“Agradecemos la generosidad de los ovetenses, siempre se han volcado con la institución”, dice Rafael Virgós, secretario de la entidad benéfica
“La Cocina Económica ofrece mucho más que comida a los más necesitados desde hace más de un siglo; se preocupa por la atención integral a las personas”. Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Sor María Fernanda García Rodríguez, responsable de la institución benéfica ovetense, que junto a su secretario, Rafael Virgós, impartió la charla de clausura del ciclo de La Balesquida.
Desde 1880 la Cocina Económica alimenta a los que más lo necesitan y se ha ganado un hueco en el corazón de los ovetenses, tal como señaló Willy Pola, directivo de La Balesquida, durante la presentación. La institución estuvo ligada casi desde su nacimiento a la orden de las Hijas de la Caridad, fundada por San Vicente de Paul. “En las bases fundacionales ya se indica que auxiliarán al administrador una comisión de señoras y otra de caballeros”, explicó la religiosa.
“Recibimos ayudas de todo tipo, desde comida a productos de aseo y limpieza; desde el principio de la pandemia repartimos mascarillas y no hemos tenido que comprar ni una”, indicó sor Fernanda, que también destacó la gran capacidad que ha tenido la entidad para adaptarse a los cambios. “La creación de la Cocina Económica fue promovida en 1888, tras la ‘nevadona’ que hizo sufrir en extremo a la población más desfavorecida de la ciudad”, señaló Rafael Virgós, que también agradeció la generosidad de los ovetenses “que siempre se han volcado con la institución”.
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