lo sé, personalmente me ocurre lo mismo, y tengo datos sin terminar de cubrir por ello. Me puse en contacto con las funerarias que están en el territorio del Arciprestazgo de Oviedo solicitándoles que por favor actualicen cuanto antes las hojas de datos que nos llevan a las parroquias, añadiendo el grupo al que pertenecen los finados, y a aquellas funerarias que administran cementerios parroquiales, que por favor faciliten igualmente el trabajo de los sacerdotes, detallando en sus propios registros la identificación clara de las sepulturas/nichos en que son inhumados o exhumados los cadáveres o restos. 

-¿Desde que fecha debe de estar esto asentado? Para los que les gusten las cosas bien hechas, desde el 29 de Agosto de 2023 en adelante, y para los menos exigentes (la entrada en vigor es desde la fecha anterior) desde el 1 de Enero de 2024. Lo que está claro es que tenemos que tomarnos en serio este quehacer, que por ley se nos exige. También deberíamos tener mayor celo en la custodia de la documentación que se nos aporta desde las funerarias, pues es un tema delicado el que transciendan datos del difunto o parientes, o el grupo al que pertenece el finado/a,  que podría acarrearnos problemas legales y/ó sanciones. Por ello, evitemos que esa documentación quede descuidada días y días en las sacristías o mesas del despacho, o a la vista de terceros, sino qué, adecuadamente tratada, vaya directamente al archivo parroquial el mismo día.

-Otra duda que varios compañeros han apuntado es la siguiente: en mi Parroquia tengo columbario o cripta para cenizas: ¿debo llevar ese registro?. Es cierto que en el libro que nos facilita la Diócesis, además del cadáver, restos cadavéricos o humanos, se añade el concepto "cenizas", pero más bien es por llevar un control de todo lo que se inhuma o exhuma en nuestros cementerios, y pienso que cada día se exigirá más. Respecto a los restos cinerarios, el cuarto párrafo del artículo 16 especifica: El transporte o depósito posterior de las urnas cinerarias o la dispersión de cenizas no estarán sujetos a ninguna exigencia sanitaria, sin perjuicio de lo que dispongan otras normas sectoriales o las correspondientes ordenanzas municipales. Mi opinión personal es que si es posible llevar el mismo control sobre los restos cinerarios, se haga.

Y por último, con frecuencia en los cementerios parroquiales nos vemos ante la realidad de autorizar o no autorizar la apertura de sepulturas, pues puede ser muy buena la intención de la familia de querer disponer el nicho o sepultura para que el próximo ser querido pueda ser enterrado ahí, junto a los restos de los suyos, pero no son pocas las ocasiones en que habiendo transcurrido incluso el doble de tiempo del estipulado legalmente sea imposible por causas naturales la exhumación o reducción de restos cadavéricos. A esto ahora se añade que para ello se ha de tener en cuenta el grupo al que pertenece el difunto a la hora de su exhumación, como como recogen los párrafos 1º y 2º del artículo 18:

“Con carácter general no se podrá abrir ninguna construcción funeraria destinada a la inhumación de cadáveres del grupo III antes del transcurso de dos años desde la última inhumación, a excepción de los cadáveres embalsamados, salvo autorización expresa de la Dirección General competente en materia de policía sanitaria mortuoria, sin perjuicio de la autorización judicial que pueda ser necesaria de conformidad con la legislación vigente.
La exhumación de cadáveres del grupo I y grupo II no se podrá realizar, salvo previa autorización expresa de la Dirección General competente en materia de policía sanitaria mortuoria, debiendo, en todo caso, haber transcurrido un período mínimo de cinco años desde su inhumación.”
Once.—El apartado 1 del artículo 19 queda redactado del siguiente modo:
“1. La exhumación de cadáveres que vayan a ser inmediatamente reinhumados o incinerados dentro del mismo cementerio o en otro cementerio del territorio del Principado de Asturias requerirá la correspondiente autorización sanitaria de la Dirección General competente en materia de policía sanitaria mortuoria, todo ello sin perjuicio de lo que dispone el artículo 18.
La exhumación y transporte de restos cadavéricos dentro del ámbito territorial del Principado de Asturias no precisará autorización sanitaria, siendo requisito necesario que se formalice y documente debidamente por los encargados de los cementerios o titulares de los hornos crematorios y se realice, en su caso, por una empresa funeraria debidamente autorizada.
La recogida de restos, en la correspondiente caja de restos, para su inhumación conjunta con cadáveres el grupo III, seguirá el trámite descrito en el párrafo anterior.”

