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El martirio del Corazón de Jesús de Gijón para ser Lenin. Por Jorge López Teulón

(Victor in víncolis) Muchas veces son excelentes las fuentes de información para narrar los hechos históricos que nos disponemos a narrar. Hoy se trata de la Basílica del Sagrado Corazón de Gijón. 

La primera piedra del templo se colocó el 7 de noviembre de 1913, oficiando José Álvarez Miranda, penitenciario de la Diócesis de Oviedo y ya preconizado Obispo de León, aunque para entonces se habían cimentado y elevado a cierta altura fachada y paredes laterales. El grueso de la construcción se llevó a cabo entre 1918 y 1922. A principios de 1919 se cerraron las bóvedas, a finales de año se concluyó el campanario, el 4 de enero de 1920 quedó colocada la estatua del Sagrado Corazón que corona el templo y en los meses siguientes se echó el tejado.

Diez años después, el 15 de diciembre de 1930, los problemas de los jesuitas en Gijón alcanzaron un buen nivel de gravedad: a media mañana, con ocasión de una huelga general por el fusilamiento de los sublevados en Jaca se provocó un incendio. Unos asaltantes hicieron una hoguera en la calle, avivada con gasolina, con bancos, confesonarios y la imagen de la Virgen de Covadonga. Otros asaltantes se dedicaron a incendiar y destrozar dentro de la iglesia...

En el interior rociaron con gasolina pavimento, bancos y confesonarios, lo que dio lugar a un fuego concentrado, principalmente, bajo la primera bóveda del templo, bajo el coro, que quedó destruido junto con el órgano, cancel y tribunas, de las que cuatro quedaron completamente destruidas. Los ventanales del coro se rompieron y por allí se formó tiro evitando que el fuego se extendiese todavía más por el templo. De los ocho grandes vidrieras circulares solamente se salvaron dos, que hubo que desmontar. También fueron quemados: la imagen del Sagrado Corazón que se sacaba en las procesiones... […]. El sagrario fue arrancado, arrastrado por la iglesia y algunas de sus estatuitas robadas. Se derritieron los colores de los muros laterales y los medallones, quedó muy dañada la pintura de la primera bóveda y todas las demás ahumadas y rebajadas de color. Nadie intentó evitar ni apagar el incendio.

Nada sucedió en 1931, ni en 1932. Tampoco en 1934... pero...

BAJADA DE LA IMAGEN DEL SAGRADO CORAZÓN

Los del Frente Popular desmontaron la imagen del Sagrado Corazón y las otras seis de la fachada, las de San Pedro y San Pablo que remataban los laterales del arco de entrada y las de San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Luis Gonzaga y San Estanislao de Kostka que estaban a los lados del arranque del pedestal del Sagrado Corazón, así como la Cruz de la Victoria sobre el arco de entrada. Las seis estatuas de los santos y la cruz las destruyeron haciendo grava con ellas, y solamente causaron algunos daños a la del Sagrado Corazón pues tuvieron la idea de transformarla en una estatua de Lenin. También arrancaron el bronce de los púlpitos y, para calentarse, hicieron en el vestíbulo astillas de las imágenes que quedaban.

Al final de este periodo apenas quedaba del templo más que paredes y techo. El viento y la lluvia entraba por las vidrieras destruidas; muros y bóvedas estaban sucios y ahumados; no había estatuas en la fachada, ni imágenes en los retablos ni altares.

El día de Cristo Rey de 1937, que ese año fue el domingo 31 de octubre, previa purificación de las profanaciones sacrílegas con las preces rituales, el templo reabrió al culto con un altar improvisado. Solamente hacía diez días que las tropas franquistas habían ocupado Gijón y se había dejado de utilizar el destrozado templo como cárcel, así que poco se pudo arreglar y adecentar en ese tiempo. Todos los templos parroquiales de Gijón habían sido destruidos y la urgencia de tener algún lugar de culto, por destartalado que estuviese, era grande.

La gran estatua del Sagrado Corazón que coronaba el edificio, desmontada en diciembre de 1936, no llegó a ser transformada en estatua de Lenin. Un escultor reparó los daños sufridos en corazón, dedos y manto y se pudo reinstalar, bendecida por el Obispo Manuel Arce Ochotorena, en el aniversario de la ocupación de la ciudad por las tropas franquistas, orlada en la base con las antiguas letras de bronce: CHRISTUS VINCIT REGNAT IMPERAT.

El Papa Francisco saluda al Arzobispo de Oviedo y al Seminario Metropolitano en la Audiencia de hoy

Hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Nos adentramos poco a poco en la Carta a los Gálatas. Hemos visto que estos cristianos se encuentran en conflicto sobre cómo vivir la fe. El apóstol Pablo empieza a escribir su Carta recordándoles las relaciones pasadas, el malestar por la distancia y el amor inmutable que tiene por cada uno de ellos. Sin embargo, no deja de señalar su preocupación para que los gálatas sigan el camino correcto: es la preocupación de un padre, que generó las comunidades en la fe. Su intención es muy clara: es necesario reafirmar la novedad del Evangelio, que los gálatas han recibido de su predicación, para construir la verdadera identidad sobre la que fundar la propia existencia. Y este es el principio: reafirmar la novedad del Evangelio, lo que los gálatas han recibido del Apóstol.

Descubrimos en seguida que Pablo es un profundo conocedor del misterio del Cristo. Desde el principio de su Carta no sigue los bajos argumentos de sus detractores. El apóstol “vuela alto” y nos indica también a nosotros cómo comportarnos cuando se crean conflictos dentro de la comunidad. De hecho, solo hacia el final de Carta, se aclara que el núcleo de la controversia suscitada es el de la circuncisión, por tanto, de la principal tradición judía. Pablo elige el camino de ir más en profundidad, porque lo que está en juego es la verdad del Evangelio y la libertad de los cristianos, que es parte integrante del mismo. No se detiene en la superficie de los problemas, de los conflictos, como a menudo tenemos la tentación para encontrar en seguida una solución que ilusiona para poner a todos de acuerdo con un compromiso. Pablo ama a Jesús y sabe que Jesús no es un hombre-Dios de acuerdos. No funciona así con el Evangelio y el Apóstol ha elegido seguir el camino más arduo. Escribe así: «Porque ¿busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios?» Él no trata de hacer la paz con todos. Y continúa: «¿O es que intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo» (Gal 1,10).

En primer lugar, Pablo se siente en el deber de recordar a los gálatas que es un verdadero apóstol no por mérito propio, sino por la llamada de Dios. Él mismo cuenta la historia de su vocación y conversión, que coincide con la aparición de Cristo Resucitado durante el viaje hacia Damasco (cfr. Hch 9,1-9). Es interesante observar lo que afirma de su vida precedente a ese suceso: «Encarnizadamente perseguía a la Iglesia de Dios y la devastaba, y cómo sobrepasaba en el Judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, superándoles en el celo por las tradiciones de mis padres» (Gal 1,13-14). Pablo osa afirmar que él en el judaísmo superaba a todos, era un verdadero fariseo celante «en cuanto a la justicia de la Ley, intachable» (Fil 3,6). En dos ocasiones destaca que había sido un defensor de las «tradiciones de los padres» y un «convencido defensor de la ley». Esta es la historia de Pablo.

Por un lado, él insiste al subrayar que había perseguido ferozmente a la Iglesia y que había sido un «blasfemo, un perseguidor y un insolente» (1 Tm 1,13) no escatima en adjetivos: él mismo se califica así, por otro lado, evidencia la misericordia de Dios con él, que le lleva a vivir una transformación radical, bien conocida por todos. Escribe: «Pero personalmente no me conocían las Iglesias de Judea que están en Cristo. Solamente habían oído decir: “El que antes nos perseguía ahora anuncia la buena nueva de la fe que entonces quería destruir» (Gal 1,22-23). Se ha convertido, ha cambiado, ha cambiado el corazón. Pablo evidencia así la verdad de su vocación a través del impresionante contraste que se había creado en su vida: de perseguidor de los cristianos porque no observaban las tradiciones y la ley, había sido llamado a convertirse en apóstol para anunciar el Evangelio de Jesucristo. Pero vemos que Pablo es libre: es libre para anunciar el Evangelio y es también libre para confesar sus pecados. “Yo era así”: es la verdad que da la libertad del corazón, es la libertad de Dios.

Pensando en su historia, Pablo está lleno de maravilla y de reconocimiento. Es como si quisiera decir a los gálatas que él podría ser de todo menos un apóstol. Había sido educado desde niño para ser un irreprensible observador de la ley mosaica, y las circunstancias le habían llevado a combatir los discípulos de Cristo. Sin embargo, sucedió algo inesperado: Dios, con su gracia, le había revelado a su Hijo muerto y resucitado, para que él se convirtiera en anunciador en medio de los paganos (cfr. Gal 1,15-6).

