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sábado, 31 de octubre de 2020

AVISOS DE ÚLTIMA HORA

Ante la situación en que nos encontramos, para facilitar la cercanía de estas celebraciones a tantas personas que se encuentran confinadas en las principales ciudades de Asturias y de fuera de la provincia hemos decidido algunas medidas de última hora que llevaremos a cabo gracias a los medios.

La única novedad es que cerraremos el cementerio de Lugones entre las 16:00 y las 16:45 horas -apróximadamente- de este día 1 de noviembre para rezar el rosario y el responso por los difuntos a puerta cerrada (sacerdote y acólitos), podéis uniros a través de la página facebook de la parroquia. 

Lo mismo ocurrirá con el cementerio de Viella que cerraremos el día 2 entre las 16:00 a las 16:45 -apróximadamente- para rezar el rosario y el responso por los difuntos a puerta cerrada (sacerdote y acólitos), podéis uniros a través del perfil facebook de la parroquia.


Para orar en el Cementerio

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Dichosos los que mueren en el Señor! Que descansen ya de sus fatigas y que sus obras los acompañen.

Autor de la vida, acuérdate de nuestros hermanos, familiares y bienhechores que, confiando en ti, ha ido a su descanso eterno; y, ya que este primer mundo acabó para ellos, alégralos ahora en tu paraíso, donde ya no hay llanto ni luto ni dolor, sino paz y alegría con tu Hijo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. R/. Amén.

Hacia ti, Señor, levantamos nuestros ojos; contempla, Señor nuestra tristeza, fortalece nuestra fe y concede a nuestros hermanos difuntos el descanso eterno.

 1.- Tú que resucitaste a los muertos, concede la vida eterna nuestros hermanos. 
R/. Te lo pedimos, Señor. 

2.- Tú que desde la cruz prometiste el paraíso al buen ladrón, acoge a nuestros hermanos en tu reino. 
R/. Te lo pedimos, Señor. 

3.- Tú que experimentaste el dolor de la muerte y resucitaste gloriosamente del sepulcro, concede a nuestros hermanos la vida feliz de la resurrección. R/. Te lo pedimos, Señor. 

4.- Tú que lloraste ante la tumba de tu amigo Lázaro, dígnate enjugar las lágrimas de quienes lloramos la muerte de nuestros hermanos. R/. Te lo pedimos, Señor. 

V/. Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad 

V/. Padre nuestro, Ave María, Gloria 

Oración Final_ Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que tus siervos, que han salido de este mundo, perdonados de sus pecados y libres de toda pena, gocen junto a ti la vida inmortal; y, cuando llegue el gran día de la resurrección y del premio, colócalos entre tus santos y elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.

V/. Dales Señor el descanso eterno. 
R/. Y brille sobre ellos la luz eterna. 

V/. Descansen en paz. 
R/. Amén. 

V/. Sus almas y las almas de todos los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. 
R/. Amén. 



viernes, 30 de octubre de 2020

El sacerdote Fernando Valera, nuevo obispo de Zamora

(C.E.E.) La Santa Sede ha hecho público a las 12.00 h. de hoy, viernes 30 de octubre de 2020, que el papa Francisco ha nombrado al sacerdote Fernando Valera Sánchez obispo de Zamora. Así lo ha comunicado la Nunciatura Apostólica en España a la Conferencia Episcopal Española. Fernando Valera es director espiritual del seminario mayor de San Fulgencio y del seminario menor de San José de la diócesis de Cartagena. 

La sede de Zamora estaba vacante tras el fallecimiento de Mons. Gregorio Martínez Sacristán, el 20 de septiembre de 2019. Está al frente de la diócesis, como administrador diocesano, José Francisco Matías Sampedro.

Fernando Valera Sánchez, director espiritual de los seminarios diocesanos

El obispo electo de Zamora nació el 7 de marzo de 1960 en Bullas (Murcia). Ingresó en el seminario a los 17 años, ordenándose sacerdote el 18 de septiembre de 1983. Es licenciado en Filosofía por la Universidad Católica de San Antonio de Murcia. Licenciado y doctor en Teología Espiritual por la Universidad de Comillas.

Durante sus primeros seis años como sacerdote ejerció su ministerio en diversas parroquias de la diócesis de Cartagena, siendo nombrado párroco de San Antonio de Padua de Mazarrón en 1990. De 1994 a 1997 fue párroco de San Lorenzo. De 1998 al 2000 completó sus estudios de espiritualidad en la Universidad Antonianum de Roma. A su regreso a España ejerció como párroco de Santiago Apóstol de Lorquí, desde el año 2000 al 2004. Fue también párroco de Nuestra Señora del Rosario de Puente Tocinos, del 2004 al 2005, y párroco de la Purísima de Javalí Nuevo de 2005 al 2011.

Ha desempeñado otros oficios canónicos como miembro del Consejo Presbiteral; vicario de la zona pastoral Suburbana 1; director espiritual de las misioneras de la Sagrada Familia de Rincón de Seca (Murcia); y miembro de la Fundación para la Difusión de la Cultura Católica.

Desde el año 2011 es director espiritual del seminario mayor de San Fulgencio y del seminario menor de San José. También desde 2019 es canónigo de la catedral de Murcia. Además es profesor del Instituto Teológico de San Fulgencio, Murcia, y miembro del Colegio de Consultores.

Carta semanal del Sr. Arzobispo

Nos han nacido nuevos hermanos

Fue su primera novela,y también su primer premio literario. El título es ya una declaración de intenciones: “La sombra del ciprés es alargada”, precioso título para una de las novelas castellanas más reconocidas y pre- miadas. Miguel Delibes, nuestro gran escritor castellano, cuyo centenario de su nacimiento acabamos de rememorar, quiso ambientar en Ávila la historia de aquel niño llamado Pedro, joven adulto después, que fue confiado a la tute- la de un maestro que marcará el horizonte del pequeño. Don Mateo Lesmes, el maestro, proyectará el pesimismo propio en la mirada del chaval, y esto determinará buena parte de su vida.Son los ojos prestados,que cuando se hacen deudores de un escepticismo voraz, acaban por eclipsar la luz más diáfana y hurtar los más vivos colores de la realidad que no sabe sólo de blancos,negros y grises.

Yo di mis primeros pasos sacerdotales en Ávila. Me emocionaba bajar desde el Mercado Chico callejeando hasta deambular la famosa calle Vallespín donde tiene lugar la novela, que aboca a uno de los lienzos sur de la ciudad amurallada. Inolvidables las tardes de otoño, con aquellos andurriales vacíos de gente, con la bruma de las horas vespertinas que rompía parcialmente la tenue luz de sus farolas románticas.Todo era silencio.Ni siquiera se escuchaban los ladridos de los canes.Y bajando o subiendo Vallespín, experimentabas los lances de una vida que permea- ba del mundo que el viejo maestro dibujaba en la pizarra de la conciencia de un adolescente. El miedo, la inseguridad, la losa de la muerte como trasfondo de las cosas, llenando de aquel pesimismo proverbial lo que injustamente se imponía como si fuera esa visión quien hiciera las cuentas humildes con la humilde realidad.Y no,la vida no era así, aunque así la pintase la paleta de un educador enfadado con la vida. Porque tantas veces nos encontramos con una ventana torcida al lado peor de las cosas, creyendo que no cabe posibilidad alguna para asomarse a otro ventanal.

Al final termina uno por resignarse pensando que no hay más horizonte que el de la bruma espesa, el silencio mudo, el vacío de belleza y de bondad. En estos días de comienzo de noviembre, la sombra de nuestro ciprés sigue siendo muy alarga- da. Son sombras aciagas ante la impostura de una pandemia que siembra a diario la muerte en tantas personas, hiere a los contagiados que luego tendrán secuelas, mientras astilla a médicos y sanitarios y cuantos los ayudan de tantos modos, hasta la extenuación más dura. Medidas hay que tomarlas, incluso drásticas y audaces para intentar paliar y parar el mal que nos atenaza. Pero nadie debería ampararse en la sombra del ciprés de nuestros males, para imponerse impunemente con sus leyes ideológicas y sus formas mentirosas, confinando nuestros derechos y conculcando nuestra libertad. Mezclar la responsa- ble ayuda y las urgentes medidas necesarias con un abusivo atrincheramiento fuera de todo con- trol parlamentario durante meses, tiene ribetes de preocupante deslizamiento hacia formas tan poco democráticas que arriesgan en convertir- se en dictatoriales. Bienvenidas las medidas inspiradas en el consejo de personas competentes por su saber científico, epidemiológico y de segu- ridad ciudadana, no en trágalas políticos y partidistas.

