En 2024 España dejará de ser católica. Por José Francisco Serrano Oceja

(Religión confidencial) El pasado domingo 1 de diciembre, el diario “El Mundo” abría su sección cultural, “Papel”, con un reportaje titulado “Cómo hemos perdido la fe. España dejará de ser católica 1.644 años después”.

Escrito por el periodista Rodrigo Terrasa, el texto combina testimonios de vida, del rector del Seminario de Valencia, de tres seminaristas, etc…, con los datos de diversas fuentes documentales.

Me fijo literalmente en éstos últimos a modo de elenco:

*Según la última encuesta del Instituto 40dB, sólo los partidos políticos generan menos confianza en los españoles que la Iglesia católica.

*El último barómetro del CIS desploma el porcentaje de ciudadanos que se declaran católicos, un 52%, la cifra más baja en la historia.

*En 1978 los creyentes en España eran unos 90,5%, hoy apenas superan el 50%.

*En los últimos 45 años, el porcentaje de los que se declaran agnósticos, ateos o no creyentes ha pasado de un 7,6% a un 44,1%.

*La tendencia apunta a que España en 2024 dejará de ser mayoritariamente católica desde hace muchos siglos… desde la época de Teodosio, Recaredo…

*En los últimos 20 años, las vocaciones en España, según los datos de la CEE, han caído un 40%.

*Hoy hay 16.126 curas para 22.947 parroquias.

*Según el último estudio de laicidad de la Fundación Ferrer i Guàrdia, más de un 60% de los jóvenes españoles entre 18 y 24 años no se consideran religiosos. Un 58% entre los de 25 y 34 años.

*En los últimos 25 años, las bodas por la Iglesia han caído un 83% según el INE.

*Los registros de la CEE dicen que el número de bautismos ha caído un 54% desde 2007 y las comuniones un 30%...

Prefiero no seguir entresacando datos del reportaje.

Hay quien puede pensar que aquí se ve sólo la botella medio vacía y no la medio llena. Es cierto.

Hay quien, incluso, dice que no nos debemos obsesionar con los datos, los números. Bueno, con tal de que vivamos en la realidad, suficiente.

Lo que parece deducirse de los datos anteriormente reseñados es que el cambio social en España es muy profundo. Ya no sirven muchas de las formas, también institucionales, con las que se ha dado respuesta a este proceso, que no creo que haya que llamar sólo secularización, sino que hay que definirlo como descristianización.

Pero claro, toda descristianización interpela decisivamente a la Iglesia en la medida en que coloca a lo explícito cristiano en el escenario. De ahí que haya que plantearse si la Iglesia, en la medida en que representa lo cristiano, está ofreciendo una respuesta adecuada o si estamos perdiendo fuerza, recursos y mucho más, por ejemplo, en batallitas estériles.

Respecto a este proceso hay que advertir también que no sólo se deben sentir interpelados los obispos. Creo que va mucho más allá, porque no somos pocos los concernidos.

Ahora dejo otra derivada. En España, en estos momentos, según Escuelas Católicas, hay 1.952 centros educativos católicos, donde estudian 1.192.542 alumnos. Como hemos hablado de una serie histórica, dejo a su consideración cuántos alumnos han pasado por colegios católicos en los últimos diez años.