¡Los caminos del Señor son inescrutables! Lo tocamos con la mano cada día, pero sobre todo si pensamos en los momentos en los que el Señor nos ha llamado. No debemos olvidar nunca el tiempo y la forma en la que Dios ha entrado en nuestra vida: tener fijo en el corazón y en la mente ese encuentro con la gracia, cuando Dios ha cambiado nuestra existencia. Cuántas veces, delante de las grandes obras del Señor, surge de forma espontánea la pregunta: pero ¿cómo es posible que Dios se sirva de un pecador, de una persona frágil y débil, para realizar su voluntad? Sin embargo, no hay nada casual, porque todo ha sido preparado en el diseño de Dios. Él teje nuestra historia, la historia de cada uno de nosotros: Él teje nuestra historia y, si nosotros correspondemos con confianza a su plan de salvación, nos damos cuenta. La llamada conlleva siempre una misión a la que estamos destinados; por esto se nos pide que nos preparemos con seriedad, sabiendo que es Dios mismo quien nos envía, Dios mismo que nos sostiene con su gracia. Hermanos y hermanas, dejémonos conducir por esta conciencia: el primado de la gracia transforma la existencia y la hace digna de ser puesta al servicio del Evangelio. El primado de la gracia cubre todos los pecados, cambia los corazones, cambia la vida, nos hace ver caminos nuevos. ¡No olvidemos esto!

Saludos:

Saludo cordialmente a los fieles de lengua española, son bastantes hoy aquí. Saludo al arzobispo de Oviedo con sus seminaristas. Pidamos al Señor que nos ayude a tener presente su paso en nuestra vida y a responder con disponibilidad y confianza a la vocación recibida, sabiendo que es Él mismo quien que nos llama, nos sostiene con su gracia y nos envía a los hermanos. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.


martes, 29 de junio de 2021

Santoral del día: Santos Pedro y Pablo

(COPE) Se dice que son las dos columnas del edificio de la fe cristiana, dieron su vida por Jesús y gracias a ellos el cristianismo se extendió por todo el mundo

En la vida Dios cuenta con los hombres de todo tipo para edificar su Iglesia. Hoy celebramos a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, Columnas de la Comunidad Eclesial. Simón Pedro de Galilea es hermano de Andrés y de oficio pescador. El Señor le llamó junto a su hermano y a los Zebedeos a la orilla del lago. Entonces le cambia su nombre por Pedro que se traduce piedra.

Después de confesar a Cristo como el Hijo de Dios Vivo, el Maestro le hace Piedra sobre la que edificará su Iglesia, siendo el primer Papa de la Comunidad Eclesial. La debilidad se apodera de él cuando en la Pasión rechaza ser discípulo del Señor de la Resurrección y de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, su celo por el Evangelio le llevará hasta Roma. Cuando es condenado a morir en la Cruz, pide ser crucificado boca abajo porque se considera indigno de morir como su Señor.

Es autor de las dos Cartas que llevan su nombre y que se incluyen en el Nuevo Testamento. Por su parte Saulo nace en Tarso de Cilicia y se educa en la escuela del fariseo Gamaliel. Esta escuela es muy flexible con la realidad de los cristianos y tendrá parte en la conversión del Apóstol de los Gentiles. Instruido en la Ley de Moisés, considera una superstición el cristianismo.

Pero un día que marcha a Damasco, se le aparece el Señor Jesús, pasando a ser Pablo Apóstol de Cristo. Dedicado al anuncio de la Buena Nueva a los gentiles, funda diversas comunidades eclesiales, instruyéndolas con sus Cartas que también están en el Nuevo Testamento. Tras ser procesado por su Fe, apela al César, siendo decapitado en la Capital del Imperio, habiendo sufrido mucho por el Evangelio. Él mismo dice que sufre por el Evangelio hasta llevar cadenas.

lunes, 28 de junio de 2021

“La Iglesia ha de seguir cuidando sus archivos, la memoria del pasado”

(Iglesia de Asturias) ¿Cómo nace la Asociación de Archiveros de la Iglesia?

Tuvo una gestación lenta, y en realidad imita a las asociaciones francesa e italiana. De hecho, la sesión inaugural tuvo lugar en Padua, donde se dieron cita archiveros de todas partes, de España, de Francia, de Italia, etc.

¿Qué objetivo tenía cuando se creó?

Se pretendía encontrar un modo de aglutinar fuerzas. Los archiveros hasta entonces hacían cosas diversas, cada uno de ellos en su archivo tenía un modo particular de proceder, pero no redundaba en beneficio de todos. Y como sucede siempre con las asociaciones, se buscó encontrar algo que aglutinara a todos, que sumara fuerzas, que diese facilidades para que pudieran de alguna manera encontrarse, enriquecerse y buscar medios de progresar.

¿Qué actividades se llevaron a cabo durante aquellos años?

La primera acción fue preparar una Guía de los Archivos de la Iglesia en España. Hasta entonces, no existía ni remotamente algo que fuera parecido. Cada archivo tenía sus medios de comunicación y en este sentido no conseguía nada más que la fuerza que ejercía él mismo. Tardó diez años en llevarse a cabo pero al final, en el año 1985, se consiguió sacar a la luz dos volúmenes en los que se recogían, por una parte las bibliotecas y por otra parte los archivos. Se añadió un tercer apéndice, con los currículos de todos los archiveros. Esto produjo tal impacto en el ministerio que se buscó la manera de arbitrar subvenciones que sacaran adelante la asociación y que le permitieran seguir haciendo actividades. Aquella guía en dos volúmenes sigue hoy en vigor y se actualiza.

¿Qué archivos destacaríamos en nuestra diócesis?

La iglesia de Asturias alberga dos tipos de documentos. Por un lado, los del Archivo catedralicio, que recoge la vida de la Catedral a lo largo de los siglos. Al mismo tiempo se conserva también un archivo histórico diocesano. En Asturias, duró hasta el 1934, lamentablemente, porque en 1934 fue incendiado el Palacio Episcopal y con él el archivo se quemó completamente. Tan solo se salvó un documento que estaba en casa del archivero, no se sabe si era para conservarlo mejor o porque lo hubiera sacado para estudiarlo. Lo cierto es que todo lo demás se quemó, y eso ha sido una pérdida irreparable.

Al no disponer del archivo histórico, se buscó un elemento nuevo, y una conservación de otro tipo: los libros de bautizados, casados y difuntos, todos los libros propios de un archivo parroquial. Todos ellos están en el archivo histórico diocesano, quedan tan solo unas 30 parroquias de la diócesis, no por nada sino porque somos pocas las personas que nos dedicamos a esto y es difícil llegar a todo, pero se llegará si Dios quiere.

¿Qué documentos destacaría de los que se conservan entre nuestros archivos históricos?

Tenemos documentos únicos, comenzando por la “Donación de Fakilo”, que es una mujer de Colunga, que deja sus bienes a un monasterio. Es un documento que data del año 803, y es importante porque en él aparecen los primeros topónimos escritos en lengua castellana. Ese documento se conserva perfectamente en su original y a pesar de que han pasado 12 siglos por él no ha sufrido merma ninguna.

Otro documento importante, fechado en el año 812, es el “Testamento de Alfonso II El Casto”. Custodiar un documento tan antiguo y además regio, nos llena de orgullo para los que nos movemos en el mundo de los archivos. También destacamos el libro de los Testamentos.

¿Qué actividades ha ido realizando la asociación a lo largo de estos años?

La asociación tomó por costumbre organizar un congreso científico sobre materias archivísticas a lo largo de los siglos. Se han celebrado ya treinta congresos, que han dado como fruto cuarenta y tres volúmenes hasta el momento presente. Está en gestación el congreso número treinta y uno, que, según sea la fecundidad de las publicaciones, también sacará uno o varios libros. Yo deseo a la nueva junta que el futuro sea muy fecundo y tengan muchos éxitos, siguiendo esta línea de publicación, porque eso es lo que queda: el papel.

¿Qué hubiera pasado con la “Donación de Fakilo”, si se hubiera publicado en soporte informático? No lo sabemos pero ciertamente, no lo que ha pasado con el soporte de papel y soporte de pergamino, que aún conservamos.

La Iglesia ha de seguir adelante con sus archivos y con la función que tienen, que permiten que se pueda vivir mirando hacia atrás, hacia la memoria del pasado. Un pueblo que no tiene memoria de sí mismo no merece la pena conservarse. Ojalá sigamos siempre con el mismo afán e interés.

domingo, 27 de junio de 2021

Evangelio Domingo XIII del Tiempo Ordinario

Lectura del santo Evangelio según san Marcos (5,21-43):

En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago.

Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.»

Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda, su fortuna; pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido, curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado.