La sombra del ciprés es siempre alargada. Pero la enfermedad y la muerte no tienen la última palabra. Los cristianos no creemos en la vida larga,sino en la vida eterna.Y es la que en estos días primeros de noviembre recordamos mirando a todos los Santos y rezando por nuestros difuntos. Sabemos que nuestra vida está en las mejores manos, las de un Dios que nos tiene cerca, nos mira con ternura y a través de los cipreses cuela la esperanza disolviendo nuestras sombras.

+ Jesús Sanz Montes, 
Arzobispo de Oviedo

jueves, 29 de octubre de 2020

Decreto sobre las indulgencias plenarias para los fieles difuntos en la actual situación de pandemia

         
 
PENITENCIARÍA APOSTÓLICA

DECRETO

Este año, en las circunstancias actuales debidas a la pandemia de “covid-19”, las indulgencias plenarias para los fieles fallecidos se prorrogarán durante todo el mes de noviembre, con la adecuación de las obras y condiciones para garantizar la seguridad de los fieles.

Esta Penitenciaría Apostólica ha recibido muchas peticiones de los sagrados pastores solicitando que este año, a causa de la epidemia de “covid-19”, se conmutaran las obras piadosas para obtener las indulgencias plenarias aplicables a las almas del purgatorio, según el Manual de Indulgencias (conc. 29, § 1). Por este motivo la Penitenciaría Apostólica, por mandato especial de Su Santidad el Papa Francisco, establece de muy buen grado y decide que este año, para evitar las aglomeraciones donde están prohibidas:

a.- La indulgencia plenaria para los que visiten un cementerio y recen por los difuntos aunque sólo sea mentalmente, establecida por regla general sólo en días concretos del 1 al 8 de noviembre, podrá ser trasladada a otros días del mismo mes hasta que acabe. Estos días, elegidos libremente por los fieles, también pueden ser independientes entre sí.

b.- la indulgencia plenaria del 2 de noviembre, establecida con ocasión de la conmemoración de Todos los Fieles Difuntos para los que visiten piadosamente una iglesia u oratorio y reciten allí el “Padre Nuestro” y el “Credo”, puede ser transferida no sólo al domingo anterior o posterior o al día de la solemnidad de Todos los Santos, sino también a otro día del mes de noviembre, libremente elegido por cada uno de los fieles.

Los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos graves no puedan salir de casa, por ejemplo a causa de las restricciones impuestas por la autoridad competente para el tiempo de la pandemia, con el fin de evitar que numerosos fieles se aglomeren en los lugares sagrados, podrán obtener la indulgencia plenaria siempre que se unan espiritualmente a todos los demás fieles, completamente desapegados del pecado y con la intención de cumplir cuanto antes las tres condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre), ante una imagen de Jesús o de la Santísima Virgen María, recen oraciones piadosas por los difuntos (por ejemplo, laudes y vísperas del Oficio de Difuntos, el rosario mariano, la corona de la Divina Misericordia, otras oraciones por los difuntos más apreciadas por los fieles), o se dediquen a la lectura meditada de alguno de los pasajes del Evangelio propuestos por la liturgia de los difuntos, o realicen una obra de misericordia ofreciendo a Dios los dolores y las dificultades de su propia vida.

Para facilitar la obtención de la gracia divina por medio de la caridad pastoral, esta Penitenciaría ruega encarecidamente a todos los sacerdotes con facultades adecuadas que se ofrezcan con particular generosidad a la celebración del sacramento de la Penitencia y administren la santa comunión a los enfermos.

Sin embargo, en lo que respecta a las condiciones espirituales para la plena consecución de la indulgencia, se recuerda que hay que recurrir a las indicaciones ya emanadas en la nota “Sobre el sacramento de la penitencia en la actual situación de pandemia”, emitida por esta Penitenciaría Apostólica el 19 de marzo de 2020.

Por último, puesto que las almas del Purgatorio son ayudadas por los sufragios de los fieles y especialmente por el sacrificio del altar agradable a Dios (cf. Conc. Tr. Sess. XXV, Decr. De Purgatorio), se invita encarecidamente a todos los sacerdotes a celebrar tres veces la santa misa el día de la Conmemoración de Todos los fieles Difuntos, de acuerdo con la Constitución Apostólica “Incruentum Altaris”, promulgada por el Papa Benedicto XV, de venerada memoria, el 10 de agosto de 1915.

Este decreto es válido para todo el mes de noviembre. No obstante cualquier disposición en contrario.

Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría Apostólica, el 22 de octubre de 2020, memoria de San Juan Pablo II, papa.

Mauro Card. Piacenza
Penitenciario Mayor

Krzysztof Nykiel
Regente


El Arzobispado asocia parroquias urbanas para que compartan y rentabilicen recursos

San Pedro de los Arcos con Ciudad Naranco, Vallobín con La Florida, y Ventanielles con Guillén Lafuerza son las primeras unidades pastorales

(lne) El Arzobispado está llevando a cabo una reordenación de las parroquias de las principales ciudades asturianas con el objetivo de que las más cercanas y parecidas compartan y rentabilicen sus recursos a través de las denominadas unidades pastorales. Según explica el arcipreste de Oviedo, Marcelino Garay, que es párroco de San Melchor de Quirós (Vallobín-La Florida), este tipo de asociaciones no conllevan la desaparición de parroquias, sustituciones de sacerdotes ni cierres de iglesias.

"De lo que se trata es de colaborar más y mejor, caminar juntos y conocernos entre nosotros, poniendo en común los recursos que tenemos para sacarles más provecho", explica Garay, que sabe bien lo que es una unidad pastoral, toda vez que su parroquia forma una de las tres que ya se han creado en el casco urbano de la capital de Asturias. En su caso, junto a la de San Antonio de Padua, nacida como filial de San Pablo de La Argañosa.

Las otras dos unidades pastorales de la ciudad de Oviedo están integradas por las parroquias de San Pedro de los Arcos y Nuestra Señora de la Merced (Ciudad Naranco), además de por la de la Natividad de Nuestra Señora (Guillén Lafuerza) y Ventanielles.

Junto a estas tres agrupaciones, en Oviedo hay otras unidades pastorales que combinan el componente urbano con el rural, con cabeceras en los barrios de San Lázaro y del Cristo, respectivamente.

Según avanza Marcelino Garay, la próxima unidad pastoral que se ponga en marcha en Oviedo podría ser la compuesta por San Tirso, San Isidoro y Santa María La Real de la Corte. Según explica el Arcipreste, se trata de parroquias similares, con una feligresía de edad avanzada en su mayor parte y que ya están colaborando entre sí en cuestiones como la catequesis infantil. "No quiere decir que vayan a desaparecer para formar otra, sino que se intensifica la relación entre ellas para mejorar", subraya Garay.

Este modelo de organización parroquial, que también funciona ya en otras diócesis españolas, tiene como objetivo racionalizar recursos humanos y materiales, así como la posibilidad de centralizar en un solo templo algunos servicios, como es el caso de las catequesis. Pastoral es el término eclesiástico para definir los servicios que presta una parroquia y lo que se pretende es unificar esos servicios en una red integrada por entre dos y cuatro parroquias, con los curas trabajando de forma conjunta, ya que, en la práctica, se trata de una única comunidad.

El Arzobispado trabaja ahora en el proyecto para la implantación de las unidades pastorales en la ciudad de Gijón.

Santoral del día: Santos Apóstoles Simón y Judas

Unidos en la predicación y el martirio, mueren derramando su sangre por causa del Reino de los Cielos

(Cope) No hay un mes dentro del calendario en el que se celebra a alguno de los Apóstoles o de los más allegados al círculo de la Primitiva Comunidad Cristiana. Precisamente este último miércoles de octubre es la Fiesta de los Santos Apóstoles Simón y Judas. Simón ocupa el undécimo lugar dentro de los Apóstoles, tal y como recalca el Evangelio. Nacido en Caná de Galilea, se le conoce con el sobrenombre de “Zelotes”. Probablemente pertenecía a este grupo guerrillero de Palestina, hasta que se siente tocado por el Señor.

Por otro lado, Judas Tadeo, que también entra dentro del Colegio Apostólico, es el que pregunta al Maestro en el Cenáculo el motivo de manifestarse a ellos y no al mundo, según recoge el evangelista San Juan. A él se debe la Carta que lleva su nombre en el Nuevo Testamento, en la Sagrada Escritura.

Ya señala el Evangelio que el Señor después de pasar la noche en oración llamó a sus discípulos y escogió, de entre ellos, a Doce para que estuviesen con Él. A estos les dio el nombre de Apóstoles. También les dio autoridad para predicar y expulsar espíritus inmundos. Por eso, siguiendo este mandato del Maestro, como los demás Apóstoles, predican la Buena Nueva, siguiendo el mandato de Cristo Resucitado antes de ascender a los Cielos, misión que les conducirá hasta Asia.

