El Papa emérito Benedicto XVI, que tiene 90 años y desde 2013 vive retirado en el pequeño monasterio Mater Eclessiae, dentro del Vaticano, escribió a un periodista del "Corriere della Sera" comentando su salud actual.
Ese diario que le había enviado las cartas de preocupación de algunos lectores sobre su estado de salud. En la breve misiva Joseph Ratzinger, que cumplirá 91 años en abril, se muestra "conmovido" por el deseo de los lectores de saber cómo transcurre el "último periodo de su vida".
"Puedo decir solo que, en el lento disminuir de las fuerzas físicas, interiormente voy en peregrinaje hacia Casa", escribe el pontífice emérito.
Afirma que es una "gracia" el poder sentirse "rodeado, en este último tramo del camino a veces algo fatigoso, de un amor y una bondad que no habría podido nunca imaginar". Concluye su misiva, agradeciendo a todos los que preguntan por él y asegurándoles su oración.
»Querido Doctor Franco:
»Me ha conmovido que tantos lectores de su periódico hayan querido saber cómo transcurre este último periodo de mi vida.
»Sólo puedo decir al respecto que, en el lento disminuir de las fuerzas físicas, interiormente estoy en peregrinación hacia Casa.
»Es una gran gracia para mí, en este último tramo de camino, a veces un poco fatigoso, verme circundado de una bondad y un amor que no habría podido imaginar.
»En este sentido, considero la petición de sus lectores como una forma de acompañarme en este tramo del camino. Por ello no puedo sino agradecérselo y asegurarles por mi parte la oración por todos vosotros. Cordiales saludos.
Ese diario que le había enviado las cartas de preocupación de algunos lectores sobre su estado de salud. En la breve misiva Joseph Ratzinger, que cumplirá 91 años en abril, se muestra "conmovido" por el deseo de los lectores de saber cómo transcurre el "último periodo de su vida".
"Puedo decir solo que, en el lento disminuir de las fuerzas físicas, interiormente voy en peregrinaje hacia Casa", escribe el pontífice emérito.
Afirma que es una "gracia" el poder sentirse "rodeado, en este último tramo del camino a veces algo fatigoso, de un amor y una bondad que no habría podido nunca imaginar". Concluye su misiva, agradeciendo a todos los que preguntan por él y asegurándoles su oración.
»Querido Doctor Franco:
»Me ha conmovido que tantos lectores de su periódico hayan querido saber cómo transcurre este último periodo de mi vida.
»Sólo puedo decir al respecto que, en el lento disminuir de las fuerzas físicas, interiormente estoy en peregrinación hacia Casa.
»Es una gran gracia para mí, en este último tramo de camino, a veces un poco fatigoso, verme circundado de una bondad y un amor que no habría podido imaginar.
»En este sentido, considero la petición de sus lectores como una forma de acompañarme en este tramo del camino. Por ello no puedo sino agradecérselo y asegurarles por mi parte la oración por todos vosotros. Cordiales saludos.
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