Se ha levantado una cierta leyenda urbana sobre que desde la crisis sanitaria del COVID-19 ya no se pueden velar a los difuntos fuera del Tanatorio: No es cierto. Por ejemplo, estamos perdiendo la piadosa costumbre de velar a los párrocos difuntos en los propios templos donde han ejercido su apostolado, cuando en ningún lugar esto está prohibido (lo que específicamente no está prohibido, está permitido). Al respecto estamos a lo siguiente: 

 b) Para la práctica de servicios religiosos o ceremonias laicas, de acuerdo con los siguientes requisitos:
1.º Si se realizan antes de las 48 horas de la defunción, el cadáver que no haya sido refrigerado deberá mantenerse conservado a una temperatura inferior a 18 ºC.
2.º Si se realizan después de 48 horas de la defunción, el cadáver será previamente sometido a alguna de las técnicas de preservación de cadáveres que prevé este Reglamento.
c) Cuando la Dirección General competente en materia de policía sanitaria mortuoria autorice la exposición del cadáver en lugares públicos.”

Atención también a los sacerdotes-administradores de cementerios parroquiales que tengan previsto edificar una nueva batería de nichos, pues aquí se debe estar a las normas (no estaría de más un proyecto previo de un aparejador-arquitecto técnico) que se detallan a continuación: 

 “Artículo 41. Nichos y fosas.
1. La construcción o reforma estructural de nichos de los cementerios cumplirá las siguientes condiciones, las cuales serán incluidas en las memorias y proyectos de construcción, ampliación o reforma de los cementerios:
a) Los nichos estarán construidos de forma que se garantice que las aguas pluviales no penetren en las unidades de enterramiento.
b) Las dimensiones mínimas internas de los nichos serán de 0,75 m de ancho, 0,60 m de alto y 2,50 m de largo.
c) Los bloques de nichos tendrán una altura máxima de 5 filas.
d) La fila de nichos bajo rasante estará protegida de la entrada de agua al interior, por la cubierta adecuada
e) El suelo de cada nicho tendrá una pendiente mínima de un 2% hacia la cámara de lixiviados para facilitar la evacuación de los líquidos.
f) La construcción de los nichos garantizará la salida de los gases de la descomposición cadavérica hacia el exterior. Dicha salida tendrá un mínimo de 3 m de altura, y dispondrá de filtros de carbón activo u otro material equivalente que evite las molestias por olores.
g) En el proyecto de construcción se indicará la periodicidad con la que deben sustituirse los filtros y el material de relleno en función del número de enterramientos o la vida útil del mismo.
h) Los nichos o bloques de nichos se dispondrán sobre un zócalo de un mínimo de 0,25 m a contar desde el pavimento, que garantizará la salida correcta de lixiviados y contará con un canal de lixiviados accesible, relleno de grava y sosa caustica o cualquier otra sustancia que permita la neutralización de los mismos.
i) Ante el acceso a cada nicho tendrá que existir un espacio libre suficiente que garantice la buena maniobrabilidad del féretro para proceder a la inhumación. Cada unidad de enterramiento tendrá que poder abrirse y cerrarse de forma independiente y sin que se vea afectada por el resto.
j) Las técnicas constructivas garantizarán siempre que se producirá el proceso de descomposición cadavérica en condiciones higiénicas y sanitarias.
k) Los nichos prefabricados deberán cumplir con lo establecido en la norma UNE EN ISO 9001 y se deberá garantizar que se cumplen las condiciones de calidad del prefabricado.
Las condiciones establecidas en el presente apartado se aplicarán también a los nichos que se agrupan o integran en bloques de nichos, en tumbas, en panteones, en criptas y en mausoleos.
2. La construcción o reforma estructural de fosas quedará sujeta a las siguientes condiciones:
a) Las dimensiones mínimas serán: 0,8 m de ancho y 2,5 m de largo, con separaciones no inferiores a 0,5 m entre fosas. La profundidad vendrá determinada por el nivel freático del lugar donde se sitúen, situándose al menos a 1 metro de distancia de dicho nivel freático.
b) El terreno tendrá suficiente permeabilidad y asegurará la descomposición del cuerpo sin salida de líquidos o gases malolientes a la superficie del terreno. La obra de las fosas se hará de forma que impida el paso del agua de pluviales al interior de las mismas.
c) En el caso de sistemas de fosas prefabricadas, compuesta cada fosa por módulos, siendo cada módulo una unidad de enterramiento, deberán cumplir con lo establecido en la norma UNE EN ISO 9001 y se deberá garantizar que se cumplen las condiciones de calidad del prefabricado.”