Y de la misma forma que los otros, exceptuando a San Juan, el discípulo amado, mueren derramando su sangre por causa del Reino de los Cielos. El hecho de aparezcan juntos en el Santoral es porque en la zona de Persia es donde ellos dos predicaron concretamente. Allí San Simón será aserrado y San Judas Tadeo caerá bajo la espada, tal y como cuenta la Tradición.

martes, 27 de octubre de 2020

En el Valle de los Caídos hay 57 beatos y 15 siervos de Dios mártires

(C.L. / ReL) En el marco de las VIII Jornadas Martiriales de Barbastro que se están celebrando on line este fin de semana (pueden verse completas en el blog de Jorge López Teulón o en su canal de Youtube), el prior de la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, fray Santiago Cantera, habló este sábado sobre Los beatos sepultados en el Valle de los Caídos y la aceptación del martirio.
El padre Santiago Cantera, prior del Valle de los Caídos, es doctor en Historia con varios libros publicados y era profesor universitario antes de ingresar en la orden benedictina. 

Fray Santiago explicó que en la basílica yacen enterrados 57 beatos y 15 siervos de Dios mártires de la fe. Sus restos se encuentran en su mayor parte en la capilla de la Virgen del Pilar, tras ser reubicados en 1990 por un problema de humedad en los columbarios.

Esos 57 mártires han sido elevados a los altares en los últimos años en beatificaciones de los Papas San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, y es posible que nuevos mártires que también están en el Valle de los Caídos reciban el mismo reconocimiento en los próximos años, a medida que avancen sus procesos.

Valle de los Caídos: un tesoro espiritual


"Este tesoro espiritual de la Basílica forma parte de toda la cantidad ingente de vida y de riqueza humana y espiritual que existe en el Valle de los Caídos y que lamentablemente es muchas veces desconocida", señaló el prior benedictino, "y tal riqueza de vida es consecuencia de la idea de fondo que da sentido a este santuario y monumento, por encima de los vaivenes temporales".

Hospedería y abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, bajo la mayor Cruz del mundo, que bendice la sierra madrileña. La basílica está excavada bajo la montaña y abre su entrada al otro lado. La vicepresidenta primera del Gobierno socialcomunista español, Carmen Calvo, ha manifestado que el ejecutivo de Pedro Sánchez está considerando la destrucción de la Cruz para "resignificar" el monumento.

La basílica fue bendecida en 1958 por el abado Isaac Toribios y de nuevo en 1960 por el cardenal Gaetano Cicognani cuando fue consagrada como basílica pontificia. El purpurado actuaba como legado de San Juan XXIII, quien había visitado las obras antes de ser Papa, como haría asimismo décadas después el futuro Benedicto XVI.

Los mártires del Valle son solo una parte de los más de 34.000 caídos de la Guerra Civil española (1936-1939), víctimas civiles o militares de ambos bandos, enterrados en la basílica, pues en el espíritu fundacional del Valle de los Caídos está la reconciliación: "La cruz que preside el monumento quiere recordarnos que en ella murió el Hombre-Dios que vino a reconciliarnos a los hombres con Dios y a los hombres entre sí, dando un testimonio de perdón desde lo alto de ella".

Fray Santiago anunció la próxima publicación de un libro del padre Joaquín Montull Belio, monje de la abadía, sobre los mártires enterrados en el Valle, con la intención de dar a conocer "el sentido y la idea trascendente del Valle de los Caídos" y "penetrar en la realidad teológica profunda del Valle de los Caídos, de este valle que se quiere sea de paz... desde la perspectiva de la fe orante".

Es misión específica de estos religiosos, que cumplen diariamente, la oración por las almas de los difuntos que allí aguardan la resurrección, y por la paz entre todos los españoles.

Algunos beatos mártires del Valle de los Caídos

Ese ejemplo de paz y perdón lo personifican mejor que nadie los mártires (sacerdotes, religiosos, laicos) sepultados en la basílica.

Como el Beato Juan Pedro de San Antonio, pasionista de 46 años, quien dijo a la dueña de la pensión donde se había refugiado: “Si alguno nos saca para fusilarnos, os pedimos que a nadie guardéis odio o rencor por el mal que piensan hacernos. El Señor lo permite así para nuestra santificación”.

El Beato José Gómez Matarín, párroco de Íllar (Almería), antes de ser asesinado, se giró hacia sus verdugos y les dijo: “No sabéis lo que hacéis, permitid que os bendiga”.

El párroco de Sorbas (Almería), Beato Fernando González Ros, tras recibir varios tiros de sus verdugos les dijo: “Que Dios me perdone como yo os perdono”.

El Beato Antonio Martínez López, párroco de Serón (Almería), de 45 años, quiso igualmente bendecir a sus verdugos, cuya respuesta fue golpearle el brazo hasta fracturárselo. 

Como los cristeros

Los mártires que podían despedirse de los suyos daban muestras de su fe sobrenatural en la vida venidera con un "¡Hasta el cielo!" (una frase muy común en sus adioses), y muchos murieron al grito de "¡Viva Cristo Rey!", propio de los soldados y mártires de la Guerra Cristera en México (1926-1929) y expresión de la Realeza Social de Cristo que había expuesto doctrinalmente en 1925 el Papa Pío XI en su encíclica Quas Primas. 

El Beato Rafael Lluch, laico de 19 años, detenido por ser miembro de la Asociación de la Medalla Milagrosa y porque portaba una estampa de la Virgen de los Desamparados en el bolsillo, se despidió así de su madre: “No llores, Mamá; quiero que estés contenta, porque tu hijo es muy feliz. Voy a dar la vida por nuestro Dios. En el Cielo te espero”.

El Beato Florencio López Egea, párroco de Turre (Almería), repetía el "¡Viva Cristo Rey!" mientras le clavaban pinchos de zábila (planta del áloe vera) en los ojos y le exigían que blasfemase.

Una inmolación por la paz

"Hay testimonios martiriales preciosos", subraya el prior del Valle, como el de las 23 adoratrices mártires, siete de ellas en la basílica, que poco antes de morir se arrodillaron para recibir la comunión que guardaban en la cajita de un reloj. El mismo conductor del camión que las condujo a la muerte comentaría a su esposa: “Las he visto morir a todas, y la mayoría eran jóvenes, con la sonrisa en los labios y bendiciendo a Dios. ¡Qué mujeres!”.

También es constante en todos los mártires la concepción sacrificial de su martirio por la paz de España. En el Valle están los restos de la Beata Josefa María, religiosa salesa del Primer Monasterio de la Visitación de Madrid, quien rechazó el ofrecimiento de su familia para refugiarse en casa: “Si por derramar nuestra sangre se ha de salvar España, pedimos al Señor que sea cuanto antes”. 

Por ese sentido de inmolación respondían con paz y alegría a las torturas y ensañamiento que solían preceder a su martirio.

El Beato Domingo Campoy, de 33 años, coadjutor de la parroquia de San Sebastián de Almería, a sufrió una tortura brutal en el barco Astoy Mendi, hasta el punto que el médico del barco quiso llevarlo al hospital, a lo cual se negó uno de los captores; luego, al ser asesinado, el verdugo se jactaría de haberle hecho saltar la cabeza porque había descargado todos los disparos sobre ella.

El Beato José Cano, sacerdote de 32 años, párroco de Tahal (Almería), padeció torturas durante más de diez días. Le quisieron emborrachar dándole anís en un cáliz robado para que confesase crímenes inventados, y finalmente ahorcaron en el camión antes de llegar a ser fusilado.

Mártires entregados en vida a los demás

"Muchos de los mártires sepultados en el Valle de los Caídos habían tomado honda conciencia de los problemas sociales en España y de la necesidad de resolver por cauces adecuados la cuestión social existente, la pobreza y la miseria, las injusticias y el odio del que todo eso era caldo de cultivo", recuerda fray Santiago.

La figura más sobresaliente en ese aspecto, entre todos los beatos enterrados en la Basílica de la Santa Cruz, es el célebre dominico Beato José Gafo Muñiz, quien "promovió la creación de sindicatos y la sindicación obrera con una perspectiva muy innovadora en muchos aspectos, que le trajo a veces las resistencias y las incomprensiones de sectores conservadores e incluso de otros promotores católico-sociales del sindicalismo... Se acercó en primera persona y de primera mano a los problemas de los obreros y contactó con los adversarios para tenderles la mano. Elaboró un pensamiento social-católico en muchos aspectos original, que fue evolucionando con el tiempo y que no llegó a completarse".

No es un caso único. Varios de los mártires del Valle pertenecían a órdenes y congregaciones dedicadas específicamente a los más necesitados, como las adoratrices y su labor de educación de jóvenes pobres o rescatadas de la prostitución, o los hermanos de San Juan de Dios, entregados a los enfermos sin recursos.

