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domingo, 31 de julio de 2022

San Félix: Tres enseñanzas sobre su generosidad. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Es el Patrono de nuestra nuestra Parroquia y Localidad. Es hoy un día para honrar, implorar y agradecer a nuestro Santo titular que, aunque nosotros no siempre nos hayamos acordado de él, jamás él se haya olvidado de nosotros. Necesitamos seguir redescubriendo al Santo que nos da nombre y preside, el cual desde hace tantísimos siglos recibe culto en este querido pueblo de Lugones. Decir que tenemos a San Félix al que llamamos ''de Gerona'' es un lujo, es un motivo de orgullo no sólo por la figura del propio santo, sino por su antigüedad que nos confirma lo profundisimas que son las raíces de la fe cristiana en nuestro suelo. Como hacemos cada año, unas humildes pinceladas sobre la vida de San Félix a la luz de nuestra propia realidad. 

Transformado por Cristo. Necesitamos mirar hoy a San Félix, y pedirle que nos enseñe a descubrir a Jesucristo como lo descubrió él. Que no seamos cristianos de domingo únicamente, ni cristianos de fachada y medias tintas. San Félix se encontró cara a cara con el Señor, tuvo una experiencia íntima y personal con Jesucristo. Su tiempo no fue mejor que el nuestro, al contrario, eran tiempos de persecución, donde ser cristiano y comprometerse con el evangelio le podía costar a uno la vida con oprobio y tortura. Pero tuvo claro que siguiendo a Cristo elegía con mucho lo mejor, por eso no dudó en ponerse en pie y hacer suyo ese: ''aquí estoy envíame''. Así, en aquellos finales del siglo III deja su África natal para venirse a la península necesitada en aquel momento de misioneros valientes que dieran a conocer al que es el único camino, la única verdad y la única vida. 

Hombre de Iglesia. Las tierras de Gerona pueden presumir de ser de las más antiguas en la fe en Cataluña, tanto es así, que no se sabe con certeza la fecha de erección de la diócesis gerundense, aunque se ha podido probar que ya en el siglo IV había un obispado perfectamente estructurado. Si bien no tenemos pruebas concretas, es evidente que la iglesia cristiana estaba ya presente en esa comarca bastante primero, como nos recuerda su Santo patrono San Narciso, "obispo de Gerundia". Un problema que tenemos para conocer en detalle datos de nuestro santo es que desde su martirio hasta que por primera vez se escribe su vida pasan más de cien años, por lo que al ser narrada su vida durante tanto tiempo de forma oral muchos detalles se fueron tergiversando y mezclando lo real con lo legendario. No sabemos entonces si San Félix era diácono o simplemente laico, lo que sí es cierto es que fue junto con San Cucufate, uno de los más cercanos y fieles colaboradores de su obispo. Fue un hombre de Iglesia entregado a la catequesis y a los pobres, viviendo la comunión con su Pastor. No perdió el tiempo San Félix en menudencias; no estaba la Iglesia en un buen momento, no había cabida para la mediocridad o despistarse en en vanidades o frivolidades. Vivió la autenticidad más transparente, sabedor de que había encontrado el tesoro escondido que es Jesucristo, y por el cual merecía la pena venderlo todo para adquirir el campo que guardaba ese tesoro. 

Semilla que dio fruto. Y llegó la denuncia, la persecución, la cárcel, la desnudez, la espada... Pero eso fue perfectamente asumido por él y no supuso nada comparado con la vida esperada y deseada con Dios para siempre. En San Félix se cumplen esas palabras de la carta a los romanos, ''pero en todo esto vencemos fácilmente por aquél que nos ha amado''. Palabras que hemos de hacer nuestras siempre que nos vengan mal dados los acontecimientos, conscientes que nuestro sufrimiento es una ridiculez comparado con lo que sufrió nuestro santo, aunque para él aquello fuera una menudencia frente a la gloria que sabía que estaba reservada a los que permanecen fieles hasta el final. San Félix supo correr su carrera, llegar a la meta y conservar su fe; ningún tormento le hizo renegar de Cristo, ni siquiera cuando empezaron a destrozar su cuerpo con aquellos peines de hierro con los que terminaron despedazando su cuerpo. Eso es lo que porta en su mano, no un rastrillo de jardinero, sino el instrumento de su martirio. No fue una muerte en vano, fue el grano que cayó al surco, y muerto dio fruto abundante. Nosotros hoy damos gracias a Dios por el regalo de su vida, por el testimonio de fe que nos regaló en su muerte, y por el inmerecido privilegio de tenerlo por Patrono. Que San Félix nos asista desde el cielo y presente a Jesucristo las necesidades y ruegos de nuestra comunidad parroquial, de forma muy especial la de aquellos que como nuestro Santo experimentan hoy la tribulación.

''¿Qué haré?''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Avanzando en el camino veraniego llegamos al domingo XVIII del Tiempo Ordinario, en el que Señor nos presenta un grandísimo peligro para nuestra fe: ''la avaricia''. No tiene sentido que una persona que se diga cristiana sea avara, pues es un antitestimonio manifiesto: ¿Cómo puedo seguir a Jesucristo que todo lo da por los demás, mientras yo me dedico a acumuar para mi exclusivo disfrute?. Esta será una de las reflexiones centrales de este domingo. 

Hombres nuevos 

Continuamos con la catequesis bautismal que San Pablo nos viene presentando estos último domingos en su carta a los Colosenses. Hoy aborda la cuestión de la nueva vida que supone la gracia bautismal: somos incorporados a la Iglesia y así comenzamos a ser hijos de Dios, pero el Apóstol insiste no sólo en la parte teórica que es en este caso bellísima, sino que ahonda en la cuestión práctica. No somos nuevos sólo por que hemos sido bautizados, sino que también como bautizados hemos de procurar vivir como nuevos. Por eso el sacerdote dice al catecumeno: ''esta vestidura blanca es signo de tu condición de cristiano'', significando a continuación: ''consérvala sin mancha hasta la vida eterna''. He aquí la mejor forma de renovar el compromiso bautismal, esforzándonos por vivir en gracia, de cara a Dios, con la vestidura del alma sin mancha. El cristiano no es mejor que nadie, pero cuando cae, se levanta y pide perdón, no se regodea en el error, sino que se esfuerza por dejar atrás lo malo encaminándose de nuevo a la perfección, que es lo bueno. San Pablo nos lo advierte: ''dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros''. No perdamos de vista que el mundo no es nuestro amigo, nosotros queremos ir al cielo, por ello hay muchas cosas que nos pesan y nos impiden llegar a destino; nos distraen, engañan y aprisionan. De qué nos sirve creer que Cristo ha resucitado si nuestra vida es una existencia muerta por el pecado, por eso el apóstol insiste: ''Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está''...Privarnos de tantas cosas apetecibles es un consejo, no una imposición; pero aceptamos esas indicaciones de la Iglesia porque en el sacrificio de una vida digna y austera se acrisola nuestro futuro y esperanza, conscientes de que también se hará verdad lo que hemos escuchado: ''Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él''.

El veneno de la vanidad 

La enseñanza de la primera lectura del Libro del Eclesiastés nos es bien conocida: ¡Vanidad de vanidades; todo es vanidad!. Pero, ¿qué nos está diciendo la palabra de Dios sobre lo que es vano? Pues que es una trampa, una necedad que no ayuda, sino que nos perjudica profundamente. Ser vanidoso es igual a ser pecador, pues la altanería, la idolatría de uno mismo, el comportamiento arrogante, lleva a la perdición. A menudo cuando hacemos algo bueno inmediatamente queremos que se sepa, es un susurro de satanás que quiere estropear lo bueno y noble que hayamos hecho. En este sentido nos dan una gran lección los monjes cartujos: toda su existencia alejados del mundo, en silencio, en una vida de santidad que pasa en permanente anonimato y termina igualmente. Si miramos en "el santoral" apenas tenemos santos cartujos, cuando son quizá la Congregación religiosa que vive de forma más exigente la fidelidad radical al evangelio, porque ellos han entendido bien que nuestros Dios que ve en lo escondido ''nos recompensará''. El monje cartujo después de toda una vida haciendo el bien, muere en el anonimato, y va parar a una tumba sin nombre, teniendo como única señal la cruz del Señor y nada más. Nos hace falta aprender a "hacer el bien sin mirar el quien"; esforzarnos en ser buenos cristianos sin necesidad de aplausos, reconocimientos ni parabienes. La vanidad es un veneno que nos destruye en el presente y para el futuro: es un exponente más de la vaciedad y la pobreza de nuestro ser hambriento de alagos. Trabajemos por el reino de Dios, pero hagámoslo ''con sabiduría, ciencia y acierto''.