Jesús, notando que, había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio le la gente, preguntando: «¿Quién me ha tocado el manto?»

Los discípulos le contestaron: «Ves como te apretuja la gente y preguntas: "¿quién me ha tocado?"»

Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo.

Él le dijo: «Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.»

Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?»

Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe.»

No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos.

Entró y les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.»

Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).»

La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar –tenía doce años–. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra del Señor

“ Talitha qumi ”. Por Joaquín Manuel Serrano Vila


En este domingo XIII del Tiempo Ordinario el Señor vuelve a presentarnos el gran abismo que separa lo que nosotros nos creemos que somos, de la dura realidad que a la luz de lo divino nunca dejará de ser reclamo a mejorar. Seguimos valorando cuánto en realidad nos fiamos del Señor, qué tamaño tiene nuestra fe: el grano de mostaza, la tormenta en el lago, es todo un cuestionario para un buen examen de conciencia para comprobar si cumplimos verdaderamente el primer mandamiento: ¿amo a Dios sobre todas las cosas? Seguro que en alguna ocasión hemos oído de ese gesto de confianza absoluta entre dos amigos, cuando uno se deja caer hacia atrás con los ojos cerrados en la plena seguridad de que la otra persona no permitirá que llegue al suelo o le ocurra nada. Esto es lo que la Palabra de Dios nos presenta en este domingo: se nos invita a mirar siempre adelante con la esperanza puesta en el único que nos garantiza la seguridad de la vida que no termina. 

Así la primera lectura del Libro de la Sabiduría nos regala una primera reflexión sobre la vida y la muerte en nuestra humana existencia, recordándonos que ''Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes''. Como principio elemental nadie crea algo con el fin de destruirlo, por eso nuestra muerte no es algo definitivo ni querido por Dios. Nuestro Creador nos hizo para la inmortalidad, pero como bien nos recuerda la lectura ''la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo''. Hay muchos tipos de muertes, no sólo cuando uno deja de respirar, pues como sabemos y comprobamos cada día, existen vivos que por desgracia tienen una vida sin sentido. Sólo el que vive la vida en clave de Dios, en clave de amor, sabe vivir la vida y la vive con sabiduría. Con Dios sabemos que vivimos para no morir, pues nuestro morir para este mundo es para seguir viviendo con Dios: ''nuestro Dios es un Dios de vivos y no de muertos''.

La epístola de San Pablo tomada de la segunda carta a los cristianos de Corinto es un reclamo a vivir esta vida no sólo en coherencia con el evangelio, sino imitando al Señor que siempre tuvo a los necesitados entre sus predilectos. Si hemos descubierto al Señor y aspiramos al cielo no podemos pasar nuestros días acumulando tesoros mundanos que no llevaremos con nosotros, sino que hemos de vivir desde el compartir generoso que nos permite ''atesorar tesoros en el cielo''.

No hay generosidad mayor que la del Maestro, pues como el mismo Apóstol nos dice en su carta: ''ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza''. La vida sólo se vive en plenitud cuando se da, se regala y se orienta en favor de los demás. Cristo dio hasta su propia vida por los demás, ahora nos toca a nosotros imitarle y darnos al menos un poco más a los demás.

El evangelio de este domingo, concatenado exegéticamente con la primera lectura, nos remite de nuevo al sentido y significado de la vida y de la muerte, donde se nos presentan dos historias que más que hablar de curación y milagro son dos relatos de fe: la hemorroisa y la hija de Jairo. Vemos cómo el Señor sana a una mujer viva y a una niña que supuestamente ha muerto; se hace evidente que Cristo es Señor de vivos y muertos. Saber vivir y saber morir tiene una dimensión única sólo entendible desde el ángulo de la fe. 

La hemorroisa llevaba doce años enferma y confiando en los hombres se había dejado toda su fortuna en numerosos médicos para verse curada; finalmente, sólo le quedaba una última esperanza: acercarse y tocar a Jesús. Qué grande era la fe de esta mujer que ni siquiera necesita hablarle al Señor, rogarle o mirarle a la cara; se conforma con rozar con su mano el borde de su manto que hizo que en ese mismo instante quedara curada. No la cura la túnica del Mesías, no es el hecho de tocar la ropa, sino su fe; su confianza ciega en que sólo Cristo sería para ella su salud y su vida

Los dos casos de la mujer que sufría flujos de sangre y de la hija del jefe de la sinagoga de Gerasa, están unidos entre sí, pues el evangelista nos revela cómo muchos interpretaron que Jesús no llega a tiempo a socorrer a la pequeña al detenerse y entretenerse en el camino para atender a aquella mujer enferma que padecía un mal vergonzante en aquel contexto histórico y social. Los tiempos de Dios nos son los nuestros, ni nuestras prioridades las de Él. En este pasaje el Señor nos da una lección única de cómo acercarnos a Él: sin exigencias, sino con humildad; de forma sigilosa, personal y discreta, como hizo la mujer enferma.

Finalmente nos encontramos la escena última de la llegada de Jesús a casa del jefe de la sinagoga, que no es ya el hogar de una persona enferma, sino el velatorio de una niña muerta presidido por gritos, lágrimas y lamentos. La niña ciertamente estaba muerta, pero al decir Jesús que estaba dormida no les quería mentir, sino que utiliza la verdadera palabra que define la muerte para los que creemos en Él. Para nosotros la muerte es un sueño, una dormición, por ello no tenemos necrópolis para nuestros muertos sino cementerios -dormitorios- para nuestros hermanos difuntos. La muerte no es algo definitivo, sólo es un paso, y Cristo como nos demuestra que está por encima de esta. El Señor dice apenas dos palabras en arameo que descolocan a todos los presentes: ''Talitha kum'': ¿a quién se le ocurre en casa de un difunto decirle a la persona muerta que se ponga en pie?. Cristo les muestra cómo al igual que el caso de la hemorroísa todo es cuestión de fe, dado que hasta la misma muerte se convierte en puerta para la vida. Jesús concede a aquella niña una prolongación de su vida temporal, para morir años más tarde, pero con ese gesto de devolver un muerto a la vida nos enseña cómo lo difícil para nosotros ahora es saber "dormirnos" cuando nos llegue la hora, no para morir, sino para vivir definitivamente cuando Él nos diga: ¡''levántate''!

sábado, 26 de junio de 2021

Santoral del día: San Pelayo

(COPE) Su hagiografía refleja que, durante los cuatro años que pasó en Córdoba en calidad de rehén, Pelayo destacó por su inteligencia y su fe, haciendo proselitismo de Cristo

Una de las palabras que más resuenan en el Antiguo Testamento, pertenecientes al profeta Isaías es “Consolad consolad a mi pueblo”. Hoy celebramos a San Pelayo, que fue aliento para los encarcelados. Nacido en Galicia en torno al año 911, era sobrino de Hermogio, Obispo de Tuy (Vigo). Así se educó a la vera del Palacio Episcopal, participando en el canto mozárabe y, teniendo un profundo conocimiento de la Liturgia, así como de la gramática.

Pero en la juventud tuvo que soportar la persecución, viendo cómo sus propios compañeros eran apresados y encadenados. La misma suerte corrió él cuando, bajo el pretexto de llevarle a ver a su tío, la verdadera intención era canjearle ya que el prelado era anciano y enfermo, mientras él se encontraba robusto y fuerte.

Poco a poco se ganó la confianza de los carceleros con los que discutía sobre la verdadera Doctrina de la Fe, al tiempo que cuando le dejaban pasar por entre los presos de la cárcel, se acercaba de forma especial a aliviar a los sacerdotes. También tuvo ocasión de comprobar la corrupción de muchos cordobeses entregados a los deseos de Abderramán III quien les prometía riquezas a cambio de abandonar la Fe de Cristo, algo que no entraba en su mente.

Era una manera abominable que cambiaba a Dios por los ídolos. Una confianza en el Señor vacía y hueca. Precisamente cuando le llegaron las promesas vanas y terrenales de los enemigos, se afianzó más en el Señor. Por esto fue condenado a muerte, siendo arrojado desde una catapulta de guerra. Posteriormente un guardia le cortó la cabeza. Su cuerpo fue trasladado a León y después a Oviedo donde reposan hasta la actualidad sus reliquias.

La Conferencia Episcopal española inicia campaña a favor de Testamento Vital contra Ley de Eutanasia en España

(David Ramos/ACI) Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián, anunció que desde este domingo 27 de junio la Conferencia Episcopal Española (CEE) comenzará una campaña para promover que las personas realicen su ''testamento vital'', y así hacer frente a la Ley de Eutanasia en España.

En la edición del 25 de junio de Sexto Continente, transmitido por Radio María España, Mons. Munilla señaló que «alguien dijo que es mejor encender una luz que desgastar nuestras fuerzas maldiciendo las tinieblas».