Otro de los enterrados en el Valle es un intelectual de relieve, el Beato Fidel Fuidio, marianista, representado en el mosaico de la cúpula de la basílica en la figura de San Francisco Javier a petición del segundo arquitecto de las obras, Diego Méndez, quien había sido alumno suyo. El padre Fuidio era un arqueólogo de renombre.

El padre Cantera concluyó su intervención con el deseo de que "sea conocida la riqueza espiritual y todo el sello teológico que el Valle de los Caídos lleva impreso en su alma como auténtico lugar de paz y de reconciliación... a la sombra de la Cruz redentora".

lunes, 26 de octubre de 2020

''Amarás''. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

En este domingo XXX del Tiempo Ordinario la palabra de Dios nos acerca a los principios básicos que ha de mostrar todo creyente. En la primera lectura del Éxodo se nos dan como pauta las actitudes que han de destacar en la vida de aquel que honra al Señor: no explotar a viudas y huérfanos, no ser usurero con los necesitados a los que ayudamos; en definitiva, no olvidar que los pobres son los predilectos de Dios, ni que éstos no son solamente los que carecen de recursos materiales, pues la pobreza moral o espiritual no es menos importante.

Hay un fragmento en este texto del Éxodo que nos ha de interpelar particularmente en este tiempo que nos toca vivir: "No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto". A veces, cuando vivimos momentos de escasez, crisis y precariedad, pueden surgir sentimientos de rechazo del que llega, pero  los cristianos no debemos caer en ello; hemos de vivir siempre la acogida del forastero sabedores que el mismo Cristo valora meritoriamente estas actitudes... "fui forastero y me acogisteis". También la historia de nuestro país y de nuestras familias está marcada por este fenómeno, y abandonar la propia tierra en mejores o peores circunstancias siempre es un drama. 

Igualmente, la Iglesia que peregrina en España celebra hoy la campaña de Cáritas de las personas sin hogar; un día que no es para pedir dinero, sino para tomar conciencia de lo que implica no tener un techo sobre el que cobijarse. La denuncia de la Iglesia es un reclamo cariñoso para hacer un mundo más humano que mire a su alrededor y no se rija únicamente por el poder, el tener y el placer. Los cristianos hemos de ser la infantería que combata y denuncie las injusticias de nuestro tiempo.

La epístola de San Pablo de este día también es de gran aplicación para nuestra vida. En su carta a los cristianos de Tesalónica, el Apóstol les felicita por el testimonio que están dando de su fe, la cual les movió a abandonar de forma radical sus costumbres paganas de adorar ídolos para confiar única y exclusivamente en el Señor. Así les dice Pablo: "os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos". ¿No necesitaremos nosotros también abandonar tantas idolatrías que opacan como espejismos el horizonte sublime de la vida a la que somos llamados?. Para que se haga verdad tenemos como indicador absoluto las palabras del salmista: "Yo te amo Señor, Tú eres mi fortaleza". 

Finalmente, el evangelio vuelve a presentarnos una nueva lección del Señor que se dirige no sólo a los fariseos, sino también a nosotros en este tiempo que nos toca vivir. Como pudimos ver en la primera lectura el rigor había invadido la religión judía. En el Antiguo Testamento podemos encontrar ese vivir según normas y preceptos y que priorizaban la ley sobre el hombre, y ésta era a veces contradictoria entre sí. Nada menos que 613 leyes de "La Torá", muchas draconianas en su cumplimento. De nuevo los fariseos intentan tenderle una trampa a Jesús como en el caso del denario, y le preguntan de nuevo buscando su traspiés cuál era el precepto más importante de la ley. Jesús les deja con la boca abierta, pues aunque ellos se sabían de memoria esos más de seiscientos preceptos, jamás hubieran imaginado que podrían ser resumidos "en dos". 

Esta es la revolución de Jesús; la enseñanza del amor: "Amarás a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a uno mismo": Qué lugar ocupa Dios en vida, porque amar a Dios podemos decir que lo hacemos, incluso hacerlo, pero amar al prójimo será imposible si antes no le reconocemos y le amamos a Él "sobre todas las cosas"...

Discurso del Santo Padre al Presidente del Gobierno de España

Los saludo y muchas gracias.

Pensando en lo que yo podría decirle a usted, en reconocer en usted la labor de los políticos. El Papa Pablo VI, y retomando también una tradición de otro Papa [Pío XI], decía que la política era una de las formas más altas de la caridad. La política no sólo es un arte, sino que para los cristianos es un acto de caridad, ennoblece y muchas veces lleva al sacrificio de la propia vida, sus tiempos de privacidad, tantas cosas, por el bien de los demás y esto es porque el político tiene entre sus manos una misión muy difícil, muy difícil. Con tres canales, digamos así: para con el país, para con la nación y para con la patria.

Tiene la misión de hacer progresar el país, por la agricultura, ganadería, minería, investigación, educación, arte. Que el país crezca, que crezca el país. Y eso es desgastante. Tiene la misión de consolidar la nación, no sólo cuidar las fronteras, que ya eso es muy importante, sino la nación como organismo de leyes, de modos de proceder, de hábitos. Consolidar la nación, y tiene la misión de hacer crecer la patria. País, nación y patria están en las manos de un político. Bastante trabajo. Sé que no le es fácil, así que usted transmítalo a los miembros de su parlamento lo que piensa el Papa de esto: mi gran respeto por la vocación política, una de las formas más altas de la caridad.

Si bien, hacer progresar un país parece fácil, pero no lo es, supone relaciones internacionales continuamente de comercio, de ciencia, de técnica, de todo. Consolidar la nación a veces supone dificultades de entendimiento con los localismos, en todos los países los hay, los dialectos. Pero también de entendimiento del derecho, de la justicia, de hacer que la nación sea cada vez más fuerte. Quizá lo más difícil sea hacer progresar la patria porque ahí entramos en una relación de filiación. La patria es algo que hemos recibido de nuestros mayores. Patria, paternidad viene de ahí; y es algo que tenemos que dar a nuestros hijos. Estamos de paso en la patria. Y construir la patria es lo que yo diría en este caso. Si para con el país hacerlo progresar, con la nación consolidarla y con la patria la tenemos que construir. Construir la patria con todos. Eso no es fácil. Construir la patria donde no nos es permitido el borrón y cuenta nueva. En una empresa es permitido, en la patria no, porque es algo que hemos recibido. Y tampoco nos es permitido irnos a refugiar allá, en lo que fue hace cincuenta, cien años.

El desafío de recibir de las raíces para poder dar fruto. Ahí hay un poema de Bernárdez [soneto de Francisco Luis Bernárdez] muy lindo que dice: “todo lo que el árbol tiene de florido le viene de aquello que tiene de soterrado”, pero no se quedó en las raíces. Quizá la fantasía tradicionalista es volvamos a las raíces. Tomo la inspiración. Soy hijo, pero también tengo que ser padre en el futuro. Y para eso tengo que vivir un presente que me implica discernimiento. Y eso no es fácil. Para mí es lo más difícil de lo político: hacer crecer la patria. Porque siempre se encuentran como coartadas para eso. Coartadas que, disfrazadas de modernidad o de restauracionismo. Los movimientos son varios. Pero coartadas para que la patria sea lo que yo quiero y no lo que he recibido y que tengo que hacer crecer libremente y ahí entran a jugar las ideologías: armar una patria a mi cabeza, a mi mente, con mi idea, no con la realidad del pueblo que yo recibí, que estoy llevando adelante, que estoy viviendo.

Hace dos años, quizá usted señora Embajadora lo conoce, se publicó acá en Roma un libro de un intelectual italiano del Partido Comunista. Tiene un título muy sugestivo: «Síndrome 1933». ¿Lo conoce usted? Uno de tapa roja. Muy lindo. Vale la pena leerlo.

Se refiere a Alemania, obviamente. Caída la República de Weimar, ahí empezó toda una ensalada de posibilidades de salir de la crisis. Y ahí empezó una ideología a hacer ver que el camino era el nacional socialismo y siguió y siguió y llegó a lo que conocemos: al drama que fue Europa con esa patria inventada por una ideología. Porque las ideologías sectarizan, las ideologías deconstruyen la patria, no construyen. Aprender de la historia eso. Y este hombre en ese libro, hace con mucha delicadeza un parangón de lo que está sucediendo en Europa. Dice: Cuidado que estamos repitiendo el camino parecido. Vale la pena leerlo.

Con estas palabras simplemente quiero recordar a los políticos que la misión de ellos es una forma muy alta de la caridad y del amor. No es cuestión de maniobras o de resolver casos que todos los días llegan al escritorio de los políticos, sino de servicio en las tres vertientes: de hacer crecer el país, de consolidar la nación y de construir la patria. Y es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria. Me viene a la mente en este momento el poema de Jorge Dragone: «Se nos murió la patria». Es el réquiem más doloroso que yo he leído y de una belleza extraordinaria. Ojalá nunca nos suceda a nosotros.

