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martes, 31 de marzo de 2015

Él te está esperando con los brazos abiertos ¿Vas a fallarle?

CELEBRACIÓN PENITENCIAL DE CUARESMA
CUMPLIMIENTO PASCUAL 2015



MIÉRCOLES 1 DE ABRIL

A LAS 18:00 DE LA TARDE 
EN LA IGLESIA PARROQUIAL  

Habrá sacerdotes para poder escucharte en confesión

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Cristo instituyó el sacramento de la Penitencia en favor de todos los miembros pecadores de su Iglesia, ante todo para los que, después del Bautismo, hayan caído en el pecado grave y así hayan perdido la gracia bautismal y lesionado la comunión eclesial. El sacramento de la Penitencia ofrece a éstos una nueva posibilidad de convertirse y de recuperar la gracia de la justificación. Los Padres de la Iglesia presentan este sacramento como "la segunda tabla (de salvación) después del naufragio que es la pérdida de la gracia" (Concilio de Trento: DS 1542; cf Tertuliano, De paenitentia 4, 2).
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Homilía del Sr. Arzobispo en la Misa Crismal


Santa Misa Crismal
Catedral de Oviedo, 31 de marzo de 2015


En la cita acostumbrada dentro de la Semana Santa ya comenzada, el pueblo de Dios se reúne con su obispo para celebrar la Misa Crismal. Aunque no es fácil compaginar los horarios, es hermoso que se puedan reunir en la Santa Iglesia Catedral todos los que componemos este Pueblo de Dios: Obispos, sacerdotes y diáconos con su llamada ministerial de presidir en la caridad las comunidades, los consagrados con sus diversos carismas a través de sus familias religiosas, y los fieles laicos con su compromiso cristiano en medio del mundo.

La Misa Crismal tiene ese primer encuadre y regalo: permitir vivirnos como miembros de la Iglesia del Señor, mutuamente referidos, complementariamente vocacionados, cada uno con su nombre, su don y sus talentos, cada uno como bautizado al que Dios le ha asignado un precioso destino. Somos hermanos porque con el Padre común que nos ha creado, con el Hermano mayor que nos ha redimido, y con el Espíritu Santo que nos ha santificado, formamos esta comunidad eclesial que Dios pone como levadura de evangelio en la masa de la historia humana.

Van a ser consagrados los santos óleos y el crisma. Los gestos de Jesús y la progresiva conciencia de la Iglesia fueron señalando estos signos salvadores y sacramentales que acompañan nuestro nacimiento y crecimiento como cristianos. El fruto del olivo tiene una resonancia grande en nuestra cultura humana y en nuestra tradición religiosa. En primer lugar el aceite tiene esa virtualidad fortalecedora que ya empleaban los antiguos en sus pugnas y desafíos, encontrando precisamente en el óleo un elemento que ponía tersura y fortaleza en sus músculos, en sus huesos, en sus heridas. Pero también el olivo como árbol da frutos en sus ramas que son símbolo de la paz tras los diluvios inoportunos que amenazan con ahogar nuestra historia y nuestros sueños. En tercer lugar, el olivo es un árbol que ha sido final de perdición para quien ahorcó en él sus traiciones, o comienzo de salvación cuando en él se clavó la muerte que fue vencida para siempre hasta hacerlo florecer bendito. El aceite es un óleo que nos acerca el bálsamo que nos hace fuertes en las batallas de la vida, que nos suaviza asperezas cuando nos confrontamos hasta el enfrentamiento que zahiere, que nos restaña la vulnerabilidad por la que se nos desangra la esperanza. De todo esto nos hablan los óleos santos que vamos a consagrar para poder luego sacramentar los signos de salvación que Cristo confió a su Iglesia.

Todos y cada uno de nosotros necesitamos este bálsamo de Dios. Porque son muchas las heridas que en estos tiempos se nos infligen causando de mil modos una múltiple debilidad. El Señor quiso ser Él mismo ese bálsamo de luz y de ternura, cuando en su propia carne malherida nos ofreció lo que bella y dramáticamente nos anunció el profeta Isaías como hemos escuchado en la primera lectura: sus heridas nos curaron. Esta es la paradoja que nos salva: que las heridas de Dios, de ese Dios que por amor se hizo vulnerable, son el bálsamo que limpia y sutura todas las nuestras. Podemos decir que son muchas las heridas por las que hoy nuestra humanidad se está desangrando, tanto metafórica como realistamente dicho. Heridas por las que tantos inocentes son mutilados y asesinados muriendo en guerras y atentados terroristas, particularmente los cristianos que en estos momentos sufren el acoso y derribo del ataque yihadista más cruel y asesino; heridas menos públicas y menos publicadas, que están quizás escondidas y maquilladas, pero que nos hacen daño y nos arañan la felicidad: el miedo que nos acorrala y nos arrebuja en la desconfianza, el agotamiento de nuestros amores cuando es el capricho frívolo quien señala su fecha de caducidad, el cansancio en el bien y la connivencia fácil con la mediocridad, el individualismo egoísta de quien no tiene más horizonte que su lujo o comodidad, y las hambres, todas las hambres del cuerpo y del alma que nos hacen siempre mendigos de la verdad. Son algunas de las heridas que describen nuestra condición menesterosa, las que nos hacen débiles y pobres por más que juguemos en cada ocasión con un oportuno disfraz.

Somos ministros de ese crisma y esos óleos, y con nuestras manos ungidas los sacerdotes acercamos a aquellos que en la Iglesia el Señor nos ha confiado el bálsamo divino que manifiesta la ternura misericordiosa del Señor que sigue a nuestro lado, testimoniamos que al Señor le importa nuestro destino y nuestra felicidad, un Dios que se desvela ante nuestras pesadillas y que quiere bendecirnos con el regalo de su gracia y de su paz dando cumplimiento a nuestros sueños que nacen de su Corazón.

Precisamente en esta Misa Crismal, los sacerdotes haremos renovación de nuestras promesas. Fuimos ungidos con el santo crisma y este óleo no tiene fecha de caducidad ni se corrompe, aunque pueden haberse hecho impermiables nuestras manos y nuestro corazón a la gracia que recibimos en el día de nuestra ordenación. Como en toda historia de amor, la nuestra con Jesucristo sabe conjugar una humilde petición de perdón y una confiada renovación de nuestra entrega, y esto es lo que haremos dentro de unos instantes al volver a pronunciar el sí de nuestra pertenencia a Jesús en el camino vocacional que Él nos ha regalado en su Iglesia.

Somos llamados a amar a Dios sobre todas las cosas, amando todo lo que Él ama y como lo ama Él. Esta es siempre la síntesis de la ley y los profetas, como tantas veces dijo Jesús (Mt 22, 37-40), porque amar a Dios en cuyo corazón no cupiesen sus hijos, o entregarse a los hermanos sin aprender el gesto en el Padre Dios, seria vivir un espiritualismo abstracto o plantear una militancia de trinchera. Dios y los hermanos, para los cuales hemos sido llamados como ministros del Señor.

El Papa Francisco ha querido señalar varias fisuras en las que nuestra fraternidad como sacerdotes en un presbiterio queda malherida y nuestro ministerio esterilizado. Puedo deciros que a mí me han hecho bien estas palabras del Papa: me han dolido al evidenciar en mi vida que también yo tengo que cambiar en auténtica conversión cosas que se viven en Dios ni me llevan a los hermanos. El Santo Padre alude a dos lacras en Evangelii Gaudium que en el fondo destruyen la comunión fraterna privándola de ardor misionero y robándonos la alegría: el encerramiento en la propia comodidad y la tristeza que se deriva de esa enfermedad espiritual que es la acedia, algo que mina de veras el fundamento de la comunidad haciendo imposible el amor fraterno. No le duelen prendas al Papa Francisco: «el amor a la gente es una fuerza espiritual que facilita el encuentro pleno con Dios hasta el punto de que quien no ama al hermano “camina en las tinieblas” (1 Jn 2,11), “permanece en la muerte” (1 Jn 3,14) y “no ha conocido a Dios” (1 Jn 4,8). Benedicto XVI ha dicho que “cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante Dios”… Esa apertura del corazón es fuente de felicidad, porque “hay más alegría en dar que en recibir” (Hch 20,35). Uno no vive mejor si escapa de los demás, si se esconde, si se niega a compartir, si se resiste a dar, si se encierra en la comodidad. Eso no es más que un lento suicidio» (Francisco, Evangelii gaudium, 272).

Junto a la comodidad aborda otra de las actitudes que terminan por esterilizar tanto la vida fraterna como la fecundidad apostólica: se trata de lo que él llama la acedia que define como «el gris pragmatismo de la vida cotidiana de la Iglesia en el cual aparentemente todo procede con normalidad, pero en realidad la fe se va desgastando y degenerando en mezquindad. Se desarrolla la psicología de la tumba, que poco a poco convierte a los cristianos en momias de museo. Desilusionados con la realidad, con la Iglesia o consigo mismos, viven la constante tentación de apegarse a una tristeza dulzona, sin esperanza, que se apodera del corazón como “el más preciado de los elixires del demonio”. Llamados a iluminar y a comunicar vida, finalmente se dejan cautivar por cosas que sólo generan oscuridad y cansancio interior, y que apolillan el dinamismo apostólico. Por todo esto me permito insistir: ¡No nos dejemos robar la alegría evangelizadora!» (Francisco, Evangelii gaudium, 83).