«Y exactamente esto es lo que hace la Iglesia Católica tras la entrada en vigor de la Ley de Eutanasia en España el 25 de junio», destacó.

El prelado, que es miembro de la Comisión para las Comunicaciones Sociales de la CEE, dijo que con la campaña que comienza el domingo 27 de junio, los obispos de la CEE invitan «a los fieles católicos, así como a todos cuantos creen que toda situación de sufrimiento, aunque no pueda ser curada siempre puede ser acompañada y cuidada, a realizar su testamento vital».

El documento, dijo, tiene como nombre técnico «Declaración de voluntades previas y voluntades anticipadas», y está avalado por la legislación vigente en España.

La Ley de Eutanasia ya está en vigor

El Congreso de Diputados de España aprobó el 18 de marzo, por 202 votos a favor, 141 en contra y dos abstenciones, la Ley de la Eutanasia.

La nueva legislación, que entró en vigor el 25 de junio, permite que un tercero, ya sea un familiar o incluso un médico, pueda firmar la solicitud de eutanasia cuando el paciente se encuentre imposibilitado.

La Ley de la Eutanasia favorece además esta práctica por encima de los cuidados paliativos en pacientes terminales.

El actual presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), celebró en su momento la aprobación de la Ley de Eutanasia, asegurando que con ella «somos un país más humano, más justo y más libre».

«Gracias a todas las personas que han peleado incansablemente para que el derecho a morir dignamente fuera reconocido en España», publicó en Twitter el 18 de marzo.

El texto modelo de testamento vital que ofrece la CEE

Mons. Munilla recordó este 25 de junio que «la Conferencia Episcopal Española ha elaborado y ofrece un texto modelo» para la declaración del «testimonio vital», en el cual «básicamente se manifiestan tres opciones libremente expresadas».

La primera opción, indicó, es expresar «nuestra voluntad de que no nos sea aplicada en ningún caso la eutanasia o el suicidio asistido».

«Segundo: la petición de que se nos apliquen los cuidados paliativos necesarios para una muerte digna, con el debido acompañamiento familiar y profesional», continuó.

En tercer lugar, señaló el obispo, se manifiesta «nuestro deseo de recibir ayuda espiritual en los últimos momentos de nuestra vida, incluyendo la presencia de un sacerdote para administrar los sacramentos».

«Es importante señalar que esta declaración no solo quedará archivada en el pertinente registro de las Comunidades Autónomas, sino que además estará accesible en el historial clínico de cada paciente», destacó.

Mons. Munilla dijo que con este testamento vital registrado «en una situación de emergencia, los servicios sanitarios podrán consultar de forma telemática las voluntades anticipadas en el historial clínico de cada uno de nosotros».

«Por lo tanto, más allá de manifestar nuestro posicionamiento favorable a los cuidados paliativos y contrario a la eutanasia, este testamento vital será también de gran ayuda para facilitar el acompañamiento espiritual al paciente si este lo desea», señaló.

Saber descansar. Por Joaquín Manuel Serrano Vila


Concluimos un curso con las dificultades que nos sigue imponiendo la situación de convivir con la pandemia, y -en principio- ya con el buen tiempo por compañero nos disponemos a cambiar de ritmo, que es en definitiva lo que significa el período vacacional. No es no hacer nada, sino a saber hacer nuestro aquello que decía San Bruno: practicar un ocio laborioso y reposar en una sosegada actividad.

Soy conscientes del revés de la economía que ha golpeado duramente a nuestras familias, así como a la propia pastoral de la animación: tiempo libre, campamentos, turismo y peregrinaciones. Pidamos al Señor nos bendiga con el final de la enfermedad (o su control eficaz) y la recuperación de tanto que el COVID-19 ha obligado a dejar en "Stand By". Mi recuerdo -y no olvido, una vez más- para los difuntos por esta causa, los aún enfermos y, muy especialmente, para las víctimas más golpeadas: hostelería y autónomos.

Los cristianos vivimos el descanso conscientes de que hacemos algo querido por el Señor:  «Pues en seis días hizo Dios el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Dios el día séptimo y lo hizo sagrado» (Ex 20, 11). No puede ser malo descansar cuando la misma Sagrada Escritura nos recuerda no sólo que lo hizo Dios, sino que, además, vio que todo lo hecho -incluido el descanso- "era muy bueno" (Gn 1, 31).

El Papa Francisco en una audiencia general hace años, al abordar esta cuestión reflexionaba sobre la idea equivocada que hoy se tiene del descanso y las vacaciones; decía al respecto el Santo Padre: ''La sociedad actual está sedienta de diversiones y vacaciones. La industria de la distracción es muy floreciente y la publicidad diseña el mundo ideal como un gran parque de temático donde todos se divierten. El concepto de vida dominante hoy no tiene el centro de gravedad en la actividad y en el compromiso, sino en la evasión. Ganar para divertirse y satisfacerse. La imagen-modelo es la de una persona de éxito que puede permitirse amplios y diversos espacios de placer. Pero esta mentalidad hace resbalar finalmente hacia la insatisfacción de una existencia anestesiada por la diversión que no es descanso, sino alienación, escape y fuga de la realidad. El hombre no ha descansado nunca tanto como hoy; sin embargo, tampoco nunca ha experimentado tanto vacío. Las posibilidades de divertirse, de ir fuera, los cruceros, los viajes, muchas cosas no dan plenitud al corazón; es un espejismo de lo deseado y una evasión de la realidad y de la propia responsabilidad, muchas veces agotadora.

A la hora de planificar las vacaciones y el tiempo de ocio hemos de tratar de ser más "originales". En primer lugar, sabiendo disfrutar de la situación sin las prisas del reloj ni los horarios esclavos de múltiples actividades lúdicas. También en el campo espiritual el estío ha de servirnos para aprovechar algo más la presencia ante el Sagrario, para la oración personal y la lectura espiritual; para la acción de gracias tras la eucaristía, sin sacar a Dios de mi maleta de viaje. Él va siempre con nosotros y nunca quita, sino suma.

A veces también partimos de premisas erróneas y nos convencemos de que no hay descanso si no salimos de casa, si no perdemos de vista a las personas con las que convivimos todo el año y no cruzamos la frontera de nuestra provincia o país. Nada más lejos de la realidad; el primer y genuino descanso ha de iniciarse en nuestro propio entorno. San Bernardo decía que "Encontramos descanso en aquellos que amamos, y proporcionamos un lugar de descanso en nosotros mismos para quienes nos aman": ¿buscamos descanso en los nuestros?; ¿encuentran los demás descanso en nosotros?.

Una última reflexión nos lleva a hablar de la belleza, y es que no hay mejor descanso que el de los sentidos. Pararnos a contemplar la hermosura de la obra del Creador: la naturaleza, lo bello que rodea en nuestras aldeas, pueblos, ciudades y villas, es sin duda la mejor forma de romper con la rutina, valorando lo que consideramos ya "muy visto" y que nunca nos hemos parado a contemplar como se merece. Cuando vayamos al mar o al río -ya conocidos- disfrutemos del anochecer o del amanecer, que ello nos lleve a la oración sincera de acción de gracias por tanto bueno y bello que nos es dado gratis y no nos detenemos a valorar. Las plantas y los animales, los valles y las montañas, las tardes lluviosas de melancolía o los días soleados de esplendor, pregonan las obras de sus manos (Sal 18).

Queridos feligreses: feliz verano, felices vacaciones y que las vivamos en clave de Dios

Joaquín, Párroco

jueves, 24 de junio de 2021

Carta semanal del Sr. Arzobispo

El indulto de palabras que engañan

Andamos a vueltas con cuestiones que nos tienen perplejos, y que nos dejan un trasfondo de extrañeza cuando con palabras que expresan realidades de gran nobleza vemos que pueden ser utilizadas de muchas maneras, incluso torticeras. Esta es la calculada ambigüedad con la que en estos días vemos que se trata el asunto de unos indultos que tienen toda una profunda carga de complejidad. Porque los indultos que un gobierno puede estudiar y, eventualmente, conceder tienen un itinerario que es claro en nuestro ordenamiento jurídico dentro de un Estado de derecho como es España. Y no se pueden arbitrariamente conceder o negar desde un caprichoso uso y un interesado cálculo que no tiene que ver con las palabras manidas en este festival de una extraña piedad, apelando a sentimientos sagrados y enormemente delicados, para venir a la postre a tapar los verdaderos motivos que se exhiben impudorosamente desde una pretendida magnanimidad.