Señor Presidente, le agradezco su visita. Agradezco a ustedes que hayan venido. Me gratifica mucho y les pido, por favor, que recen por mí. Y los que no rezan, porque no son creyentes, al menos mándenme buena onda, que me hace falta. Muchas gracias.

(http://www.vatican.va/)

domingo, 25 de octubre de 2020

Evangelio Domingo XXX del Tiempo Ordinario

Lectura del santo evangelio según san Mateo (22,34-40):

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: 

«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»

Él le dijo:

 «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." 
Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

Palabra del Señor


sábado, 24 de octubre de 2020

Los Mártires del Siglo XX en Cataluña en un libro de actualidad. Por Rodrigo Huerta Migoya

En su última obra titulada ''Memoria del Comunismo'', Federico Jiménez Losantos aborda como siempre de una forma precisa, la evolución el anticlericalismo dentro de la propia ideología comunista. Desde las persecuciones en Rusia en la hambruna de 1891 hasta la matanza de Paracuellos, realiza todo un paralelismo de los enfoques del pensamiento propio de la extrema izquierda.

En el capítulo en el que aborda el terror vivido bajo Company, desgrana el ejemplo de varios cristianos que fueron asesinados no por ideología, sino por haber sido considerados obstáculo en el camino de una forma de pensar.

El autor cita los siguientes mártires; desde aquí añadimos una breve reseña de cada cual para se conozca un poco más en detalle los avatares de sus martirios.

Mártires citados:

Párroco de Vinebre (Tortosa): Rvdo. Sr. D. Rafael Eixarch Ibáñez

Tenía 58 años cuando acabaron con su vida. Ostentaba en el momento de su detención el cargo de Rector de la Parroquia de San Juan Bautista de Vinebre (Obispado de Tortosa). Fue víctima de la persecución de Companys. Los detalles de su espeluznante martirio han sido recogidos en más de una obra como el libro de Javier Barraycoa ''Los (des)controlados de Companys'', donde dice como le desnudaron, le acuchillaron por todo el cuerpo, le cortaron los genitales, le ataron una piedra al cuello y le tiraron al río Ebro: logró salir a nado y volvieron a lanzarlo al río, su cadáver jamás se recuperó”.

El bueno del sacerdote entre insultos y mofas experimentó en su carne la pasión de Cristo, no sólo fue despojado de su vestiduras, sino torturado hasta la extenuación. Desangrándose, con el peso de la piedra y en pleno río luchaba por sobrevivir mientras sus verdugos disfrutaban de su fechoría. 

Regente de Conesa: Beato Tomás Capdevila Miquel

Tenía 33 años en el momento de su martirio. Corría el año 1936 cuando este joven oriundo de Forés (Tarragona) ejercía como Regente de la Parroquia de Santa María de Conesa. Los autores de su tortura y asesinato fueron los hoy llamados comités antifascistas de Forés, Conesa y Sarral. 

El 6 de Septiembre del citado año se presentaron en la casa parroquial, y él huyó por la puerta trasera, más una treintena de persona -la mayoría vecinos del pueblo a los que él había tratado con extrema caridad- corrieron tras él hasta apresarlo como a una pieza de caza. Cuando se vió tan rodeado, a pesar de su agilidad juvenil, decidió rendirse y sentarse en una piedra a tomar aliento mientras llegaban sus perseguidores para apresarlo. Él tenía la conciencia tranquila de no haber hecho nunca mal a nadie, por ello se dejó atrapar creyendo el pobre cura que tendrían misericordia de él. También su final se asemejó a las últimas horas del Señor: le pegaron, le escupieron, le insultaron... y lo más emotivo, cuando lo llevaban apresado y pasaron por la Plaza Mayor de la localidad, allí le esperaba con el corazón partido y los ojos en lágrimas su pobre madre que estaba viendo -al igual que la Virgen Santísima- como llevaban a su hijo a la muerte. Su madre lo abrazó, y el joven Tomás tan sólo dijo: “Mare, no ploreu la meva mort”; es decir, Madre, no lloréis mi muerte. Qué ejemplo de humildad, de aceptación de la voluntad de Dios, de fe inquebrantable... Aún viendo el escarnio que estaba contemplando su pobre madre, él sólo pedía a su madre que no se afligiera ni hiciera mala sangre de aquello. También al igual que a nuestro Redentor le preguntaron si quería beber, en concreto le ofrecieron vino como último disfrute de su vida antes de que se la arrebataran cobardemente, pero él no quiso beber. La reacción fue reírse de él y tirarle el vino por encima mientras le gritaba: ¡bien que lo bebías en misa!. El Comité que lo juzgó lo encontró culpable, entre otras cosas de escribir publicaciones católicas y de no permitir tocar las campanas el viernes santo de 1934 para convocar Asamblea Vecinal -ese día no se tocan las campanas al conmemorarse la muerte del Señor-. 

Fue conducido en un vehículo a Solivella; en cuanto le subieron al automóvil empezaron a martirizarle con el coche en marcha. Le amputaron la lengua, una mano y los genitales estando vivo. Le fracturaron la clavícula izquierda y, como remate, le sacaron los ojos. Llegó a Solivella desangrándose y prácticamente en agonía, allí lo tiraron en la Plaza Mayor donde aún permaneció vivo media hora sin conocimiento. Después lo tiraron por un terraplén hacia las once de la noche. Cuando en 1939 fueron exhumados sus restos y trasladados al cementerio de su Parroquia de Conesa, los vecinos salían al paso del féretro para arrodillarse e implorar oraciones. Dicen que el mismo día que le asesinaron se corrió la voz de que habían matado a un santo. No estaban tan equivocados, fue beatificado en Tarragona el 13 de Octubre de 2013.

Vicario de Rosas: Rvdo. Sr. D. Joan Marqués Teixidor

Tenía 26 años cuando fue ejecutado; en dicho momento estaba ejerciendo como Vicario (Coadjutor) de la Parroquia de Santa María de Rosas (Gerona). Era natural del pueblo gerundense de San Pedro Pescador, en la comarca del Alto Ampurdán donde nació en 1910. Recibió la ordenación sacerdotal en 1933 con dispensa por edad en Gerona, teniendo apenas 23 años. Sus primeros destinos fueron las coadjutorías de Inglés, Tordera y Roses.

Cuando empezó la guerra se escondió por miedo en Figueres, en casa de su hermano. Su familia relataría años después cómo era consciente de la que se le venía encima y cómo se preparó espiritualmente para los últimos días de su vida. El día 2 de Agosto de 1936 comentaba desayunando en familia que aquel era un buen día para morirse, pues al ser el día de Nuestra Señora de los Ángeles se podía ir al cielo saltándose el purgatorio gracias al Jubileo de la Porciúncula. Parecía que algo le decía que llegaba la hora para él. Poco antes del mediodía un grupo de milicianos se presentaron en la casa de su hermano, hicieron un registro y dando con él lo llevaron detenido a Roses -su destino pastoral-. Una vez en Roses fue torturado cruelmente para, finalmente, ser atado a un árbol en la zona de Torreta -entre Roses y Cadaqués- donde lo quemaron vivo. Unas personas piadosas junto a sus familiares recogieron los pocos restos que de él quedaron calcinados, dándoles cristiana sepultura en el cementerio de la localidad donde estaba ejerciendo como vicario y donde entregó su alma a Dios.

Obispo Administrador de Barbastro: Monseñor Florentino Asensio Barroso

Preconizado Obispo titular de Euroea in Epiro (Euroeensis in Epiro) y Administrador Apostólico de Barbastro, por el Papa Pío XI. Fue consagrado obispo en Valladolid el 26 de Enero de 1936 tomando posesión de la sede de Barbastro -en calidad de Administrador- el 8 de Marzo de dicho año. Su episcopado no sólo fue muy breve -tan sólo seis meses- sino un auténtico drama. Tuvo que entrar en la Diócesis casi a hurtadillas por el ambiente hostil que se respiraba, y todas las semanas de su pontificado estuvieron marcadas por el arresto y martirio de prácticamente la totalidad de los suyos: sacerdotes de la curia, canónigos de la catedral, párrocos, religiosos, seminaristas... De 131 sacerdotes diocesanos que había en la diócesis antes de iniciarse la guerra civil sólo 18 salvaron la vida, muriendo mártires los restantes 113 presbíteros seculares. A estos habrá que añadirles 50 claretianos, 19 benedictinos y 9 escolapios.