Avaricia vs Evangelio 

El evangelio nos presenta la interpelación que "uno de entre el gente" hace el Señor: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia»... San Lucas nos relata así cómo Jesucristo aborda la realidad de la avaricia. Jesús es duro con el hombre, preguntándole primero quién le ha nombrado juez o arbitro, para a continuación dar la primera lección sobre el ser avaro: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes». Pasa seguidamente a presentar este mal con una parábola, de forma que sea más visual para aquella gente sencilla que le escuchaba: El hombre rico se hizo una pregunta que no acertó a responder: ¿que haré?. Esta es la interpelación también para nosotros: ¿que hacemos cuando tenemos una cosecha abundante en tantas realidades de nuestra vida?; ¿cómo son nuestros cálculos?. Aquel hombre se lamentaba por no tener ya granero donde guardar los frutos de la ingente cosecha, entonces optó por una decisión aparentemente lógica pero que supuso su condena: ''derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”... Huyamos de la trampa del poseer, no seremos felices en este vida aunque tengamos muchas cosas, y nos perderemos la eterna. Viene bien recordar la lección del joven rico, que quería heredar la vida que no termina, pero prefirió condenarse con sus muchos bienes. Es una realidad palpable: las personas más sencillas son las más generosas casi siempre, y las que más dinero tienen son las que más les cuesta meter la mano en el bolso para dar siquiera una menudencia. La avaricia una enfermedad no sólo social, sino espiritual: ¿y al final para qué? No hay bienes, ni dinero, ni joyas ni bonos o acciones que entren en nuestro féretro. Ya no nos harán falta, sólo la misericordia de Dios. Como comenta a menudo el Papa Francisco sobre una frase que le escuchaba a su abuela: ''la mortaja no tiene bolsillos''. Cuanto más tiene uno, más egoísta se vuelve y menos lo aprovecha y más sufre para, al final, morirse siendo derrochado en dos días por sus herederos. Las palabras del Señor en este sentido son definitivas: “Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”

Evangelio Domingo XVIII del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,13-21):

En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:

«Maestro, dije a mi hermano que reparta conmigo la herencia».

Él le dijo:

«Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».

Y les dijo:

«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».

Y les propuso una parábola:

«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose:

“¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”. Y se dijo:

“Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”.

Pero Dios le dijo:

“Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”.
Así es el que atesora para SÍ y no es rico ante Dios».

Palabra del Señor

El arzobispo de Oviedo llama a la «reconquista desde la bondad, la verdad y la belleza»

(El Debate/ Guillermo Altarriba Vilanova) El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, inauguró el curso de verano con una llamada a una «reconquista», desde la bondad, la verdad y la belleza

«Covadonga tiene raíces profundas, que durante siglos han venido arraigándose; en ellas guardamos tesoros que tienen sabor cristiano». Así inauguraba este martes el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, el curso de verano de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), que se celebra en el Museo del Real Sitio de Covadonga, en Asturias. Titulado El tesoro enterrado: las raíces cristianas de Europa, son tres días en los que –señalan desde la organización– se analizó la crisis de la civilización occidental y se propuso como solución «la roca que es cimiento seguro: Cristo, nuestra esperanza fiable».

Los frutos cristianos

En esta línea, Sanz destacó la «urdimbre cristiana» de nuestra sociedad –del arte al derecho, por ejemplo–, y recordó la visita de San Juan Pablo II al santuario asturiano en 1989. «Pongo confiadamente a los pies de la Santina de Covadonga el proyecto de una Europa sin fronteras, que no renuncie a las raíces cristianas que la hicieron surgir», dijo el pontífice entonces; unas palabras que el arzobispo consideró «llenas de esperanza».

Así, Sanz planteó que nos encontramos en «una encrucijada de la historia», y que es necesario regar debidamente las raíces cristianas de Europa para que sigan dando frutos. El prelado llamó a ejercer una nueva «reconquista», desde la bondad, la verdad y la belleza, pero advirtió que –al contrario de lo que ocurría en tiempos de don Pelayo– «hoy los turbantes que nos turban tienen otra guisa, y quizá los tenemos demasiado dentro».

Tiempos confusos

También intervino el presidente de la ACdP y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, quien recordó al sacerdote e historiador recientemente fallecido Fernando García de Cortázar, que había de participar en el curso. «Fernando fue uno de los intelectuales católicos conscientes más importantes de España en los últimos años», señaló Bullón de Mendoza, recogiendo su llamada a la actuación en la vida pública y a la esperanza.

Glosó el libro Católicos en tiempos de confusión, una obra que reprocha a los cristianos que separen la vida pública de la vida privada, y aboga por perder el miedo y salir al ágora. «Su planteamiento responde a una opción paulina; no se trata de confinarnos sino de salir a dar el combate por la validez de nuestras propuestas y soluciones», insistió Bullón de Mendoza, poniendo como ejemplo de esta actitud la labor de El Debate.

Por su parte, el secretario del Centro de Asturias de la ACdP, Jesús Hallado, recordó que este 2022 se cumplen 1.300 años desde la batalla de Covadonga, «efeméride –dijo– que jalona un itinerario de crisis de la civilización cristiana». Hallado recordó la advertencia de Jesucristo –«También a vosotros os perseguirán»– y advirtió de que «la crisis eterna es consustancial al cristianismo».

La Iglesia y Al-Ándalus

¿Cuál era el estado de la Iglesia hispana en el momento de la conquista árabe? La primera conferencia del curso, titulada La Iglesia hispana tras el 711: ¿aflicción o adaptación?, abordó esta cuestión. La ponencia corrió a cargo del catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Cádiz Rafael Sánchez Saus, quien explicó la conquista de la Hispania visigoda por parte de los musulmanes.

En su intervención, que estuvo introducida por el socio del Centro de Asturias de la ACdP Ignacio Alvargonzález, Sánchez Saus detalló el estado de crisis en el que se encontraba la monarquía visigoda a comienzos del siglo VIII, y que fue un factor fundamental para comprender «el rápido colapso de un reino que era, muy posiblemente, el más avanzado de Occidente», apuntó.

En lo religioso, el historiador desdeñó el prejuicio de que en la época cada vecino iba «con su herejía al hombro» –la gran mayoría del pueblo hispano godo, dijo, era católico y fiel a la Iglesia. Sánchez Saus sí reconoció, no obstante, que en buena parte del clero había un estado de postración moral –no eran raros pecados como la simonía, el concubinato o la participación en conjuras políticas, entre otros-, y una lacra denunciada ya en el Concilio de Toledo.

El catedrático enfatizó la importancia que tuvieron los pactos durante la conquista –muchos obispos pactaron con los conquistadores para evitar matanzas y saqueos–, y detalló el proceso de islamización y orientalización llevado a cabo por los musulmanes. «La población cristiana de Al-Ándalus –explicó– no estuvo en condiciones de proponer una alternativa al dominio musulmán hasta el siglo XI, cuando asumió los fundamentos radicalmente nuevos del feudalismo y el espíritu de cruzada».

Durante el coloquio posterior, Sánchez Saus trazó paralelismos entre la Edad Media y nuestra época: «Hoy somos prácticamente mozárabes», señaló. El arzobispo Jesús Sanz, por su parte, intervino en el debate y consideró que el factor diferencial entre ambas épocas es que hoy en día el cristianismo atraviesa un periodo de «debilidad cultural». «No sabemos dar razones de la esperanza, y nuestro pueblo se ve vulnerable frente a un ataque que sería fácil de sortear, o de hacer frente».

viernes, 29 de julio de 2022

¿Dónde vas a adorar al Señor este verano?



Las capillas de adoración perpetua hacen un llamamiento para cubrir los turnos libres por las vacaciones y aprovechar para adorar al Señor «si durante el año no has podido hacerlo»

(Alfa y Omega/ Juan Luis Vázquez Díaz - Mayordomo) Las 70 capillas de adoración perpetua que hay en España —incluidas las nuevas incorporaciones abiertas desde el confinamiento y todas aquellas que han recuperado la normalidad tras la pandemia— siguen funcionando también durante este verano, por lo que sus coordinadores a nivel nacional han hecho un llamamiento para hacer algún turno de adoración que falte por cubrir en este tiempo de vacaciones.