Tener un corazón magnánimo no es señal de debilidad, sino de la más grande fortaleza. El que gasta la mezquindad en sus latidos se hace rehén y sumiso de sus entretelas más cicateras, quizá presas del miedo que atenaza o del rencor resentido que te hiela. Estamos en una época en la que las palabras son continuamente robadas para volcar una verborrea vacía que de tanto repetirla ya no nos dice nada. Es una suerte de encantamiento para serpientes ingenuas que se dejan llevar por palabras sin verdad con una trama que engaña. Son un ''flatus vocis'', como decían los clásicos, y que en la tradición medieval indicaba la acción de emitir palabras huecas y sin sentido, en un hablar por hablar, parloteando para no decir absolutamente nada a sabiendas. 

Cuando se invocan el diálogo, la magnanimidad, la reconciliación, la tolerancia, las medidas de gracia, no siempre se quiere decir lo que esas palabras significan en su recta comprensión verbal, e incluso en la genuina tradición cristiana, sino que a veces pueden señalar algo ambiguo, escurridizo y falaz. Es extraño invocar el diálogo con los que no quieren hablar, o tener magnanimidad con quienes la van a usar y tirar, o empeñarse en la reconciliación con los que siguen insidiando con saña y dividiendo sin rubor, o abogar por la tolerancia con quienes no renuncian a la violencia, o apelar a medidas de gracia para beneficio de los que ni las piden ni las merecen por su amenazante actitud de reincidencia. Digo que es extraño y también culpable, porque no resulta un atrevimiento ingenuo, ni una bondadosa inocencia. 

Suele esconder una estrategia que tiene pretensiones inconfesadas, y unos objetivos buscados tras la tramoya que tiene pagadores que te los financian. Pero lo que se oculta con ardid retorcido, se descubre sin especial dificultad a la corta o a la larga. Y los beneficios maquillados y trucados son fácilmente reconocibles y dan la cara. Cuando todo esto resulta una maquinación política, una más que nos acerca la ralea de quienes han hecho su propio cortijo de la gobernanza de un pueblo, entonces se descubre la actitud tramposa de unos modales en las formas y una aptitud perversa de unos intereses sin entraña.

Más difícil resulta calificar la actitud y la aptitud cuando no hay siglas políticas detrás, sino simplemente un buenismo irresponsable que se alinea con ellas sin más, repitiendo como una mantra los argumentos prestados y asumidos en canal, cuando más bien cabria esperar un juicio moral que se deriva de la rica doctrina social de la Iglesia que ahonda en su sabiduría y bebe de su experiencia que con logros y fallos hemos ido escribiendo como preciosa aportación serena a la sociedad. Cabría también esperar un amor a la verdad que descarta enjuagues con la ambigüedad engañosa , una audacia templada que sabe medir bien los tiempos sin precipitarse y sin fugarse cuando hay que hablar y actuar ponderando las consecuencias para todos y no sólo para una parte. Esto seria un buen testimonio desde una conciencia ética cristiana y desde una pedagogía paciente que no hace extraña su responsabilidad dentro de la Iglesia. 

Pero son estos los tiempos que corren, no aquellos de los que no tenemos malsana nostalgia, ni tampoco los tiempos que vendrán sin tener hoy noticia apresurada. Son estos tiempos, los nuestros, donde hemos de librar la batalla cultural dando razón de nuestra esperanza y leyendo adecuadamente nuestra centenaria historia. Como ciudadanos todos, y como cristianos los creyentes, tanto en las coyunturas civiles así como en las eclesiásticas, a todos se nos reclama esa fidelidad a la coherencia de una posición católica que no aísla ni empequeñece, que no excluye ni enfrenta, y fidelidad a una historia labrada generosamente por enteras generaciones que durante siglos han construido pluralmente España. Es la misma enseñanza que hace no tanto tiempo dimos los obispos españoles hablando de la unidad de nuestro pueblo como un bien moral, capaz de valorar lo que nos distingue y, al mismo tiempo, lo que nos enriquece complementariamente, cuando no hacemos de las distinciones un arma arrojadiza cainita y letal.

Porque parece que se indultan solamente las mascarillas que nos embozaban, cuando a alguien se le ha ocurrido distraernos con tamaña concesión de gracia. Se indultan los oscuros derroteros para perpetuarse un rato más en unas poltronas y cetros con los que seguir construyendo el alibí gaseoso de una pompa llena de la nada que tiene en la mentira su recurrente herramienta política más esmerada. Se indultan los intereses construidos desde el diseño egoísta e insolidario de quien se aprovecha tan sólo de su propia causa engañando, forzando, manipulando, insidiando y dividiendo. Pero no se indulta la vida del no nacido a cuyo asesinato en el seno de su madre se aspira a que sea un derecho, ni la vida del enfermo o anciano terminal al que se permite acabar con su vida eutanásicamente en lugar de cuidarla con respeto, cariño y consuelo con las medidas paliativas y espirituales, ni la educación de nuestros más jóvenes sustrayendo ideológicamente la responsabilidad de sus padres. 

''Flatus vocis'', voces de aire que no dice nada, las digan quienes las digan. Nosotros seguiremos clamando y defendiendo la vida en todos sus tramos, la verdad que nos hace libres, la convivencia plural y pacífica, la comunión fraterna que nos une y complementa, la educación que no manipula. Todo eso que responde a las promesas de Dios y a los deseos de los hombres, a nuestras preguntas que encuentran correspondencia en sus respuestas. 

+Jesús Sanz Montes
Arzobispo de Oviedo

Natividad de San Juan Bautista

(catholic.net) Solemnidad de la Natividad de san Juan Bautista, Precursor del Señor, que, estando aún en el seno materno, al quedar lleno del Espíritu Santo exultó de gozo por la próxima llegada de la salvación del género humano. Su nacimiento profetizó la Natividad de Cristo el Señor, y su existencia brilló con tal esplendor de gracia, que el mismo Jesucristo dijo no haber entre los nacidos de mujer nadie tan grande como Juan el Bautista.

Origen de la fiesta

La Iglesia celebra normalmente la fiesta de los santos en el día de su nacimiento a la vida eterna, que es el día de su muerte. En el caso de San Juan Bautista, se hace una excepción y se celebra el día de su nacimiento. San Juan, el Bautista, fue santificado en el vientre de su madre cuando la Virgen María, embarazada de Jesús, visita a su prima Isabel, según el Evangelio.

Esta fiesta conmemora el nacimiento "terrenal" del Precursor. Es digno de celebrarse el nacimiento del Precursor, ya que es motivo de mucha alegría, para todos los hombres, tener a quien corre delante para anunciar y preparar la próxima llegada del Mesías, o sea, de Jesús. Fue una de las primeras fiestas religiosas y, en ella, la Iglesia nos invita a recordar y a aplicar el mensaje de Juan.

El nacimiento de Juan Bautista

Isabel, la prima de la Virgen María estaba casada con Zacarías, quien era sacerdote, servía a Dios en el templo y esperaba la llegada del Mesías que Dios había prometido a Abraham. No habían tenido hijos, pero no se cansaban de pedírselo al Señor. Vivían de acuerdo con la ley de Dios.

Un día, un ángel del Señor se le apareció a Zacarías, quien se sobresaltó y se llenó de miedo. El Árcangel Gabriel le anunció que iban a tener un hijo muy especial, pero Zacarías dudó y le preguntó que cómo sería posible esto si él e Isabel ya eran viejos. Entonces el ángel le contestó que, por haber dudado, se quedaría mudo hasta que todo esto sucediera. Y así fue.

La Virgen María, al enterarse de la noticia del embarazo de Isabel, fue a visitarla. Y en el momento en que Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó de júbilo en su vientre. Éste es uno de los muchos gestos de delicadeza, de servicio y de amor que tiene la Virgen María para con los demás. Antes de pensar en ella misma, también embarazada, pensó en ir a ayudar a su prima Isabel.

El ángel había encargado a Zacarías ponerle por nombre Juan. Con el nacimiento de Juan, Zacarías recupera su voz y lo primero que dice es: "Bendito el Señor, Dios de Israel".

Juan creció muy cerca de Dios. Cuando llegó el momento, anunció la venida del Salvador, predicando el arrepentimiento y la conversión y bautizando en el río Jordán.

miércoles, 23 de junio de 2021

Aniversario de la Dedicación de nuestro Templo

Cada 23 de junio celebramos el aniversario de la Dedicación de nuestra Iglesia Parroquial de San Félix Mártir, consagrada por el entonces Obispo de Oviedo Monseñor Manuel Arce Ochotorena tal día como hoy del año 1940. 

