(Ecclesia)
San José es uno de los personajes claves en la Historia de la Salvación. Su importancia en el Nacimiento y en la Infancia de Jesús es definitiva.
La imagen popular de San José como un anciano venerable y casi pasivo en todo lo relacionado con los primeros años de Jesús, nada tiene que ver con la importancia y misión divina de San José en el Historia de la Salvación y en la Iglesia.
Santa Teresa, Doctora de la Iglesia, fue una de las más entusiastas defensoras de San José, quien llegó a ser el Santo más querido de la Reformadora del Carmelo, todos sus fundaciones lo tenía como padre y señor de sus monjas de clausura. Así escribe: “Aunque tengan muchos santos por abogados, séalo en particular de San José que alcanza mucho de Dios”. En el Capítulo VI del libro de la Vida, dedicado en partea resaltar la importancia y el poder protector de San José escribe: “Cómo tomó por medianero y abogado al glorioso San José y lo mucho que le aprovechó”. Su confianza en San José era total en todas sus necesidades, incluso cuando necesitaba dineros para fundar sus conventos, palomarcicos, (que diría ella con su suave ironía): “Se me apareció San José, mi padre y señor, y medio a entender que no me faltarían dineros, que concertase los oficiales”. Incluso San José era familiar en su vida: “Vi a Nuestra Señora hacia el lado derecho, y a mi padre San José al izquierdo, que vestían aquella ropa (…), díjome, que le daba mucho gusto en servir al glorioso San José”.
La importancia de San José en los evangelios de Mateo y Lucas es fundamental. En Mateo es un personaje central. Es protagonista. Mateo lo presenta con dos rasgos fundamentales: hijo (descendiente de David), esposo de María: primero estuvo comprometido en matrimonio con ella; luego pensó repudiarla en secreto al conocer que estaba embarazada; finalmente por la aparición del ángel, la recibió por legítima esposa. (Mt 1,24). José es varón justo según la concepción bíblica de la justicia, cumplidor siempre de la Voluntad de Dios. Pero en Mateo como en Lucas San José no es el padre de Jesús. En la genealogía de Mateo, como en la de Lucas, José es el esposo de María, pero no padre biológico, José engendrado pero no engendra. El término fue engendrado, implica origen divino de Jesús, Verbo Encarnado. José actúa como padre legal, no lo hace como patriarca, no mana sobre la familia. Como afirma un exegeta experto en los evangelios de la Infancia: “José se limita a servir a la Sagrada Familia con fidelidad y para protegerla del peligro”. En el evangelio de San Lucas (1,2) José aparentemente tiene una función secundaria, casi imperceptible y nada dice. Se le presenta como prometidode María, perteneciente la familia de David, está junto a Jesús recién nacido. Padre legal de Jesús, quien vivía sujeto ellos. Jesús nos dice Lucas en la familia de Nazaret crecía en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.
En estos tiempos aciagos para la Navidad Cristiana es necesario contra los laicistas destacar la historicidad de los acontecimientos de la Infancia de Jesús. Resulta de un patetismo desolador que los que nos admiten la Navidad, se la utilicen para sembrar toda clase de ataques blasfemos y nauseabundos, ante la pasividad de muchos católicos que asisten perplejos e inactivos ante tanta provocación.
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