Así mismo, los administradores de cementerios parroquiales que vayan a acometer restauraciones en los nichos, o cuyos enterramientos fueran en su momento levantados según antiguas normativas, tengan presente lo siguiente:

Disposición transitoria primera. Nichos y fosas construidos antes de la entrada en vigor del presente decreto
Las condiciones de los nichos y fosas construidos antes de la entrada en vigor del presente decreto se regirán por la normativa anterior. No obstante, en caso de reforma estructural de nichos y fosas que se acometa a partir de la entrada en vigor del presente Decreto, esta se regirá por lo dispuesto en el artículo 41 del Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria en el ámbito del Principado de Asturias en los términos en que se modifica por el presente decreto. A estos efectos, se considerará reforma estructural la actuación que afecte a los elementos estructurales de nichos y fosas y que comprometa directamente su resistencia mecánica y estabilidad.

Espero que estas pinceladas y fragmentos de la última modificación del Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria que nos afecta, sirvan de ayudan a todos los compañeros.

P.D. Como la normativa afecta a todo el Principado de Asturias y, por ende, a la Diócesis en su conjunto, en la última reunión de sacerdotes del Arciprestazgo de Oviedo solicitamos al Sr. Vicario Episcopal de Oviedo-Centro que elevase al Consejo Episcopal las nuevas interrogantes que se suscitan, para obtener una respuesta global a nivel diocesano. 


Joaquín, Párroco de Lugones y Viella
Arcipreste de Oviedo



jueves, 25 de abril de 2024

Santa María del Naranco: Siempre fue iglesia. Por Jorge Juan Fernández Sangrador, Vicario General de la Diócesis de Oviedo

Las obras realizadas en la iglesia prerrománica de Santa María del Naranco con el fin de preservarla de la humedad del terreno circundante y para mejorar los accesos al edificio han permitido datar una losa que había en el vestíbulo de la planta superior como del siglo IX y establecer que estuvo en el templo ya desde su origen, pues, según el equipo que ha seguido las labores de excavación arqueológica en estos últimos meses, la losa debió de formar parte del sepulcro del rey Ramiro I, que fue quien ordenó construir el templo.

La iglesia de Santa María del Naranco, dedicada a la Madre de Dios, como se puede apreciar en la inscripción del altar, no tuvo otros usos que no fueran los de un santuario cristiano. El hallazgo de un elemento funerario en el rellano del pórtico septentrional, por el que se accede hoy al nivel superior, corrobora el uso ininterrumpido del edificio con una finalidad sagrada, que ya conocíamos por la existencia del altar, su inscripción y las acciones religiosas que allí se han celebrado siempre, aunque hubiese, al igual que en tantas otras iglesias, espacios habilitados para enterramientos de miembros del clero o de la nobleza.

En el caso de Santa María del Naranco, tal como acaban de declarar los arqueólogos, la composición arquitectónica del edificio se revela ordenada hacia el altar, vértice hacia el que un rey cristiano, como Ramiro y los monarcas asturianos, entendía que debía estar dirigida su última morada, relegando el lugar de reposo de sus restos al extremo septentrional, frente a ese altar que es representación de Cristo y de su sacrificio redentor, y bajo la protección de la Virgen María, como sucede con los enterramientos reales en la capilla catedralicia ovetense de Santa María del Rey Casto.

Es de agradecer en cualquier caso a la comunidad cristiana del Naranco, con sus sacerdotes, la constante preservación desde entonces hasta el presente del magnífico edificio y que haya mantenido los usos propios para los que fue levantado, merced a lo cual podemos admirar hoy a la que es la obra más representativa del arte religioso asturiano: Santa María del Naranco.