A nuestras iglesias vamos al encuentro con nuestro Dios, que nos espera, con una presencia real, en la Eucaristía custodiada en el Sagrario. El templo, enseña el Papa Juan Pablo II, "es casa de Dios y casa vuestra. Apreciadlo, pues, como lugar de encuentro con el Padre común". La iglesia-edificio representa y significa la Iglesia-asamblea, formada por piedras vivas, que son los cristianos, consagrados a Dios por su Bautismo. "El lugar donde la comunidad cristiana se reúne para escuchar la palabra de Dios, elevar preces de intercesión y de alabanza a Dios y, principalmente, para celebrar los sagrados misterios, y donde se reserva el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, es imagen peculiar de la Iglesia, templo de Dios, edificado con piedras vivas; también el altar, que el pueblo santo rodea para participar del sacrificio del Señor y alimentarse con el banquete celeste, es signo de Cristo, sacerdote, hostia y altar de su mismo sacrificio". Vamos con toda reverencia, pues nada más respetable que la casa del Señor; "¿qué respeto no deben inspirar nuestras iglesias, donde se ofrece el sacrificio del Cielo y de la tierra, la Sangre de un Dios hecho Hombre?". Vamos también con la confianza de quien sabe bien que encuentra a Jesucristo, su Amigo, que dio la vida por amor a él; allí nos aguarda cada día. Es también la casa común donde encontramos a nuestros hermanos.

Las iglesias son el lugar de reunión de los miembros del nuevo Pueblo de Dios, que se congregan para rezar juntos. En ellas encontramos a Jesús, pues donde dos o más se reúnen en su nombre, allí está Él en medio de ellos; allí oímos su voz. Pero, sobre todo, allí encontramos a Jesús, real y sustancialmente presente en la Sagrada Eucaristía. Está presente con su Divinidad y con su Humanidad santísima, con su Cuerpo y con su Alma. Allí nos ve y nos oye, y nos atiende como socorría a aquellos que llegaban, necesitados, de todas las ciudades y aldeas. A Jesús presente en el Sagrario podemos manifestarle nuestros anhelos y preocupaciones, las dificultades, las flaquezas, y los deseos de amarle cada día más. El mundo sería bien distinto si Jesús no se hubiera quedado con nosotros. ¿Cómo no vamos a amar nuestros templos y oratorios, donde Jesús nos espera? ¡Tantas alegrías hemos recibido junto al Sagrario! ¡Tantas penas que nos atormentaban las hemos dejado allí! ¡En tantas ocasiones hemos vuelto al ajetreo de la vida ordinaria fortalecidos y esperanzados! Tampoco podemos olvidar que en el templo se encuentra el altar sobre el que se renueva cada día el Sacrificio de valor infinito que el Señor realizó en el Calvario. Cada día, en estos lugares dedicados al culto y a la oración, nos llegan incontables gracias de la misericordia divina.

Cuando un huésped ilustre se queda en una casa, sería una gran descortesía no atenderlo bien, o hacer caso omiso de él. ¿Somos siempre conscientes de que Jesús es nuestro Huésped aquí en la tierra, de que necesita de nuestras atenciones? Examinemos hoy si al entrar en una iglesia nos dirigimos enseguida a saludar a Jesús en el Sagrario, si nos comportamos siempre como corresponde a un lugar donde Dios habita de una manera particular, si las genuflexiones ante Jesús Sacramentado son un verdadero acto de fe, si nos alegramos siempre que pasamos cerca de un templo, donde Cristo se halla realmente presente. "¿No te alegra si has descubierto en tu camino habitual por las calles de la urbe ¡otro Sagrario!?". Y seguimos nuestros quehaceres con más alegría y con más paz.

En la Nueva Alianza, el verdadero templo ya no está hecho por manos de hombres: es la santa Humanidad de Jesús la que en adelante es el Templo de Dios por excelencia. Él mismo había dicho: Destruid este Templo y en tres días lo levantaré. Y explica el Evangelista: Él hablaba del Templo de su Cuerpo. Y si el Cuerpo físico de Jesús es el nuevo Templo de Dios, también lo es la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, en el que el mismo Jesucristo es la piedra angular, sobre la que está cimentada la nueva edificación. "Rechazado, desechado, dejado a un lado, dado por muerto entonces como ahora, el Padre lo hizo y lo hace siempre la base sólida e inconmovible de la nueva construcción. Y lo hace tal por su resurrección gloriosa (...).

"El nuevo templo, Cuerpo de Cristo, espiritual, invisible, está construido por todos y cada uno de los bautizados sobre la viva piedra angular, Cristo, en la medida en que a Él se adhieren y en Él crecen hasta la plenitud de Cristo. En este templo y por él, morada de Dios en el Espíritu, Él es glorificado, en virtud del sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales (1 Pdr 2, 5), y su Reino se establece en este mundo". San Pablo lo recordaba frecuentemente a los primeros cristianos: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros?.

Nuestra Señora de la Cristiandad, una peregrinación que marcará la reconquista espiritual de España

(Infocatolica) Diana Catalán, enfermera, de Tudela (Navarra). En cuanto a apostolados, trata de promover la celebración de la Misa tradicional y ayuda en las parroquias de Tudela con la música litúrgica.

Daniel Rubio, músico procedente de Valencia. Es organista y director de una schola gregoriana.

Carlos Ronda, sociosanitario de Vizcaya. Pertenece a la adoración nocturna de España en Bilbao.

Los 3 forman parte de la Asociación Nuestra Señora de la Cristiandad - España, fundada este mismo año y dedicada a organizar por primera vez la peregrinación a Covadonga (España), que lleva el mismo nombre: Nuestra Señora de la Cristiandad. En la organización de esta primera edición colaboran más de 20 personas.

Entrevistamos a Diana Catalán, como miembro de Nuestra Señora de la Cristiandad - España y una de las organizadoras de la peregrinación.

¿Cómo nace la idea de la peregrinación y por qué al estilo de la de Chartres?

Fue hace cuatro años cuando acudí por primera vez en la Catedral de Pamplona a la Misa Tradicional. Esta forma litúrgica, celebrada en latín y de cara a Cristo, es a la que han asistido, durante más de mil años, innumerables Santos. Desde San Francisco de Asís, pasando por Santo Tomás de Aquino, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, Santa Teresita de Lisieux, el Santo Padre Pío…

No sabría decir qué fue lo que más me conmovió, si la belleza de la música o su silencio, si las oraciones en la misma lengua con la que nuestros antepasados pedían gracias a Dios o la reverencia con la que el sacerdote se dirigía a nuestro Señor. Quizás todo ello en conjunto.

No tardé en darme cuenta, sin embargo, de que la Misa Tradicional era un bien escaso. ¿Por qué era tan difícil encontrar un templo donde se celebrara? ¿Por qué existían tantos prejuicios en torno a ella? ¿Por qué tantos impedimentos hacia a una forma de celebrar la Santa Misa a la que tantos Santos a lo largo de los siglos han asistido? Ante esta realidad, los que hemos tenido la gracia inmensa de conocer y amar este tesoro, no podemos quedarnos de brazos cruzados y es nuestro deber transmitir y dar a conocer esta enorme joya de la Tradición católica.

Es interesante ver el efecto que produce esta Santa Misa entre aquellos que la conocen por vez primera. Durante un viaje a Francia pude experimentarlo personalmente, valga una anécdota para ilustrarlo: el P. José Gabriel Ansaldi, sacerdote y párroco de la Diócesis de Fréjus-Toulon, había realizado un cambio hacía poco en su parroquia. La Santa Misa diaria de las 7 de la mañana, celebrada del modo actual, había pasado a celebrarse en esta forma tradicional. Le pregunté entonces cómo habían recibido los fieles este cambio y si acudían los mismos que antes. La respuesta fue un sencillo y rotundo sí. Y aún dijo más: incluso los niños que ejercen de monaguillos prefieren ir a la mañana, aunque tengan que levantarse pronto, que hacerlo a la tarde.

Dada esta enorme diferencia de actitud hacia la Misa tradicional entre ambos países fue que, hablando con este mismo sacerdote, surgió la idea de una peregrinación así para dar a conocer esta forma de celebrar la Misa y que desaparezcan los prejuicios de mucha gente hacia ella.

¿Por qué al estilo de Chartres? Porque la experiencia nos muestra que todo aquel que acude crece espiritualmente y regresa trayendo al año siguiente más amigos. Y fuera de Europa tenemos el ejemplo de Argentina, donde existe una peregrinación realizada bajo el mismo espíritu. Entre ambas, aunque comenzaron con pocos miembros, hoy en día son un referente que suma miles de peregrinos anuales y creciendo.

¿Quién está detrás de la peregrinación?

Está organizada por un grupo de fieles laicos, muchos de ellos jóvenes, procedentes de diversos lugares de España e independientes de cualquier orden, fraternidad o instituto religioso. Compartimos nuestro amor por la Tradición católica y la forma extraordinaria del rito romano, siempre en comunión con la Iglesia y el Santo Padre.

¿Por qué bajo el amparo de San José?

