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lunes, 11 de julio de 2022

Necrológica

Falleció el sacerdote diocesano de Getafe Rvdo. Sr. D. Antonio Puente Álvarez 

Natural de Benavides de Orbigo (Provincia de León y Diócesis de Astorga) 

Ingresó en la Congregación de la Sociedad del Apostolado Católico ''Padres Palotinos'' en cuyo seno recibió la ordenación sacerdotal por el entonces obispo administrador apostólico de Astorga y Arzobispo Coadjutor electo de Barcelona Monseñor Marcelo González Martín en 1966. 

Su primer destino fue como Profesor - Prefecto de disciplina del Colegio Sagrado Corazón en Molinar de Biscay - Vizcaya (1966 - 1970)

En 1970 pide permiso a sus superiores para hacer una experiencia como sacerdote diocesano poniéndose al servicio del Arzobispado de Oviedo. 

Ejerce como Coadjutor de la Parroquia San Esteban de Ciaño - Langreo (1970-1972) y (1975-1978)

*Se ausenta desde 1972 a 1974 para atender a sus ancianos padres al tiempo que colabora haciendo las veces de coadjutor en la parroquia de Veguellina de Órbigo (Diócesis de Astorga).

Ejerce como Cura Regente en la Parroquia del Amparo de Tuilla - Langreo (1978-1983)

Su espíritu misionero le llevó hasta Alemania donde también ejerció como capellán de emigrantes  desde 1974 a 1975.

En el año 1983 llegó al municipio de Móstoles y ejerció como vicario parroquial en Divino Pastor hasta el año 1992. 

En el año 1991 se incardina en la recién creada diócesis de Getafe en la cuál tuvo los siguientes destinos:

Párroco en Nuestra Señora de Fátima en Fuenlabrada (1992-1994)

Párroco de San Miguel Arcángel de Villamantilla (1994 - 2015)

Administrador de la Parroquia  de la Inmaculada de Villanueva de Perales (1994-2002) 

Miembro del Consejo Presbiteral de Getafe (1996-2001)

Los sacerdotes que le conocieron manifiestan que era muy trabajador, que ejerció su ministerio con honradez, amor y fidelidad a la doctrina de Cristo siguiendo el ejemplo del buen samaritano al servicio de la comunidad parroquial que el Obispo le encomendara en cada momento; como el Buen Pastor, conocía a los feligreses por su nombre.

Llevaba siempre en su corazón a los más necesitados, a los alejados, a los pobres, a los descartados por la sociedad, por los que siempre sintió predilección, dedicándose con entrega también a los enfermos.

De carácter profundamente mariano era muy devoto de la Virgen de la Poveda, patrona de Villa del Prado, a cuyas fiestas acudía.

Falleció el pasado viernes 8 de julio, a la edad de 79 años, víctima del coronavirus.

D. E. P. 

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