Mensaje del Corazón de Jesús al corazón del Sacerdote. Por José Luis Aberasturi

(Non mea voluntas/ Infocatólica) A la muerte en Roma (marzo de 1900), del R. P. Nicolet, religioso Marista, Superior durante 20 años de uno de los más grandes Seminarios de La Bretaña, se encontró entre sus papeles este “Mensaje del Corazón de Jesús a los Sacerdotes”. Escrito que le había llegado al P. Nicolet tiempo atrás, y lo había guardado como un auténtico tesoro.

Para darnos cuenta de que no es nada exagerada esta calificación, el Obispo de Namur, al prologar y presentarlo, no dudará en afirmar: “ardientemente deseo ver que todos mis sacerdotes practiquen este camino de unión con el Corazón de Jesús, y con celo me convertiré en el Propagador de este Mensaje entre mi Presbiterio y mi Seminario”. (8 febrero 1911).

El padre Jules Le Serf, S.M., doctor en Teología, que encontró este Mensaje -del que se desconocía su existencia- al arreglar las cosas del P. Nicolet, al publicarlo, no se modera en añadir al final el siguiente P.S:

“Este escrito ha sido encontrado entre los papeles de un religioso Marista, muerto en Roma. Debió recibirlo de un alma privilegiada, porque el ‘Mensaje’ que contiene parece salir realmente del Corazón mismo de Nuestro Señor”.

Con el deseo personal e íntimo de que llegue al mayor número posible de hermanos míos Sacerdotes, traduzco y público este Mensaje -que yo también encontré de modo casual, en Lourdes, en una libreria ‘de viejo’, hace ya unos años-; y pongo sus frutos en manos de Santa María, Madre muy especial de todos los Sacerdotes de Cristo en su Iglesia.

Manos a la obra, pues. Vale, como es obvio, no sólo para todo sacerdote, sino también para cualquier alma que quiera adentrarse en esta Santísima Devoción, tan válida como necesaria, propuesta por el mismo Señor Jesucristo.





Mensaje del Sagrado Corazón



“¡Tengo frío! ¡Tengo sed! ¡Tengo hambre!… ¡Dí a mis buenos sacerdotes que me calienten con su amor! ¡Que me traigan almas! ¡almas! ¡almas!… ¿Acaso no he muerto Yo de amor por ellas?…

¡Todos los tesoros de mi Corazón se han abiertos!

Cuanto más se alejan de Mí las naciones, cuanto más me rechazan, más mi dulce Madre me urge para que abra los tesoros de amor, de misericordia, de santificación de mi Corazón.

¡Ciertamente, la Devoción a mi Sagrado Corazón está muy extendida: me consuela y me da cantidad de almas, a Mi, el Salvador de las almas! Pero, no obstante, ¡qué lejos se está de comprender los tesoros infinitos de mi Corazón!… Mi Madre me urge, mi amor me urge a derramar estos tesoros, a invitar a las almas buenas a venir a lanzarse, a perderse en este Océano de misericordia y de amor…

¡Oh! ¡Lleva la llamada de mi Corazón hasta los confines de la tierra: llévalo sobre todo a mi sacerdote, al que amo tanto! ¡Mi sacerdote! ¡Mi otro yo-mismo, mi alter ego!… ¡Ah! Si comprendieran el intenso deseo que tengo de unirme íntimamente a cada uno de ellos!… ¡Cuán raros son los que llegan a esta unión en tanto que mi Corazón se la ha preparado en la tierra!…

¿Y, qué hace falta para esto?…

¡Recoger, levantar de alguna manera todos sus afectos y concentrarlos en Mí, que estoy ahí, en lo más íntimo de su alma! ¡Ah!, grítales a todos, a los que sufren por Mí en los hielos del Norte; a los que arden bajo los fuegos del Sur; a los valentes luchadores que combaten bajo mi estandarte; a los que se agotan noche y día al servicio de las almas, que están abrumadas por persecuciones, trabajos, contradicciones y tedios por mi servicio; a todos por último, grítales cuánto les amo; suplícales que entiendan la llamada tan amorosa y tan urgente de mi Corazón, mi tierna invitación a descender al fondo de su alma, a unirse, ahí, con Aquel que no les abandona jamás, a identificarse Conmigo, de alguna manera… y entonces ¡qué bendiciones les prometo!