Este año la peregrinación está especialmente dedicada al Glorioso Patriarca, recogiendo así la convocatoria del Papa Francisco, quien declaró el 2021 como año de San José para conmemorar los 150 años de la Declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal por el Beato Papa Pío IX en 1870.

«No me acuerdo hasta hoy de haberle suplicado nada que no me lo haya concedido», escribe Santa Teresa de Jesús sobre San José. Ante una ocasión como esta, una primera edición de la peregrinación, pensamos que no hay mejor santo al que encomendarnos, pues sabemos que no desoirá nuestras súplicas y su intercesión nos ayudará a llevar a cabo esta obra para mayor gloria de Dios y alabanza de la Santísima Virgen.

¿Por qué se hace con espíritu penitencial, sin grandes comodidades?

Uno de los motivos por los que se peregrinaba en la Edad Media era para hacer penitencia por los pecados cometidos. También esta peregrinación puede ser un buen instrumento para nuestra conversión, pidiendo perdón por nuestros pecados, pero también por los del mundo, como pidió Nuestra Señora en Fátima. En nuestro camino no dormiremos en hoteles, sino en saco de dormir, sobre el suelo. Caminaremos muchos kilómetros y a veces el camino será duro: muchos sufrirán ampollas o incluso algunos se lesionarán. Nos levantaremos muy pronto, no habrá lugar para cargar el teléfono, no comeremos en restaurantes y las condiciones de higiene personal serán reducidas. Pero cada uno de los peregrinos podrá ofrecer esta falta de comodidades como un pequeño sacrificio a Nuestro Señor, por su santificación personal y la del mundo entero. En estas condiciones de simplicidad material, fuera de los lujos y distracciones que nos envuelven en nuestro día a día, podremos centrarnos mucho más en la oración y poner nuestro corazón en lo único realmente importante, en Dios.

¿Por qué la Misa Tradicional es el centro de la misma?

La Santa Misa debe ser el centro de la vida de cualquier católico, ya que es el mismo Sacrificio de Cristo en la Cruz, ofrecido a Dios Padre por la salvación de los hombres. Es el acto de culto divino más perfecto que puede existir, orientado a la adoración a Dios, la acción de gracias, la propiciación por nuestros pecados y las almas del purgatorio, y la súplica por nuestras necesidades. Así, la Santa Misa no podría sino ser el elemento central de la peregrinación y, por ello, se celebrará a diario con la máxima solemnidad siguiendo la llamada “forma extraordinaria” o liturgia romana tradicional. Esta liturgia plurisecular se enraiza fuertemente en las tradiciones de los primeros cristianos y es la misa con la que se han santificado innumerables santos a lo largo de los siglos. Se celebra en latín, lengua común de la Iglesia occidental, que nos conecta fuertemente con los orígenes de la Iglesia romana. Muchos de sus textos son de una gran antigüedad, remontándose a la tradición apostólica. Siguiendo una antiquísima tradición, se celebra ad orientem, con el sacerdote –actuando in persona Christi para ofrecer el Santo Sacrificio– orientado hacia el este, al igual que los fieles. Se trata de una liturgia celebrada con gran reverencia, que expresa de forma bella y admirable qué es la Santa Misa, que adora a Dios con gran fervor, e inspira a todo aquel que asiste, tocándole el corazón e incitando al recogimiento y la oración. Creemos que esta santa liturgia puede hacer mucho bien a cualquier católico, enseñando las verdades de nuestra fe de forma admirable (lex orandi, lex credendi). Por ello, queremos dar a conocer esta liturgia a todos: no se trata de una celebración para eruditos o expertos en liturgia, sino de un gran tesoro de la Iglesia del que todos –niños, jóvenes y más mayores– podemos beneficiarnos.

¿Considera que es importante que se unan en Covadonga jóvenes, y no solo jóvenes, sino personas de cualquier edad, que amen la Tradición de la Iglesia?

¡Desde luego! Gracias a Dios, cada vez más, vemos más y más católicos jóvenes comprometidos con la evangelización, tomando la fe en serio y queriendo regresar a las raíces de nuestra fe, fuera de experimentos fallidos. Por ello, creemos que muchos jóvenes acudirán a esta peregrinación. Sin embargo, no se trata de una peregrinación solo para jóvenes, sino para personas de cualquier edad (siempre que estén en condiciones físicas de realizar el camino o bien de colaborar como voluntarios). En estos tiempos en los que el mundo ataca fuertemente a la Iglesia, y en los que también dentro de la Iglesia hay mucha confusión, creemos que es fundamental que los católicos acudamos en gran número para reclamar la construcción de la Cristiandad en nuestra sociedad. En estos momentos de dificultad, rezaremos juntos y encomendaremos a la Santísima Virgen a la Iglesia, España y el Santo Padre. Todo aquel que acuda podrá vivir una ocasión magnífica para su santificación personal y podrá obtener innumerables gracias espirituales durante estos días. Muchos podrán descubrir la Tradición de la Iglesia durante estos días y, de certeza, nadie quedará defraudado con la experiencia.

Precisamente Covadonga es símbolo de la reconquista; no es casual el lugar.

(Para que se haga una idea, nuestros amigos franceses que van a participar en la peregrinación estaban muy emocionados de que fuese Covadonga. Aunque, como buenos franceses, nos recordaron el papel que ellos tuvieron en Poitiers).

Desde el primer momento pensamos que el lugar de la peregrinación debía ser mariano y muy característico de España, como Luján lo es en Argentina. Al poner la fecha de la peregrinación en torno al día de Santiago Apóstol, pensamos que terminar en Covadonga sería lo idóneo. Este lugar nos retrotrae al año 722, cuando nuestros antepasados, desprovistos de todo poder y con el enemigo que había conquistado casi toda la Península, decidieron presentar batalla, venciendo. Esperamos que esta peregrinación pueda contribuir a la restauración del orden social cristiano con la ayuda de Nuestra Señora, la Santina de Covadonga.

Todo el mundo coincide en que es algo providencial y va a ser una gran fuente de gracias. ¿Esperaban tan desbordante acogida?

Tenemos la misma sensación. Creemos que Dios está actuando y que va a traer muchas gracias a España por medio de esta peregrinación. Mucha gente se ha involucrado desde el primer momento y ha pasado por encima de todas nuestras expectativas el impacto que está generando. Va a ser una gran oportunidad para dar a conocer la Santa Misa Tradicional y que todos aquellos grupos y personas que venían impulsando esta espiritualidad tradicional puedan establecer contacto para estar más unidos y obtener mejores frutos. Sólo queda dar gracias a Dios y rezar para que todo salga bien.

¿Qué frutos espirituales esperan obtener?

Esperamos que esta peregrinación nos permita alcanzar numerosos frutos espirituales a todos y cada uno de los peregrinos. A través de la oración, el silencio, los sacrificios, mortificaciones, la celebración de la Santa Misa, la adoración al Santísimo y el rezo del Santo Rosario, los peregrinos podremos santificarnos de forma especial. Será una ocasión excelente para pedir numerosas gracias a Nuestro Señor, por intercesión de la Santísima Virgen María, y especialmente encomendando a nuestras familias, a nuestra Patria, al Santo Padre y a la Iglesia entera, en estos momentos de tanta necesidad espiritual y moral.

¿Cómo se pueden inscribir los peregrinos?

La inscripción se realiza a través de la página web (https://nscristiandad.es/inscripcion/), rellenando un solo formulario por familia. Si bien el plazo de inscripción termina el 10 de julio, las plazas para pernoctar en los campamentos están limitadas a 600 peregrinos, por lo que recomendamos inscribirse cuanto antes. A la hora de hacer la inscripción las familias con niños o personas con dificultades físicas pueden optar por hacer el recorrido parcial (la mitad de la ruta). Además, existe la posibilidad de acudir como voluntarios (https://nscristiandad.es/voluntariado/) ya que van a hacer falta no pocas manos para ayudar en la organización. Aquellos que no puedan acudir físicamente quedan invitados a unirse en la oración como «ángeles de la guarda» (https://nscristiandad.es/angeles-de-la-guarda/) y recibirán las meditaciones diarias en su correo electrónico. También aquellos que quieran hacerlo pueden ayudar realizando un donativo para sufragar los costes materiales de la organización (https://nscristiandad.es/donaciones/).

¡Os invitamos a todos a peregrinar con nosotros!

martes, 22 de junio de 2021

Jornada de los abuelos y mayores

(C.E.E.) El papa Francisco ha hecho público este martes 22 de junio de 2021 su Mensaje para la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores que se celebrará cada año el cuarto domingo del mes de julio, entorno a la festividad de San Joaquín y Santa Ana. En esta ocasión será el 25 de julio.