Son 24 horas al día los 365 días del año, por lo que durante estos meses las capillas se ven sensiblemente afectadas a la hora de completar todas las horas. Para ello, están difundiendo un listado con todas las capillas que hay en España, con los teléfonos necesarios para ofrecerse y cubrir algún turno.

«Es verdad que es un período crítico, pero por nuestra experiencia sabemos que siempre se acaba saliendo», afirma Javier Taberner, colaborador del padre Justo Lofeudo, el principal impulsor de la adoración perpetua en España. Suele suceder que entre los propios adoradores se van cubriendo las vacantes, «porque siempre están dispuestos a hacer algún turno de más y tienen más tiempo para ello», afirma.

Son embargo, el verano es también una buena oportunidad para enganchar a aquellos que durante el año no pisan la capilla por falta de tiempo o por mpedmentos laborales o familiares. A todos ellos, Taberner recuerda que «estar una hora delante del Señor es la mejor forma de descansar. Eso es descansar…, pero de verdad». Por eso, «si durante el año no has podido hacerlo, este es tu momento», señala.

El de los desplazamientos por vacaciones no es problema, porque «quien más quien menos puede encontrar una capilla de adoración perpetua a un rato de su casa o de su apartamento», de ahí que «si metes dentro de tu horario el pasar un rato junto al Señor, eso van a ser para ti unas vacaciones pero a lo grande», exclama.

De Sínodos y Asambleas. Por Monseñor Demetrio Fernández

La convocatoria del Papa Francisco para el Sínodo universal sobre la sinodalidad ha revuelto las aguas de la Iglesia. La Iglesia por su propia naturaleza es sinodal, es comunión, es asamblea. Y en la Iglesia todos hemos recibido la unción del Espíritu Santo, que nos hace profetas. Somos convocados todos a profetizar, a expresar lo que el Espíritu dice hoy a su Iglesia, para nosotros mismos y para los demás.

Ahora bien, es el Espíritu Santo el que habla en nosotros. Y aquí puede venir el equívoco, porque no falta gente que confunde el Espíritu Santo con sus propios pájaros en la cabeza. Se hace necesario un discernimiento, al más puro estilo que san Ignacio propone en sus Ejercicios. Es decir, examinar los espíritus para ver si vienen de Dios o vienen del maligno. Porque el demonio es un especialista para camuflarse en ángel de luz y hacernos pasar por evangélico y de Dios lo que viene del egoísmo, destruye y mata.

En este contexto de sínodos y asambleas quizá la palabra más frecuente sea esa, discernimiento. Es decir, ponernos a la escucha de lo que el Espíritu Santo dice hoy a su Iglesia. Y eso lo vamos descubriendo en el ejercicio del discernimiento.

Un primer criterio de discernimiento es la Palabra de Dios. En ella, Dios sigue hablando hoy a su pueblo, sigue hablando hoy a nuestro corazón. Por eso, se hace necesaria una actitud de escucha al Espíritu en la oración, en el silencio, en la contemplación. No perdemos el tiempo cuando entramos en esa órbita, sino por el contrario, nos ponemos en sintonía con Dios, que quiere guiar nuestra vida y nuestra historia. Si los sínodos y asambleas nos llevan más a la oración, al trato con Dios, a abrir nuestro corazón a su Palabra y a su voluntad, a convertir nuestra vida a él, bendito sea. Si toda esta movida nos entretiene en palabras y palabras, en reuniones y en grupos, en encuentros a todos los niveles, con gasto de tiempo y energías, y no nos convertimos, eso no viene de Dios.

Un segundo criterio es mirar lo que en todas partes y siempre ha vivido la Iglesia a lo largo de los siglos. Es lo que llamamos Tradición, con mayúscula. La Iglesia y la misión que Cristo le ha encomendado no la vamos a inventar nosotros ahora. La Iglesia nos viene dada como un regalo del Corazón de Cristo. La Iglesia es la Esposa amada, por la que Cristo ha dado la vida para purificarla mediante el baño del agua y la palabra para presentársela ante sí sin mancha ni arruga ni nada semejante (cf Ef 5). Qué bonita es la Iglesia cuando la miramos desde el Corazón de Cristo su Esposo. Cómo ves la Iglesia hoy, me preguntaba un buen amigo hace unos días. Con corazón de esposo, le dije, como Cristo la mira. Y en ese desposorio, cada uno de nosotros somos los hijos de la Iglesia, nuestra madre.

En esa Tradición viva, los santos son la linfa que ha ido vivificando la Iglesia. Acudir a los santos, conocer sus biografías, su historia trenzada del amor de Dios y de la infinidad de pecados humanos, propios y ajenos. Acercarse a los testigos de ese amor, rubricado unas veces con la propia sangre, otras con la entrega de la propia vida por amor hasta el extremo, es lo que vitaliza hoy a la Iglesia en sus asambleas y en sus sínodos. Si de cada asamblea no sacamos la conclusión de que estamos llamados a la santidad, y merece la pena gastar la vida en esa empresa, los sínodos y las asambleas serán estériles, como un metal que sueña o un címbalo de retiñe.

En el seno de esa Tradición viva se inserta el Magisterio de la Iglesia, el del Papa y el de los obispos en comunión con él, y el de todos en la continuidad del caudal de doctrina que los siglos han ido acumulando para la salvación del mundo y de los hombres de nuestro tiempo. Salirse de ese surco es errático, es condenarse a la esterilidad. No puede ahora el Espíritu Santo venir a decirnos algo contrario a lo que ha dicho en ocasiones anteriores. El Espíritu Santo no se equivoca ni nos engaña. Lo que el Espíritu ha dicho a su Iglesia una vez, no lo contradice otra. Por eso, Escritura, Tradición y Magisterio van entrelazados, como nos enseña Vaticano II (Dei Verbum, 10).

Por ejemplo, el Papa Juan Pablo II calificó como definitiva la doctrina por la que la Iglesia sólo puede ordenar sacerdotes a los varones. Y lo calificó así en virtud de la infalibilidad con que el Espíritu asiste al Magisterio in docendo. No tiene ningún sentido ahora contradecir lo que el Espíritu ha dicho a su Iglesia en un momento dado o hacer propuestas que no brotan de esa escucha al Espíritu, propia del clima sinodal. Dígase lo mismo en su nivel lo referente al celibato sacerdotal, al uso de anticonceptivos directos, a la bendición de uniones del mismo sexo, al aborto en todas las circunstancias, al respeto de la vida en su última fase hasta la muerte natural, etc.

Los sínodos y asambleas no están para contradecir lo que el Espíritu dice a su Iglesia, como si la Iglesia fuera un parlamento civil, que cambia las leyes a demanda de los votantes. Lo que está sucediendo en el Sínodo de la Iglesia en Alemania y que la Santa Sede ha advertido que “no tiene el poder de obligar a los obispos y a los fieles a adoptar nuevas formas de gobierno y nuevos enfoques de la doctrina y la moral” debe aplicarse a toda la Iglesia. Conozco lugares hoy en los que algunas propuestas erráticas han sido rechazadas, porque no vienen del Espíritu, y no han sido incorporadas a los documentos conclusivos. Y conozco lugares en los que algunas de esas proposiciones erráticas, propuestas por una mínima minoría, han sido inmediatamente incluidas en los documentos conclusivos, faltando al más elemental de los discernimientos.

Sínodos y asambleas. Que Dios nos asista en estos momentos de turbulencias en la sociedad y también en la Iglesia. “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre; no os dejéis arrastrar por doctrinas extrañas” (Hbr 13,8-9).

jueves, 28 de julio de 2022

El Sagrario, donde habita Jesús, pero ¿qué es?



(Aleteia) Es como una casita con llave, y una lamparita roja al lado... allí se viven grandes experiencias como la que comparte hoy el escritor Claudio de Castro

«Hele aquí compañero nuestro en el Santísimo Sacramento, que no parece fue en su mano apartarse de nosotros un momento» (Santa Teresa de Jesús) 

Seguro has escuchado esta bella canción de la infancia que con mucho fervor cantábamos de niños.

