(COPE) Muchas mujeres en la vida de la Iglesia han marcado el servicio a los más necesitados en el ocaso de su vida. Hoy celebramos a Santa Teresa de Jesús Jornet, que mostró su preocupación por los excluidos de la tercer edad y a ellos encaminó su carisma. Nace en Aytona, Provincia de Lérida en 1843, dentro de una familia profundamente cristiana. Pronto estudiará Magisterio dedicándose a la enseñanza en Argensola (Barcelona).
Cuando el Padre Francisco Palau, tío abuelo suyo, le invita a ayudarle en una posible fundación que va a llevar a cabo, ella, opta por la vida contemplativa, entrando en las Clarisas de Briviesca (Burgos), mientras su hermana ingresa en las Hijas de la Caridad. Sin embargo La providencia se sirve d ellos acontecimientos para darle sotro rumbo. Y es que la situación social y política, le impiden emitir los votos, por lo que se hace Terciaria Franciscana.
Posteriormente se acerca al proyecto del sacerdote Saturnino López Novoa, que piensa en una institución femenina dedicada al cuidado de los enfermos, idea que se inicia con otro grupo de presbíteros en Huesca y Barbastro. Teresa, descubriendo que ahí es donde Dios le llama, arrastra a su hermana y otras mujeres, hasta llegar a 12, para secundar este carisma. Son las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Ella misma será Superiora por espacio de 22 años.
A lo largo de este tiempo, centraliza la Fundación en Valencia. Por eso, la Virgen de los Desamparados, Patrona de la capital valenciana, le da el nombre. Santa Teresa de Jesús Jornet muere en Liria (Valencia), en el año 1897, dejando casas abiertas fuera de nuestras fronteras. El Papa San Pablo VI la canoniza en el año 1974. Es patrona de la ancianidad. Su lema siempre fue “cuidar cuerpos para salvar almas”. Su obra está extendida por buena parte del mundo.
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