“Yo estoy contigo todos los días” es el lema elegido para esta Jornada. Lo explica el Papa en su escrito, «incluso cuando todo parece oscuro, como en estos meses de pandemia, el Señor sigue enviando ángeles para consolar nuestra soledad y repetirnos: <Yo estoy contigo todos los días>. Esto te lo dice a ti, me lo dice a mí, a todos. Este es el sentido de esta Jornada que he querido celebrar por primera vez precisamente este año, después de un largo aislamiento y una reanudación todavía lenta de la vida social. ¡Que cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada persona mayor —sobre todo los que están más solos— reciba la visita de un ángel!».

Indulgencia Plenaria en la Jornada de los abuelos y mayores

Además, la Penitenciaria Apostólica concede la Indulgencia Plenaria a los abuelos, a los mayores y a todos los fieles que participen el 25 de julio de 2021 en la celebración que presidirá el Papa Francisco en la Basílica Papal del Vaticano o en los diversos actos que se realizarán en todo el mundo. También se concede la Indulgencia a los fieles que dediquen un tiempo adecuado a visitar a sus hermanos mayores necesitados o en dificultad. Los que no puedan salir de casa por un motivo grave, recibirán la indulgencia uniéndose espiritualmente a las celebraciones de este día a través de los medios de comunicación.

La Penitenciaría Apostólica recuerda en su nota las tres condiciones habituales que exige la Iglesia para obtener la indulgencia: confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice.

Los obispos catalanes deciden adelantar el suicidio. Por Jorge González Guadalix

(De profesión cura) Me temo que los señores obispos de la autodenominada Conferencia Episcopal Tarraconense -no reconocida como tal por la Santa Sede-, acaban de pegar un doble salto mortal de funestas consecuencias. Por más que nos quieran hacer tragar que su nota en realidad no dice nada, todo el mundo ha entendido lo mismo, que los obispos catalanes se posicionan claramente a favor del indulto de los políticos presos.

Un punto de no retorno. Un hasta aquí hemos llegado que está llevando a muchísimos fieles a replantearse su lugar en la Iglesia y su forma de expresar su sentir de estar lejos de estos planteamientos.

La Iglesia en Cataluña está herida y de muerte. Lo sabemos todos y negarlo es simplemente hacer el ridículo. Por más que se empeñen también en negarlo, la remodelación de parroquias en Barcelona no es más que la última constatación. Hace años hicieron una apuesta por el nacionalismo excluyente que últimamente se convirtió en esteladas, lazos amarillos, acciones en favor del proceso separatista y abundantísimas firmas de clérigos en esa línea. Es prácticamente imposible encontrar culto en español en amplias zonas de Cataluña. Es decir, o eres independentista catalán o ya puedes largarte. Han conseguido grandísimos éxitos. Por ejemplo, ser la región más descristianizada de España.

¿Y los obispos qué dicen? Los obispos dicen que están encantados con la situación, tanto que tragan desde hace años con unos templos parroquiales llenos de símbolos independentistas que nadie se molesta en cuestionar. Los obispos, que algo de teología deben saber, amén de que tendrán alguna noción de derecho o asesores que la posean, deberían pensar en algunas cosas.

Por ejemplo, que tienen feligreses, no activistas políticos, y que muchos de sus feligreses son castellanohablantes y no nacionalistas ni separatistas. Por ejemplo, que su misión episcopal es el anuncio del evangelio que, entre otras cosas es convivencia y fraternidad, y no la opción por un partidismo político. Por ejemplo, la pela es la pela, que apenas un 16 % de los catalanes marcan la x a favor de la Iglesia en su declaración del IRPF. Por ejemplo, que un indulto exige petición de este y arrepentimiento, cosa que no se ha dado en el caso de los políticos catalanes presos, antes bien, siguen diciendo que lo repetirán hasta conseguir la independencia de Cataluña.

Desde ayer no sé las llamadas, correos y WhatsApp que llevo de gente indignada con esto. Gente que además se pregunta para qué leches queremos la conferencia episcopal española. Me decía una persona, en concreto, ¿no afirmaron los obispos hace no mucho que la unidad de España es un bien moral? Y siendo así, ¿los obispos catalanes juegan con su ruptura y el resto de la conferencia mirando para Albacete? Entonces, ¿para qué queremos una conferencia episcopal? Y los fieles, ¿qué pintamos, qué podemos hacer?

No es fácil responder a estas preguntas. Nada fácil. Bueno, en realidad tampoco es tan complicado, pero como pueden imaginar no será un servidor quien ofrezca sugerencias.

Don Jorge, se le nota cabreado. Digamos que un pelín calentito por lo que llevo escuchado desde anoche. Simplemente diría a los obispos de Cataluña: sean honestos con ustedes mismos. Culto catalán, dinero catalán y curas y religiosos catalanes. Ni un euro que huela a charnego. Vivan de lo suyo y si pasan frío se pueden arropar con la estelada y usar el lazo de bufanda.

Las 30 lecturas que recomienda Munilla para este verano: ideas para descansar, formarse e informarse

(Rel.) Como cada año y cuando se acercan las vacaciones estivales, el obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla, publica una serie de títulos para disfrutar durante el verano.

En sus "lecturas estivales católicas 2021", el prelado vasco recomienda más de una treintena de libros de temática variada. Van desde temas de liturgia a literatura, de espiritualidad a ensayos, y de hagiografías a cuestiones más centradas en la educación o en la vida de la Iglesia.

A continuación ofrecemos el listado completo de lecturas recomendadas por monseñor Munilla:

Sobre el Papa Francisco


-Papa Francisco, Soñemos juntos. El camino a un futuro mejor (Plaza& Janes Editores 2020)

-Papa Francisco, De los vicios y de las virtudes (Romana Editorial 2021)

Sobre Liturgia


-Raniero Cantalamessa, Los Misterios de Cristo en la vida de la Iglesia – 1: Navidad y Bautismo (Monte Carmelo,Burgos 2021).


Hagiografías


-Vito Rizzo, Carlo Acutis. El apóstol de los milenials (Editorial Ciudad Nueva, Madrid 2021).

-Hugo Rahner, Escritos Ignacianos (Didaskalos, Madrid 2021).

-Juan Alfonso Polanco, Vida de Ignacio de Loyola (Ediciones Mensajero, Bilbao 2021).

-Aude Dugast, Jérôme Lejeune (Ediciones Encuentro, Madrid 2021).

-Jöel Guibert, Leonia. La debilidad transfigurada (Monte Carmelo, Burgos 2021).

-Ignacio Amorós Rodríguez-Fraile, El misterio de la sed de Jesús. Madre Teresa (Nueva Eva, Madrid 2020).

-Anne Bernet, Mónica, madre de san Agustín (Palabra 2021)

Libros de espiritualidad


-Nicolas Diat, Tiempo de morir (Palabra 2021).

-Tomás Spidlík, Amad el silencio. Meditaciones (Editorial Ciudad Nueva, Madrid 2021).

-Carlos Jesús Gallardo Panadero, Dadme vuestro corazón (Monte Carmelo, Burgos, 2021).

-San Juan Pablo II, Meditación sobre el don (Didaskalos, Madrid 2021).

-Salvador Muñoz Iglesias, La espiritualidad de los salmos (Espiritualidad, Burgos 2021).

-François-Marie Léthel, La luz de Cristo en el corazón de la Iglesia (Ediciones Cor Iesu, Toledo 2021).

-Raniero Cantalamessa, Esos tus ojos misericordiosos (PPC Editorial, Madrid 2021).

-Jacques Phillippe, La paternidad espiritual del sacerdote (Rialp 2020)

Libros de ensayo-pensamiento


-Jacinto Bátiz, Cuestiones sobre la eutanasia (Nueva Eva 2021)

-R. Reno, El retorno de los dioses fuertes (Homo Legens, Madrid 2020).

-Christopher Dawson, Hacia la comprensión de Europa (Ediciones Encuentro, Madrid 2021).

Libros sobre cuestiones de la Iglesia


-Card. George Pell, Diario en prisión (Ediciones Palabra, Madrid 2021).

-Livio Melina–Traecy Rowland, La Iglesia en el banquillo (Didaskalos,Madrid 2021).

-Peter Seewald, Benedicto XVI. Una vida (Mensajero, Bilbao 2020).

Sobre Educación


-Karen E. Bohlin, Educando el carácter a través de la literatura (Didaskalos, Madrid 2020).

-Meg Meeker, Educar hijas fuertes en una sociedad liquida (Ediciones Palabra, Madrid 2020).

-José García de Castro, Educar lo invisible: la inspiración de la educación ignaciana (Mensajero, Bilbao 2021).

Literatura


-Juan Manuel de Prada, Una biblioteca en el oasis (Magnificat, Madrid 2021).

-Dante Alighieri, Divina Comedia (BAC, Madrid 2021).

-Nicholas Wiseman, Fabiola (Homo Legens, Madrid 2021).