El obispo fue declarado preso el día 22 de Julio de 1936 viviendo el arresto dentro del Palacio Episcopal. Aquí permaneció hasta el día 8 de Agosto en que fue trasladado a la cárcel provisional que se estableció en la Casa Consistorial. El día 8 ya en la celda de la cárcel empezaron los interrogatorios y las torturas, que se alargaron hasta el día siguiente. Los milicianos entre los muchos golpes y heridas que le propinaron le amputaron la bolsa escrotal para que se fuera desangrando. El día 9 hecho ya un auténtico nazareno, semidesnudo y ensangrentado sin apenas poder andar, fue trasladado en el llamado camión de la muerte a las tapias del cementerio para ser rematado. Los testigos que presenciaron su fusilamiento narraron cómo mientras le apuntaban para liquidarlo él se dedicó a bendecir a sus verdugos y a decir que los perdonaba. Aunque sus restos fueron tirados a una fosa común, pudo identificarse tiempo después su cadáver por ser el único de la fosa que permanecía incorrupto. Fue  beatificado por San Juan Pablo II el 4 de Mayo de 1997.  

Ecónomo de Pacs (Penedés): Mn. Bartomeu Pons Sintes

Cuando lo mataron tenía 48 años. Era natural de Mahón, donde había nacido en 1888. Recibió la ordenación sacerdotal en 1912. Tras ejercer en nuestro país los siete primeros años de ministerio pidió marchar de misionero, siendo destinado a una misión en Uruguay. Allí trabajó en las comunidades parroquiales de Rivera y Santa Clara de Olimar. Tras otros siete años regresa a España para estar cerca de sus ancianos padres que requerían de sus cuidados. 

Parece que tenía amistad con el entonces obispo de Barcelona, Monseñor Josep Miralles i Sbert, por lo que se incorpora al presbiterio de dicha diócesis, siendo destinado a la parroquia de Pacs del Penedés como Ecónomo de la feligresía de Sant Genís. Se establece en la localidad junto a su familia. Aquí le sorprenderá la guerra civil. 

El 29 de Julio de 1936 es arrestado por su condición de sacerdote, sufriendo torturas y escarnio público. En el pueblo había un Vía Crucis con las catorce estaciones repartidas por la localidad, los milicianos hicieron el vía crucis con el sacerdote como ajusticiado. Cuando el pobre cura llegó al final apenas le quedaban fuerzas por tantos latigazos y golpes que había recibido. Le ataron al sol durante horas llegando a deshidratarse; le ofrecieron beber agua y en lugar de dársela se la tiraron encima entre burlas. Finalmente fue llevado a una prensa de vino donde murió aplastado por la maquinaria, con su cuerpo reventado y triturado dentro del lagar. Los milicianos entre risas comentaban el buen vino que daba el cura.

Superior jesuitas de Tortosa: Mn. Francisco Audí Cid

Unos sesenta y cinco años bien gastados tenía el P. Francisco cuando fue martirizado por no renegar del Señor. Hoy está considerado el jesuita nº 155 en las lista de Santos, Beatos, Venerables, Siervos de Dios, como religiosos muertos en olor de santidad de la Compañía de Jesús, siendo el Primero San Ignacio.

El P. Francisco era natural de Tortosa -hijo de Tomás y Manuela- y estaba destinado en la Comunidad de religiosos de la Compañía de Jesús de su ciudad natal, donde ostentaba el cargo de superior. Su familia que siguió viviendo en Tortosa durante la guerra conocieron todos los detalles de su asesinato, incluso los nombres y apellidos de quienes le arrestaron y fusilaron, como así declaró su hermana pequeña, Josefa, ante el Fiscal Instructor en 1945.-

Parece que el religioso se había acercado a casa de su hermano en Tortosa para echarle una mano en las faenas del huerto, cuando se presentaron dos hombres llamados José y Joaquín Estellé, los cuales se lo llevaron para juzgarle.

En el Ayuntamiento de Roquetas se le interrogó, se le empezó a torturar y se le sentenció a muerte. A continuación, le condujeron a la carretera de Tortosa a Valencia para acabar con su vida en un lugar sin testigos. Al día siguiente su cadáver tiroteado y ensangrentado apareció en el cementerio de Tortosa, siendo recogido con todo cariño por su familia para darle cristiana sepultura en el cementerio de Roquetas (Tarragona) donde vivía parte de la familia. 

Tres hermanas del corazón de María 

Esta historia es tan triste como hermosa, pues hablamos no sólo de tres hermanas de la Congregación del Corazón de María, sino, además, tres hermanas de sangre que lo fueron también de vocación y finamente de martirio. La mayor era Carmen Fradera Ferragutcasas (1895); la segunda, Rosa (1900) y la pequeña la hermana Magdalena (1902).

Carmen ingresará a sus 20 años en las Misioneras del Corazón de María, en concreto en el año 1920 que fue cuando entró en la Casa-Noviciado que la Congregación tenía en Mataró. Emitidos sus primeros votos en 1923 fue destinada a la Comunidad de la Casa-Colegio que la Congregación tenía en esa misma localidad. 

Rosa ingresará a sus 25 años en las Misioneras del Corazón de María, en concreto en el año 1922 que fue cuando entró en el noviciado de la Congregación en Olot, tomando por nombre de religiosa "Rosa de Jesús". Permanece en Olot hasta 1927 cuando emite sus votos y es enviada como primer destino al Colegio de Santa Colomba de Farnés. 

Magdalena ingresará a sus 20 años en las Misioneras del Corazón de María 1922, entrando en el noviciado de la Congregación de Olot a la vez que su hermana mediana. En 1924 hace votos temporales, y en 1926 los votos perpetuos. Su primer destino fue el Colegio de Camprondon, pero no durará mucho aquí ya que enferma de gravedad en 1928 y sus superioras la destinan a recuperarse a la comunidad de Besalú. Ya recuperada, la destinan a la Comunidad de Cassá de la Selva, pensando sus superioras que el buen clima de la zona le sentará mejor. 

Cuando estalla la guerra cada una de las hermanas estaba en una casa diferente de la congregación, pero al verse las religiosas obligadas a dispersarse ante el peligro que corrían de permanecer en los edificios de la congregación deciden separarse hasta que se amansen las aguas. Así la hermana Carmen deja Mataró, la hermana Rosa deja Santa Coloma, y la hermana Magdalena la comunidad de Massá. Las tres hermanas se esconden juntas en la casa familiar junto a sus ancianos padres que tenían unos setenta años. Esperaban aquí estar seguras y sin embargo en la casa familiar fueron detenidas por un comité de milicianos y llevadas al patíbulo. 

Las tres eran muy hermosas, los milicianos trataron de todas las formas violarlas, pero era tal la resistencia de las religiosas por permanecer puras para su esposo que no lograron los milicianos más que hacerles heridas y golpes. Tal era la rabia de los milicianos por no lograr sus turbios propósitos que les propiciaron tales golpes que a alguna de las hermanas les saltaron dientes rotos de la boca y les quebraron huesos de la violencia que infligieron sobre ellas. 

Empezaron a torturarlas introduciendo astillas afiladas, maderas y cañones de pistola en la vagina como tortura física y psicológica sobre las pobres monjas. Como venganza por no haberles dado su virginidad empezaron disparandolas en sus entrepiernas para rematarlas a disparos en la sien a las afueras de Lloret de Mar. Fueron beatificadas el 28 de octubre de 2007.

Superiora general de las carmelitas de la caridad: Apolonia del Santísimo Sacramento

Tenía 69 años cuando entregó totalmente su vida por amor a Dios a través de la sangre. Nacida en Lezáun (Navarra) con el nombre de Apolonia Lizárraga y Ochoa de Zabalegui. Ingresó en el noviciado que había en Vitoria de las carmelitas de la caridad -familiarmente llamadas Vedrunas en honor de su fundadora Santa Joaquina Vedruna- en 1886, e hizo los votos simples como  en 1888 adoptando el nombre de Apolonia del Santísimo Sacramento. 

Sus primeros destinos fueron en Extremadura donde ejerció la docencia en los colegios que la congregación tenía en Trujillo (Cáceres) y Villafranca de los Barros (Badajoz). Su tercer destino sería Sevilla donde por primera vez ocupó un cargo de responsabilidad al ser nombrada superiora, y por cuarto destino rectora del colegio de Vic. Sus hermanas vieron en ella a una persona con valías para el gobierno de la Congregación, por lo que en 1925 fue elegida superiora general de las carmelitas de la caridad. Llevaba ya a sus espaldas treinta y siete años de profesa. 