Vamos, niños, al Sagrario,
que Jesús llorando está,
pero viendo tantos niños
muy contento se pondrá.

No llores, Jesús, no llores,
que me vas a hacer llorar,
pues los niños de este pueblo
te queremos consolar.

Tristeza pero también alegría

No he podido evitar cantarla mientas te escribo, y he tenido dos sentimientos opuestos, es curioso.

Por un lado una profunda tristeza al saber que en este momento Jesús está solo, abandonado en algún Sagrario, donde nadie lo visita, donde somos indiferentes a su inmenso amor por la humanidad.

Por otro lado me siento tan feliz sabiendo que podemos remediarlo y poner contento a Jesús con una pequeña visita al Sagrario…

He cambiado un poco la letra de la canción ahora que ya no soy un niño.

Vamos, pon aquí tu nombre al Sagrario,
que Jesús llorando está,
pero viendo tantos amigos
muy contento se pondrá.

¿Pero qué es el sagrario?


Creo que nunca escribiremos lo suficiente sobre ese Milagro en nuestras vidas, y lo que es el sagrario, donde habita el Hijo Vivo de Dios.

Mi vida entera ha estado influida por el sagrario y quien habita en él, mi mejor amigo de la infancia: el buen Jesús Sacramentado.

¿Qué es el sagrario? Seguro lo adivinaste, es una palabra que “proviene de la palabra sacrarium que significa ‘sagrario, capilla, santuario’, es decir, lugar sagrado”.

“El sagrario es el recinto en la Iglesia destinado para la reserva de la Eucaristía. También se le llama Tabernáculo. Es como una casita con llave, y una lamparita roja al lado que cuando está encendida te indica que allí está Jesús. Es el lugar más sagrado de la Iglesia, porque en él habita Jesús, VIVO”.

Por eso cuando entres a una iglesia el Sagrario es lo primero que debes buscar. Te arrodillas, saludas a Jesús, le dices que lo quieres y luego vas a tu banca a participar con fervor y gratitud, de la Eucaristía.

Un gran encuentro

Me han hecho últimamente muchas preguntas sobre el Sagrario y también me han llegado testimonios tan impactantes que tengo que compartirlos y lo haré en próximos escritos para Aleteia.

Te lo explico en un vídeo.

Para aclarar a mis hermanos católicos a los que no les han hablado del Sagrario o tienen alguna inquietud o duda, esta mañana fui con mi esposa Vida al Santuario Nacional del Corazón de María. Entré al bello oratorio donde está el Sagrario.

Ahora voy a una capilla cercana a mi casa. Tenía dos años de no venir a este oratorio por la pandemia. ¡Qué felicidad!

Sentí que Jesús sonreía feliz y me decía:

—Llegaste.

Le respondí:

—Aquí estoy Señor, por ti y para ti.

Un detalle sorprendente

Entonces le dije:

—Quisiera que me permitas hacer un video para explicar a nuestros hermanos católicos lo que es el Sagrario y lo que haces aquí.

Miré a mi alrededor. Una persona estaba en devota oración. Y se me ocurrió decirle:

—Me encanta verte acompañado, pero para este video necesito que estemos solos Tú y yo. Así no molestamos a nadie. Si deseas que haga el video, pide a ese devoto que salga un ratito y después regrese.

Fue impactante. Al instante el señor se levantó, me miró con amabilidad y salió.

Aproveché y te grabé este video. Deseo que te ayude. Compártelo. Hay que dar a conocer la presencia VIVA real de nuestro amado Jesús en todos los Sagrarios del mundo.

Habla a todos del Sagrario. Que sepan quién está allí.

Experiencias que lo cambian todo

La experiencia con Jesús te cambia la vida.

Este es un llamado que hago particularmente a nuestros hermanos sacerdotes. “En sus homilías háblennos de Jesús vivo, prisionero de amor, en el Sagrario”.

¿Puedo pedirte un favor? Si has leído mis escritos seguro ya sabes que me encanta sorprender a Jesús, darle alegrías, sacarle una sonrisa. Cuando lo visites dile: “Señor, Claudio te manda saludos”.

Me encantaría conocer tus experiencias con Jesús en el Sagrario. ¿Te animas a escribirme? Te comparto mi email personal cv2decastro@hotmail.com

Santoral del día: San Melchor de Quirós, el Santo Asturiano

(dbe.rah.es) San Melchor de Quirós. Cortes, Quirós (Asturias), 28.IV.1821 – Nam-Dinh, Tonkín (China), 27.VII.1858. Misionero dominico (OP), obispo y mártir.

El asturiano Melchor García Sampedro, protomártir de Asturias, forma parte de una legión de dominicos españoles que, desde mediados de los años ochenta del siglo xvi hasta ahora mismo, se embarcaron hacia el Extremo Oriente con el fin de evangelizar y cristianizar a sus gentes hasta el punto de dar sus vidas por el Evangelio. Melchor parece que intuyó esto siendo todavía muy joven.

Vino al mundo en el pueblecito de Cortes, en una de las pocas y humildes casas, conservada hasta hoy, que conformaban ese núcleo poblacional eminentemente agrícola. Era el primogénito de Juan García Sampedro y de su mujer Francisca Suárez, quienes llegarían a tener seis hijos más. Melchor fue bautizado al día siguiente de su nacimiento, en la parroquia de San Esteban de Cifuentes. En Cortes, al calor de un hogar sencillo, feliz, sano y muy cristiano se fue forjando la personalidad humana y cristiana del futuro mártir.

Coincidiendo con sus siete años de vida, en 1828 la familia se trasladó a San Pedro de Arrojo, patria chica del padre, en busca de mejor calidad de vida. Melchor era despierto de mente, piadoso y trabajador, y sus padres, a pesar de los escasos medios económicos, no dudaron en apuntarle en una academia particular, que en Bárzana (Quirós) regentaba don Vicente, uno de aquellos famosos dómines, que por entonces se dedicaban a la enseñanza particular. Melchor asistió a clases de Humanidades y de Latín durante tres años (1832-1835), al final de los cuales superó con creces su ingreso en la Universidad de Oviedo, a comienzos del curso 1835-1836. Se matriculó en Filosofía para pasar después a Teología, con la intención de poder ser ordenado de sacerdote. Tanto en la Universidad como fuera de ella, durante el decenio que residió en Oviedo, tanto por profesores como por compañeros y conocidos, Melchor García Sampedro será recordado como alumno inteligente y muy trabajador, excelente amigo, joven piadoso y caritativo. Al final del curso académico de 1845 obtuvo el bachiller en Teología.

Cuando en 1889, gracias al esfuerzo incansable del obispo dominico Ramón Martínez Vigil (1840- 1904), los restos del mártir lleguen a Oviedo, la Universidad honrará a su egregio discípulo.

Dejando de lado una brillante carrera académica y también una buena posición eclesiástica en Asturias, Melchor García Sampedro se decidió por lo que nadie, excepto él, sospechaba. No se sabe cuándo le nació su vocación misionera y dominicana; tal vez fue al contacto con la iglesia y el convento de santo Domingo de la capital ovetense, que solía frecuentar. Lo cierto fue que el 16 de agosto de 1845 recibió el hábito blanquinegro de los dominicos, en el convento de Ocaña (Toledo), hizo la profesión religiosa el 18 de agosto de 1846, completó algunas materias de Teología durante el curso de 1846-1847, y fue ordenado de sacerdote el 29 de mayo de 1847, en Madrid, por el obispo de Canarias Judas José Romo y Gamboa, que por entonces sufría destierro político en la capital de España, y que acabaría siendo cardenal arzobispo de Sevilla, donde murió en 1855.

Toda la preparación humana, intelectual y espiritual que fray Melchor almacenó en sus años de formación y estudio le fue más que necesaria para irse a las misiones del Extremo Oriente, de las que no volvería vivo. El recuerdo que dejó en Ocaña, entre superiores y compañeros, no hizo sino aumentar los elogios que ya hicieron de él en Oviedo. Era un “ángel en carne humana”, según frase sintetizadora de su maestro de novicios.