Y también señala algunas actitudes que cercenan esta vida fraterna que debe brillar como bálsamo en nuestra comunidad apostólica de un presbiterio diocesano. Por ejemplo indica lo que llama «la enfermedad del “Alzheimer espiritual”, es decir, el olvido de la “historia de la salvación”, de la historia personal con el Señor, del “primer amor” (Ap 2,4). Es una disminución progresiva de las facultades espirituales que, en un período de tiempo más largo o más corto, causa una grave discapacidad de la persona, por lo que se hace incapaz de llevar a cabo cualquier actividad autónoma, viviendo un estado de dependencia absoluta de su manera de ver, a menudo imaginaria. Lo vemos en los que han perdido el recuerdo de su encuentro con el Señor; en los que dependen completamente de su presente, de sus pasiones, caprichos y manías; en los que construyen muros y costumbres en torno a sí, haciéndose cada vez más esclavos de los ídolos que han fraguado con sus propias manos…

El mal de la esquizofrenia existencial. Es la enfermedad de quien tiene una doble vida, fruto de la hipocresía típica de los mediocres y del progresivo vacío espiritual. Es una enfermedad que afecta a menudo a quien, abandonando el servicio pastoral pierde el contacto con la realidad, con las personas concretas. De este modo, crea su mundo paralelo, donde deja de lado todo lo que enseña severamente a los demás y comienza a vivir una vida oculta y con frecuencia disoluta. Para este mal gravísimo, la conversión es más bien urgente e indispensable (cf. Lc 15,11-32)…

El mal de la cháchara, de la murmuración y del cotilleo. De esta enfermedad ya he hablado muchas veces, pero nunca será bastante. Es una enfermedad grave, que tal vez comienza simplemente por charlar, pero que luego se va apoderando de la persona hasta convertirla en «sembradora de cizaña» (como Satanás), y muchas veces en «homicida a sangre fría» de la fama de sus propios colegas y hermanos. Es la enfermedad de los bellacos, que, no teniendo valor para hablar directamente, hablan a sus espaldas. Hermanos, ¡guardémonos del terrorismo de las habladurías! (Francisco, Discurso a la Curia Vaticana. Saludo navideño. 22 diciembre 2014).

Queridos hermanos sacerdotes, estas palabras graves del Papa Francisco no me han sido fáciles de escuchar pero me han hecho mucho bien acogerlas, aunque duelan son heridas que me curan en actitudes que piden una actitud convertida a Dios y a los hermanos. Por eso, públicamente yo os pido perdón ante ese juicio luminoso que Francisco ha puesto en mis zonas oscuras. No quieren tanto reprochar lo que nuestra humana condición, nuestro cansancio, nuestro pecado tantas veces nos impiden reestrenar, sino invitarnos gozosamente a volver a la gracia que recibimos el día de la imposición de las manos que nos hizo el obispo. Tal y como nos ha recordado el Evangelio: el Señor nos ha ungido para ser enviados con una buena noticia a todos los que sufren, para vendar los corazones desgarrados y llevar la libertad a los prisioneros de todo tipo de cautividad. Somos sacerdotes del Señor y ministros de su perdón, su gracia y misericordia. Esto nos permite reestrenar la lozanía ilusionada de aquello a lo que fuimos llamados, para lo que fuimos consagrados, y para lo que se nos envió.

Quiero daros las gracias por vuestra asistencia, tan numerosa un año más. Me conmueve con inmensa gratitud poder concelebrar esta Misa Crismal con todos vosotros. Os agradezco vuestro trabajo en un día a día con soles y lluvias, con fríos y sopores, con reconocimiento o incomprensiones, con los que lleváis adelante vuestro ministerio a diario. Y tendremos presentes a los 18 sacerdotes que desde la última Misa Crismal nos han dejado por haber sido llamados por el Señor. Hace un año sus manos se extendieron en esta concelebración, o se unieron a la misma desde sus lechos enfermos. Hoy no están con nosotros, pero pedimos que nos acompañen en esa antesala de la espera del cielo prometido, para que sus 18 manos sean 18 plegarias fraternas.

Queridos hermanos todos pidamos al Señor que nos bendiga con nuevas vocaciones sacerdotales. Que los fieles recen por nosotros, y que juntos sigamos edificando la Iglesia del Señor como una buena noticia para la humanidad a la que en su nombre servimos. El Señor os bendiga y os guarde. Que nuestra Madre la Santina nos acoja y acompañe cada día. Gracias.



+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

lunes, 30 de marzo de 2015

Oraciones de la Noche

Plegaria Para La Noche

Padre mío, ahora que las voces se silenciaron y los clamores se apagaron, aquí al pie de la cama mi alma se eleva hasta Ti para decirte:Creo en Ti, espero en Ti, te amo con todas mis fuerzas.Gloria a ti, Señor.

Deposito en tus manos la fatiga y la lucha, las alegrías y desencantos de este día que quedó atrás.

Si los nervios me traicionaron, si los impulsos egoístas me dominaron, si di entrada al rencor o a la tristeza,¡Perdón Señor! Ten piedad de mí.

Si he sido infiel, si pronuncié palabras vanas,
si me dejé llevar por la impaciencia,
Si fui espina para alguien, ¡Perdón Señor!


No quiero esta noche entregarme al sueño sin sentir sobre mi alma la seguridad de tu misericordia, tu dulce misericordia enteramente gratuita, Señor. Te doy gracias Padre mío, por que has sido la sombra fresca que me ha cobijado durante todo este día. Te doy gracias porque invisible, cariñoso, envolvente me has cuidado como una madre, a los largo de estas horas.
Señor, a mi derredor ya todo es silencio y calma. Envía el ángel de la paz a esta casa. Relaja mis nervios, sosiega mi espíritu, suelta mis tensiones, inunda mi ser de silencio y serenidad. Vela sobre mí, Padre querido, mientras me entrego confiado al sueño, como un niño que duerme feliz en tus brazos. En tu Nombre, Señor. Descansaré tranquilo.      Así sea



Oración de la Noche

Dios mío, Jesucristo: Te doy gracias por todos los beneficios que has dispensado en este día. Te ofrezco mi sueño y todos los momentos de esta noche y te pido me conserves en ella sin pecado. Por esto me pongo dentro de tu santísimo Costado y bajo el manto de mi Madre, la Virgen María. Asístanme y guárdenme en paz los santos Ángeles y venga sobre mí tu Bendición.

Buenas Noches, Señor

Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches!, Padre Dios.

Gracias por todas las gracias
que nos ha dado tu amor;
si muchas son nuestras deudas,
infinito es tu perdón.
Mañana te serviremos,
en tu presencia, mejor.
A la sombra de tus alas,
Padre nuestro, abríganos.
Quédate junto a nosotros
y danos tu bendición.

Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches! Padre Dios

Gloria al Padre omnipotente,
gloria al Hijo Redentor,
gloria al Espíritu Santo:
tres personas, sólo un Dios.

Amén


Al final del día

Tú, Señor, que iluminas la noche y haces que después de las tinieblas amanezca nuevamente la luz, haz que, durante la noche que ahora comienza, nos veamos exentos de toda culpa y que, al clarear el nuevo día, podamos reunirnos otra vez en tu presencia para darte gracias nuevamente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Buenas noches a Jesús Sacramentado



¡Jesús amado! acaba el día; Gozoso dejo ya mi labor: Y antes que tome grato reposo postrado pido celeste don: Dame,bien mío, tu bendición.

¡Amor Divino, Sacramentado! Siento al mirarte mi pecho arder:

A tal Grandeza, la frente inclino; Te adoro, y juro tu esclavo ser.

¡Oh! sí pudiera yo sin descanso Pasar la noche juntó a tu altar, En las que siempre tan solitario, Por amor mío te veo estar! ...

Más ... ¡Tú me privas, de tanta dicha! Pues, compasivo te oigo decir: "Ve a tu reposo: Yo te bendigo: Sin penas duerme: Velo por ti"

¡Me voy! ... más antes, Dueño Adorado, Dejarte quiero mi corazón: Dentro del tuyo, tenlo guardado, Y allí se abrase por Ti, mi amor. "Muy buenas noches tengáis, Señor."

El pregón del cronista de la localidad abrió las fiestas religiosas en la parroquia de Lugones

(Reseña de lne)

M. NOVAL MORO José Antonio Coppen inauguró ayer las fiestas de Semana Santa de Lugones con un pregón en la iglesia parroquial en el que destacó que para algunos esta fiesta "es sinónimo de periodo vacacional, para emprender una escapada estacional centrada en actividades de ocio y tiempo libre", y para otros, es "una simple fiesta de primavera". Hay que respetarlos a todos, dijo, "como ellos han de respetar a los que la viven intensamente en un plano espiritual".

Coppen comenzó su reflexión citando al párroco local, Joaquín Manuel Serrano, al que calificó de "guía espiritual y animador sociocultural de esta villa, eficazmente apoyado en su labor pastoral por sus más directos colaboradores".

Respecto a la celebración en la villa de su corazón, consideró de justicia hacer mención expresa del "loable compromiso asumido por las esforzadas costaleras y costaleros".

Celebró el hecho de que "a las órdenes de su capataz, Raúl Milán, cargan sobre sí, literalmente, el peso de la procesión; sin duda uno de los actos más genuinos y expresivos de la puesta en escena de la Pasión y que, amén de fervor, suponemos requerirá de una dieta especial".

Por otra parte, destacó que desde la incorporación de don Joaquín Manuel Serrano a la comunidad religiosa lugonense en 2008, "la programación de actividades ha cobrado en la parroquia un especial relieve, incrementándose notablemente la promoción mediática del pueblo".

Y buen ejemplo de ello es precisamente, la programación de la Semana Santa, "cuya organización corre a cargo, desde el pasado año, de la Cofradía de la Piedad y de la Virgen de la Soledad, de carácter mixto, que preside don Joaquín, siendo Rosa la eficiente vicepresidenta".