Esta unión misteriosa y divina será el principio de una vida de tal manera santa y fecunda, al contrario de la llevada hasta ahora…

¡Muchos sacerdotes conocen muy bien la teoría de la unión del alma Conmigo; muchos aspiran a ella; pero qué pocos la conocen en la práctica; qué pocos en los sacerdote piadosos, celosos, incluso mis amigos devotos saben que Yo estoy ahí en el hondón de su alma, ardiendo por hacerla una Conmigo!

¿Por qué? Porque viven como en la superficie de su alma. ¡Ah! si quisieran sustraerse de las cosas sensibles, de las impresiones humanas, para descender de este modo, únicamente a lo más intimo de su alma, a los más hondo, donde Yo estoy; todos ellos me encontrarían muy pronto y ¡qué camino de unión, de luz y de amor sería el suyo!…

Muchos, muchos sacerdotes, porque están en el buen camino y ejercen una cierta vigilancia sobre ellos mismos, ¿están satisfechos con eso y no buscan nada más allá?… Pues que vayan con toda confianza a mi Madre que es la suya. ¡Ah! ¡cuánto ama a mis sacerdotes! ¿Cuánto le gusta suplicarme por ellos! Una vez más, es mi dulce Madre la que me urge a abrir todos los tesoros de mi Corazón, y hacer una nueva llamada a todas las buenas almas, a mis buenos sacerdotes muy en particular.

Ella hace las delicias de mi Corazón, mi tierna Madre; que haga también las vuestras; y que sepáis que esta Madre del Divino Amor posee el secreto de esta unión maravillosa, que mi Corazón, por una inmensa efusión de misericordia y amor, ofrece ahora a todos sus sacerdotes como una nueva y muy grande gracia de santificación".

(“Notice sur le Message du Coeur de Jésus au coeur du prêtre”, par Jules Le Serf, S.M., Docteur en Théologie, deuxième édition. H. Dessain. Imprimeur du S. Siège, de la S. Congrégation des rites et de l’Archevéché de Malines. Malines, 1921).

Me resisto a comentar nada. Ni siquiera añado alguno de los que hace Le Serf al respeto, de gran predicamento. Me limito a publicar el texto, tal cual, traducido por mi como señalo más arriba. En vuestras manos lo dejo.

Si el Señor me lo permite, osaré añadir que lo hago de su parte: lo encontré “por casualidad", y no pretendo guardármelo para mí. No tengo interés personal alguno que no esté en ese horizonte.

miércoles, 24 de abril de 2024

Fallos en la nota de Tarragona: ¿la Iglesia ha de pedir perdón por actos de autoridades franquistas?. Por Jorge López Teulón


(Rel.) El autor, Jorge López Teulón, es el postulador de las causas de los mártires en la archidiócesis de Toledo, y difunde los estudios y noticias sobre mártires de los años 30 (y de otras épocas) en su blog en ReL Victor in Vínculis y en las webs www.persecucionreligiosa.es y www.464martires.es .

Se ha levantado un gran revuelo con motivo de la nota del Arzobispado de Tarragona del pasado lunes 22 de abril titulada En relación con la petición de perdón a las víctimas de la represión franquista en Tarragona (aquí la nota en castellano).

Quien siga estos temas verá que no hay nada de novedoso en ello. La hemeroteca desde hace más de 20 años y, con un fluir bastante reiterado de notas de prensa, se ha movido entre las dudas porque la Iglesia fuese a pedir perdón, el tiempo qué pasaría hasta que lo hiciera, y pequeñas declaraciones de algunos eclesiásticos en las que al final nunca quedaba claro nada. Para algunos, eran totalmente imprescindibles. Para otros, absolutamente líquidas, por no terminar denunciando al franquismo.

Esta nota me lleva a escribir esta entrada. En primer lugar, porque se trata de una nota oficial de un arzobispado sobre un tema histórico, un tema sobre el que los historiadores no se ponen de acuerdo. Su carga doctrinal y/o autoridad es dudosa. Es evidente que a día de hoy cualquiera puede escribir y pontificar.

Seguro que mientras escribo estas líneas algún que otro vicario general está pensado en no ser menos que Tarragona.

Solo pretendo matizar cosas no poco importantes.

1. La violencia contra eclesiásticos empezó mucho antes de julio del 36

En el punto dos de la nota se lee: "El alzamiento militar de julio de 1936, en los lugares donde fracasó inicialmente, como es el caso de Cataluña, supuso una cruenta represión contra eclesiásticos, personas creyentes y otras de ideología conservadora, por considerar que todos ellos eran partidarios de los sublevados".