En febrero de 1848, formando parte de la barcada o Misión 73, compuesta por cinco dominicos, el flamante sacerdote fray Melchor salió camino de Cádiz, y allí se embarcó en la fragata Victoria, el 7 de marzo de ese año, rumbo a Filipinas. Arribó a Manila el día 25 de julio, y el 28 ya era profesor de la Universidad manilense de Santo Tomás, el primero y mejor centro cultural católico de todo Extremo Oriente y una de las glorias más sazonadas de la Orden Dominicana en ese continente, viva y vigorosa todavía hoy. Pero el recién arribado hizo saber enseguida a los superiores que él no había ido a Filipinas para ser profesor de Universidad (lo podía haber sido en la de Oviedo), sino para evangelizar en “misiones vivas”, a poder ser en las más difíciles.

Y así ocurrió; antes de un mes, el 16 de agosto de 1848, fue destinado a las misiones del Tung-kin (Tonkín, Tongkin o Tung-king) en la parte septentrional de la actual Vietnam. A estas misiones, a las que los dominicos habían llegado en 1676, iban solamente los religiosos mejor dotados de temple corporal, anímico y espiritual: fray García Sampedro tenía la talla y el temple perfecto. Llegó a La-Phú el 10 de febrero de 1849, y desde entonces, “Dúc-Thay- Xuyen” —ése era su nombre en lengua tungkina—, fray Melchor se entregó de lleno a la labor que desde siempre había deseado. En la plenitud de sus fuerzas, tenía entonces veintiocho años, y con un fervor y entusiasmo misioneros cada día mayor, comenzó por aprender la lengua, en la que pronto pudo entenderse con los nativos. Su propia valía y la escasez de personal misionero le hicieron escalar vertiginosamente todos los cargos —más bien pesadas cargas— que las necesidades y los superiores le echaron encima. Fue director del colegio-seminario de Cao-Xa (1850- 1852), vicario provincial (1852-1855), obispo titular de Tricomia y coadjutor con derecho a sucesión (16 de septiembre de 1855), siendo consagrado en el pueblo de Bui-Chu.

Se gestaba por entonces otra gran persecución contra los cristianos, y el obispo ya hacía algún tiempo que se movía con cautela y hasta tuvo que huir y esconderse alguna vez. En el año 1857, y hasta el de 1863, el rey Tu-Duc (1847-1883), fanático confucionista y enemigo de la occidentalización de su país, arreció la persecución contra los cristianos. En abril de 1858, García Sampedro se encontraba en el pueblo de Kien-Lao, que fue asaltado y arrasado por los soldados del gobernador Hung. Aunque el obispo pudo salvarse en esa ocasión, el 8 de julio de 1858, cansado de huir y de esconderse, fue apresado, llevado preso, cargado de cadenas y enjaulado a Nam-Dhin. Aquí y en esas condiciones permaneció hasta el día 28 de julio.

Ese día, a las afueras de Nam-Dhim, desde las 10 a las 11 de la mañana, fue martirizado con el suplicio más cruel que se recuerda de esa persecución. “Atado de pies y manos a cuatro estacas clavadas en tierra, los verdugos le cercenaron lentamente —tras repetidos golpes— los brazos y las piernas, por las articulaciones del codo y de la rodilla, con hachas de filo embotado, a propósito. Finalmente, un quinto verdugo separó la cabeza del tronco por el mismo procedimiento” (Fernández, 1958: 447). Le arrancaron las entrañas y las pusieron, junto con la cabeza, a la vista de todos, para general escarmiento. Después, todos sus despojos humanos fueron echados a una fosa abierta a tal fin. Con todo, los cristianos pudieron recoger parte de sus restos, conservados algunos de ellos hoy en Oviedo, en donde fueron recibidos en loor de multitudes en 1889, y quedando uno de sus brazos en Manila. Dado el frenesí de su corta vida, Melchor García Sampedro no pudo ejercer la labor de escritor.

Se conserva, no obstante, un precioso Cartulario enviado a superiores, amigos y familiares, Pastorales y Circulares a los misioneros y cristianos y Relaciones de los trabajos y calamidades del Vicariato del Tonkín Central (Manila, 1858).

Fue beatificado por Pío XII el 29 de abril de 1951, junto a otros veinticuatro mártires, víctimas de la misma ola persecutoria (1857-1862), y canonizado por Juan Pablo II el 19 de junio de 1988, junto a otros ciento diecisiete mártires vietnamitas.

Bibl.: J. Sarri Oller, El Venerable fray Melchor García Sampedro, Protomártir asturiano de la Orden de Predicadores, Obispo titular de Tricomia, Vicario apostólico de Tung-King Central. Sus virtudes, su apostolado y su martirio, Oviedo, Imprenta Cat. de Carlos Uría y Valdés, 1888; El Santísimo Rosario (1887), pág. 327, y (1889), pág. 336; H. Ocio (OP), Compendio de la Reseña biográfica de los religiosos de la Provincia del Ssmo. Rosario de Filipinas desde su fundación hasta nuestros días, Manila, Universidad de Santo Tomás, 1895, págs. 805- 808; J. A. Alonso Bonet, Crónica de la beatificación del Protomártir de Asturias fray Melchor García Sampedro, Gijón, Diputación de Asturias, 1951; A. García Figar (OP), El Beato Melchor García Sampedro, Obispo y martír del Tonkín, Madrid, General Oraá 14, 1951; P. Fernández (OP), Dominicos donde nace el sol, Barcelona, Yuste, 1958, págs. 445-447, 450 y 493; J. Barrado Barquilla (OP), Fray Ramón Martínez Vigil, O.P. (1840-1904) Obispo de Oviedo, Salamanca, San Esteban, 1996, págs. 31 y ss., 47, 49, 55, 57, 123, 228, 305, 351 y ss.; E. Neira, H. Ocio y G. Arnáiz, Misioneros dominicos en el Extremo Oriente (1836-1940), Manila, Eladio Neira, 2000; S. Cerra Suárez, San Melchor de Quirós, el primer santo asturiano, Oviedo, Ediciones Madú, 2004.

José Barrado Barquilla, OP

Oviedo, a vista de La Regenta, desde la torre de la Catedral

(epe.es) Ver Oviedo desde el punto de vista en el que el Magistral de 'La Regenta' desplegaba su catalejo será posible desde el 1 de agosto. La Catedral de Oviedo ya lo tiene todo listo para abrir al público su portal de venta de entradas para visitar la torre gótica. Por el medio queda el inconveniente de los 184 escalones necesarios para superar una altura de un edificio de 15 pisos. El cabildo tiene ganas de estrenar su nueva experiencia turística tras las obras de adecuación del recorrido, que lo han convertido en un ascenso muy seguro, con nuevo pasamanos, con dos paradas y cinco visitas diarias. Los asesores del templo también piden prudencia.

La lista de requisitos para subir a la torre puede parecer en principio larga, pero también se resume con sentido común: se desaconseja apuntarse a la subida a la torre a aquellas personas que piensen que su condición física les impide subir. La reforma dirigida por el arquitecto Jorge Hevia ha repuesto algunos de los peldaños más desgastados y dispuesto un extenso pasamanos vertical que además de dar apoyo cubre el hueco de la escalera por el que resulta ya imposible que un niño pueda caerse.

En el capítulo de las restricciones, no se permitirá la subida a la torre a los menores de diez años, y hasta los 16 deberán ir acompañados siempre por un adulto, con un mínimo de una persona mayor por cada dos niños. No hay límite de edad por arriba, pero no se recomienda a los que tengan más de 80 años. En realidad, si uno sube del tirón a la torre o baja sin prisa no le llevará mucho más de cinco minutos y no le cansará mucho, pero el problema surge cuando se tienen problemas de movilidad reducida, discapacidad visual, enfermedades cardiorespiratorias, obesidad mórbida, vértigo, claustrofobia, un embarazo avanzado u otros problemas psíquicos que puedan poner en riesgo la salud del visitante o la seguridad de la visita.

Lo que hace falta para subir a la torre es ir ligero de equipaje, con las manos libres, calzado adecuado, en fila y sin prisa. Tampoco está permitido subir con chanclas o con tacones, ni llevar mochilas o bultos de gran tamaño, que tendrán que guardarse en unas consignas habilitadas a tal efecto. Solo se podrán hacer fotografías en las paradas del cuerpo de contrapesas, del de campanas y del renacentista. Allí, además, se pide a los visitantes que no se asomen de forma imprudente y se les ruega, lo más importante, que disfruten de la mejor vista de Oviedo.