La guerra civil comienza encontrándose en la Casa Generalicia de la Congregación en Vic. La primera medida que toma es poner a salvo a todas las religiosas de su comunidad, y una vez que todas estuvieron a salvo buscó un escondite para ella. Primero se refugió en casa de una familia muy cercana a la congregación en el mismo Vic donde permaneció hasta el 2 de agosto en que se trasladó a Barcelona. En la ciudad condal se movió entre dos casas de familias amigas, sin embargo el POUM anduvo tras su rastro hasta que dieron con ella y la detuvieron. Fue conducida a la checa de San Elías donde murió martirizada. Monseñor Antonio Montero en su obra publicada en 1961: ''Historia de la persecución religiosa en España (1936-1939)'' habla de los detalles del martirio de esta religiosa con el calificativo de ''rumor'' pues seguramente Don Antonio no había encontrado testimonios escritos que probaran lo que se decía que le hicieron, sin embargo existen al menos dos testimonios que acreditan lo ocurrido. Uno de ellos dice lo siguiente: “Fue cogida prisionera, llevada por los milicianos a una checa, la desnudaron y la llevaron a un patio. La ataron muñecas y tobillos y fue colgada de un gancho a la pared del patio. Con un serrucho la cortaron. Ella rezaba y rogaba por sus asesinos. Estos luego dieron su cuerpo a comer a unos cerdos que tenían allí, que al poco tiempo los mataron y los comían y vendían diciendo que eran chorizos de monja“. El martirio tuvo lugar el 8 de septiembre de 1936, el sacerdote toledano D. Jorge López Teulón escribió hace ocho años un precioso artículo titulado: ''Tarde del 8 de septiembre, en la checa de San Elías de Barcelona'' abordando este terrible martirio. Fue beatificada en Roma el 28 de octubre de 2007. 

Cifras en la obra de D. Vicente Cárcel Ortí (pag. 470 de Memorias del Comunismo)

-4 obispos asesinados: Irurita (Barcelona), , Huix (Lérida), Borrás (Tarragona) y Polanco (obispo de Teruel asesinado en Gerona).

-Diócesis de Lérida: 270 clérigos (el 66 por ciento del clero)

-Diócesis de Barbastro entonces dependiente de Lérida, aún fueron más, el 88 por ciento del clero.

-Diócesis de Tortosa: 316 asesinados (62 por ciento del clero).

-Diócesis de Vic: 177 asesinados (27 por ciento del clero).

-Diócesis de Barcelona: 276 asesinados (22 por ciento del clero).

-Diócesis de Gerona: 194 asesinados (20 por ciento del clero).

-Diócesis de Urgel: 109 asesinados (20 por ciento del clero).

-Diócesis de Solsona: 60 asesinados (13 por ciento del clero).

*En el libro aparecen más casos de creyentes cuya vida fue arrebatada por seguir al Señor, como les ocurrió a la Familia del Párroco de Llampaires o el caso de una mujer que fue martirizada por el mero hecho de ser la madre de dos jesuitas.

Algunas de las obras citadas:

-Alberti Jordi, el silencio de las campanas, PROA, Barcelona. 2007

-Alberti Jordi, La Iglesia en llamas, la persecución religiosa durante la guerra civil, Destino, Barcelona, 2008

-Badía i Torrás, Lluis, Martirologi Solsoní, Delegació Diocesana de Mitjans de comunicació social, Solsona, 1988

-Barraycoa, Javier, Los (des) controlados de Companys. El genocidio catalán. julio 1936-mayo 1937, Libros Libres, Madrid, 2017

-Belda Plans, Juan, La escuela de Salamanca, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 2000

-Cárcel Ortí, Vicente, La gran persecución. España 1931-1939, Planeta, Barcelona, 2000

-Gilson, Ian, Paracuello, como fué, Temás de hoy, Madrid, 2005

- Montero Moreno, Antonio, Historia de la persecución religiosa en España (1936-1939), BAC, Madrid, 2004

-Ruiz Julius, Paracuellos, una verdad incomoda, ESPASA, Madrid, 2015

Necrológica

Ha fallecido el Sacerdote Operario Diocesano Rvdo. Sr. D. Julio García Álvarez

Nació en Santa María de Ordás (León) el 8 de mayo de 1927 en el seno de una familia muy religiosa.

Con apenas 13 años ingresó en el Aspirantado de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Sagrado Corazón de Jesús en Burgos un 17 de julio de 1940 para cursar el primer año de Latín. Al año siguiente marchó a Salamanca para continuar las Humanidades en el Aspirantado Maestro Ávila. Después estudió Filosofía en el Seminario de Salamanca y Teología en la Universidad Pontificia donde en 1951 alcanzó el Bachiller en Teología. En el año 1976 obtuvo la licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad Civil de Barcelona.

Inició el período de probación el 13 de julio de 1953 en Salamanca ante D. Vicente Lores Palau e hizo su primera consagración a la Hermandad el 18 de noviembre del año siguiente en Astorga ante D. Guillermo Valle Salomón. Fue ordenado sacerdote el 12 de julio de 1953 en el Aspirantado Maestro Ávila de Salamanca por Mons. José María García Lahiguera. Se incardinó al servicio de la Diócesis de Oviedo.

Encomiendas pastorales:

Prefecto y profesor del Seminario Menor de Alcorisa - Teruel (1953-1954)

Vicerrector en el Seminario Mayor de Astorga (1954-1959)

Administrador y profesor en el Seminario Mayor de Murcia (1959-1961)

Administrador y profesor en el Aspirantado Maestro Ávila - Salamanca (1961-1965)

Director espiritual del Seminario Mayor de Salamanca(1963 - 1965)

Director de la Residencia Sacerdotal Sant Josep Oriol - Barcelona (1965 - 1985)

Profesor de Filosofía y Religión en el Colegio de La Salle - Barcelona (1978 - 1985)

Profesor del Seminario Diocesano de Zaragoza (1985 - 1994)

Profesor de EGB y BUP, tutor, secretario en el Seminario Menor de Zaragoza(1986-1990)

Director técnico del Seminario Menor de Zaragoza (1990 - 1993)

En 1993 pasa a la situación de jubilado

Director de la Residencia Maestro Ávila - Salamanca (1994-1997)

Colabora en la Parroquia San Pablo - Salamanca (1997 - 2002)

Desde el 2002 se encontraba en el Asilo de Santa Teresa de Jesús Jornet de Avilés en compañía de su hermano D. Dídimo sacerdote el cuál falleció a finales de ese año.

Desde 2002 ejercía como Capellán de la Comunidad de Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Avilés así como del mismo Asilo en el que residía.

Los últimos meses ya sólo podía concelebrar dada su quebrada salud. Debido a una insuficiencia respiratoria fue ingresado en la Fundación Hospital de Avilés -antaño Hospital de Caridad- donde al cabo de unos días se apagó en la madrugada del 24 de octubre de 2020 cuando tenía 93 años de edad, y 68 de ministerio sacerdotal.

La misa funeral tendrá lugar este día 25 de octubre a las 10:00 en la Residencia Santa Teresa de Jesús Jornet de Avilés. Posteriormente sus restos serán trasladados al cementerio de Gijón donde serán enterrados en el Panteón Familiar.
D. E. P. 

''Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios'' (Sal 10)

viernes, 23 de octubre de 2020

Carta del Párroco de Lugones y Viella

 Ante la cercanía de los días 1 y 2 de Noviembre

Queridos fieles:

Desde hacía semanas muchos me preguntabais cómo sería el comienzo del mes de noviembre respecto a la Solemnidad de Todos los Santos y la Memoria de los Fieles Difuntos; siempre dije que la última palabra la tendría, obviamente la Diócesis, como así ha sido. El Sr. Vicario General nos enviaba una circular que se ha hecho pública y que ya muchos conocéis, incluso en algunos arciprestazgos como el del Nalón ya se habían adelantado a recordar esta realidad por encontrarse esa zona en "Alerta Naranja". 

Como párroco os recomiendo a que no dejéis de visitar a vuestros seres queridos este año en fechas tan señaladas, pero que evitéis en la medida de lo posible hacerlo los días 1 y 2 de noviembre, pues realmente ellos están allí todos los días del año. Sería aconsejable que las visitas a los campos santos para limpiar, adornar y rezar a nuestros seres queridos lo hagamos de forma escalonada las semanas previas y posteriores, incluso en los meses posteriores. 

A continuación os explicamos cómo afrontaremos estos días ante la crisis sanitaria que sufrimos:

1- Se suprime la Eucaristía del día 1 de noviembre en el cementerio parroquial de Lugones, así como el Rosario con megafonía en el cementerio de Viella. 

2- El domingo día 1 de noviembre aumentaremos las celebraciones para evitar la aglomeración de fieles en el templo; en Lugones habrá misas a las 11:00, 12:30, 17:00 y 20:00 horas. Todas las celebraciones serán en los templos, y al término de cada eucaristía se rezará un responso por los fieles difuntos. En Viella habrá misas a las 10´00 y a las 12´00 horas. 

El día 2 de noviembre (Fieles Difuntos) en Lugones habrá misa a las 12:30 y a las 19:30h. En Viella habrá misa a las 17:00 horas. 

