Usted no sabe cómo es la gente de estos pueblos. Por Jorge González Guadalix

(De profesión cura) Eso me dijeron nada más aterrizar en la Sierra al decir que pensaba celebrar misa dos días por semana en cada pueblo:

- La gente no viene a misa a diario, hace mucho que no tenemos. Ni lo intente. Usted no sabe cómo es la gente de estos pueblos.

- Tampoco la gente de estos pueblos sabe cómo soy yo. Ya veremos.

- Haga lo que quiera, que ya se cansará.

- O no.

Voy camino de los seis años en la Sierra Norte. Me canso, claro que sí. Pero me aguanto. Y salvo alguna emergencia, ahí sigo cada día en un pueblo: rosario, misa y exposición del Santísimo. Y si tengo quien dirija el rosario, aprovecho para estar en el confesionario.

- Si no se confiesa nadie…

- Nunca se sabe.

¿Tiempo de juego y resultado?

Que en misa, a diario, siempre hay alguna persona, y que lo de confesarse pues siempre llega alguien.

Estamos de fiestas de la Virgen del Buen Suceso en Braojos. Desde el pasado día 30, rosario, novena y misa cada tarde y el señor cura en el confesionario. A la novena están acudiento en torno a las veinte personas. No son muchas en valor absoluto, pero son el 10 % de la población. Y al confesionario se ha acercado algún penitente. Y como en este pueblo somos fiesteros, hoy jueves, mañana viernes y el domingo, los tres días, misa a las 13 h. y a continuación procesión con la Virgen. El sábado romería hasta la ermita: salida a las 12 de la mañana del termplo parroquial, ofrenda floral al llegar a la ermita, misa solemne y presentación de niños a la Virgen, aperitivo popular y a las 18 h. regreso con la Virgen al templo parroquial rezando el rosario.

Se lo cuento hoy por si les apetece acompañarnos.

A las misas y procesiones de hoy, mañana viernes y domingo acudirá gente. El sábado ya ni les cuento.No vendrán mucho, pero a la Virgen siguen acudiendo con sus flores y la acercarán a sus niños para que los bendiga.

¿Planes para el próximo curso? Ninguno en especial. Vamos, lo de siempre: misa diaria, rosario, exposición del Santísimo, confesar, estar con la gente, atender a enfermos y a personas con necesidad, procurar una formación básicamente a través de la predicación y contnuar enredando en esta red. Algo de fruto dará. El otro día me decía una feligresa:

- Desde luego, estamos rezando más que nunca.

Y recordarles, eso sí, sus avemarías. Yo creo que son las grandes responsables de que un servidor siga animado. Dios y la Virgen se lo paguen.