Con todo preparado, la Catedral de Oviedo ya vende entradas para subir a su torre gótica. La Sancta Ovetensis ha activado un apartado en su página web, catedraldeoviedo.com, desde el que se puede efectuar una reserva, eligiendo el día y el turno en un calendario desde el mismo 1 de agosto, la primera jornada en la que se permitirán las visitas a la torre. El precio por persona es de 8 euros, y es independiente de la visita al resto del templo. En cada día, según figura en la web, habrá un máximo de cinco subidas que para la primera jornada, la del 1 de agosto, se han programado para las 10.30, 12.00, 13.30, 16.00 y 17.30 horas, respectivamente. En cada uno de esos turnos pueden subir a la torre un máximo de 20 personas, y la visita tiene una duración estimada de una hora.

Cada uno de los turnos estará acompañado por un miembro del personal de la Catedral, que no ejercerá como guía. A lo largo del recorrido, los visitantes podrán consultar dos paneles explicativos y contemplar piezas como los moldes realizados tras la guerra por Luis Menéndez Pidal para acometer la restauración de la Catedral, el reloj de Ramón Durán o la campana Wamba, la que más tiempo lleva en activo en toda Europa: es de 1219.

Los grupos que suban a la torre harán dos paradas antes de llegar al final del recorrido. La primera será en el cuerpo de contrapesas del reloj: hasta ese punto, donde podrán contemplar los moldes de Menéndez Pidal, los visitantes subirán 56 escalones por la escalera de caracol de la torre. La segunda parada será en el cuerpo de campanas, presidido por la Wamba, y al que llegarán tras subir otros 67 escalones.

Desde ahí, y tras 61 escalones más, los visitantes llegarán al gran reclamo de estas subidas: el cuerpo renacentista, que permite una visión de 360 grados y ofrece una visión privilegiada de Oviedo. "Las mejores vistas de la ciudad", proclama la web de la Catedral, y en verdad pocos pueden ponerlo en duda, toda vez que ese punto se eleva 43 metros y medio sobre el suelo: "el equivalente a un piso de 15 plantas".

En el cuerpo renacentista, los visitantes podrán realizar fotografías y verán, desde dentro, la espectacular flecha calada que corona la torre. En cuanto al descenso, se realizará en dos tandas, con una única parada en el cuerpo de contrapesas, de ser preciso.

Santoral del día: San Joaquín y Santa Ana, puentes entre Dios y el linaje humano

(COPE) En muchas tradiciones se recoge el cuadro que representa el abrazo de ambos esposos, siendo de edad avanzada, fruto del cual Ana concibe en su seno la que será María

Lo más hermoso de Dios es que para redimir al hombre se incrustó en el linaje humano. Hoy celebramos a los Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen, y abuelos del Niño Jesús, seguramente también vinculados al Tronco de David. Es una antiquísima tradición que se remonta a los primitivos tiempos, la que da estos nombres a los padres de María. De esta manera se da un reconocimiento especial a los que engendraron a la Madre de Dios.

Ana, nace en Belén y su nombre, etimológicamente, significa “gracia, amor y plegaria”. Desposada muy joven con Joaquín, nacido en Nazaret, cuyo nombre, según San Epifanio, significa “Dios levanta”, vivían de las tareas del campo. De los bienes obtenidos, una parte era para el sostenimiento familiar, otra la destinaban para ayuda del Templo, donde se alababa a Dios y se pedía insistentemente la Venida del Salvador, así como una tercera parte, destinada al auxilio de los pobres y necesitados.

La prueba se presenta cuando pasan los años y no tiene hijos, porque los judíos consideraban una maldición divina a la familia estéril, porque pensaban que eran muy pecadoras aquellas familias. Sin embargo, la oración de los dos esposos, hace que el Cielo se fije en su sencillez y, a semejanza de la madre de Samuel en el Antiguo Testamento, Ana concibe y da a luz una niña a la que llamará María. Concebida sin pecado,

Ella será la que alumbre al Salvador. Venerados, primero en Oriente, su culto se extiende a toda la cristiandad. En torno a la festividad de San Joaquín y Santa Ana se celebró el pasado domingo el Día de los abuelos. En muchas tradiciones se recoge el cuadro que representa el abrazo de ambos esposos, siendo de edad avanzada, fruto del cual Ana concibe en su seno la que será María, Madre de Jesús llamado Cristo.

lunes, 25 de julio de 2022

Lugones cuenta con su ''Alfombra Mundial del Jacobeo 2022''














(El Tapín) Las dieciséis mujeres que forman parte del grupo alfombrista de la Cofradía de Lugones realizaron el sábado 23 de julio, en un lateral de la iglesia de San Félix de Lugones la ''Alfombra Mundial del Jacobeo 2022'', con la que se celebra el año santo. 

Esta actividad surgió gracias a las alfombristas de Ponteareas, que crearon una comisión gestora de alfombristas del Camino de Santiago y se ha ido extendiendo de manera internacional poniéndose en contacto con colectivos de todo el mundo, hasta llevar a las 320 localidades y más de 30 países. Desde las 09:00 horas y hasta las 12:30, las mujeres se esforzaron pro crear esa alfombra, cuyo diseño fue aportado por la gestora y en el que se incluyen los 320 kilómetros que separan Lugones de Santiago. Se emplearon virutas y arena teñida. Todos los vecinos que quieran ir a verla pueden pasar por el exterior del templo. 

Portae inferi. Por Jorge Juan Fernández Sangrador

(jorgefernandezsangrador.com) A eso de las 9 de la mañana salían de la catedral de Oviedo. Cientos de jóvenes seguían a 41 sacerdotes, jóvenes también, que iban cantando las letanías y portaban una imagen de la Virgen de Covadonga. Impresionaba y alegraba verlos. A todos. Eran los de la peregrinación de Oviedo a Covadonga organizada por Nuestra Señora de la Cristiandad (23 al 25 de julio de 2022).

Hasta que acometieron la ovetense calle San José. Y de repente salieron de las entrañas tenebrosas de un bar un grupo de clientes que comenzaron, botella de cerveza en mano, a meterse y a hacer befa de los sacerdotes y de los chavales. Éstos, sin embargo, como si nada; a lo suyo (imagino que incluso rezando por los provocadores).

No creo que nadie les pida disculpas, pero sí espero que a la «Comisión para que Oviedo sea declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad», a las asociaciones del «Camino de Santiago» y a los promotores del «Camino de los Santuarios» les pasen las imágenes de las grabaciones de las cámaras situadas en las calles del Oviedo antiguo para que vean cómo se ha tratado en la calle a unos jóvenes, estupendos, educados y alegres, que han venido de toda España hasta Oviedo para ir a pie a Covadonga.


Jesús entre los doctores, de Durero. 
Los del cuadro van bastante mejor vestidos que los de la calle San José.


Había más al principio, pero enseguida retornaron a la oscuridad


A gritos


«Bendecid a los que os persiguen, bendecid y no maldigáis» (Romanos 12,14)

domingo, 24 de julio de 2022

''Enséñanos a orar''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Nos encontramos en el domingo XVII del Tiempo Ordinario, un domingo para la oración en el que haremos nuestros los sentimientos de los apóstoles al vernos pobres espíritu y exclamar como ellos: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos». Sin la oración nos enfriamos, y si dejamos de hablar con Dios ya no significará nada en nuestra vida. Hay muchas personas que con motivo de la pandemia han dejado de acudir al templo, una realidad que comparten sacerdotes de todos los lugares del orbe: ¿qué les ha pasado? Se ha enfriado su fe, o quizá ésta no estaba asentada sobre roca sino sobre arena. Por ello es de agradecer la fidelidad de los muchos que sí habéis demostrado que vuestra fe, aún en la prueba cotidiana no se arredra ni tiene miedos ni épocas, antes bien seguimos estando necesitados de orar y aprender cómo orar. 