4º Aunque no pueda celebrarse la misa con fieles en el Camposanto, el Párroco celebrará un día sin determinar y a una hora que no se dará a conocer una eucaristía sin fieles en el Cementerio de Lugones, ofreciendo dicha eucaristía por todos los fieles difuntos que allí reposan, rezando al final un responso por ellos. Con el mismo protocolo, en Viella también rezará un responso sin fieles en este Cementerio.

5º Para las personas que por salud o distancia no puedan participar se retransmitirá por facebook la misa de Lugones de las 12:30 del día 1 de noviembre, y la de las 19:30 del día 2. Estaremos conectados media hora antes de las misas para retransmitir previamente el Rosario en ambos casos.

6º Este año no habrá hojas informativas para llevar a casa; se colocarán en los cementerios y parroquias para ser leídas "in situ". También podrán ser consultadas en los "blogs" y "facebooks" parroquiales.

Es para todos muy doloroso que por la pandemia no podamos cumplir como nos gustaría con algo tan nuestro y "sagrado" como es el recuerdo a los que ya no están. Vivamos este momento, no obstante con esperanza haciendo nuestras las palabras del Papa Francisco: ''El recuerdo de los difuntos, el cuidado de los sepulcros y los sufragios son testimonios de confiada esperanza, arraigada en la certeza de que la muerte no es la última palabra sobre la suerte humana, puesto que el hombre está destinado a una vida sin límites, cuya raíz y realización están en Dios''.

Seamos mejores cristianos, siendo buenos ciudadanos. 


Lugones 23/10/2020

Joaquín, párroco

Carta semanal del Sr. Arzobispo

Nos han nacido nuevos hermanos

De nuevo fue un regalo para todos. En su inmensa mayoría eran jóvenes adultos, aunque también hubo personas maduras que despertaron nuestra admiración más agradecida por su audacia y libertad. Se trataba de gente que no fue bautizada al poco de nacer, o que bautizada apenas tuvieron luego un seguimiento que permitiese crecer en su fe. Así, a la vuelta de unos años, se han encontrado con Cristo para decir un “sí” a quien entienden que tiene que ver con todas las circunstancias de su vida. No es un apéndice para unos momentos, sino Alguien que se acerca y da un significado a tantos factores que a diario acontecen: los amores, los temores, los sueños, los dolores, las certezas, las dudas; aquello que nos desbarata y lo que nos afianza; cuanto nos llena de alegría serena y lo que siembra de incertidumbre nuestra mirada; las gozosas acogidas que nos brindan y las incomprensiones más temidas que nunca faltan. Toda la vida, con todos sus pliegues, con los distintos registros que nos describen e identifican, ahí se inscribe ese gesto de querer vivir cada cosa llena de belleza o de dureza, con el Señor que nos ama. 

Fue realmente una alegría ver a más de sesenta personas que pedían el bautismo como adultos con toda la conciencia, o la primera comunión que luego realizaron con la Eucaristía que recibieron por primera vez, o la confirmación de su fe con el sacramento del Espíritu Santo que todos ellos realizaron después. Son los cristianos de esta nueva etapa de nuestra más reciente historia, los que por diferentes motivos no fueron bautizados, o no recibieron luego la Eucaristía, o tenían pendiente la confirmación. Desde hace un tiempo en nuestra Diócesis de Oviedo, venimos preparando a estas personas con una catequesis adecuada a su circunstancia y edad. No son niños, no son adolescentes, sino que ellos necesitan un acompañamiento distinto. En este sentido era hermoso ver nuestra Catedral llena de toda esta buena gente, que venía con sus padrinos o madrinas, con sus catequistas, con los sacerdotes que en cada arciprestazgo cuidan esta novedosa preparación de la iniciación cristiana. Lo llamamos el “Catecumenado de adultos”. Es decir, una catequesis adecuada y adaptada a la realidad de personas que, no siendo ya chavales, siguen siendo jóvenes de diferente edad en su adultez o madurez de sus vidas. 

El Señor Jesús los conocía a todos y eran por Él todos ellos esperados. Era importante este punto: no han llegado tarde, ninguno de ellos se ha retrasado. Han venido cuando ha correspondido por los mil avatares de la vida, sin que la divina Providencia haya tenido una extraña prisa por su llegada. Con sus nombres conocidos, con la edad de sus años, han llamado a la puerta de la comunidad cristiana para ser admitidos como bautizados, como comulgantes, como confirmados. Son los tres sacramentos de la iniciación cristiana que a todos y cada uno de ellos se les brindó la posibilidad de recibirlos. Ahí estábamos todos: el obispo, los sacerdotes y diáconos, las religiosas, los fieles laicos. Toda la Iglesia con los brazos de par en par abiertos, para acoger en el tiempo oportuno a estos queridos hermanos que, tras un recorrido de preparación personalizada, se han incorporado a la comunidad que los acoge en sus parroquias, en sus movimientos eclesiales, en la Diócesis que los reconoce como verdaderos hermanos. 

Como sucede en el seno de una familia, ellos son para nosotros un regalo. Muchos de ellos todavía jóvenes adultos, otros ya casados y con un porvenir ya trazado, otros incluso jubilados. Personas que en su sazón se han encontrado con Cristo y se han dejado llamar por Él para vivir sus vidas acompañados por el Señor, por María y nuestros amigos los santos, junto a quienes les hemos acogido con inmensa gratitud. Dios sea bendito porque la Iglesia sigue creciendo con el nacimiento a la fe de estos nuevos hermanos. 

+ Jesús Sanz Montes, 
Arzobispo de Oviedo

jueves, 22 de octubre de 2020

Santoral del día: San Juan Pablo II

(COPE) Estamos en octubre, mes misionero por excelencia. Lo atestigua Santa Teresita del Niño Jesús, cuya vida recordábamos el primer día del mes y lo recuerda el Santo de hoy, San Juan Juan Pablo II, Papa viajero como pocos, para llevar la misión a todos los lugares. Karol Josef Wojtyla nace en Wadovice (Polonia) el año 1920.

Durante su infancia y juventud le tocó ver la muerte de sus padres y de su hermano médico, ya que la otra hermana falleció antes de nacer él. De joven trabajó en una mina y actuó en un grupo teatral. Hombre abierto y afable un día cayeron en sus manos las obras de San Juan de la Cruz y también de Santa Teresa de Jesús, que leyó fervientemente. Estos escritos no caerían en saco roto ya que le ayudaron a profundizar en su Fe hasta que se sintió llamado al sacerdocio.

Una vez ordenado, profundizó en los estudios de Filosofía y de Ética. Nombrado obispo de Cracovia en 1965 tomó parte en el Concilio Vaticano II donde sorprendió por su intelectualidad donde exponía el tema del ateísmo y la libertad religiosa. Por ello tuvo gran parte en la redacción de la Gaudium et Spes. Creado Cardenal por Pablo VI a la muerte de éste participa en el Cónclave que elige a Juan Pablo I. Al morir 33 días después el Pontífice, Karol Wojtyla sube al Papado bajo el nombre de Juan Pablo II.

Durante su Pontificado promovió la paz en el mundo con la oración en Asís, junto a los demás líderes religiosos. Gran devoto de la Virgen de Fátima, a Ella atribuyó su curación después de que el 13 de mayo de 1981 un turco -Alí Agca tratase de matarle. Misionero por el mundo entero promovió el encuentro con los jóvenes desde la Jornada Mundial de la Juventud. Colmado de años San Juan Pablo II muere el año 2005 y ahí quedan sus Encíclicas y escritos pastorales de gran altura teológica.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Lecturas para la Memoria de los Beatos Mártires de Nembra


Primera lectura

Estos son los que vienen de la gran tribulación 

Lectura del libro de la Sabiduría 3, 1-9 

La vida de los justos está en manos de Dios, y no los tocara el tormento. La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, y su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad; sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí; los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto; a la hora de la cuenta resplandecerán como chispas que prenden por un cañaveral; gobernarán naciones, someterán pueblos, y el Señor reinará sobre ellos eternamente. Los que confían en él comprenderán la verdad, los fieles a su amor seguirán a su lado; porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos y mira por sus elegidos. 

Palabra de Dios

Salmo responsorial 

Sal 30. 3cd-4. 6 y 8ab. 16bc-17 (R.: 6a)

Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu

 A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. R. 

Soy la burla de todos mis enemigos, la irrisión de mis vecinos, el espanto de mis conocidos: me ven por la calle y escapan de mí. Me han desechado como a un cacharro inútil. R. 

Pero yo confío en ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano está mi destino: líbrame de los enemigos que me persiguen. R. 

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. Sed fuertes y valientes de corazón los que esperáis en el Señor. R.

No tengáis miedo a los que matan el cuerpo 

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 10: 26-33.34

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: - «No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.» 

 Palabra del Señor.