En realidad, ya hubo "cruenta represión contra eclesiásticos" mucho antes de julio de 1936.

Sin tener que irnos a la Semana Trágica, para recordar que lo que en principio iba a ser una huelga pacífica de 24 horas para protestar contra el envío de soldados españoles a Marruecos, en julio de 1909, se convirtió en una auténtica revuelta anticlerical en la que se incendiaron decenas de conventos y se exhumaron cadáveres de monjas y sacerdotes…

Se ha dicho con razón que la Segunda República como régimen teórico de convivencia duro exactamente 27 días: desde la tarde del 14 de abril hasta el mediodía del 11 de mayo siguiente, en que las turbas comenzaron a incendiar iglesias y conventos en buena parte de España.

Las primeras víctimas son de octubre de 1934. Y no todas en la Revolución de Asturias. Pueden leer aquí en ReL el atroz martirio que sufrió mosén Josep Morta, párroco de Navás, en este pueblo a 80 kilómetros de Barcelona.

El 15 de marzo de 1936, el cardenal Vidal i Barraquer, como presidente de la Asamblea de Metropolitanos españoles, escribió una carta al presidente de la República, don Manuel Azaña, denunciando los ataques que en toda España se cometían contra la conciencia y los sentimientos religiosos de los fieles. Y entonces el cardenal Vidal hizo una profecía histórica al afirmar “que la política persecutoria del Gobierno de la República ponía en riesgo la paz de España”.

2. No puede decirse que la Generalitat no tuviera responsabilidad

Sigue la nota del arzobispado en el mismo punto dos: "Con el incendio de iglesias, monasterios y conventos, el patrimonio cultural e histórico de la Iglesia se vio gravemente afectado, con pérdidas irreparables. Esta represión fue ejercida por grupos llamados comités, miembros de partidos y sindicatos radicales, que aparentemente no dependían de las autoridades republicanas y actuaban al margen de toda ley".

En el caso concreto de Cataluña, la represión tiene siglas propias y muchos nombres propios.

No pueden afirmar que no dependían de las autoridades republicanas y que actuaban al margen de toda ley.

Tras el Alzamiento militar de julio de 1936, la Generalitat y Esquerra Republicana de Catalunya se aliaron a los anarquistas de la CNT y a los comunistas del POUM, llegando a integrarles en el gobierno de la Generalitat. El ambiente revolucionario en Cataluña desata una cruenta persecución religiosa y política.

Bajo la responsabilidad de Companys se cometen miles asesinatos indiscriminados de los cuales hoy no se suele hablar (más sobre el papel de Companys aquí en ReL).

Sin embargo, en mayo de 1937, se producirán los famosos sucesos de mayo en Barcelona en los que se enfrentan los comunistas estalinistas del PSUC contra los anarquistas de la CNT y los comunistas del POUM.

Un ejemplo lo explica Miguel Mir Serra en su libro de 2010 El preu de la traïció: La FAI, Tarradellas i l'assassinat de 172 maristes. Lo resumimos así: "En verano del 36, las patrullas de la CNT-FAI estaban en manos de un hombre sin escrúpulos, Aurelio Fernández, secretario general de la Junta de Seguridad de la Generalitat. Los Hermanos Maristas desde Francia iniciaron gestiones con los Consulados y la Generalitat [para liberar a muchos maristas detenidos] y fueron remitidos a Aurelio Fernández, que pactó con la institución la entrega de 200.000 francos franceses a cambio de la inmunidad y salida de España de estos maristas. Tarradellas, como conseller de Finances, cobró, pero los religiosos fueron ejecutados". Ahí tenemos un conseller implicado (que luego sería President de la Generalitat) y un alto oficial de la Generalitat. (Más sobre este caso y el papel de Tarradellas aquí en ReL).

Retrato del beato mártir Manuel Borrás Ferré, obispo auxiliar 
de Tarragona asesinado en agosto de 1936 ( historia de su martirio).