1. La profundidad de la muerte y de la fe 

La segunda lectura de la carta a los colosenses nos presenta esa catequesis kerigmática sobre la muerte y resurrección de Cristo a la luz del bautismo; es un texto bellísimo que os animo a releer. Reflexionando sobre él uno cae en la cuenta de que la profundidad y misterio de la muerte aumenta y disminuye en función de cómo sea nuestra fe. Los cristianos cuando alguien fallece decimos: ''descanse en paz'', mientras que los ateos o agnósticos dicen: ''que la tierra le sea leve''. Tanto creyentes como no creyentes morimos, la diferencia está que para unos se va a la tierra para no volver, mientras que los cristianos lo que hacemos al dar sepultura a nuestros difuntos es una especie de préstamo temporal a la tierra; no necesitamos desear que le sea leve ésta, pues creemos que no quedaremos en ella. Que saldremos de donde quedamos temporalmente y por tanto ese descanso en la paz de la tierra también está medido. Somos devueltos a la tierra de la que fuimos formados, pero no como el que va a un túnel sin salida, sino con una salida mejor y aún mayor que la entrada. Muchas veces hemos explicado que los primeros cristianos no se bautizaban echando un poco de agua como hacemos ahora, sino que se sumergían por completo bajo el agua de forma que cuando salía de nuevo a la superficie se entendía que ya era criatura nueva; había bajado a la profundidad sin dominio de sí, y vuelve a la luz y a la vida como Cristo, que "descendió a los infiernos" para resucitar en la Pascua. El bautismo de inmersión es una catequesis preclara de las palabras de San Pablo: ''Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él''.

2. Oración y acción de intercesión 

La primera lectura del Génesis nos ha presentado el caso del deseo de destrucción de las ciudades más pecadoras de aquel momento: Sodoma y Gomorra. El texto nos viene a relatar una realidad que se presenta en nuestra vida con mucha frecuencia, como es desear que paguen justos por pecadores, y es que por mucho pecado que hubiera en aquellas ciudades algún justo habría en ellas que no merecía la condena. Esta es la reflexión de Abraham en la que intercede por todos, por salvar a los justos, ciertamente, pero a sabiendas que con ellos también se salvarán los pecadores. No podemos generalizar, pues en todas partes por muchos malos que haya, siempre habrá buenos que serán castigados por el mal actuar de sus convecinos. Pero en la Iglesia no podemos pensar así. Los cristianos estamos llamados a actuar y orar por favorecer que se arreglen las situaciones de injusticia. Las preguntas que Abraham formula podemos hacérnoslas nosotros también de forma individual sobre aquella persona que quizá ya hemos condenado por pecador: ¿y si hubiera en ésta un diez, un veinte, un cuarenta, cuarenta y cinco o cincuenta por ciento de justo? ¿Qué haría yo si tuviera que decir si le destruyo o le salvo del todo?

3. Tratar a Dios de forma íntima 

El evangelio de San Lucas nos presenta la lección de la oración del "Padrenuestro", aunque el texto es mucho más amplio. En primer lugar se presenta una petición: ''el deseo de saber orar'', y es que debe ser un anhelo de lo más profundo de nuestro ser que no podemos silenciar. San Agustín así lo explicaba: ''nos hiciste Señor para tí, y nuestro corazón anda inquieto hasta que descansa en ti''. Inmediatamente viene la respuesta del Señor, con esa oración que Él mismo nos enseñó y que constituía toda una provocación y un escándalo: ¿qué es eso de pronunciar el nombre de Dios, de llamarlo Padre, de tutearlo...? He aquí una clave principal de la oración: saber relacionarnos con Dios de forma íntima. Nunca nos fiemos de los que se dicen ateos o agnósticos. La intimidad entre uno y Dios mismo es un secreto, por eso la liturgia bien dice sobre los difuntos: ''cuya fe sólo tú conociste''. Personalmente no me dejo de sorprender de la gente que se acerca a diferentes horas del día a rezar desde la puerta de la Iglesia mirando al Sagrario; gente de toda edad, condición, aspecto, raza, color o signo político; y sin embargo, todos interpelados ante el misterio de Dios presente aquí en medio de nuestro pueblo. En segundo lugar, está la parábola del amigo que importuna a media noche, en la cual el Señor remata afirmando: ''os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite''. Este relato quizá nos sirva también para autoevaluarnos; ¿por qué ayudo a mi amigo? ¿por que ya me ha despertado y ya se ha enterado todo el vecindario y por vergüenza o quitarmelo de encima le digo que sí; o porque realmente le quiero y tengo confianza y sé que él nunca me fallaría como no le puedo fallar yo ahora?. En la tercera parte del evangelio Jesús nos recuerda la importancia de la oración, y lo hace de forma concisa: ''Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre''. No pongamos en duda ni la fuerza ni la eficacia por sí misma de la oración. Y en la cuarta y última parte del evangelio se evidencia y transparenta la bondad de Dios, desde esa comparación tan fuerte del hijo que pide un pez o un huevo, y en suna serpiente o un escorpión. Esto es una llamada para abrir nuestra mente, a veces pensamos que como el amor de un padre y una madre ninguno: sí, hay uno por encima: el de Dios. Así nos lo ha recordado Jesús: ''Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo...''

Evangelio Domingo XVII del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,1-13):

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:

«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».

Él les dijo:

«Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”».

Y les dijo:

«Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:

“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:

“No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.

Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.

¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?

Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».
Palabra del Señor

sábado, 23 de julio de 2022

24 de julio, Jornada de los Abuelos y de los Mayores: «En la vejez todavía darán fruto»

(C. E. E.) El 24 de julio se celebrará en todo el mundo la segunda Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores 2022 con el lema, «En la vejez todavía darán fruto» (Sal 92, 15). El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida invita a todas las diócesis, parroquias y comunidades eclesiales a celebrar esta Jornada con la que el papa Francisco ofrece a los ancianos un proyecto existencial: ser «artífices de la revolución de la ternura».

Con motivo de esta Jornada, el 24 de julio, a las 10.00 horas, el cardenal Angelo De Donatis, vicario general de la diócesis de Roma, presidirá la celebración eucarística por mandato del Santo Padre en la Basílica de San Pedro.

Dos propuestas para esta Jornada: celebrar una misa o visitar a mayores solos

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida propone dos formas de participar en la Jornada: celebrar una misa o visitar a mayores solos. Para la celebración de la Eucaristía, este Dicasterio pone a disposición de las diócesis una serie de materiales y sugerencias pastorales y litúrgicas, que están disponibles en su página web.

Además, la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede ha concedido la Indulgencia Plenaria a todos los ancianos que participen en las liturgias celebradas con motivo de la Jornada Mundial de los abuelos y de los mayores. También se concede a todos aquellos que en los días inmediatamente anteriores o posteriores a esta Jornada visiten a un anciano que esté solo.

Mons. Sanz bendice a los peregrinos a Covadonga agradeciendo su amor a la Iglesia y al Papa

Arranca la II peregrinación NSC a Covadonga duplicando el número de participantes del año pasado y llegando a unos 1000 peregrinos

(Infocatólica/ Javier Navascues) Por fin llegó el día y hoy sábado 23 de julio comienza desde la catedral de Oviedo la II edición de la peregrinación a Covadonga, organizada por Nuestra Señora de la Cristiandad, España, que ha contado con la bendición a los peregrinos por parte del arzobispo de Oviedo Mons. Jesús Sanz Montes. El prelado, desde su sede catedralicia, ha dado una calurosa acogida a los peregrinos y les ha agradecido su amor por el Papa y por la Iglesia y les ha animado a peregrinar con devoción por una tierra que rezuma historia y heroismo bajo el cálido manto de la Santina.

El llamado Chartres español se consolida y crece en su segundo año duplicando el número de participantes del año pasado. Este año ya ronda el millar de inscritos con una mayor presencia internacional, principalmente de países como Francia, Estados Unidos, México y Portugal.

El ambiente impresiona, pues desde ayer principalmente un millar de peregrinos, en su mayoría jóvenes, han tomado las calles de Oviedo. Ha sido un momento emocionante el encuentro entre los peregrinos de las diferentes regiones de España. Van a ser tres días intensos de duro peregrinaje entre los agrestes paisajes asturianos. Oración y penitencia, aderezada de cantos y buen ambiente, hasta llegar a Covadonga, en donde tendrá lugar la solemne Santa Misa tradicional en la Basílica como broche de oro.


¿Qué es la Peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad?

Nuestra Señora de la Cristiandad – España (NSC-E) es una peregrinación anual al santuario de Nuestra Señora de Covadonga (Asturias) organizada por un grupo de fieles católicos laicos devotos de la celebración de la Santa Misa según la Forma Extraordinaria del Rito Romano. Tiene lugar en torno a la fiesta del Apóstol Santiago (25 de julio), patrono de España.