Llegó a decir que don Joaquín "además de diligente párroco de nuestra comunidad, ha sido revelándose a lo largo del tiempo como un excelente gestor. ¡Vamos, que haría buen papel como alcalde!".

sábado, 28 de marzo de 2015

Evangelio del Domingo de Ramos


Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (15,1-39):

C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Él respondió:
+ «Tú lo dices.»
C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.»
C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:
S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:
S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»
C. Ellos gritaron de nuevo:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «Pues ¿qué mal ha hecho?»
C. Ellos gritaron más fuerte:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:
S. «¡Salve, rey de los judíos!»
C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:
S. «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.»
C. Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo:
S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.»
C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, jesús clamó con voz potente:
+ «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.»
C. Que significa:
+ «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S. «Mira, está llamando a Elías.»
C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo:
S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.»
C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:
S. «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»

Palabra del Señor

HORARIOS SEMANA SANTA


SÁBADO DE RAMOS: 19´30 Santa Misa
20´00h (Tras la misa): Pregón a cargo de
D. José Antonio Coppen Fernández

DOMINGO DE RAMOS:
11´00h.: Misa de niños y bendición de Ramos en la Iglesia
12´00h.: Bendición de Ramos en el Parque de la Iglesia
12´30h.: Misa Mayor

MARTES SANTO:
11´00h.: Misa Crismal en la Catedral de Oviedo
19´30h.: Misa en la Parroquia

MIERCOLES SANTO:
18´00h.:Celebración Comunitaria de la Penitencia (con Confesores)
19´30h.: Santa Misa

JUEVES SANTO: 10´30h.: Laudes en la Iglesia
17´00h.: Misa de la Cena del Señor
22´00h.: Hora Santa y turnos de Vela del Santísimo Toda la Noche   

VIERNES SANTO: 11´30h.: Laudes en la Capilla del Buen Suceso
12´00h.: Vía Crucis desde El Carbayu a la Parroquia
17´00h.: Oficios de la Pasión del Señor
18´15h.: Procesión del Santo Entierro (Cristo Yacente)
21´00h.: Procesión del Silencio (Ntra. Sra. de La Soledad)

SÁBADO SANTO: 08´00: Rosario de La Aurora
21´00h.: Vigilia Pascual
(tras la Vigilia “Chocolatada”)

DOMINGO DE RESURRECCIÓN:
11´00h.: Misa de Niños

12´30h.: Misa Mayor (tras la misa Vino Español)

Sábado 28 a las 20:00 Pregón de la Semana Santa Lugonina a cargo de D. Jose Antonio Coppen Fernández


¿Quién es el Cronista del I Pregón de la Semana Santa de Lugones?

El escritor y cronista local José Antonio Coppen Fernández, conocido popularmente como Morocho, nació (30-11-1937), creció, trabajó y vivió siempre en Lugones (Asturias).

Toda su vida laboral como administrativo la desarrolló en una prestigiosa multinacional alemana ubicada en su localidad natal y dedicada a la fabricación de productos refractarios, en la que desempeñó distintos cargos de responsabilidad.

Social y culturalmente se desarrolló entre Lugones y Oviedo (capital de la comunidad autónoma del Principado de Asturias).

Trayectoria

En el noble oficio de escribir, comenzó de joven a hacer sus primeros pinitos en el desaparecido diario Región de Oviedo, luego igualmente en la desaparecida Hoja del Lunes de Oviedo. Siguió con más asiduidad en el diario La Nueva España de Oviedo, así como con colaboraciones en El Comercio de Gijón (Asturias) y algunos otros periódicos regionales y comarcales, revistas y diversas publicaciones. Siempre de manera de altruista.

Publicaciones

Ha sido promotor y coordinador, desde 1973, de la revista local El Carbayu. Los placeres de la vida, La isla de mis versos, Veinte epístolas a los veinte años y Luces de otoño, editado en 2004, llevan su firma como autor. En la primavera de 2007 colaboró en el texto del Catálogo sobre José Tartiere, Primer Conde de Santa Bárbara, editado con motivo de la exposición-homenaje promovido por él a tan insigne personaje; así como en la revista monográfica sobre la historia del Atlético de Lugones, club de fútbol fundado en 1905. En septiembre de 2008 presentó Lugones. Radiografía de mi pueblo, primer libro que se escribe en la historia de esta localidad. Y en la primavera de 2010 presentó también en la Casa de la Cultura local el segundo libro sobre la localidad, Lugones, latidos de un pueblo. Crónicas y reivindicaciones publicadas en torno a una marginación histórica.

Distinciones, reconocimientos, premios

En diciembre de 2010 la asociación Laboral 2000 le nombró socio de honor por su trabajo en el campo de la comunicación y, en especial, por su labor de décadas en la promoción de Lugones. El Centro Asturiano de Madrid, por su parte, le concedió el galardón «Urogallo de Bronce» 2010, en la categoría de «Personaje popular».

Reflexión de Cuaresma


Hay días en que parece que el mal amenaza con aplastarme. Desde que estoy en Puerto Real he podido palpar el sufrimiento de mucha gente, de muchas familias que a duras penas sobreviven a causa del paro; familias que siguen adelante gracias a la ayuda de los abuelos o que malviven en la economía sumergida. Hay tanto dolor, tanta angustia, tanta injusticia… Hay situaciones que claman al cielo. El dolor, el sufrimiento y la zozobra que provoca no tener un trabajo digno sólo se puede comprender cuando se ha pasado por el paro como, por desgracia, he pasado yo también. Y la inquietud es mayor cuando tienes que sacar adelante a unos hijos.

Hay días que el mal amenaza con aplastarme. Hay tanto dolor… Cristianos y personas inocentes degolladas por fanáticos asesinos; niños maltratados; niños de los que algunos malditos desalmados abusan sexualmente matando su inocencia para siempre; niños a los que se mata sin dejarles siquiera la oportunidad de vivir, cientos de miles de niños abortados, niños inocentes, buenos, que nunca le han hecho daño a nadie, ni se les dará oportunidad de hacerlo; mujeres asesinadas o maltratadas por quienes deberían quererlas y cuidarlas.

Hay días que no lees más que noticias que hablan de corrupción, de ladrones, de sinvergüenzas que roban a manos llenas. Hay días en que parece que no hay más que mentirosos y que la honradez, la honestidad y la decencia han sido enterrados bajo una pesada capa de estiércol y podredumbre. Hay días que parece que lo normal es mentir, engañar, robar, estafar. Hay días que parece que todo el mundo ve normal que se engañe a la mujer con otra o que los políticos mientan o que vale todo con tal de hacer carrera o enriquecerse lo más rápidamente posible.

Hay días que las mentiras, las medias verdades, las difamaciones, los embustes más burdos o los insultos y las descalificaciones parece que me van a aniquilar. Hay días que parece que el aire se vuelve irrespirable y amenaza con ahogarte y no tienes ganas más que de llorar y te desesperas y no ves salida. Parece como si todos los demonios estuvieran sueltos y tuvieran carta blanca para destruirte a ti y a todo cuanto de bueno y bello hay en este mundo. Y no lo entiendes. Llevo toda mi vida denunciando la injusticia, rebelándome contra la pobreza que machaca a tantas personas a mi alrededor. Llevo toda mi vida intentado luchar por un mundo mejor y más habitable para todos. Cuando era más joven creía que si quería, podía hacer algo para que el mundo fuera un lugar más decente. Creía que la verdad y la belleza podrían derrotar a la mentira y a la fealdad. Creía que era una cuestión de voluntad: de buena voluntad. Hasta que me di cuenta de que por mucho que yo hiciera, no iba a conseguir nada o muy poca cosa. Ahora me doy cuenta de que ni siquiera soy capaz de acabar con el mal que hay dentro de mí mismo. Lo intento. Intento ser bueno y justo y no hablar mal de nadie y hacer lo correcto. Y siempre acabo cayendo. Una y otra vez caigo en los mismos errores, en las mismas tentaciones, en los mismos pecados. Con los años me he dado cuenta de que el mal no solo está en la sociedad; que el mal está también dentro de mí. Y me siento impotente para acabar con el mal del mundo y también para acabar con mi propia maldad. Y entonces me veo como la pecadora que se arrodilla a los pies del Maestro y lava los pies de su Señor con sus propias lágrimas.

Hay días que el mal parece que me va a triturar todos los huesos y que amenaza con aplastarme. Y me doy cuenta de lo poca cosa que soy, de lo poco que valgo, de lo frágil que soy, de lo pecador que soy. Y me doy cuenta de la poca fe que tengo y de que la esperanza se torna en desesperación y de que todo parece oscuridad a mi alrededor. Y entonces veo a Cristo crucificado, despreciado, humillado, torturado, escupido, desfigurado, sangrando por todo su cuerpo, abandonado por todos; víctima de las mentiras de unos, de las burlas de otros; destrozado por una crueldad inhumana. Y entonces me agarro a esa cruz y le pido al Señor que tenga compasión de mí, que soy un pobre pecador; que tenga compasión de mi pueblo que está sufriendo tanto, de mis hermanos en la fe que están siendo masacrados, de los niños y las mujeres maltratadas, de los que están sufriendo el paro, la enfermedad, la desesperación, el desconsuelo, la soledad. Yo no puedo nada, Señor, pero Tú lo puedes todo. Yo no puedo ser santo por mucho que lo intente, pero Tú, mi Señor, puedes hacerme santo con tu gracia. Yo no puedo acabar con la injusticia ni con el paro de las familias que tan mal lo están pasando, pero Tú sí puedes, Señor. Que venga a nosotros tu Reino, Señor. Que venga ya. Ten compasión de tu pueblo y de este pobre e inútil siervo tuyo. Señor, que yo pueda ser cauce de tu amor a cuantos me rodean. Que pueda poner esperanza y amor donde no se ve más que desesperación y odio. Que pueda ser portador de bien y de luz en medio de tantas tinieblas. Yo no quiero nada para mí, Señor. Todo lo bueno que tengo me lo has dado Tú: mi esposa, mis hijos, mi vocación de maestro, mi fe. Todo es tuyo. Yo sólo quiero ser santo. Pero yo no puedo sin tu gracia. Te pido, mi Señor, que pueda cargar con mi cruz con tu ayuda hasta las últimas consecuencias, que sea capaz de gastar mi vida amando a cuantos me rodean como Tú los amas. Pero la cruz no me gusta, Señor. No me gusta que me calumnien, que me desprecien, que se burlen de mí. Yo prefiero los halagos y el éxito y vivir bien y tranquilo y no tener problemas. Pero sé que ese no es tu camino. Tu camino es el del calvario. Dame fuerzas para seguirte hasta el último momento, para serte fiel y no caer; para que no reniega de ti ni te traicione, Señor. Tú lo sabes todo. Tú sabes que te quiero. Contigo lo puedo todo; sin ti, nada. No permitas que te abandone nunca ni que te dé la espalda. Dame tu amor y tu gracia: eso me basta.

Hay días en que parece que el mal amenaza con aplastarme. Y entonces recuerdo que Tú, Señor, venciste ya al mal y a la muerte con tu resurrección; que no estamos condenados, sino salvados. Que Tú, Señor, ya has derrotado al mal y a la corrupción y a la muerte y a la mentira. Entonces me doy cuenta de que realmente Tú eres el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Que estás esperando a que volvamos los ojos a ti para recibirnos con los brazos abiertos y salvarnos de todo ese mal que amenaza con ahogarnos, ese mal que nos rodea en el mundo y ese mal personal que nos esclaviza.

Hay días que parece que el mal amenaza con aplastarme y entonces Tú me preguntas “¿por qué tienes miedo? ¿no estoy yo contigo?” Y entonces los temores desaparecen y el amor de Dios me desborda. Que toda la gloria sea para Dios, Alfa y Omega, Señor de la Vida y de la Historia; Camino, Verdad y Vida. Pidamos perdón a Dios por nuestros pecado, adorémosle ante el Sagrario y unámonos a Él en la sagrada comunión para que su gracia nos transforme y nos santifique. Cristo está realmente presente en el Santísimo Sacramento: allí está en cuerpo, alma y divinidad. El Creador y Señor de todo cuanto existe está allí realmente presente en el Pan de la Eucaristía, esperándonos para llenarnos con su amor y para que vivamos una vida plena. Todo es gracia. Amar a Dios y amar al prójimo, especialmente a quienes más sufren: ese es el único camino para que este mundo sea como Dios manda y como Dios quiere. La esperanza es Cristo.



Pedro L. Llera

“Bocas con halitosis” . Por Rodrigo Huerta Migoya


Recuerdo con humor el relato de un cura y su reflejo en la realidad al que un día escuché tras unas confirmaciones en la parroquia, versaba sobre un joven sacerdote que, además, se daba la circunstancia que en una celebración similar se despedía de sus feligreses: Acabada la Eucaristía los muchachos se acercaron a la puerta de la sacristía reclamando al que hasta ese día había sido su pastor, pues querían entregarle un detalle para que nunca se olvidara de aquellos felices años de su estancia entre ellos. El obsequio fue un reloj de pulsera, bonito dónde los hubiera y, además, no tenía pinta de ser del “top manta”. El cura exclamó: ¡chicos me voy a enfadar!, más como no podía ser de otra manera, el obsequiado, vencido por la emoción del momento, rompió a llorar y se abrazó agradecido a sus chicas y chicos. También se arrimaron las madres y padres de los confirmados y para ellos también hubo abrazos y besos. Y, como tampoco podían resistirse, el equipo “Radio Patio” de abuelas, beatas y cotillas adjuntas, allá fueron corriendo también a dejarle al curilla la cara como la rodilla del Niño Jesús en la Misa de Navidad a base de pintalabios del “Masymas”.

Ya en el pórtico, y ante la mirada de todos, el cura saliente se quitó su reloj “de los 20 duros”, lo guardo en el bolso y se puso su nuevo “peluco”. La gente aplaudió al unísono mientras un hombre le decía: si a dónde vas no te merecen, vuelve que aquí te queremos.

El reloj había sido cosas de los chavales, más los adultos tampoco se quedaron con las ganas y decidieron regalarle un viaje de cuatro días a Ibiza. Sabían muy bien que era un sueño no cumplido de su párroco conocer el lugar dónde había nacido su abuela, allá en una vieja casa payesa de Puig den Valls, así como la Iglesia de Santa Eulalia del Río dónde le bautizaron.

Circunstancias de la vida, su padre que llevaba años en cama y ya había estado “más para allá que para acá”, fue a morirse esa noche, en un día que hasta entonces había salido redondo. La semana fue terrible de papeles, abogados, notarios, bancos…y encima el domingo tomaba posesión de su nueva parroquia y aún no sabía que decir. Su difunto padre era un apasionado del mundo del motor, tal era así que en la cochera les dejó una moto y dos buenos coches. A la hora de arreglar las cosas con sus hermanas, éstas insistieron en que al menos de uno de los coches se hiciera cargo el primogénito.

El jueves, ya más bien tarde noche, el sacerdote empezó la mudanza ayudado de sus dos cuñados y del bueno de Pepe, que había sido su sacristán en sus años en la Parroquia. Apenas lo que tenía eran libros, su ropa y poca cosa más. Pero al tener una biblioteca tan grande, sólo las cajas de libros ocupaban tanto como la mudanza de los “Beckham”.

Así pasó el jueves y el viernes; y el sábado, cuando la cosa ya estaba encarrilada, metió en el maletero del coche que le dejó su padre (y hermanas) las últimas cosas; se despidió del sacristán y salió para su nuevo destino. Poco antes de la hora de comer llegaba y aparcaba frente a la que desde ese momento sería su nueva Parroquia y hogar con su nuevo coche, con el estrenado reloj y el billete para Ibiza sobre el asiento del copiloto. Entró en la casa para ver cómo estaba y comer algo, y, mientras tanto, las fuerzas vivas del lugar (las hay en todas partes y no todas se distinguen a primera vista) Petra, Mari Puri, Conchi la panadera y su hijo, “marujo cum laude” (de todos conocido) se acercaron a fisgar el cocido. Mari Puri dijo: la rubia que vino el otro día con él debe de ser la querida. Conchi, por su parte, opinó: Me da mala espina, ¿no veis que viste de negro?... ¡Eso ya no se lleva!... Petra sentenció: nada, nada, no me gusta la pinta; dónde esté el que nos marchó que se quiten todos; a mi darme curas modernos y no estos cuervos. Mientras la “Salsa Rosa” del barrio se ponía a tono, “el marujo cum laude” fue a echar un vistazo al coche del cura (en el fondo tenía envidia) y vio en el asiento el billete para Ibiza. En esto, el nuevo párroco que salía de casa, al verlos -inocente- se acercó amable para saludarles y presentarse. En cuanto Petra se fijó en el reloj, para qué más; ¡ya todo estaba muy claro!… Después de irse el cura, comenzaron a coro las conocidas “comadrejas”:

Habéis visto que reloj, ¿de dónde lo sacaría?; ¿y el cochazo,…para mucho da el cepillo, eh?. Pues tiene un billete para Ibiza (dijo el marujo). Seguro que se va con la rubia del otro día (matizó su madre) aunque diga que es su hermana…

jueves, 26 de marzo de 2015

AVISO PARROQUIAL


MAÑANA DÍA 27 VIERNES DE DOLORES

LA SANTA MISA SERÁ A LAS 12:00 DEL MEDIODÍA

POR LA TARDE A LAS 20:00 VÍA CRUCIS ARCIPRESTAL                                                   Desde la Parroquia de los Santos Apóstoles hasta el Santuario del Cristo de las Cadenas

¡A las 19.30 de la tarde no habrá Misa!

Carta semanal del Sr. Arzobispo


Teresa, cofrade en la procesión de la vida
Fue en una procesión, esa que también va por dentro en la pasión de la vida. Le ocurrió a Doña Teresa de Ahumada, entonces una monja distraída que andaba de parletas en locutorios conventuales, dada a la vida que no era ni buena ni mala sino todo lo contrario: desaprovechada y baldía. Pero quedó de pronto tocada, casi hundida. Vio pasar ante sus ojos una imagen de Jesús que le cambió para siempre el alma. Aquel “Cristo muy llagado” que tantas veces habría visto, un día de cuaresma de 1554 le dio la vuelta a la vida y comenzó para ella una novedad tan grande que será el segundo nacimiento, que tuvo lugar aquel bendito día.

Santa Teresa, en cuyo centenario andamos admirados por tanto como nos enseñan sus lances andariegos de monja castellana, tuvo su particular procesión semanasantera. Fue su encuentro con Jesús a través de algo que tenía demasiado visto y que jamás había contemplado de veras. Toda Teresa quedó para siempre cambiada, y puso al servicio de Dios, de su Iglesia y de sus hermanas lo mucho con que el Señor le había dotado: su alegría, su sensatez, su fortaleza, su audacia, su cultura, sus buenas letras, su afecto rico de mujer, su hondura contemplativa. Todo a partir de ese momento en el que mirando una imagen de Jesús llagado, se le abrieron a ella las heridas que paradójicamente la curaron en la procesión de la vida.

Este es el sentido precioso que tienen los actos de toda Semana Santa: poder ser también nosotros tocados por Dios, cambiados por su gracia, tal vez en lo que hemos visto y escuchado tantas veces y que, sin embargo, sin poder explicarlo y sin previa cita, un día cualquiera se nos puede conceder el regalo de mirar las cosas desde otros ojos, de tener entrañas de perdón y razones para nuestra esperanza y nuestra alegría.

Al comenzar nuevamente una Semana Santa cristiana, nos disponemos a asomarnos y escuchar atentos cuanto en estos días se nos proclamará con la liturgia de un triduo santo que viene introducido por el Domingo de Ramos. Los oficios, oraciones y celebraciones de unas fechas como estas, nos adentran a los creyentes en el relato de la Pasión de Jesús. Como decía la santa abulense, pidamos al Buen Dios que nos conceda saber cuánto le hemos costado. Y esto se nos volverá a relatar con las lecturas bíblicas, con los gestos y los cantos, con cuanto celebramos en una liturgia especialmente querida y sentida.

Pero esta hondura rezada en el corazón y en las parroquias de nuestro pueblo cristiano, se hace también relato callejero. El talento de los artistas, la buena labor de nuestras cofradías, la devoción de la gente sencilla, se arrebuja en ciudades, pueblecitos y villas, para ver pasar la procesión que todo esto nos relata. Allí por donde nuestra vida se saluda, se enamora, se hiere, se lastima, pasa la narración de una Pasión que se escenifica con inmenso respeto a través del arte y la devoción de nuestros cofrades, y de cuantos viven en las afueras de calles y plazas, lo que rezan en los adentros de sus almas y sus templos.

Un momento en el que damos gracias por ver un año más la procesión pasar, la que va por fuera y la que va por dentro, pero siempre acompañados por ese Dios cirineo de nuestras cruces que clavadas en su Calvario, vendrá a anunciarnos la luz sin ocaso y la gracia regalada con la que pagó por nuestra felicidad. Un don ante el que vale la pena pararse, para que como a Teresa de Jesús también a nosotros nos pueda asombrar tanto, tanto, que nuestra vida cambie y empiece a ser salvada como le ocurrió a ella. Feliz Semana Santa. Feliz Pascua florida.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

Semana Santa: el disco duro también lo carga el diablo


Es que vienen días muy cargaditos de cosas. Desde hoy, y hasta el domingo de pascua de resurrección, en cada parroquia andamos medio locos preparando la liturgia sin reparar en detalles. En apenas doce días tenemos por delante qué menos que una celebración penitencial, domingo de ramos, triduo pascual con sus oficios propios más otras devociones como el via crucis o la hora santa, muy probablemente rezo comunitario de la liturgia de las horas, amén de otras peculiaridades de cada parroquia o comunidad como procesiones o actos propios de culto.

Añádase a todo esto lo que, perdón por la licencia, servidor denomina “escenografía” de estos días: ramos, cirios, cruz procesional, manteles que se ponen, se quitan, se cambian, flores que hay, luego no hay, posteriormente sobreabundan. Incensario, naveta, hisopo, paño humeral, capas pluviales. Luces que ora mejor tenues, ora todas y con campanas. Ojo a la jarra y la jofaina, al monumento… Que haya aceite para las velas, y cirio pascual, y velitas para la vigilia.

Seguimos con los libros litúrgicos: leccionarios, evangeliario, misal, libro de la sede, oración de los fieles, rituales. Busquemos responsables, lectores, monitores… habida cuenta de que en algunos lugares es un hervidero de fieles y en otros se nos van al pueblo o a su segunda residencia y nos quedamos casi en cuadro.

Solo con leer esto seguro que ya se están estresando. Pues no he terminado. Porque me faltan muchas cosas. Por ejemplo, preparar las homilías de todos esos días. Por ejemplo, la hora santa del jueves y el via crucis del viernes. Alguna monición, y miren que no me gustan, pero que en celebraciones especiales pueden ser útiles.

Pues justo aquí, justo en este momento, es cuando el señor cura, desbordado entre las señoras –siempre esas benditas señoras- que no encentran ese mantel que colocamos el año pasado y venga a ver qué parece el monumento, el coro que discrepa en cuanto el canto de comunión y usted qué opina, las flores que acaban de llegar y que a ver si estos días se pasa por casa a llevar la comunión a mi madre y a la mía y a …Accede a la carpeta “documentos” del disco duro de su ordenador, lee “jueves santo” y casi sin más echa un vistazo, cambia la fecha e imprime… Nos valen las moniciones del año pasado y las preces. Y también se puede aprovechar la hora santa del 2012. Y para la vigilia pascual tomo las moniciones del 2012 también que son suficientes.

Pero claro, llega la celebración y ¡un año más! como hemos ido a toda prisa volvemos a pedir en la oración de los fieles por el papa Benedicto y nuestro obispo Antonio María, o hacemos una monición dando gracias por la reciente elección de Francisco… Estas cosas se las cuento porque me han pasado. Por eso pido que este año nos olvidemos del disco duro y del copia y pega y hagamos el esfuerzo de que las cosas sean diferentes.

Para empezar, la oración de los fieles la tomamos del libro propio. Un problema menos. Las moniciones, a ver si somos capaces de suprimirlasconvencidos de una vez que no hay mejor monición que unos gestos realizados correctamente. Para el via crucis hay textos preciosos, sin necesidad de quebrarse la cabeza y otro tanto para la hora santa.

Pero volver a las moniciones del año 2012, a las peticiones del 2010 y a un esquema de hora santa preparado por el reverendo padre Fulanez para el año santotiene mucho peligro. Y esto se lo advierto, como dirá un buen amigo mío, no por experiencia… sino porque me ha pasado.

martes, 24 de marzo de 2015

«Relanzar la espiritualidad del Apostolado de la Oración en el s. XXI»: orar por lo que el Papa pide


(Iglesia de Asturias) 
El Papa Francisco ha apostado por relanzar la espiritualidad del Apostolado de la Oración (www.apostoladodelaoracion.com), una práctica religiosa que se originó en el siglo XIX, en el ámbito de la Compañía de Jesús, y que se extendió rápidamente, formando grupos específicos, o siendo parte de otros ya creados. Se define como un “camino espiritual”, inspirado en el Corazón de Jesús, que desea responder a las necesidades de la vida interior de todas las personas.

A través de la oración y de la Eucaristía, las personas ofrecen el día y su vida por las intenciones del Papa, para que esas necesidades de la Iglesia se puedan hacer realidad. Desde el pasado mes de noviembre,el sacerdote jesuita José Manuel Peco SJ es el responsable del Apostolado de la Oración en la diócesis de Oviedo.

-¿Cuál fue el origen del Apostolado de la Oración?
A mediados del siglo XIX, en Francia, un grupo de jóvenes jesuitas, estudiantes de Teología, tenía eldeseo de irse a las misiones, algo que no podían realizar hasta que no terminaran sus estudios. Su director espiritual, el padre Gautrelet, en la fiesta de San Francisco Javier, el 3 de diciembre de 1844, (acabamos de hacer, por tanto, los 170 años) les mostró que podían empezar la misión sin necesidad de irse de Francia. ¿Cómo? Ofreciendo a Dios su oración y su trabajo, y apoyando con su vida entera la labor de la Iglesia.

»A través de la oración, hacían su compromiso diario de velar y trabajar por extender el reino de Dios. Ésa fue la semilla del Apostolado de la Oración. Con el tiempo, muchos de estos jóvenes se fueron a misiones, por eso el Apostolado de la Oración tiene un espíritu misionero de extender el reino de Dios por todos los lugares del mundo.

»Más adelante, el padre Enrique Ramiere, en 1844, enriqueció esta fórmula de espiritualidad con una nueva hondura: hacer el ofrecimiento diario identificándose con el Corazón de Cristo. Ambas devociones están muy unidas.

-¿Cómo se organiza el Apostolado de la Oración en el mundo?
-En aquellos sitios donde es posible, hay grupos de personas que forman parte expresamente del Apostolado de la Oración, aunque también puede suceder que esta práctica religiosa enriquezca y forme parte de otros grupos que ya hay. Porque el Apostolado de la Oración no es un movimiento como tal, sino un camino espiritual inspirado en el Corazón humano y el Corazón de Jesús que desea responder a las necesidades de la vida interior de todas las personas. A través de la oración y de la Eucaristía, las personas ofrecen el día y su vida por las intenciones del Papa. Todos los meses, el Papa reza concretamente por dos intenciones, una general y otra de carácter misionero. Las personas que forman parte del Apostolado de la Oración rezan a diario para que esas intenciones que el Papa ha propuesto se hagan realidad.

-¿En qué estado se encuentra el Apostolado de la Oración en Asturias?
-En la diócesis, como en prácticamente todas las diócesis españolas, el Apostolado de la Oración cuenta con un director diocesano, que puede ser jesuita, o no. Hasta ahora no lo era, y desde noviembre, el Arzobispo me ha nombrado a mí. El Papa en su día le encomendó a la Compañía de Jesús la tarea de promover esta espiritualidad, que puede vivirse dentro de cualquier asociación o movimiento de la Iglesia. Porque lo que pretende es inculcar en las personas el orar por las intenciones del Papa y permanecer unidos al Sagrado Corazón de Jesús, que en el fondo es el centro vital de la vida del cristiano, de donde surgen los más grandes deseos.

-Siendo nuestro Papa actual miembro de la Compañía de Jesús, ¿ha puesto un afecto especial sobre esta práctica religiosa?
-Efectivamente, hace poco se reunió con el Secretario general de toda la Iglesia para el Apostolado de la Oración, que es el General de la Compañía. El Papa Francisco piensa que sería positivo actualizar y relanzar esta espiritualidad del Apostolado de la Oración para el siglo XXI.

»Así se lo dijo a nuestro padre General, que escribió a todos los jesuitas para que se organizase un secretariado que pudiera llevar adelante todo esto. El secretariado formado está en conexión con todos los obispos de las distintas diócesis. Yo mismo, desde el pasado mes de noviembre, estoy nombrado como director diocesano en Asturias.

-¿Qué tipo de actividades se podrían llevar aquí?
-Estamos intentando ver qué cosas se pueden hacer. Primero conocer las realidades que tenemos. Aquí parece que hay un grupo en Gijón y otro en Oviedo, con el que tenemos que ponernos en contacto. Además, tenemos por delante el reto de dar a conocer esta espiritualidad a los jóvenes, porque es una pena que se pierda esta devoción que puede enriquecer tanto a los cristianos. Debemos tener interés por aquello que le preocupa al Papa y por todas las necesidades que tiene la Iglesia.

»En Asturias, además, tenemos la suerte de tener un monumento al Sagrado Corazón en el Monte Naranco de Oviedo, un sitio excepcional, y que hay que abrir a actividades con jóvenes. En este momento hay todos los años una Gira, en junio, el domingo después del viernes del sagrado corazón. Tenemos que intentar relanzarlo para los grupos juveniles.

-Es todo un reto transmitir estas devociones antiguas a las nuevas generaciones.
-Sí, pero hay que pensar que la oración es válida para jóvenes y mayores. Son distintos modos de orar, ciertamente, pero todos como cristianos desde nuestro bautismo estamos llamados a tener relación con Dios, a través de la celebración de la Eucaristía, momento culmen de la vida cristiana, y también a través del encuentro personal con Cristo. Todos los cristianos, sean mayores o jóvenes, tienen un deseo y un anhelo de estar en contacto con Dios y que él sea el centro de nuestra vida.

Los obispos españoles se unen al dolor de los familiares de las víctimas


Ante la triste noticia del accidente aéreo que ha tenido lugar hoy en Francia, del avión de Germanwings, que viajaba de Barcelona a Dusseldorf, la Conferencia Episcopal Española desea expresar su dolor por la pérdida de vidas humanas y su condolencia a los familiares de las víctimas, al mismo tiempo que encomiendan a Dios el eterno descanso de los fallecidos.

Los obispos españoles invitan a los católicos y a todos los creyentes a incluir estas intenciones en su plegaria personal y comunitaria.

Evangelio Domingo V de Cuaresma


Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 20-33

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándosela Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban:

– «Señor, quisiéramos ver a Jesús.»
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó:

– «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre.
Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, que a infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este, mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.

Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre.»

Entonces vino una voz del cielo:

–«Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.»
La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.

Jesús tomó la palabra y dijo:

–«Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.»

Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba morir.

Palabra del Señor

viernes, 20 de marzo de 2015

HOY VIERNES DÍA 20 VÍA CRUCIS A LAS 19:00 en la Parroquia




Dios ha puesto en la Cruz de Jesús todo el peso de nuestros pecados, todas las injusticias perpetradas por Caín contra su hermano, toda la amargura de la traición de Judas y de Pedro, toda la vanidad de los prepotentes, toda la arrogancia de los falsos amigos.

Era una cruz pesada, como la noche de las personas abandonadas, pesada como la muerte de las personas queridas, pesada porque resume toda la fealdad del mal.

Y sin embargo es con todo una cruz gloriosa, como el alba de una noche larga, porque representa todo el amor de Dios, que es más grande que nuestras iniquidades y nuestras traiciones.

En la cruz vemos la monstruosidad del hombre cuando se deja guiar por el mal, pero vemos también la inmensidad de la misericordia de Dios, que no nos trata según nuestros pecados, sino según su misericordia.

Palabras del Papa Francisco 

Necrológica diocesana


El sacerdote Domingo Benavides Gómez, nacido en Grandas de Salime, en 1924, falleció ayer, en la casa sacerdotal de Oviedo.
Ordenado en el año 1951, comenzó su labor ministerial en la zona de Ibias principalmente en la Parroquia de San Pedro de Taladriz  hasta que, en 1952, fue nombrado Director Espiritual del Seminario de Oviedo. Ocupó numerosos cargos eclesiales, entre los que se encuentran Director de la Casa diocesana de Ejercicios de Gijón, Consiliario diocesano de JACE y JACEF, y durante varios años, estuvo involucrado en el mundo de la enseñanza como Inspector diocesano de Enseñanza Media, siendo responsable de esta tarea, como Delegado general, desde 1968 hasta 1973.
En 1978 fue nombrado Delegado episcopal de Cáritas, labor que llevó a cabo hasta 1994, al tiempo que se ocupaba de la administración del Asilo Cano Mata Vigil de Oviedo. Se jubiló en el año 1994, pero continuó colaborando con la diócesis como miembro del Consejo Presbiteral, hasta el año 2006.
Su funeral se celebrará mañana sábado, 21 de marzo, a las 16,00 h., en la Colegiata de San Salvador de Grandas de Salime. Estará presidido por el Obispo auxiliar, Mons. Juan Antonio Menéndez

jueves, 19 de marzo de 2015

Oración a San José


¡San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, tu empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber. Tu mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que se vuelven confiadamente a ti. Tu conoces sus aspiraciones y sus esperanzas. Ellos se dirigen a ti porque saben que tu los comprendes y proteges. Tu también supiste de pruebas, cansancio y trabajo. Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida, tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría debido al íntimo trato que gozaste con el Hijo de Dios que te fue confiado a ti a la vez a María, su tierna Madre. Amén.

Carta semanal del Sr. Arzobispo


En la ancha Castilla hay un monasterio de carmelitas, hijas de Santa Teresa de Jesús, que siempre que me acerco a él me saludan con un término teresiano que me hace mucha gracia: ¿Cómo están nuestros “capitanes”?, me dice la madre priora. No, no se trata de una compañía de infantería o un escuadrón de caballería, porque los “capitanes” a los que se refiere la priora, en palabras de la misma Santa Teresa, somos los sacerdotes. Y ella nos miraba como quienes cuidábamos en aquella época revuelta y confusa, de los cristianos que estaban en el “castillo” de la Iglesia.

Más allá de la comprensión de esta castiza nomenclatura, era clara la intención de la monja andariega de cuyo nacimiento estamos celebrando los quinientos años. Hay que cuidar a quienes nos cuidan, hay que sostener a los que nos sostienen, hay que querer a los sacerdotes y obispos que están en primera línea de una batalla siempre inacabada que está reclamando de nosotros lo mejor para salir victoriosos en esta diaria escaramuza en la que dejamos tantas veces la vida a jirones.

Venimos recordando palabras y gestos de esta mujer excepcional que tiene tanto que decirnos cinco siglos después. Ella tuvo una especial devoción a San José, tanto que al santo Patriarca le dedicó el primer monasterio de la reforma carmelitana descalza. Y coincide esta efeméride con la festividad del carpintero de Nazaret, que entre nosotros es patrono de los Seminarios. Así pues, andamos con este tira y afloja de ideas y reflexiones: que Teresa vio en San José una ayuda del cielo para su caminar cotidiano en la tierra, y que la Iglesia nos presenta a este bendito varón como el que especialmente cuida de aquellos que serán los futuros “capitanes” y que se forman en nuestro Seminario.

Un seminarista no es alguien que no tiene dónde caerse, desorientado y confundido que va dando tumbos de acá para allá. Nuestros jóvenes se forman integralmente en nuestros Seminarios asturianos, poniendo todas sus preguntas en el asador de sus sinceras inquietudes. No las censura, ni las maquilla y adorna. Sencillamente se pone con toda su libertad y su conciencia delante de Dios para decirle sinceramente al Señor lo que en verso le decía Teresa:



«Veis aquí mi corazón, yo le pongo en vuestra palma:

mi cuerpo, mi vida y alma, mis entrañas y afición.

Dulce Esposo y Redención pues por vuestra me ofrecí.

¿Qué mandáis hacer de mí?».



No se puede decir más breve ni más hermoso. El ofrecimiento de un joven supone todo un camino de ir cincelando su corazón, su inteligencia, su libertad, para entender que Dios en él quiere poner decir algo que eternamente silenció para decírnoslo con sus labios. Y asomándose a las distintas materias de filosofía, antropología y teología, se abrirá también a las heridas de los hermanos a los que luego de cura será enviado. El Señor quiso eternamente retener una gracia que querrá repartir con sus manos. Amar a Dios sobre todas las cosas, y amar apasionadamente a los que Dios ama. Esto no se improvisa. Es un precioso y preciso camino de formación integral que nos abraza por entero y que con la gracia del buen Dios, la intercesión de María, de José, de Teresa y todos los santos, logramos cada día responder a algo tan sencillo y tan bello como esa pregunta: con mi corazón y mi cuerpo, mi vida y mi alma mis entrañas y afición, ¿qué mandáis hacer de mí?

Hoy son otros los caminos, otras también las batallas, pero desde el castillo de la vida, en nuestras trincheras y barracas, sabemos que Dios nos envía, que busca más jóvenes que se dejen enviar. Dichosos ellos si responden diciendo un sincero sí.


+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

Biografía de la Hermana Amparo Alonso Gonzalez. Por Rodrigo Huerta Migoya


Amparo Alonso Gonzalez , nacida en Nembra de Aller es hija de Esperanza y Hermenegildo, conocido por todos como “Gildo el de Enfistiella”. Hogar cristiano dónde los halla en el pueblo más levítico de la Diócesis de Oviedo. Aunque se formó con las Dominicas del “Padre Coll”, Congregación de la que había sido religiosa su hermana mayor Otilia no fue este su camino, sino que el Señor tenía otros planes para ella. Y los planes de la Providencia fueron tomando forma a través de una amiga de infancia que había ingresado recientemente en una congregación francesa, que aunque no tenía presencia en las cuencas mineras, eran más que conocidas en Asturias.

La joven Amparo se lo comunicó a su madre, más esta le advirtió de tres cosas: primero has de ser una buena monja, segundo tendrás que esperar a que tu padre baje a León y tercero cuando vayas te llevaras contigo una empanada grande y buena que yo prepararé para las monjas.

Dicho y hecho la ilusionada joven espero al otoño, a que se acabaran de recoger las avellanas que su padre llevaba a vender a Mansilla de las Mulas. Así, una buena mañana, se subió al carro de su padre tirado por una mula (muy de la Familia), y con la empanada y el corazón alegre dejó atrás su casa y su tierra dando respuesta a una llamada.

Ingresó en Becerril de Campos (Palencia), dónde estaba entonces el aspirantado, concluyendo su noviciado años después en Madrid. La toma de hábito, y después su profesión fue su “fiat solemne”; su renuncia a las cosas del mundo para ligera seguir las huellas del Maestro.

Llerena , pueblo con un rico pasado que fue codiciado por árabes, inquisidores y distinguidas órdenes militares, fue el lugar escogido por la Providencia para empezar el camino de una joven religiosa asturiana, que con su pequeña maleta y toda su ilusión dejaba Madrid para empezar como “maestrilla”.

Allá en Badajoz, al amparo de la Virgen de la Granada, empezaba una aventura dónde nadie más que Dios sabía las sendas, bajadas y subidas que tendría que tomar.

Avilés esperaba a nuestra monjita para enseñar las letras del “abecedario”, y, como no, las letras del catecismo en esa Villa del Adelantado, que vivía en aquellos años todo un “boom” gracias al desarrollo industrial de la localidad. Allí, en pleno poblado de pescadores, conocido también como “El NODO”, vivió a la vera de su Parroquia, Ntra. Señora de las Mareas, la realidad del momento marcada por el postconcilio

Gijón fue una etapa hermosa, aunque diferente a las anteriores. Estaba en Asturias sí, más no era un Colegio cualquiera, sino la Casa dónde el Padre Fundador se preparó para el paso definitivo y, por ende, cuna y seña de la Congregación en España (junto a la Casa de Puerto Real claro está).

De la villa de Jovellanos al Oviedo de Clarín; o, como diría un buen “carballón”: de la aldea a la capital. En este destino, la Comunidad de hermanas no sólo lo eran de religión sino de sangre, ya que fueron a coincidir aquí Otilia y Amparo. La Congragación llegó a Vetusta en 1884, pasando por diferentes sedes: Calle San Vicente, el Fontán, Calle Santa Ana … Pero desde 1975 el Colegio del Ángel Custodio, que como gritan sus pequeñuelos bajo sus alas quiere ser luz, se ubica en el polígono de Otero, en pleno barrio de San Lázaro, a cuya Parroquia siempre ha estado tan ligada en la figura de su Primer Párroco y fundador Don Celestino Castañón Gonzalez, con quién las hermanas tanto han trabajado. Pero el espíritu de la Comunidad ovetense tiene un modelo muy vivo, la Madre Serafina, hoy camino de los altares, y a la que Amparo siempre ha tenido un especial cariño, así como su hermana, de la que se cuenta que fue quién con mucho desparpajo y cariño extrajo los restos de la Madre cuando los obreros se disponían a cambiar el piso de la Capilla.

Fue destinada luego la Hermana Amparo a un lugar que ha sido seña y emblema de la labor social de la entonces Iglesia Diocesana de Madrid-Alcalá, como fue el barrio chabolista del Pozo del tío Raimundo, en las cercanías del Puente de Vallecas . Los primeros en fundar una comunidad en el barrio fueron los padres jesuitas a principios de los 60, destacando entre muchos otros el Padre Llanos, quién había empezado a atender a las gentes del barrio una década antes, así como el teólogo asturiano José María Díaz Alegría, con el que Amparo coincidió en sus años de trabajo en la zona. Las hermanas llegaron a este rincón de Entrevías -el Pozo- para ofrecer una educación cristiana a niños pobres en una zona del Madrid en expansión, que a lo largo del siglo XX se había se había superpoblado con familias venidas principalmente de Extremadura, Andalucia y la Mancha. Durante su estancia en Madrid, Sor Amparo no dejó nunca de colaborar en lo social y pastoral de aquellas parroquias de barrio tan marcadas por el sufrimiento. También aquí conoció de cerca los estragos tan profundos que la droga trajo consigo a esta periferia matritense

Dentro de Madrid, su otro destino fue Carabanchel alto, también apodado Buenavista. La Casa es muy querida por todas las religiosas, ya que en ella se formaron en la etapa de novicias. Sor Amparo trabajó aquí con entusiasmo cruzándose sus ojos tantas veces con el mirar de una estatua muy que especial para ella. Hoy esta comunidad es un enclave dónde atender a las religiosas mayores. En Carabanchel reside Sor Otilia, hermana pequeña de esta noble estirpe de religiosas, que también estuvo destinada en nuestra parroquia dónde llevó a cabo una impagable labor social y sociológica.

Albacete , tierra de queso manchego y señorío fue otro de sus destinos, éste, además, grande. Uno podría perderse en ese Colegio; da la impresión de que uno no tiene ni por dónde empezar, más no hubo rendición ni batalla dada por perdida para esta religiosa emprendedora cuya vida se resume en eso de que diría la Madre San Pascual: el que nos prueba nos da la gracia.

Las tierras alemanas a dónde la Congregación llegó en 1967 esperaban de la vitalidad y el ardor apostólico de nuestra allerana, en concreto Munich, dónde las Hermanas llevaban a cabo una importante misión de trabajo en guarderías “Kindergarden”. El resto del tiempo lo dedicaban a la pastoral de los emigrantes españoles, con una especial colaboración con los capellanes en la atención de las diferentes colonias y pueblos próximos dónde hacían presente a Cristo y a su Iglesia.

Quien vería a Sor Amparo al volante de un coche de la época por el centro de Munich, pisando el acelerador para no llegar tarde a alguna celebración, reunión o catequesis. Era hora de retornar a España, y que hay más castizo que castilla. Así, el Colegio de Palencia, esperaba más tarde como agua de mayo a la monja de Alemania, para su incorporación en el claustro de profesores. Aquí, como hiciera en sus comienzos por tierras extremeñas hizo todo lo posible por que los alumnos vivieran la familiaridad y explotaran sus capacidades, y, lo más importante, que aunque no se supieran la tabla del 9, si supieran quienes eran Jesús, María y José.

Después de toda una vida de pizarras, pupitres, planificación de cursos, tutorías y mil quehaceres, marchó otro año a Roma, la ciudad eterna, dónde como es costumbre vivió un año de renovación espiritual y formativa en la Casa Prócura de la Congregación, que hace a la vez de Casa de hospedaje para los peregrinos que se acercan a la cumbre de la cristiandad. Fue un espacio de parón, de revisión y renovación, con especial atención a la formación teológica en el entonces popular “Regina Mundi”, dónde las hijas del Padre Ormieres se convertían en un granito de arroz mezclado con centenares de órdenes, congragaciones y familias religiosas de todo el Orbe.

Puesto el alma en punto tocaba un nuevo destino: Lugones.

Sor Amparo, fue, como es propio del carisma de la Congregación, una monja de colegio, pero no por ello se limitó a este campo sino que trató en todo de ir más allá. Hoy es verdad que las casas de la Congragación son muy dispares en misión: pastoral social, educación, mayores, pastoral parroquial, casas de espiritualidad, pastoral gitana… más cuando Amparo entró en la Congregación no se entendía el Santo Ángel fuera del ámbito del colegio.

Nuestra homenajeada vivió con intensidad sus muchos años como maestra y profesora de tantas niñas y niños a los que quiso formar como verdaderos discípulos de Cristo como diría el Padre Luis. Más, sin duda, después de la educación, ha sido el trabajo y quehacer de la vida de Parroquia una de sus más gustosas encomiendas. Las monjas aunque no lo parezcan son humanas, y, por ende, les pasa como al resto de los mortales; es decir, que no todas valen para lo mismo. Más de Amparo si podemos decir que ha sido una buena y gran monja de Parroquia, pues no ha pasado por aquí como una feligresa más viviendo su fe en el anonimato. Ella se ha dejado la voz en la catequesis, se ha dejado su tiempo en los mayores y en los grupos de la parroquia; ella no se ha perdido casi ningún funeral y siempre ha orado, querido y acompañado a los sacerdotes. Pero si por algo merece hoy Amparo ser aplaudida es por haberse dejado junto con Sor Bibiana la suela de los zapatos visitando a tantísimos enfermos de este feligresía casa por casa, piso por piso y residencia u hospital; sin duda una estampa familiar que forma ya parte del paisaje cotidiano de Lugones .

Crónica del Homenaje a Sor Amparo


Crónica del Homenaje a la Hermana Amparo Alonso Gonzalez en Lugones

La tarde del sábado 14 de marzo, víspera del “Domingo Laetare”, la Iglesia hacía un parón en plena cuaresma penitente para regocijarnos de la ya cercana pascua. Por este motivo, la liturgia, hasta entonces morada, hacía un hueco al rosa como expresión de fiesta, y que mejor contexto que éste para dar gracias a Dios. Así, en la Eucaristía vespertina pusimos sobre la mesa del altar la larga trayectoria de trabajo de la Hermana Amparo Alonso Gonzalez que desde el año 2000 tiene en esta Parroquia de Lugones su misión, su cruz y su casa.