3. Ninguno de los partidos implicados ha pedido aún perdón

En 1986, al cumplirse 50 años del inicio de la guerra civil, la Iglesia Española lanzó un documento titulado Constructores de la Paz. Ahí leemos:

"Saber perdonar y saber olvidar son, además de una obligación cristiana, condición indispensable para un futuro de reconciliación y de paz. Aunque la Iglesia no pretende estar libre de todo error, quienes le reprochan el haberse alineado con una de las partes contendientes deben tener en cuenta la dureza de la persecución religiosa desatada en España desde 1931. Nada de esto, ni por una parte ni por otra, se debe repetir. Que el perdón y la magnanimidad sean el clima general de los nuevos tiempos".

Pero de los partidos políticos que se implicaron en aquellos hechos y asesinatos y que aún actúan en el actual panorama político, ninguno ha pedido nunca perdón.

Repasemos lo que pasó en Cataluña:

- En Cataluña fueron destruidos unos 7.000 edificios religiosos; algunos (Montserrat, catedral de Barcelona) se salvaron por la intervención de la Generalitat, que las cerró totalmente al público y quitaron las imágenes y campanas.

- Fueron asesinados cuatro obispos: Irurita, Huix, Borràs y Polanco.

- En Lérida asesinaron al 66% del clero (270 de 410),
en Tortosa al 62% (316 de 510),
en Vic al 27% (177 de 652),
en Barcelona al 22% (279 de 1.251),
en Gerona al 21% (194 de 935),
en Urgel al 20% (109 de 540),
en Solsona al 13% (60 de 445).

De los 5.147 sacerdotes seculares de las 8 diócesis catalanas fueron asesinados 1.536, el 30%. Y otros miles de civiles igual, por las mismas razones. Un genocidio. Sumando sacerdotes y religiosos, en la diócesis de Barcelona mataron a 930.

Placa en la capilla de los mártires de la catedral de Barcelona: recuerda 930 sacerdotes,
religiosos y religiosas asesinados entre 1936 y 1939.

El punto cuarto punto del comunicado de Tarragona recuerda que "la Iglesia de Tarragona tuvo que contemplar cómo su arzobispo, el cardenal Francesc d’Assís Vidal i Barraquer fue represaliado, impidiéndosele volver a la sede primada y teniendo que morir en el exilio".

Habría que añadir que fue asesinado y quemado su obispo auxiliar, el beato Manuel Borrás, que quedó abandonado a su suerte. (ReL explica aquí el martirio de Manuel Borrás).

5. ¿Ha de pedir perdón la Iglesia por cosas que hicieron autoridades franquistas?

Respecto al resto del comunicado de Tarragona, este es el párrafo más confuso: "La Iglesia Católica, maltrecha humana y patrimonialmente por el conflicto bélico y social, esperaba restablecer todo aquello que había perdido y, salvadas honestas excepciones, hipotecó su libertad de acción pastoral a cambio de una protección que la llevó a silenciar lo que el Evangelio reclamaba".

La realidad es que, guste o no, Franco salvó a la Iglesia católica del exterminio.

Sobre lo de “hipotecar su libertad”: ¿cuál, la que no tenía?

Además, como alguien ha escrito: ¿tiene que pedir perdón la Iglesia por cosas que hicieron, como se señala antes en el comunicado, las autoridades franquistas?

Recordemos que ningún sacerdote, religioso u obispo fue miembro de los tribunales que juzgaron los crímenes de guerra y de odio contra la fe posteriores al conflicto civil.

Y es sabido que la Iglesia solicitó a Francisco Franco que fuera clemente. Por ejemplo, la venerable Justa Domínguez de Vidaurreta, Visitadora general de las Hijas de la Caridad, consiguió de Franco que los asesinos de Hijas de la Caridad no fueron condenados a muerte.

6. Exhumar sí, cadáveres de uno y otro bando

Finalmente, por supuesto, que la Iglesia puede y debe favorecer las exhumaciones de uno y otro bando. En el caso de Tarragona, si hay una fosa en un lugar que pertenece a la Archidiócesis y al municipio, ¿de verdad que desde 1979, cuando se aprobó el Estatut de Catalunya, (cuando los restos -lógicamente- estaban en mejor estado que ahora) no se ha podido hacer nada por dignificar e incluso exhumar esa fosa? Ahora es todo como un poco a destiempo.

La Historia déjensela a los historiadores. Y sobre todo dejen que pase un siglo… como poco.

Ceñirse a los políticos actuales, herederos -bajo las mismas siglas- de los que asesinaron a nuestros mártires es bastante absurdo.