El objetivo de la peregrinación es la santificación del alma a través de las gracias pedidas a Nuestro Señor, por intercesión de la Santísima Virgen María, ofreciéndole oraciones, sacrificios y mortificaciones durante tres días. En estos días de peregrinación encomendamos especialmente a nuestra Patria y al Santo Padre.

NSC-E busca contribuir a la restauración del espíritu de la Cristiandad —según las posibilidades y siempre con el auxilio divino—, que ha dado a la Iglesia y al mundo tantos santos, héroes y defensores de la Fe. Nos referimos al orden social cristiano, el cual no es posible sino comprometiéndonos en la restauración de todo en Cristo, comenzando por quienes peregrinamos, nuestras familias, y los diversos ámbitos de la sociedad en que nos movemos.

Para tan osada empresa, depositamos nuestra confianza en el Santo Sacrificio de la Misa, fundamento de la vida cristiana. Por ello, una parte importante de nuestro apostolado es favorecer y estimular la devoción a la Santa Misa. Durante la Peregrinación se busca resaltar y recordar los cuatro fines de la Misa:

La adoración, para honrar a Dios de la forma más conveniente;

La acción de gracias, para agradecer a Dios por sus inmensos dones;

La propiciación, por nuestros pecados y por las almas del purgatorio;

La súplica, por nuestras necesidades particulares y por las del mundo.

La Misa es el mismo Sacrificio de Cristo en la Cruz, ofrecido por el Hijo de Dios al Padre Eterno, para obtener las gracias necesarias para la Salvación. La Iglesia ha enseñado siempre que la Santa Liturgia es una de las vías por las que el Buen Dios nos comunica su Gracia, o sea, la misma Vida Trinitaria; nos enseña también las verdades de la Revelación de una manera particularmente admirable (lex orandi, lex credendi), pues está inspirada en palabras y actos de Nuestro Salvador. Teniendo esto en cuenta, NSC-E quiere dar a conocer y amar la Misa celebrada según la Forma Extraordinaria del Rito Romano, cuya celebración fue favorecida y recomendada por el motu proprio Summorum Pontificum del papa Benedicto XVI.

Queremos mostrar, entonces, la necesidad de restaurar el orden social cristiano a través de las gracias recibidas en la Santa Misa.

Por todo esto, NSC-E realiza una peregrinación penitencial anual a Covadonga para pedirle a nuestra Madre las gracias necesarias para poder llevar adelante esta tarea.

viernes, 22 de julio de 2022

Cáritas en Asturias acompaña a más de 300 familias ucranianas: «necesitan mucho apoyo»

(Iglesia de Asturias) Si no fuera porque el conflicto entre Ucrania y Rusia repercute directamente en nuestras economías, y probablemente más que lo va a hacer, los telediarios ya no dedicarían tantos minutos a este enfrentamiento. Como ya no lo hacen acerca de los millones de desplazados que la guerra ha provocado, que fueron noticia en primera plana durante muchos días, y que ya han dejado de serlo. Sin embargo, su situación continúa, y evoluciona, no siempre a mejor.

En Cáritas lo saben bien. En Asturias, concretamente, se encuentran atendiendo a unas 300 familias llegadas de aquel país, con muchas y diversas necesidades. También conocen bien la situación de Ucrania en primera persona, ya que, por un lado, desde el año 2010 la institución está presente en el país y desde el 2014 lo está nuestra Cáritas diocesana también, apoyando con fondos propios un proyecto con niños de alta discapacidad, uno de los ámbitos en los que Cáritas trabaja especialmente en Ucrania, ya que es una realidad muy frecuente debido a las consecuencias que aún se viven de Chernobyl. Este proyecto de colaboración continúa activo a día de hoy. Las personas mayores también son otro de los grupos con los que Cáritas trabaja en el país desde hace más de diez años, gestionando incluso alguna residencia. Eloína Bermejo, responsable de Cooperación Internacional de Cáritas diocesana de Oviedo, explica que «Desde allí nos dicen que la guerra sigue, produciendo mucha violencia alrededor, mucha desigualdad. Siguen los bombardeos, sobre todo en la zona del sur del país y nuestras Cáritas siguen abiertas como el primer día. Han vivido la desgraciada situación de que dos de los técnicos que trabajaban en el Donbass murieron por un bombardeo junto con sus familias, pero este golpe les ha impulsado también a seguir trabajando. Ahora mismo realizan labores puramente humanitarias: facilitan acompañamiento, alimentos, medicamentos, tienen cocinas comunitarias, cada vez más gente se agolpa a sus puertas porque las dinámicas laborales no se han puesto en marcha y hay ciudades todavía donde los efectos de la guerra continúan de forma muy cruel». Pero siguen dando pasos. De hecho, ya se está pensando en la reconstrucción. «Cáritas Ucrania ha llamado a todas las Cáritas hermanas en Europa para que empecemos a trabajar en ella», manifiesta Eloína.

Así lo está haciendo Cáritas en todas las diócesis. En la nuestra, ya se han recaudado unos 345.000 euros en la campaña de urgencia que Cáritas puso en marcha cuando explotó el conflicto. «Los resultados están siendo increíbles, pero es que a día de hoy seguimos recogiendo donativos –afirma Eloína–. Lo más emocionante de todo esto es ver cómo el pueblo asturiano se ha puesto en la piel de esta gente que se ha visto inmersa en una guerra. Hay gente que todos los meses nos lleva un donativo. Gente muy modesta, y lo veo yo personalmente, que estoy en la Cáritas arciprestal de Gijón. Hace unos días, llegaron a la oficina unas personas ucranianas, justo cuando una señora se había acercado a darnos una ayuda. Al ver a estas personas, la mujer me dijo «¿Ves por qué os ayudo? Porque veo que vosotros estáis ayudando y veo a la gente ayudada».

¿Qué tipo de personas llegan a Cáritas en Asturias? «A nuestra diócesis han llegado personas ucranianas a través de las instituciones que estuvieron designadas para esta labor, Accem y Cruz Roja –explica Eloína–. Pero también a través de otras vías, como eran los propios familiares o conocidos que ya estaban en Asturias, y también han llegado a través de otras organizaciones que no eran las del cauce regular, pero que, cuando empezó la guerra, solidariamente llenaron autobuses y se las trajeron hasta aquí. A Cáritas concretamente están viniendo personas que vinieron a Asturias a través de estas dos últimas vías, y se encuentran completamente solas y desamparadas. Es lógico: llevan ya muchos meses y soportar económicamente el pago de un alquiler y los gastos que genera vivir, es complicado».

A día de hoy Cáritas en Asturias atiende a alrededor de 300 familias, que llegan con todo tipo de necesidades: «nos piden ayuda para la vivienda, para la alimentación, medicinas o ropa, pues llegaron prácticamente sin nada –afirma Eloína–. También te piden trabajo: son personas que no están acostumbradas a estar sin hacer nada. Estos días concretamente, ya que entre esas demandas que nos hacen, una de ellas es aprender el español, aprovechando que en verano está todo parado, estamos haciendo unos cursos de español. Son totalmente inmersivos, ya que ni siquiera están los traductores que tenemos para la primera acogida, es todo en español. Intentamos que sea para ellos unas horas de desconexión, por lo que también hacemos salidas, para que conozcan las calles y sepan ubicarse».

«Junto con todo ello, lo más importante es la acogida, para valorar sus necesidades y ver cómo apoyarles –explica la responsable de Cooperación Internacional de Cáritas diocesana–. Y también, aunque todavía no hemos podido hacerlo, nos parece fundamental atender una necesidad que para ellos es vital y tenemos que hacer todos los esfuerzos para intentar cubrirla, y es la atención psicosocial: la gente se rompe, llevan mucho tiempo aquí. Además están en un compás de espera porque ellos lo que quieren es irse. Hay mucha gente que se ha ido ya, de hecho, aún sabiendo que la situación que se van a encontrar no es nada halagüeña. Los que se quedan es porque no pueden irse porque quizá tienen que acompañar a gente que se tiene que quedar. Pero su idea es irse. Y después, al estar aquí, solos, sin hacer nada, pues allí tenían su trabajo, modesto o no, y esa falta de actividad les mata».