(De profesión Cura) Lo que ha pasado en un instituto de Villajoyosa (Alicante) es del todo significativo. Clase de religión católica y una profesora que entrega unas fichas a sus alumnos recogiendo EXACTAMENTE la doctrina católica sobre homosexualidad y actos homosexuales. Denuncia de una alumna, retirada de materiales didácticos y posible sanción.
Dicho esto, necesito hacer varias consideraciones:
Es necesario que en las clases de religión católica se explique CON TODO RIGOR la doctrina católica. Esto, aparentemente de Perogrullo, desgraciadamente hay que recordarlo, ya que la impresión que se tiene, y muy ampliamente contrastada, es que demasiadas veces en lugar de exponer a doctrina católica, se explican las particulares visiones de cada profesor, muchas veces abiertamente contrarias a la fe y la moral de la Iglesia, lo cual es un fraude de libro a padres y alumnos y además da frutos perfectamente evaluables. Alumnos apuntados a clase de religión estos años de atrás en porcentajes que superaban ampliamente el 70 %, que han dado como resultado una juventud mayoritariamente no creyente, y una valoración de la Iglesia Católica .
Visto lo visto, quizá haya que preguntarse si las clases de religión no han sido contraproducentes. Más aún, países tenemos en los que no se imparte la clase de religión en horario escolar y en los que, curiosamente, o quizá no tan curiosamente, el porcentaje de creyentes y católicos es superior al de España con diferencias notables.
También me pregunto si hoy, para no tener problemas con las autoridades civiles y académicas, hemos ido adaptando nuestras explicaciones a lo políticamente correcto. Es decir, si por ejemplo toca hablar de la homosexualidad, siempre se puede obviar el asunto, o bien decir que, en fin, que hay que ser abiertos, respetar, que cada cual sabrá y que eso de que los actos homosexuales son desordenados no deja de ser una exageración, o más aún. Prefiero no pensarlo. Imaginen si un profesor de religión, por ejemplo, tacha de crimen horrible el aborto. ¿Otra denuncia? ¿Tampoco podemos hablar del aborto? ¿Hay que justificarlo? ¿Bendecirlo incluso?
Ante un caso como este de Villajoyosa, alguien tendrá que salir en defensa de la profesora y dejar claro que ha hecho lo que tenía que hacer y explicar lo que es exactamente la doctrina católica. No solo eso, alguien tendrá que reclamar en los tribunales el derecho a explicar la doctrina católica según determina la propia Iglesia y no según las leyes civiles, dejando claro que en caso de conflicto no vamos a recular.
Más aún, si no se nos permite explicar la religión católica en toda su verdad, la solución, y mira que me lo barrunto, no puede ser en ningún caso “aguar” la doctrina basándonos en una mal entendida prudencia, y que mejor es eso que nada, porque eso supondría falsear la doctrina, y en consecuencia dar una formación deficiente a los alumnos.
Aquí hay que ir a Estrasburgo si hace falta en la exigencia de libertad de enseñanza de la religión católica, enseñanza, por otra parte, que se ÚNICAMENTE a aquellos alumnos cuyas familias lo solicitan expresamente. Y si esto no es posible, toca sacudir las sandalias, dejar la escuela y organizar una formación católica seria en parroquias y otras instituciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario