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jueves, 30 de enero de 2014

¿Por qué la Religión como asignatura?


Se acercan las fechas de matriculación escolar para el próximo curso. Sin duda alguna estamos ante una buena ocasión para reflexionar sobre las razones favorables para la elección de la asignatura de Religión Católica en el sistema de enseñanza:

1.- La política no decide todo en una sociedad adulta
Uno de los males de nuestros días, en el contexto cultural en el que vivimos, es el hecho de que la política (entendida como la acción de los partidos políticos) se está convirtiendo en el único principio rector de la configuración de la convivencia social: La política pretende decidir el bien y el mal; la política pretende redefinir la naturaleza humana y la propia familia; la política pretende determinar el principio y el fin de la vida humana; la política pretende ser la única responsable del sistema de enseñanza…
¿Acaso los padres no tienen derecho a elegir para sus hijos, en el espacio del sistema escolar, otro tipo de orientaciones y de enseñanzas, diversas o complementarias a las que emanan de los equilibrios electorales? El hecho de que vivamos en democracia, ¿supone acaso que las familias hayan entregado a los poderes públicos toda su responsabilidad directa en la educación de sus propios hijos?
Por ello, son muchos los padres que han ejercido y seguirán ejerciendo su derecho a pedir para sus hijos la asignatura de Religión Católica, impartida en el sistema de enseñanza. No olvidemos que la Escuela –desde el punto de vista moral– no es de los partidos políticos, ni de la Iglesia, ni siquiera del Estado; sino de cada una de las familias que educan a sus hijos en ella.

2.- La ética tiene un fundamento religioso
Existen dos formas de abordar la formación moral: o bien desde un punto de vista exclusivamente ético-laico, o bien desde una perspectiva que conjuga la ética con las enseñanzas emanadas del Evangelio de Jesucristo. Por ello, es justo que unos padres no creyentes puedan elegir para sus hijos una enseñanza ética sin dimensión religiosa confesional, o que otros creyentes opten por una enseñanza ética enraizada en unos cimientos religiosos.
Los cristianos pensamos que las bases de la ética son religiosas, y que sin estas, no se entiende suficientemente el mandato de hacer el bien y de evitar el mal. Detrás del «no mates», se esconde nuestra fe en que la vida es sagrada; detrás del «no robes» o del «sé solidario», se esconde nuestra fe en que Dios creó el mundo para que lo administremos y compartamos como hermanos; detrás del «sé humilde» o del «no seas soberbio», se esconde nuestra fe en que Dios nos ama a cada uno con nuestras personales limitaciones, al mismo tiempo que nos llama a la santidad, etc.

3.- Para poder elegir libremente, es necesario conocer en profundidad
Los padres eligen para sus hijos los valores que consideran más adecuados para su desarrollo integral. Al mismo tiempo, son conscientes de que a medida que sus hijos crezcan, estos tendrán que ir realizando las opciones personales, cada vez con mayor autonomía en el uso de su libertad…
Ahora bien, la auténtica elección en libertad solo puede darse desde el conocimiento, y no desde la ignorancia. De manera inexorable, observamos que cuanto mayor es el desconocimiento de la doctrina cristiana y de la vida de la Iglesia, mayor es el rechazo hacia la opción cristiana. La ignorancia suele ser muy atrevida, e incluso, con frecuencia, falta de respeto. Por el contrario, a mayor conocimiento del hecho cristiano, y a mayor familiaridad con la vida de la Iglesia, suele crecer el juicio positivo hacia los valores cristianos.
El mayor enemigo de la fe cristiana no es el desacuerdo con sus valores y principios, sino el desconocimiento de ellos, que en una buena parte de las ocasiones suele ir acompañado de una notable falta de consciencia de la propia ignorancia. Por ello, para salvar el «desconocimiento», no existe otra fórmula que el «acercamiento». Decía San Agustín que, si bien es cierto que para poder amar es necesario conocer; es igualmente cierto que para poder conocer es necesario previamente amar. Considero que la clase de Religión impartida en el sistema escolar, es una buena oportunidad para obtener un conocimiento objetivo y afectivamente cercano, que le permitirá al alumno disponerse a una elección madura y en libertad.

4.- Familiarizarse con nuestra cultura. No existe árbol sin raíces
Me contaban recientemente la anécdota de un guía turístico que señalaba a unos visitantes el cuadro de la Última Cena, al mismo tiempo que les explicaba: «A su izquierda tienen ustedes un lienzo de un banquete, según la costumbre de la época». Podríamos narrar un sinfín de anécdotas de este estilo, como la de un joven al que le pregunté si conocía el origen de la expresión que él mismo acababa de utilizar («mi amiga lloraba como una Magdalena»)… Después de pensarlo un rato, el joven me respondió: «Supongo que esa expresión tendrá su origen en el hecho de que cuando desayunamos magdalenas, suelen gotear al sacarlas de la taza de Cola Cao. ¡Hay que reconocer que el chaval merecía un sobresaliente en capacidad intuitiva! Pero… ¿por qué no ofrecerle también la posibilidad de obtener otro sobresaliente en el conocimiento del Evangelio?


+ José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián y Responsable de Educación de las Diócesis Vascas

Carta semanal del Sr. Arzobispo

El secreto de la alegría de los consagrados


Tantas veces nos preguntamos si es posible la alegría en nuestro mundo, si realmente se puede festejar algo cuando nos asomamos a diario a tantas situaciones próximas o lejanas que nos arrebatan las razones para la alegría. Pero hay gente que tiene una mirada distinta ante la realidad. Y así, mientras otros se espantan, se indignan, se deprimen, se revuelven, ellos son capaces de regalar una sonrisa. No es la propia del ingenuo o cegato que no se entera, sino la que pertenece a quien descubre en cada cosa dónde está su verdad y dónde su mentira. El poeta Luis Rosales dice a este propósito: «es cierto que te puedes perder en alguna sonrisa como dentro de un bosque y es cierto que, tal vez, puedas vivir años y años sin regresar de una sonrisa». 

Así reza la Jornada Mundial de la Vida Consagrada del próximo 2 de febrero: La alegría del Evangelio en la vida consagrada. Quienes siguen al Señor a través de los diversos carismas a los que han sido llamados, están invitados a testimoniar con la sonrisa de sus vidas la alegría que les llena el alma. A Martín Descalzo le gustaba decir que la sonrisa es como un sacramento de la alegría: «la gente que ama mucho sonríe fácilmente. Porque la sonrisa es, ante todo, una gran fidelidad interior a sí mismos. Un amargado jamás sabrá sonreír. Menos un orgulloso. Por eso la sonrisa es una de las pocas cosas que Adán y Eva lograron sacar del paraíso cuando les expulsaron y por eso cuando vemos un rostro que sabe sonreír tenemos la impresión de haber retornado por unos segundos al paraíso».

El Papa Francisco se dirigía a los jóvenes novicios y novicias el pasado mes de julio para invitarles precisamente a la alegría de la consolación. Comentando un bellísimo texto del profeta Isaías, les decía el Papa: «como la mamá pone al niño sobre sus rodillas y lo acaricia, así el Señor hace con nosotros. Éste es el torrente de ternura que nos da tanta consolación. “Como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo” (Is 66,13). Todo cristiano, y sobre todo nosotros, estamos llamados a ser portadores de este mensaje de esperanza que da serenidad y alegría: la consolación de Dios, su ternura para con todos. Pero sólo podremos ser portadores si nosotros experimentamos antes la alegría de ser consolados por Él, de ser amados por Él. Esto es importante para que nuestra misión sea fecunda: sentir la consolación de Dios y transmitirla. Encontrar al Señor que nos consuela e ir a consolar al pueblo de Dios, ésta es la misión. La gente de hoy tiene necesidad ciertamente de palabras, pero sobre todo tiene necesidad de que demos testimonio de la misericordia, la ternura del Señor, que enardece el corazón, des-pierta la esperanza, atrae hacia el bien. ¡La alegría de llevar la consolación de Dios!».

La vida consagrada representa esa caricia que Dios brinda a los pobres de todas las pobrezas, como hemos visto hacer a tantos hombres y mujeres que han dado la vida por sus hermanos más necesitados imitando así la donación que para todos hizo el mismo Dios. Es su gozoso testimonio en medio de los avatares y dificultades de nuestro mundo de una alegría que nace de la mirada con la que Dios nos mira, del amor con el que Él nos ama, del perdón conmovido con el cual el Señor nos perdona. Una mirada, un amor y un perdón que no tienen nuestra medida ni son fruto de nuestra imaginación, sino que representan el humilde testimonio de lo que hemos visto hacer y lo que hemos escuchado decir a Dios en nuestra propia vida. Damos gracias al Señor por la sonrisa de los consagrados, por sus hechos y palabras que nos dan la alegría de la Buena Noticia.




+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

29 de Enero Beato Manuel Domingo y Sol


Vino al mundo el 1 de abril de 1836 en Tortosa, Tarragona, España. Y creció amando profundamente el sacerdocio en el que veía un campo fecundo de grandes proporciones evangelizadoras. En plena adolescencia ingresó en el seminario, y en 1862 comenzaba a dar rienda a sus anhelos en una modesta población, La Aldea, perteneciente a la demarcación de Tortosa, un destino en el que permaneció un año hasta que tomó posesión de la parroquia de Santiago de esta ciudad en la que había nacido. Combinó su misión pastoral con la atención espiritual a religiosas y la docencia en el Instituto. Entre las obras que emprendió a lo largo de 13 años se hallan tres conventos de clausura para religiosas, un centro juvenil y la fundación de la revista católica dirigida a este colectivo El Congregante, pionera en España. Pero la honda impresión de que podía hacer mucho más le acompañaba y portando este sentimiento en lo más recóndito de su ser, afán que ponía a los pies de Cristo en su oración, un día halló la respuesta.
¡Cuántos seminaristas han malvivido y sufrido carencias de distinto calado para materializar su vocación! En febrero de 1873 Manuel se encontró con un grupo de generosos jóvenes que actuaron en conformidad con el Evangelio despojándose de todo con auténtica fruición para obtener la perla preciosa, fieles al llamamiento de Cristo. El eslabón de este importantísimo hallazgo, de suma trascendencia en su vida, fue el seminarista Ramón Valero, quien informó al beato de la existencia de otros compañeros que se hallaban en su misma situación. Impresiona la grandeza de corazón de este colectivo aspirante al sacerdocio que sobrevivía casi clandestinamente en Tortosa, sin lugar donde guarecerse de forma digna, por haber sido destruido el seminario durante la guerra de 1868, y no tenían más comida que la que obtenían de la caridad ajena o de la que se procuraban en el basurero, ni más luz que una simple vela. Entre tantas necesidades incluían la falta de formadores.
Manuel se puso manos a la obra y en septiembre de ese mismo año ya contaba con un grupo de 24 seminaristas que habían vivido en precarias condiciones y tres años más tarde se había engrosado el número llegando casi al centenar. A este primer centro que denominó «Casa de san José» siguió en 1878 el «Colegio de san José para vocaciones sacerdotales», cuya apertura tuvo lugar en 1879 y en el que se alojaron 300 seminaristas que habían conocido en carne propia la indigencia. A ellos había que sumar otro centenar que tenía acogidos en el palacio de San Rufo.
Pero el horizonte de un apóstol es inmenso, su fe no tiene fronteras, y su oración insistente ante Dios para conocer su voluntad, termina por recibir respuestas. El 29 de enero de 1883, después de oficiar la Santa Misa, tuvo una honda impresión que pocos días más tarde emergió con claridad y dio lugar a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos que se centrarían en la formación de los seminaristas. Desde el primer momento, el espíritu que animó a los sacerdotes que inicialmente se unieron a esta labor era la Reparación al Corazón de Jesús, toda vez que Manuel tenía gran devoción por la Eucaristía que había convertido en el centro de su vida y quehacer apostólico.«Si descendiéramos al fondo, al manantial de los sentimientos de nuestra espiritualidad, tal vez encontraríamos lo que no habíamos reparado ni discurrido: que el origen de nuestro deseo por el bien y promoción de las vocaciones sacerdotales, de que Dios tenga muchos y buenos sacerdotes, ha sido nuestro instintivo amor a Jesús eucarístico», solía decir.
La profunda sensibilidad del beato revertió en los seminaristas que comenzaron a recibir una formación integral extraordinaria. Abarcaba todas las facetas: humana, espiritual, intelectual, pastoral, etc., una manera de proceder que signó la tarea de los Sacerdotes Operarios. Manuel vio con inmensa alegría cómo brotaban las vocaciones y llovían las demandas de prelados de distintas diócesis para contar con la inestimable ayuda de la Hermandad.
Siempre con el sello del amor a Jesús Eucaristía recordaba: «una de las cosas que nos avergonzarían en el cielo, si pudiese haber confusión, sería el pensar que le hemos tenido en la tierra, y no nos absorbió toda la vida, todo nuestro corazón». Y con este espíritu siguió trabajando por el reino de Dios sin desfallecer, con la convicción de que entre sus manos tenían la delicadísima tarea de formar sacerdotes revestidos por la auténtica y genuina entrega evangélica: «la formación de los sacerdotes es lo que podríamos decir ‘la llave de la cosecha’ en todos los campos de la gloria de Dios. Nosotros, más que apóstoles parciales, hemos de ser moldeadores y formadores de apóstoles». Entre sus grandes sueños alimentó la idea de erigir templos de Reparación en todas las diócesis. Uno de los dos construídos, a instancias suyas, fue el de Tortosa, y en él se custodian sus restos. Murió el 25 de enero de 1909. Juan Pablo II lo beatificó el 29 de marzo de 1987.


Francisco ya es la tercera persona más buscada a través de Google


Francisco es la tercera personalidad más buscada en Google, y el primer mandatario, por delante del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El Pontífice cuenta con una media de 1,7 millones de búsquedas mensuales y más de 49 millones de menciones en Internet, según los resultados del análisis 'La red ama al Papa Francisco', realizada por la empresa 3rdPlace (3rdplace.com) para el sitio web de información católica Aleteia.org.
El informe compara las búsquedas sobre el pontífice en Internet con las de algunos de los líderes políticos más influyentes en el 2013 como el presidente de Estados Unidos Barack Obama con 1,5 millones de búsquedas en Google y 38 millones de menciones; o Vladimir Putin, con 246.000 búsquedas en Google y 8 millones de menciones.
La investigación fue desarrollada entre marzo y noviembre del 2013 y a nivel global los datos de la clasificación en la búsqueda por nombre en Google es la siguiente: Papa Francisco (1.737.300), Barack Obama (1.500.000), Ed Snowden (673.000), el senador de Ted Cruz (246.000), Vladimir Putin (246.000).
En cuanto a las menciones online en blogs, sitios de información, fórum de discusión e instrumentos de social media la jerarquía en la siguiente: Papa Francisco (49 millones), Obama (38), Putin (8), Angela Merkel (3,8), el presidente de Egipto Mohamed Morsi (3,7).
Por otro lado, el informe coteja la popularidad en Internet de Papa Francisco con famosos del mundo del deporte o del espectáculo. El Papa Francisco es el tercero de la clasificación con 49 millones de búsquedas. Se sitúa detrás de grupo musical One Direction (78 millones) y del cantante Justin Bieber (53 millones), pero está por delante de la cantante Miley Cyrus (33 millones) y del jugador de fútbol, Lionel Messi (32 millones).
El estudio hace un análisis geográfico del que resulta que el Papa Francisco e menciona en Internet sobre todo en EEUU con 10.353.000 de menciones, el 21 % del total, en Argentina llega a 5.922.000 menciones, el 12% y en España tiene 4.196.000 menciones, que refieren el 9%.

¿Prodigio eucarístico en España? 21 hostias consagradas en 1936 siguen intactas 77 años después

¿Prodigio eucarístico en España? 21 hostias consagradas en 1936 siguen intactas 77 años después


Cuando el domingo 24 de noviembre de 2013 el obispo de Getafe tomó la comunión, dijo: “Certifico que la forma que he probado está como si estuviera recién hecha”. 

Esa hostia había sido consagrada 77 años antes, el 16 de julio de 1936. Dos días antes de empezar la Guerra Civil española. 

Joaquín María López de Andújar y Cánovas del Castillo había acudido a decir misa de doce a la parroquia de San Millán, sita en lo alto de un promontorio de Moraleja de Enmedio, un pequeño municipio de unos 5.000 habitantes dependiente de su diócesis, en el sur de la Comunidad de Madrid.

La iglesia estaba llena a rebosar. Las "autoridades" de los primeros bancos eran, como de costumbre, los niños. Se celebraba la festividad de Cristo Rey y la clausura del Año de la Fe inaugurado por Benedicto XVI. Además, los parroquianos querían asistir a la consagración del nuevo mármol del altar mayor y, sobre todo, a la exposición al culto público de su “Milagro eucarístico”.

Porque los católicos de Moraleja lo llaman "milagro". Las 21 hostias consagradas permanecen asombrosamente intactas desde hace algo más de 77 años. Por primera vez en todo este tiempo, éstas iban a pasar del copón pequeño que las guardaba a uno más grande, desde ese día expuesto en el templo, en un sagrario con una parte de cristal. 

(Bajo estas líneas, el copón pequeño que contenía las formas y el copón grande que las guarda ahora).


La Iglesia Católica es muy prudente y precavida en casos como éste, y prefiere no hablar de “milagro” hasta que se reconozca como tal en la Santa Sede.

El obispo Joaquín María declara para Religión en Libertad: “Hay que advertir que la expresión “Milagro eucarístico” es una tradición popular entre las gentes de Moraleja de Enmedio. No quiero decir que no sea cierto; sino que, de momento, es mejor hablar de “hecho extraordinario”. El protocolo de la Iglesia supone una investigación científica, que implica tanto levantar acta de lo sucedido históricamente como comprobar que las Sagradas Formas no se han corrompido, sin que exista explicación científica para ello”.

¿Cuál es el papel que debe realizar la ciencia química y biológica? El prelado lo explica: “Con los debidos permisos, se hace un análisis químico en un laboratorio para comprobar que sigue siendo pan y, por lo tanto, se da la presencia real de Jesucristo, la presencia Eucarística; así se ha hecho, por ejemplo, con los Corporales de Daroca.

»La biología nos podría aclarar si pudo haber algún factor bioquímico, alguna bacteria, que explicara la extraordinaria conservación. Pero consta que se han dado circunstancias climáticas adversas a las que han estado expuestas las formas y no se han corrompido”. 

A Religión en Libertad no le consta que se haya realizado todavía la investigación científica sobre las formas de Moraleja. 

(Bajo estas líneas, el obispo, segundo por la derecha, y el párroco, primero por la izquierda, en su misa de nombramiento en San Millán).


Sí que existen, alrededor de estas formas, multitud de testimonios que apuntan al “prodigio”. Uno de ellos es el del propio obispo de Getafe: “Tanto mi predecesor,monseñor Pérez y Fernández-Golfín, primer obispo de la diócesis, como yo, hemos comprobado, consumiendo algunas formas, que siguen manteniendo las características propias (accidentes) de un pan elaborado recientemente.

»Lo sorprendente es que tanto el pequeño copón donde se encontraban las formas, como el paño que lo cubría han sufrido un deterioro notable. El copón, además, no cierra herméticamente, de modo que no pudo crearse una cámara al vacío, y estuvo escondido durante la Guerra Civil entre unas tejas, expuesto, por tanto, a las inclemencias meteorológicas y a cambios de temperatura. Al no corromperse las Sagradas Formas, creemos, según nos enseña la Iglesia, que permanece la Presencia real de Cristo, y son por tanto el Cuerpo eucarístico de Nuestro Señor”.

El actual párroco de San Millán, Jesús María Parra Montes, nos introduce en la historia, que arranca dos días antes de la Guerra Civil. “El 16 de julio de 1936 el párroco de Moraleja celebró la fiesta de la Virgen del Carmen y consagró unas cien formas, de las cuales sobraron unas pocas que guardaron en un coponcito pequeño. El 21 de julio celebró la última misa aquí porque el alcalde le avisó de que venían los milicianos a por él.

»Aquel sacerdote, que se llamaba Clemente Díaz Arévalo, volvió a la iglesia cuando alguien dio la orden de cerrarla. Temía que los bienes que allí se encontraban fueran objeto de profanación o sacrilegio. En el templo quedaron imágenes, retablos, vasos sagrados y ropas de culto. Pero don Clemente recogió el sagrario, donde tenía el Cuerpo de Cristo, y lo llevó consigo”.

(Bajo estas líneas, el altar y el retablo de la parroquia en la actualidad).


El párroco Jesús María nos facilita un artículo publicado en el semanario Redención el 18 de abril de 1942, firmado por Juan Antonio Cabezas, que se basa en testimonios de testigos presenciales. Según este artículo, “el cura llegó con miedo y con su precioso copón a la casa de Doña Hilaria Sánchez, esposa del secretario municipal”. Allí lo ocultó.

Ocho días después se cambió el escondite y pasó a una bodega de la casa de Isabel Zazo, donde permaneció más de setenta días enterrado a 30 centímetros de profundidad. Por esas fechas el párroco don Clemente ya se hallaba escondido en el cercano monte de Batres, disfrazado de pastor.

A finales de octubre las fuerzas republicanas ordenaron evacuar Moraleja; los vecinos obedecieron. Antes fueron a desenterrar el pequeño copón. Lo encontraron totalmente oxidado, el baño de plata había desaparecido debido a la acción de la humedad. Pero cuál fue su sorpresa al contemplar que las 24 formas estaban como recién hechas, en perfecto estado.

El nuevo escondrijo fue el agujero de una viga del tejado, dentro de la misma casa. Los vecinos entonces abandonaron sus hogares y se retiraron a la finca El Ombú, situada próxima a un arroyo que pasa junto al pueblo.

Con la llegada de las tropas nacionales a la zona, los moralejeños pudieron regresar a sus casas. En seguida entraron en la de Isabel Zazo. Una lámpara de aceite estaba volcada, había trapos cambiados de sitio… Pero el copón continuaba en su sitio con las 24 formas intactas. Estas fueron depositadas en otra habitación de la casa, donde algunas mujeres retomaron las guardias que también habían realizado en anteriores escondrijos.

Quince días más tarde llegaron a Moraleja dos capellanes castrenses de un tercio de requetés (carlistas). Como de la iglesia sólo quedaban las paredes, se habilitó una escuela para decir la primera misa. Informados de la existencia de las formas, los dos sacerdotes las llevaron en procesión desde la casa hasta la escuela. 

Comulgaron con dos de ellas, manifestando su extrañeza de que pareciesen como nuevas a los cuatro meses de su consagración. Se quedaron con una tercera forma, razón por la que quedaron 21 de las 24 iniciales. La formas fueron devueltas a la casa también en procesión, y cuando la iglesia se reabrió al culto, se trasladaron en un acto solemne. 

“Desde entonces se han conservado las formas en un copón lacrado en el sagrario de la iglesia”, asegura el párroco Jesús María Parra Montes. “Muy de vez en cuando –la última fue hace 4 años pero la anterior en 1978- se abría el copón para ver si seguían en buen estado, y estaban en estado perfecto”. 

Respecto a las posibilidades naturales de que se hayan conservado incólumes, el párroco alega: “Es físicamente imposible. Las condiciones en la casa eran pésimas. Había mucha humedad y estaban sin protección. El copón no era hermético. Los techos eran de barro. En pocos meses, si hay humedad y cambios fuertes de temperatura, se pueden deshacer y enmohecer. Y en este pueblo se dan ambas circunstancias”.


Durante estos 77 años los habitantes de Moraleja han mantenido una gran devoción por este posible prodigio. Aclara Jesús María: “Las gentes del pueblo creen que como ellos protegieron al Señor en el copón, el Señor les protegió a ellos”.

Se refiere, por ejemplo, al día que escaparon a El Ombú: “Cuando se fueron a la finca cayeron dos bombas a los lados del pueblo, mientras marchaban, y ninguna de las dos bombas explotó. Y hubo otros hechos en que ellos vieron la protección de la Sagrada Forma”.

De uno de estos hechos emocionantes puede dar testimonio Celia, vecina del pueblo, quien ha tenido la amabilidad de atender a Religión en Libertad. En 2011, ella tenía 33 años y llevaba muchos de ellos casada cuando se quedó embarazada de gemelas.

A la semana 14 empezó a sangrar y los médicos le ordenaron reposo. Así estuvo entre septiembre y noviembre, cuando se reincorporó a trabajar. Pero a los pocos días tuvo que volver al hospital.

El 26 de diciembre de 2011, a las 24 semanas exactas de gestación, le indujeron el parto. Celia dio a luz a las dos niñas en lo que los médicos consideran el “límite mínimo” para que los bebés sean viables. Una de ellas, Vega, solo pesaba 700 gramos. Y la segunda, Blanca, 500 gramos.

El 2 de enero de 2012 falleció Blanca. Y el 5 de enero Vega tuvo que ser operada del corazón dentro de la incubadora. El párroco Jesús María recuerda que los médicos ya pronosticaban, antes de su nacimiento, “que iba a salir pero que iba a morir”.

Y con la operación “nadie daba un duro por ella”, remacha. Celia, la madre, recuerda: “Nunca me daban esperanzas pero tampoco me las quitaban”. Dice de aquellos días tan duros: “No quería pensar mucho. No quería ver a nadie ni hablar con nadie”.

Entonces, declara el párroco de San Millán: “Estuvimos rezando ante el milagro eucarístico, y ofreciendo todos los días la Eucaristía”. Y Vega salió adelante. “Ahí está la niña, que está bien y no tiene ni siquiera secuelas”, dice Jesús María. Estado que confirma Celia: “No tiene ningún problema”.

Celia, que tiene todos los informes médicos, siempre ha considerado la supervivencia de su hija un “milagro” patente. 


Otra historia entrañable asociada a este prodigio nos retrotrae a 1935. Ese año murió en Moraleja el párroco anterior a don Clemente, que era don Roberto García Trejo. Todo el pueblo le tenía por un sacerdote santo. Según el artículo de Redención: “Una de esas santidades recónditas que no trascienden al mundo”.

Parra Montes cuenta que “al morir puso una cara de felicidad enorme; le dijeron ¿qué ves? y dice: pues veo un milagro en la iglesia y gente peregrinando a ver el milagro. Luego, cuando supieron lo de las formas, mucha gente se acordó de este sacerdote".

El párroco de San Millán nos indica que el nicho de García Trejo está en un muro exterior del templo y que la causa inmediata de su muerte fue una infección de muelas.

Ninguno de los habitantes de Moraleja de Enmedio murió a causa de la Guerra Civil. Se calcula que la guerra civil española (1936-1939) dejó unos 300.000 muertos. En aquella época el pueblo tendría menos de mil habitantes. Según el artículo de Redención, un grupo de jóvenes moralejeños y el entonces alcalde Eustaquio Rodríguez Sánchez se unieron a nacionales cuando sus vecinos se resguardaban en El Ombú.

El obispo Joaquín María explica la importancia de este hecho en la vida del pueblo: “Los habitantes de Moraleja han asociado este hecho extraordinario a una protección especial del Señor durante la contienda civil y han transmitido de hijos a nietos que, por haber custodiado y protegido la Eucaristía durante los duros años de la Guerra, el Señor les protegió a ellos especialmente.

»Recuerdan en este sentido que ninguno de los habitantes de Moraleja murió durante la guerra y que en varios de los bombardeos aéreos que se realizaron sobre la zona las bombas que cayeron en el pueblo nunca llegaron a explotar. No es posible humanamente demostrar la conexión entre la custodia de las Sagradas Formas, que permanecen incorruptas, y la ausencia de desgracias a los hijos del pueblo y al pueblo mismo durante la Guerra Civil, pero es incuestionable que ambos hechos coincidieron en el tiempo y en el espacio”.

El obispo de Getafe considera que este hecho extraordinario ha hecho "más vigorosa" la fe de los moralejeños y que "se trata, sin duda, de un hecho edificante: una prueba de la transubstanciación, del cambio de la substancia del pan normal al pan eucarístico, manteniendo los accidentes, las apariencias, de color, sabor, etcétera". Señala que el peligro de distracción para la fe "sería esperar, desear, que esos hechos extraordinarios se repitan y creer sólo cuando se dan; es lo del apóstol Santo Tomás: si no lo veo no lo creo".

(Bajo estas líneas, cuadro que puede observarse en una pared lateral de la parroquia de San Millán).


Sea como fuere y a la espera del pronunciamiento oficial de la Iglesia, lo cierto es que hay signos de que la profecía del párroco Roberto García Trejo se está empezando a cumplir. Hasta ahora han acudido dos parroquias a lo alto del promontorio de Moraleja, una de Móstoles y otra de Villanueva de la Cañada. Y mucha gente está acercándose individualmente, sobre todo los domingos. 

martes, 28 de enero de 2014

Próximo Cursillo de Cristiandad



La Casa de ejercicios de Meres acogerá un Cursillo de Cristiandad del 30 de enero al 2 de febrero.
Ese mismo día tendrá lugar la clausura, a las 20,00 h. en la parroquia de Santo Tomás de Sabugo (Avilés). 
Los Cursillos de Cristiandad son un instrumento de evangelización al servicio de la Iglesia universal, llevan implantados en Asturias desde el año 1959, y desde entonces, se calcula que se habrán celebrado más de 500 Cursillos, gracias a los cuales más de 12.000 personas han podido participar en ellos. 
Información en la parroquia de Santo Tomás de Sabugo, y en los teléfonos 985 22 00 65 y 985 23 93 92

Lectio Divina del día




De las Conferencias de santo Tomás de Aquino, presbítero
(Conferencia 6 sobre el Credo) 



EN LA CRUZ HALLAMOS EL EJEMPLO DE TODAS LAS VIRTUDES


¿Era necesario que el Hijo de Dios padeciera por nosotros? Lo era, ciertamente, y por dos razones fáciles de deducir: la una, para remediar nuestros pecados; la otra, para darnos ejemplo de cómo hemos de obrar.

Para remediar nuestros pecados, en efecto, porque en la pasión de Cristo encontramos el remedio contra todos los males que nos sobrevienen a causa del pecado. 

La segunda razón tiene también su importancia, ya que la pasión de Cristo basta para servir de guía y modelo a toda nuestra vida. Pues todo aquel que quiera llevar una vida perfecta no necesita hacer otra cosa que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz y apetecer lo que Cristo apeteció. En la cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes.

Si buscas un ejemplo de amor: Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos. Esto es lo que hizo Cristo en la cruz. Y por esto, si él entregó su vida por nosotros, no debemos considerar gravoso cualquier mal que tengamos que sufrir por él. 

Si buscas un ejemplo de paciencia, encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir, sin rehuirlos, unos males que podrían evitarse. Ahora bien, Cristo, en la cruz, sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca. Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: corramos también nosotros con firmeza y constancia la carrera para nosotros preparada. Llevemos los ojos fijos en Jesús, caudillo y consumador de la fe, quien, para ganar el gozo que se le ofrecía, sufrió con toda constancia la cruz, pasando por encima de su ignominia.

Si buscas un ejemplo de humildad, mira al crucificado: él, que era Dios, quiso ser juzgado bajo el poder de Poncio Pilato y morir.

Si buscas un ejemplo de obediencia, imita a aquel que se hizo obediente al Padre hasta la muerte: Como por la desobediencia de un solo hombre -es decir, de Adán- todos los demás quedaron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos quedarán constituidos justos.

Si buscas un ejemplo de desprecio de las cosas terrenales, imita a aquel que es Rey de reyes y Señor de señores, en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, desnudo en la cruz, burlado, escupido, flagelado, coronado de espinas, a quien, finalmente, dieron a beber hiel y vinagre. 

No te aficiones a los vestidos y riquezas, ya que se reparten mi ropa; ni a los honores, ya que él experimentó las burlas y azotes; ni a las dignidades, ya que, entretejiendo una corona de espinas, la pusieron sobre mi cabeza; ni a los placeres, ya que para mi sed me dieron vinagre.

Programar la predicación de todo un año



Don Roque era monotemático en sus sermones. Tocara la lectura que tocara siempre acababa con la confesión. Por eso aquel año, al llegar la fiesta de San José, sus feligreses se dijeron: “San José… hoy tendrá que hablar de otra cosa”. Pues así comenzó don Roque: “Hermanos, San José era carpintero, así que bien podría hacer confesionarios. Hablemos por tanto de la confesión que es lo mismo”.
No sé si tanto, pero los curas tenemos el riesgo de ser pelín monotemáticos. Los pobres, la confesión, el sexto mandamiento (rara avis, eso sí), la precisión litúrgica o la maldad de la jerarquía eclesiástica. La gravedad del asunto es que se nos queden en el tintero semana tras semana cosas que tiene su importancia.
La homilía es la formación continua básica del católico inicialmente convertido. Soy de la opinión que a lo largo del año litúrgico sería necesario tocar los temas esenciales de fe, liturgia y moral de forma que año tras año se fuera recordando y explicando lo fundamental. Lo cierto es que basta recorrer las fiestas principales y la liturgia de la palabra de cada domingo para que el objetivo se cumpla sin demasiadas complicaciones. Con todo y eso, habida cuenta de esa tendencia a ser pelín monotemáticos o tendenciosos con ciertas cosas, lo mismo nos venía bien a cada sacerdote, al inicio del año litúrgico, hacernos un esquema homilético para todo el año. No es tan complicado y alguna vez lo he conseguido llevar a cabo.
Se coge uno una hojita que ahora con el ordenador es muy sencillo. En ella, con toda paciencia, se va colocando la serie de domingos y fiestas del año litúrgico con una indicación mínima sobre el contenido de las lecturas, para situar al lado el núcleo de la homilía de ese domingo. Posiblemente al acabar nos demos cuenta de que hay cosas que están en tres, cuatro o cinco domingos. Tal vez otras en ninguno. Pues ahí es donde viene el encaje final.

A lo largo del año tiene que salir la explicación del credo, los mandamientos, sacramentos, oración, vida cristiana, vocación, compromiso en el mundo.

Nos vendría bien hacerlo a los sacerdotes justo para darnos cuenta de que cada cual en sus circunstancias tiene su tendencia a escorarse en determinadas direcciones. Lo grave de la cuestión es que eso repercute en la formación de los fieles, que puede acabar en una deformación aunque sea involuntaria.

Todo esto más que los curas, lo perciben los fieles, que se dan cuenta de que en su parroquia jamás se habla de… ni de… ni tampoco de esto otro, mientras don Roque dale que dale con el confesionario, y don Venerando con el sexto mandamiento. Menos mal que luego Pepe, en sus misas, nos recuerda cada domingo que lo importante es estar con los pobres.

Para don Roque, don Venerando. Para Pepe y para un servidor, ¿por qué no hacemos un esquema de predicación para todo el año litúrgico? Nos ayudará a nosotros y sobre todo será muy beneficioso para los fieles.
Jorge Glez. Guadalix

Día mundial de la Lepra: una periferia muy olvidada


(Aleteia/InfoCatólica) En muchos países se sigue sufriendo una grave discriminación en contra de estos enfermos, por este supuesto mal incurable y las mutilaciones terribles que provoca.
No falta el ejemplo de misioneros santos que han dedicado su vida a aliviar el sufrimiento de la lepra, como San Jozef Daamian De Veuster SSCC, universalmente conocido como el apóstol de los leprosos de Molokai, y santa Marianna Cope, OSF, que pasó 35 años en Molokai ayudando junto con otras hermanas en la obra del p. Daamian, o el beato Jan Beyzym, SI, quien llevó a cabo su ministerio entre los leprosos de Madagascar, o la Beata Madre Teresa de Calcuta, los Siervos de Dios Marcello Candia y Raoul Follereau.
La Iglesia administra 567 centros de lepra en el mundo, según el último Anuario Estadístico de la Iglesia, 20 más que el año anterior. El desglose por continentes es el siguiente: en África 211, en América 65, en Asia 281, en Europa 6 y en Oceanía 4. Las naciones que albergan el mayor número de enfermos de lepra son las africanas Tanzania, República Democrática del Congo, Madagascar, Sudáfrica; las americanas Estados Unidos, México, Haití, Brasil, Perú Ecuador; en Asia, India, Vietnam Indonesia; en Oceanía, Papúa Nueva Guinea y en Europa, Francia, Bélgica, España, Polonia e Italia .

domingo, 26 de enero de 2014

Necrrológica

Falleció el sacerdote diocesano Rvdo. Sr. D. Luis Marcos Valle

Nació en Lodeña (Piloña) el 25 de noviembre de 1927 en el seno de una familia muy religiosa, una hermana suya profesó como religiosa jerónima de clausura.

Realizó los estudios de latín, filosofía y teología en el Seminario Diocesano.

Recibió la ordenación sacerdotal el 30 de mayo de 1954 por manos del entonces Obispo de Oviedo Monseñor Francisco Javier Lauzurica y Torralba.

Desempeñó los siguientes encargos pastorales:

Coadjutor de Santo Tomás de Cantorbery - Avilés (1954 - 1956)

Ecónomo de San Pedro de Granda con su filial de San Miguel de la Barrera - Siero (1956-1961)

Párroco de San Emiliano de Vega y Capellán de la Mina de la Camocha - Gijón (1961 - 1966)

Regente de Santa María de Luanco (1966 - 1970)

Ecónomo de Santa María de Luanco (1970 - 1985)

Párroco de Santa María de Luanco - Gozón (1985 - 1996)

Arcipreste de Gozón (1966 - 1978)

Miembro elegido del Consejo Presbiteral (1971 - 1974)

Teniente arcipreste de Gozón (1991 - 1994)

En 1996 pasó a la situación de jubilado fijando su residencia en la Casa Sacerdotal de Oviedo donde falleció este día 26 de enero. El Sr. Arzobispo presidirá su funeral en la Iglesia de Santa María la Real de la Corte de Oviedo, a continuación sus restos mortales serán trasladados a su parroquia natal de Santa María de la Merced de Lodeña (Piloña) donde tras un segundo funeral recibirá cristiana sepultura en el cementerio parroquial.

D.E.P.

''Porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz'' (Jn 5,28)

El Arzobispo emprende en la Catedral una visita pastoral por el arciprestazgo, - la primera en los últimos veinte años

Sanz: "Los asturianos son nobles y acogedores y saben defenderse de los conquistadores"

Hacía veinte años que ningún arzobispo emprendía una visita pastoral por el arciprestazgo de Oviedo, para conocer a sus sacerdotes, religiosos y seglares y charlar con ellos sobre sus vivencias y sus necesidades. Jesús Sanz Montes inició ayer ese recorrido, que continuará hasta el 10 de mayo y durante el cual estará en todas y cada una de las parroquias ovetenses. Su itinerario empezó con una misa en la Catedral y continúa hoy mismo por La Manjoya. Durante la homilía de ayer el Arzobispo habló de su llegada a Asturias y reconoció que al poco de haberse establecido aquí "quedó prendado" de sus tierras y su gente "noble y acogedora, que sabe defenderse de quienes vienen con pretensiones conquistadoras a hacerse con el botín de los valores que han marcado nuestra historia".
Sanz Montes contó que le gusta "visitar las romerías" y que le "llena de alegría saludar a las personas concretas". Disfruta, dijo, "reconociendo el rebaño que el Señor me ha confiado" y del "encuentro fraterno" con sus miembros. "Todo obispo debe visitar a su diócesis de modo completo y ordenado", manifestó.
El Arzobispo hizo un llamamiento a "la unidad de cuantos creemos en Cristo" y reflexionó sobre la lectura del Evangelio del día, que narraba el episodio de la conversión de Saulo, haciendo ver a los fieles cómo "la vida puede ser objeto de un cambio profundo y bello, cuando quizá todo parecía indicar que ya nada se podía transformar".
La jornada inaugural de la visita pastoral del Arzobispo comenzó a las diez de la mañana, con la reunión del Consejo Pastoral del Arciprestazgo. Fue el primer acto de un programa intenso que le ocupará varios días a la semana y que le llevará por más de treinta parroquias, en las que se entrevistará con los sacerdotes y con los sectores pastorales dedicados a la catequesis, la enseñanza, Cáritas y el Consejo Económico.
En la celebración litúrgica de ayer en la Catedral, a la que asistieron numerosos fieles, participaron el arcipreste de Oviedo y párroco de Pumarín, José María Lorenzo; el vicario general de la diócesis, Jorge Juan Fernández Sangrador; el obispo auxiliar, Juan Antonio Menéndez, y el deán de la Catedral, Benito Gallego, entre otros muchos religiosos. Sanz presidió la misa, en la que el acompañamiento musical corrió a cargo de la "Schola Cantorum". El Arzobispo centró su sermón en "la espiritualidad de la comunión", que requiere, detalló, de "la capacidad de sentir al hermano de fe como parte del mismo cuerpo místico" y de "ver ante todo lo que hay de positivo en el otro".

Llegado el momento de las peticiones, Jesús Sanz Montes rogó a Dios para que bendiga la diócesis ovetense con un aumento de las vocaciones sacerdotales y de vida consagrada.

sábado, 25 de enero de 2014

Evangelio Dominical


Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,12-23):

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftali. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: «País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.»
Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, al que llaman Pedro, y Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores.
Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.

Palabra del Señor

A Rubalcaba le crecen los enanos



Hace unos días, don Alfredo Pérez Rubalcaba, que lleva una gran racha anticatólica, comentaba sobre la posible nueva Ley del Aborto que, como español se sentía avergonzado de ella, ya que era una ley que sólo defendían Rouco y Le Pen. 

El señor Rubalcaba es un señor al que actualmente le crecen los enanos por todas partes y debo reconocerlo, no pude por menos de soltar la carcajada cuando leí que Marina Le Pen, que es la que actualmente corta el bacalao en el partido de su padre, se declaraba totalmente a favor del aborto. Personalmente no me extraña nada que Rubalcaba se encuentre en el mismo bando que la señorita Le Pen, porque es lógico que así suceda, ya que ni el uno ni la otra creen que el hombre tiene una dignidad intrínseca que hace que sus derechos sean inalienables y anteriores a la concesión del Estado, que lo más que puede hacer es regularlos. 

El gran problema además con el que se enfrentan los abortistas es que todos los avances de la Medicina van en la línea que la vida humana empieza en la fecundación, y por tanto ellos están cometiendo la atrocidad de alentar al asesinato de seres humanos. Hoy, además, las ecografías nos muestran desde muy pronto a lo que indiscutiblemente son seres humanos. Ayer mismo vi en un teléfono móvil la fotografía de la ecografía de un feto de ocho o nueve semanas. Negar que eso es un ser humano es negar la evidencia y supone una mala fe y una estupidez increíbles. 

Para Rubalcaba y demás abortistas, que no son sólo la gran mayoría de los izquierdistas y nacionalistas, sino que hay entre ellos algunos nombres muy conocidos del PP, el aborto es un derecho de la mujer, mientras que para la Iglesia Católica, desde siempre y expresamente se dijo así en el Concilio Vaticano II, es un crimen nefando. Como tengo que escoger entre los criterios morales de Rubalcaba y compañía y los de la Iglesia Católica, no es por nada pero me quedo con los de la Iglesia Católica, que me parecen bastante más responsables y serios.

Pero además, en el Alfa y Omega del 23 de Febrero leemos unas declaraciones del Presidente del Ecuador, don Rafael Correa, socialista, que supone para Rubalcaba otra bofetada y otro crecimiento de enanos. 

Este señor Presidente de Ecuador nos dice sensatamente que defender al aborto y la ideología de género no es algo de derechas o de izquierdas, sino simplemente defender barbaridades. Él no tiene “la menor duda que el aborto es un crimen”, “la Constitución defiende la vida desde la concepción” e indica a los señores de la ONU, que le presionan para que despenalice el aborto que “vayan a meterse en sus asuntos, no en decisiones soberanas del Ecuador”.

Pero además Correa arremete contra la otra gran estupidez de las izquierdas, y por lo que se ve, de algunos derechistas, la ideología de género. Dice de ella: “Una cosa, dice, es el movimiento feminista por la igualdad de derechos, que apoyamos de todo corazón. Pero de repente hay unos excesos, unos fundamentalismos en los que se proponen cosas absurdas”; entre ellas que se considere que “no existe el hombre y la mujer natural; o que se piense que el sexo biológico no determina al hombre y a la mujer, sino que son las condiciones sociales las que lo hacen, Y eso de que uno tiene derecho a elegir incluso si es hombre o mujer… Eso no resiste al menor análisis. ¡Es una barbaridad que atenta contra todo!” Esta ideología, prosigue: “se enseña en algunos colegios… Para mí es peligrosísima”. 

Coincido con el presidente ecuatoriano y simplemente recuerdo que es esta ideología con la que en estos momentos hay que dar la educación afectivo sexual en España, es decir una auténtica corrupción de menores. Y nos dice también que “estas novelerías destruyen la familia convencional que sigue y seguirá siendo, felizmente, la base de nuestra sociedad”.

Por cierto dos de los mejores textos que conozco contra la ideología de género lo firma uno el cardenal José Ratzinger y el otro el Papa Benedicto XVI. 
Pedro Trevijano

La Conversión de San Pablo


(ACI).- Hoy, 25 de enero, la Iglesia  Universal recuerda el día en que San Pablo -entonces llamado Saulo- alcanzó la conversión camino a Damasco, a donde se dirigía para perseguir a los cristianos.
Como se recuerda, camino a Damasco Saulo fue derribado del caballo por el mismo Jesús a través de una luz del cielo que brilló sobre él y sus compañeros, cegándolo por espacio de tres días. Durante ese tiempo, Saulo permaneció en casa de un judío llamado Judas, sin comer ni beber.
El cristiano Ananías, por pedido de Cristo, fue al encuentro de Saulo, quien recuperó la vista y se convirtió, accediendo al bautismo y predicando en las sinagogas al Hijo de Dios, con gran asombro de sus oyentes. Así, el antiguo perseguidor se convirtió en apóstol y fue elegido por Dios como uno de sus principales instrumentos para la conversión del mundo.
San Pablo nació en Tarso, Cilicia (actual Turquía), su padre era ciudadano romano. Creció en el seno de una familia  en la que la piedad era hereditaria y muy ligada a las tradiciones y observancias fariseas. Le pusieron de nombre Saulo, y como también era ciudadano romano llevaba el nombre latino de Pablo (Paulo).
Para los judíos de aquel tiempo era bastante usual tener dos nombres, uno hebreo y otro latino o griego. Pablo será pues, el nombre que utilizará el apóstol para evangelizar a los gentiles.
El periodo que va del año 45 al 57 fue el más activo y fructífero de su vida . Comprende tres grandes expediciones apostólicas de las que Antioquía fue siempre el punto de partida y que, invariablemente, terminaron por una visita a Jerusalén.
Los restos del santo descansan en la Basílica de San Pablo Extramuros. Este templo es el más grande después de la Basílica de San Pedro.

viernes, 24 de enero de 2014

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Cardenal Bergoglio (hoy Papa Francisco) siendo Arzobispo de Buenos Aires


«¿Es que Cristo está dividido?» La Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad cristiana (III)



El pasado 21 de octubre, se reunió con una delegación de la federación luterana mundial y a los miembros de la comisión luterano-católica por la unidad. En este encuentro, Francisco señaló que "me parece realmente importante para todos el esfuerzo de encontrarse en diálogo sobre la realidad histórica de la Reforma, sobre las consecuencias y sobre las respuestas que se dieron a la misma". Así como destacó que "católicos y luteranos pueden pedir perdón por el mal causado los unos a los otros y por las culpas cometidas delante de Dios, y juntos regocijarse por la nostalgia de unidad que el Señor ha despertados en nuestros corazones, y que nos hace mirar adelante con una mirada de esperanza".

En su encuentro con Tawadros II, papa de Alejandría y patriarca copto de la sede de San Marcos, en el mes de mayo afirmó que "será la oración, el diálogo y la voluntad de construir una relación, los elementos que permitirán de dar los pasos necesarios hacia la plena unidad".

Durante el encuentro del Santo Padre con el Comité Católico para la Colaboración Cultural con las Iglesias Ortodoxas y las Iglesias Ortodoxas Orientales, con ocasión del 50ª aniversario de su institución, explicó que "el camino de reconciliación y de renovada fraternidad entre las Iglesias, admirablemente marcado desde el primer histórico encuentro entre el papa Pablo VI y el patriarca ecuménico Atenágoras, necesitaba también de experiencias de amistad y de compartir que nacieran del conocimiento recíproco entre exponentes de las diferentes Iglesias, y en particular entre jóvenes iniciados al ministerio sagrado".

Y al igual que Francisco, sus antecesores trabajaron y destacaron la importancia de la unidad de los cristianos. Tal y como Francisco recordó en una ocasión, Benedicto XVI afirmó que "la unidad no es principalmente fruto de nuestro esfuerzo, sino de la acción del Espíritu Santo el cual debe abrir nuestros corazones con confianza para que nos conduzca sobre las vías de la reconciliación y de la comunión". Así como el beato Juan Pablo II se preguntaba "¿cómo anunciar el Evangelio de la reconciliación, sin comprometerse al mismo tiempo a trabajar por la reconciliación de los cristianos?".

jueves, 23 de enero de 2014

Carta semanal del Sr. Arzobispo


Saltar de alegría en la visita recibida


Al poco de llegar a Asturias como Arzobispo hice una visita a todos los arciprestazgos encontrándome con ese Pueblo de Dios que inmerecidamente el Señor ponía bajo mi cuidado pastoral. Quedé prendado de la belleza de nuestra diócesis, tan variopinta en sus ciudades y villas, en sus pueblos de montaña y de la costa, en esta verde tierra dulce y fresca como la sidra de sus pumaradas. Más prendido quedé de su gente, noble y acogedora, que sabe defenderse de quienes vengan con pretensiones conquistadoras a hacerse con el botín de los valores que han marcado nuestra historia. En no pocas ocasiones he podido visitar buena parte de nuestra geografía diocesana con ocasión de las confirmaciones de nuestros jóvenes, alguna romería o fiesta particular, o con motivo de un encuentro de sacerdotes o la inauguración o restauración de alguna iglesia. Me llena de alegría poder saludar a las personas concretas y acoger vuestra cordial acogida. No se trata simplemente de una actitud de cortesía y buena urbanidad, sino reconocer en vosotros ese Pueblo que Dios me ha confiado y reconocer vosotros en mí al Pastor que el Señor os envía.

Al igual que el curso pasado estuvimos trabajando en la elaboración de nuestro Plan Pastoral para el próximo quinquenio, este año quiero iniciar lo que llamamos “la Visita Pastoral”. Es verdad que siempre se agradece la visita de alguien o la visita a alguien a quien queremos y por quien rezamos cada día, pero una cosa es el encuentro ocasional y por sorpresa, y otra el que se programa con interés y afecto. Todo Obispo debe visitar a su Diócesis de modo completo y ordenado. Debe organizarse para poder llegar a todos los arciprestazgos y visitar las distintas parroquias y unidades pastorales, dentro de las cuales están los sacerdotes, los religiosos y los laicos que componen vocacionalmente la Iglesia. También es una ocasión para encontrarme con niños y jóvenes, con familias, con ancianos, dentro de las circunstancias que la vida nos depara a cada uno. Esa vida que comienza, que crece, que se enamora, que sufre y goza avatares, que se asusta y se entusiasma, que sale adelante en medio de las dificultades, que enferma y envejece.

No se trata de una formalidad sino de un encuentro fraterno que deseo sea para todos una ocasión de gracia del Señor. Me viene ahora el encuentro una célebre visita que hemos hecho incluso una fiesta litúrgica: la Visitación. María fue presurosa desde Nazaret hasta la montaña de Judá para visitar a su prima Isabel. Ésta sintió que su hijo saltaba de alegría en sus entrañas. María llevaba dentro de sí al autor de la alegría, al Hijo bienamado. Ella no iba sólo con su simpatía y encantos, con su mocedad y lozanía, sino que era la portadora de una Presencia más grande que ella, portavoz de una Palabra mayor. Y esa Presencia y Palabra encarnada en su seno, hizo saltar de alegría a Juan Bautista en el seno de su madre Isabel. Esto es lo que yo pido precisamente al Señor al comenzar ahora mi Visita Pastoral en el arciprestazgo de Oviedo y luego en pascua en el de Llanes. Así iré haciendo el recorrido por los distintos arciprestazgos con la ayuda del Obispo auxiliar.

Con todo interés me acercaré para conocer la vida de vuestras comunidades en las distintas Parroquias y Unidades Pastorales. Quiera el Señor que lo mejor de vosotros mismos, lo más bello y noble que anida en vuestro corazón pueda saltar de alegría, por la Presencia de la que soy portador y por la Palabra de la que soy portavoz. Orar juntos, conocernos más, y compartir el gozo de cuanto nos une como hermanos en la misma fe.


+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

miércoles, 22 de enero de 2014

Alvaro del Portillo , sucesor de San José María Escrivá , será beatificado el 27 de septiembre en Madrid

La ceremonia de beatificación del obispo español Alvaro del Portillo (Madrid, 1914 - Roma, 1994), primer sucesor de San Josemaría Escrivá de Balaguer  al frente del Opus Dei, tendrá lugar el próximo 27 de septiembre en Madrid, su ciudad natal y en la que vivió la mitad de su vida.
Al igual que su predecesor, Benedicto XVI, el Papa Francisco no preside ceremonias de beatificación, por lo que ha delegado la presidencia en el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Al día siguiente, domingo 28, el prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, celebrará una misa de acción de gracias.
La elección de Madrid responde a motivos logísticos. Al no ser una ceremonia papal no es posible celebrarla en la plaza de San Pedro, y las otras alternativas en Roma presentan, en conjunto, menos ventajas que Madrid a efectos de desplazamientos de peregrinos y acogida.
Monseñor Echevarría, sucesor de Álvaro del Portillo, manifestó que «en este momento de profunda alegría quiero dar las gracias al Papa Francisco por la beatificación de este obispo que tanto ha amado la Iglesia».
El prelado añadió que «encomendamos al futuro beato las intenciones del Santo Padre: la renovación apostólica y el servicio de Dios de todos los cristianos, el apoyo a las personas necesitadas, el próximo Sínodo de la Familia y la santidad de los sacerdotes».

Milagro a un niño chileno

La beatificación del ingeniero de caminos madrileño, uno de los primeros seguidores de San Josemaría Escrivá en el Opus Dei desde 1935, fue aprobada por el Papa Francisco el pasado verano. El 5 de julio del 2013, el Papa reconoció como milagro la curación instantánea del niño chileno José Ignacio Ureta Wilson, quien sufrió un largo paro cardiaco y una hemorragia masiva a los pocos días de nacer.
Su abuela y su madre pidieron intensamente a Álvaro del Portillo la curación del niño, y su corazón volvió a latir al cabo de media hora. José Ignacio, que ahora tiene once años, no mostró secuelas y ha vivido siempre con normalidad.
La causa de beatificación de Álvaro del Portillo dio comienzo en Roma en 2004, a los diez años de su fallecimiento el 23 de marzo de 1994. Juan Pablo II visitó ese día su capilla ardiente en la sede central del Opus Dei y manifestó que «fue ejemplo de fortaleza, de confianza en la providencia divina, y de fidelidad a la sede de Pedro».

El Santo del día



San Vicente es uno de los tres grandes diáconos que dieron su vida por Cristo. Junto con Lorenzo y Esteban Corona, Laurel y Victoria forma el más insigne triunvirato. Este mártir celebrado por toda la Cristiandad, encontró su panegirista en San Agustín, San León Magno y San Ambrosio.
Vicente descendía de una familia consular de Huesca, y su madre, según algunos, era hermana del mártir San Lorenzo. Estudió la carrera eclesiástica en Zaragoza, al lado del obispo Valero, quien por su falta de facilidad de expresión, lo nombró primer díacono para suplirle en la sagrada cátedra.