Estaba previsto que la celebración fuera presidida por el Delegado Episcopal para la Vida Consagrada y canónigo de nuestra catedral de Oviedo, Don Manuel Ángel Acebal Montes; más no pudiéndose hacer presente finalmente, presidió la Misa el Párroco de la localidad Don Joaquín Manuel Serrano Vila, con quienes las hermanas trabajan estrechamente. Le acompañó en el altar el sacerdote diocesano, hoy jubilado, Don Ángel Garralda García, Vicepostulador de la Causa de los Mártires de Nembra, que sus 92 años no dudó en coger su coche y venir desde Avilés. Don Joaquín, le encargó a Don Ángel que la homilía corriese de su cargo, y el venerable cura no defraudó nadie. Con la vitalidad de un recién ordenado atrajo la atención de todos. Tres ideas sustentaron su prédica:

1- En este mundo de mentiras hemos de buscar la verdad, y, ¿dónde está esa verdad? En Cristo. Pues Él nos dijo: Yo soy la verdad y la vida. Una religiosa es una luz en medio de la sociedad, por ello necesitamos orar por las vocaciones a la vida consagrada para que nunca andemos en tinieblas 2- El que olvida a los mártires, olvida a Cristo, pues los mártires son nuevos Cristos hoy. La Iglesia, que no puede olvidar a Jesucristo, no se olvida tampoco de sus hijos más queridos, aquellos que han dado hasta su propia sangre. De ahí que en el memento de la misa se citen a los mártires y la liturgia cante la gloria de su entrega. 3 Amparo, a quién le une una amistad de más de medio siglo la conoció en Avilés cuando ella era una joven religiosa recién llegada a aquél colegio de su Congregación. No sólo le unió amistad con ella, sino con su madre, Esperanza, y sus hermanos y familiares, con los que siempre ha tenido tanta relación. “Hoy me uno a vosotros y a vuestra Comunidad para decir: Bendito sea Dios”. Hizo también una hermosa semblanza sobre la fidelidad de la Beata Otilia, a cuya beatificación él mismo acudió como lo hizo la familia de la mártir para, juntos en Roma, regocijarnos por la que es la primer mujer asturiana que sube a los altares. Habló también Don Ángel de la familia cristiana, ensalzando no sólo el hogar de Amparo y sus hermanas monjas, sino todos los hogares de Nembra que a la vera de su Parroquia fueron tierra fértil de vocaciones religiosas y sacerdotales.

La Eucaristía fue muy sencilla; ni coros, ni grandes pompas . Cantó y participó el pueblo con una especial representación de las diferentes realidades de la Parroquia. Niños, jóvenes, adultos…, todos tuvieron su sitio en el altar. Las religiosas venidas de Oviedo, Gijón y Avilés se hicieron presentes en la segunda lectura y en las preces, así como la monición inicial, realizada por la Hermana Victoria, Superiora del Santo Ángel en la Comunidad de Lugones. Estamos celebrando un año especial para la vida consagrada, y, a nivel de España, el V centenario de Santa Teresa, por ello, qué mejor canto para la comunión que aquel que la misma Santa de Ávila escribió: “Veante mis ojos, dulce Jesús bueno; veante mis ojos, muérame yo luego”.

Concluida la comunión, Mª Jesús Alonso, miembro del Consejo Pastoral, maestra y amiga de las Hermanas desde hace muchos años, leyó una hermosa “Acción de gracias” preparada por ella misma. Finalizó la Eucaristía con la lectura de la biografía de la homenajeada, seguida de la entrega por parte de Rosa, Secretaria del Consejo, de una bella capilla con la imagen del Ángel de la Guarda que preside la Capilla de la Comunidad de Sevilla. Intervino a continuación una risueña y alegre Amparo que agradeció a todos su presencia y cercanía, con especial deferencia hacia la Parroquia y las gentes de Lugones. Por último, una mujer -Sara-representando a los grupos de “Vida Ascendente” y Pastoral de la Salud, le hizo entrega de una pintura de su hermana, la Beata Otilia, obra de Hugo Rodríguez Roza (Lastres 1986) con una placa que recuerda este feliz efeméride.

Tras la bendición, el Párroco invitó a los familiares, religiosas y fieles a un pequeño ágape, no sin antes comentar tres ideas: Primero, que los homenajes nunca hay que hacerlos póstumos, sino cuando tenemos a las personas con nosotros. Segundo, que aunque Amparo no es la que más tiempo lleva en Lugones -sino que es la Hermana Bibiana- a ésta la dejaremos para más adelante porque es “todo un terremoto y aún tiene mucha guerra que dar”. Y, finalmente, en el tono de humor e ironía que caracteriza al Párroco, éste indico que, ciertamente, el Ángel de la Guarda existe y cuida de las suyas, pues después de ver a las monjas cruzar alguna vez que otra la carretera y calles de Lugones sin mirar, es todo un milagro que sigan vivas.

No faltaron lagrimas de emoción y felicidad entre los familiares de la religiosa entre los que se encontraban su hermano, sus sobrinos y otros parientes que disfrutaron del acto y compartieron luego sus recuerdos, vivencias y fotos para constancia y posteridad.

martes, 17 de marzo de 2015

La terrible demagogia del "estar con los pobres"


Nada más demagógico que escuchar eso de que “hay que estar con los pobres”. La experiencia me dice quelos que de verdad están al lado de los pobres los respetan tanto que jamás osarían llevarlos como bandera. La beata Teresa de Calcuta es el ejemplo más palmario. Y al revés, todo el que se pasa el día hablando de pobres para allá, y pobres para acá, generalmente los conoce solo de lejos. Ya saben, dime de qué presumes.

Estar con los pobres es una frase llena de falsedades con una gran dosis de manipulación, empezando por el concepto pobre, que es muchísimo más que no tener dinero: “era tan pobre que solo tenía dinero”. La gran pobreza es el pecado y el alejamiento de Cristo.Convertirse a Cristo, convertir el corazón, supone una nueva forma de vivir lejos de todo egoísmo en la que los hombres seremos capaces de compartir la fe y la vida como hermanos y en consecuencia las desigualdades sociales se irán limando y los más débiles encontrarán apoyo, solidaridad y, sobre todo, la caridad cristiana de sus hermanos más fuertes. A su vez, cuántas veces los fuertes serán evangelizados por los débiles.

Lo de los pobres, y la experiencia nos lo dice, no es en la practica más que una forma de obtener patente de corso para hacer exactamente lo que a uno le venga en gana. Demasiadas veces hemos visto comunidades cristianas donde apenas se celebra la Eucaristía, y cuando se hace se hace de aquella forma, donde se ha suprimido la reconciliación, la oración es juxta modum, la obediencia creativa, la moral circunstancial y cambiante, los principios mudables, pero a las que hay que perdonar todo por un supuesto estar con los pobres que nadie acaba de ver. Un estar sin proyectos, sin conexión con Cáritas, con unos gastos desorbitados que nadie sabe ni por qué ni para qué. No pasa nada.Como no pasa nada porque sor Veremunda justifique el aborto o don Fulano reparta la comunión indiscriminadamente. Están con los pobres y punto.

Y al revés. Comunidades donde se celebra la eucaristía con mimo, horario de confesiones, formación, liturgia. Pero ay amigo, como sea una comunidad que huela ligeramente a algo conservador -que bien por los que se esfuerzan por conservar lo que hay que conservar- el reproche será que no quieren saber nada con los pobres, aunque tengan un servicio de Cáritas que quite el hipo. Pues a otro perro con ese hueso.

Item más. Detrás de ese supuesto estar con los pobres ¡cuánto gasto superfluo!Suele pasar en las parroquias, e incluso más arriba, que cuanto más se llena la boca con los pobres, más aumenta el gasto corriente de funcionamiento. Un misterio que los economistas algún día tendrán que explicar. Como tendrán que explicar la forma de financiación de las comunidades que desprecian el vil metal, no sea que lo hagan a costa de los que están con los ricos, pura hipótesis nada más.

Ni estar con los pobres ni con los ricos ni con la clase media. Estamos con Cristo y con los hombres, los que tenemos cerca, los feligreses que nos tocaron, para anunciar el evangelio, la conversión del corazón a Jesucristo y la nueva forma de vida del bautizado, y hacerlo humildemente, tal y como nos pide la Iglesia que lo hagamos. ¿Y los pobres? Una comunidad convertida no necesita más. Le sale de dentro.

Pues nada, a la que te descuidas ni conversión, ni fe ni nada, que lo que importa es el amor según lo entiende personalmente don Perengánez y aplauden sus cuatro amigos, aunque en su forma de ejercer la caridad pisoteen constantemente la fe de la Iglesia. Es igual. No solo no pasa nada sino que son el último grupo profético de la nueva primavera. Para ellos mismos.

Jorge Glez. Guadalix

sábado, 14 de marzo de 2015

Evangelio del Domingo IV Domingo de Cuaresma



Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 14-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:

–«Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas.
Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»

Palabra del Señor

viernes, 13 de marzo de 2015

Abierto el plazo de inscripciones para el Campamento de verano de la Parroquia



Del 13 al 21 de Julio 

APUNTARSE PRONTO: PLAZAS LIMITADAS

(Cada año somos más)

Deposito de inscripción 50 euros 

HOMENAJE A SOR AMPARO ALONSO GONZALEZ

                         

            Parroquia de San Félix de Lugones
Homenaje a Sor Amparo Alonso González

Estimada Feligresía:
El Papa Francisco ha declarado este año 2015 como tiempo dedicado especialmente a contemplar el valor de la Vida Consagrada en la Iglesia. En este hermoso contexto, queremos aprovechar para rendir un merecido homenaje a la religiosa del Santo Ángel, vinculada en el trabajo pastoral en esta Parroquia, Sor Amparo Gonzalez Alonso, como expresión de gratitud por sus años de entrega y trabajo en la misma.
Queremos invitaros y animaros de corazón a participar en este sencillo pero importante acontecimiento que celebraremos (D.m.) en la Misa del Sábado 14 de Marzo -Víspera del “Domingo Laetare”- presidida por el Delegado Episcopal para la Vida Consagrada,  M.I. Sr. Don Manuel Ángel Acebal Montes

La Hermana Amparo, ha sido compañera de camino en estos años de cientos de lugoninos, trabajando en los grupos parroquiales de Vida Ascendente y Pastoral de la Salud, y visitando y llevando la Sagrada Comunión a los enfermos y moribundos en sus casas y Residencias Geriátricas en las parroquias de Lugones y Viella, a los que ha llevado el consuelo y el Amor de Dios. Justo es, pues, nuestro sencillo reconocimiento.