Paralelamente, el emperador Dioclesiano había decratado una de las más crueles persecusiones contra la Iglesia, y que fue aplicado por Daciano en España. Las cárceles, que estaban reservadas antes para los delincuentes comunes, pronto se llenaron de obispos, presbíteros y diáconos. Al pasar Daciano por Barcelona, sacrifica a San Cucufate y a la niña Santa Eulalia. Cuando llega a Zaragoza, manda detener al obispo y a su diácono, Valero y Vicente, y trasladarlos a Valencia. Allí se celebró el primer interrogatorio. Vicente responde por los dos, intrépido y con palabra ardiente. Daciano se irrita, manda al destierro a Valero, y Vicente es sometido a la tortura del potro. Su cuerpo es desgarrado con uñas metálicas. Mientras lo torturaban, el juez intimaba al mártir a la abjuración. Vicente rechazaba indignado tales ofrecimientos. Daciano, desconcertado y humillado ante aquella actitud, le ofrece el perdón si le entrega los libros sagrados. Pero la valentía del mártir es inexpugnable. Exasperado de nuevo el Prefecto, mandó aplicarle el supremo tormento, colocarlo sobre un lecho de hierro incandescente. Nada puede quebrantar la fortaleza del mártir que, recordando a su paisano San Lorenzo, sufre el tormento sin quejarse y bromeando entre las llamas. Lo arrojan entonces a un calabozo siniestro, oscuro y fétido "un lugar más negro que las mismas tinieblas", dice Prudencio. Luego presenta el poeta un coro de ángeles que vienen a consolar al mártir. Iluminan el antro horrible, cubren el suelo de flores, y alegran las tinieblas con sus armonías. Hasta el carcelero, conmovido, se convierte y confiesa a Cristo. Daciano manda curar al mártir para someterlo de nuevo a los tormentos. Los cristianos se aprestan a curarlo. Pero apenas colocado en mullido lecho, queda defraudado el tirano pues el espíritu vencedor de Vicente vuela al paraíso. Era el mes de enero del 304.

Ordena Daciano mutilar el cuerpo y arrojarlo al mar. Pero más piadosas las olas, lo devuelven a tierra para proclamar ante el mundo el triunfo de Vicente el Invicto. Su culto se extendió mucho por toda la cristiandad.

«¿Es que Cristo está dividido?» La Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad cristiana (II)



Desde 1968, los temas son elaborados conjuntamente por la Comisión "Fe y Constitución" 
del Consejo Ecuménico de las Iglesias y el Pontificio Consejo 
para la Unidad de los Cristianos.

El trabajo inicial sobre el tema del material para la Semana de Oración de 2014 lo ha realizado un grupo de representantes de varias partes de Canadá, reunido por invitación del Centro Canadiense para el Ecumenismo y el Centro para el Ecumenismo La Prairie.

Durante estos primeros meses de pontificado de Francisco, hemos visto cómo el Santo Padre ha insistido en varias ocasiones sobre el camino a seguir para el ecumenismo y la importancia que este asunto tiene para él.

“Por mi parte, deseo asegurar, en la estela de mis predecesores, mi firme voluntad de proseguir el camino del diálogo ecuménico y doy ya las gracias al Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, por la ayuda que continuará ofreciendo, en mi nombre, por esta noble causa. Y os pido que llevéis mi cordial saludo y la seguridad de mi recuerdo en el Señor Jesús a las Iglesias y comunidades cristianas que representáis aquí, y que recéis por mí para que pueda ser un Pastor según el corazón de Cristo".

Con estas palabras se dirigió Francisco a los delegados fraternales de Iglesias, Comunidades Eclesiales y Organismos Ecuménicos Internacionales, Representantes del pueblo hebreo y de religiones no cristianas, que vinieron a Roma para la celebración del inicio oficial de su ministerio de Obispo de Roma y sucesor de Apóstol Pedro.

También en el mensaje a la Asamblea Ecuménica Internacional que se realizó en Corea del 30 de octubre al 8 de noviembre, expresó su deseo "de que esta Asamblea contribuya a un nuevo impulso de vitalidad y visión por parte de todos los comprometidos con la causa sagrada de la unidad cristiana, en la fidelidad a la voluntad del Señor para su Iglesia y en la apertura a las inspiraciones del Espíritu Santo".

Y en los varios encuentros que ha tenido durante estos meses, Francisco se ha reiterado en esta idea.

Martirologio del día 21 de enero


Memoria de santa Inés, virgen y mártir, que siendo aún adolescente,
ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe, consagrando
con el martirio el título de la castidad. Obtuvo victoria sobre
su edad y sobre el tirano, suscitó una gran admiración ante el
pueblo y adquirió una mayor gloria ante el Señor. Hoy se celebra el
día de su sepultura (s. III/IV).

2. Conmemoración de san Publio, obispo de Atenas, en Grecia, que dio
testimonio de Cristo con su martirio (s. II).

3. En Tarraco (hoy Tarragona), ciudad de la Hispania Citerior (hoy España),
pasión de los santos mártires Fructuoso, obispo, Augurio y Eulogio, sus
diáconos, los cuales, en tiempo de los emperadores Valeriano y Galieno, después
de haber confesado su fe en presencia del procurador Emiliano, fueron
llevados al anfiteatro y allí, en presencia de los fieles y con voz clara, el obispo
oró por la paz de la Iglesia, consumando su martirio en medio del fuego,
puestos de rodillas y en oración (259).

4. En la ciudad de Troyes, en la Galia Lugdunense (hoy Francia), san
Patroclo, mártir (c. s. III).

5. En Pavía, ciudad de la Liguria (hoy Italia), san Epifanio, obispo, que
en tiempo de las invasiones bárbaras trabajó esforzadamente a favor de la
reconciliación de los pueblos, en la redención de los cautivos y en la reconstrucción
de la ciudad arruinada (496).
6. En las montañas que rodean el lago de Zürich, entre los helvecios (hoy
Suiza), san Meinrado, presbítero, que llevó primero vida cenobítica y después
eremítica, siendo asesinado por unos ladrones (c. 861).

7*. En el monte Mercurio, en la Lucania (hoy Italia), san Zacarías, apellidado
“Angélico”, maestro de la vida cenobítica (c. 950).

8*. En la ciudad de Londres, en Inglaterra, beatos Eduardo Stransham y
Nicolás Wheeler, presbíteros y mártires, que, reinando Isabel I, fueron condenados
a muerte por ser sacerdotes y sufrieron el martirio en Tyburn (1586).

9. También en Londres, en Inglaterra, san Albano Roe, de la Orden de
San Benito, y beato Tomás Green, presbíteros y mártires, los cuales, ya ancianos,
durante el reinado de Carlos I dieron su vida por Cristo, siendo ahorcados
en Tyburn después de haber pasado en la cárcel diecisiete años el
primero y catorce el segundo (1642).

10*. En el monasterio de Benigamin, en la región de Valencia, en España,
beata Josefa María de santa Inés, virgen, de la Orden de las Descalzas de
San Agustín (1696).

11*. En la ciudad de Laval, en Francia, beatos presbíteros Juan Bautista
Turpín du Comier y otros trece compañeros1, mártires, que, por su constante
fidelidad a la Iglesia católica, fueron degollados durante la Revolución Francesa
(1794).

12. En la aldea de Daegu, en Corea, san Juan Yi Yun-il, mártir, que, siendo
padre de familia, campesino y catequista, hubo de soportar azotes y luxación
de todos sus miembros, manteniéndose constante en la fe cristiana, con
lo que alcanzó con buen ánimo el martirio al ser degollado. Fue la última víctima
de la gran persecución en esta nación (1867).

«¿Es que Cristo está dividido?» La Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad cristiana (I)


«¿Es que Cristo está dividido?» La Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad cristiana

Esta semana, del 18 al 25 de enero, la Iglesia está celebrando la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El tema central para la reflexión de este año, es la cita de Corintios "¿Es que Cristo está dividido?"

En el hemisferio norte esta semana se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero. Estas fechas fueron propuestas en 1908 por Paul Watson para cubrir el periodo entre la fiesta de san Pedro y la de san Pablo, que tienen un significado simbólico.   


En el hemisferio sur donde el mes de enero es tiempo de vacaciones de verano, las Iglesias frecuentemente adoptan otra fecha para celebrar la semana de oración, por ejemplo en torno a Pentecostés (sugerido por el movimiento Fe y Constitución en 1926), que representa también otra fecha simbólica para la unidad de la Iglesia.

Teniendo en cuenta esta necesidad de flexibilidad, desde el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos invitan a utilizar los materiales que se proporcionan a lo largo de todo el año para expresar el grado de comunión que las Iglesias ya han alcanzado y para orar juntos para llegar a la plena unidad querida por Cristo.