(Lecturas) Las monjas han sido las creadoras de muchos de los dulces clásicos que tenemos en nuestro país. ¿Quién no se ha dejado tentar ante un arroz con leche de las clarisas, los tocinillos de cielo tradicionales o unas yemas glaseadas de Santa Teresa, tan típicas en Ávila?. Y es que, realmente, son un auténtico placer para los sentidos. Hoy te traemos uno, que no es muy conocido, pero que, a la que lo pruebes, no podrás dejar de comerlo por su exquisito sabor: un manjar de monja.
Un postre muy sencillo de origen medieval
También llamado manjar blanco, por el color que le aportan los tres ingredientes principales con los que se cocina, este es un dulce muy antiguo de esos que tienen sus orígenes en los conventos medievales.
Ideal para tomar en familia, como postre o, incluso, a la hora de la merienda de los niños, ya que es muy nutritivo, este plato es, además de sencillo y rapidísimo de realizar, supereconómico.
Por otro lado, como está hecho con harina de arroz, un alimento que no contiene gluten, es perfecto para las personas celíacas o que deben eliminar esta proteína de su dieta.
Y, a la hora de elaborarlo, un apunte: una vez en la cazuela, ten en cuenta que debes removerlo cada dos por tres con unas varillas o una espátula para que no se pegue en el fondo. Así te quedará un postre divino.
Ingredientes (Para 4 personas)
1 litro de leche
200 gramos de harina de arroz
200 gramos de azúcar
2 ramitas de canela
Miel
Canela molida
PASO A PASO
1. Mezcla la harina y el azúcar
Coloca la harina de arroz y el azúcar en un cuenco y remueve bien con unas varillas hasta que queden bien mezclados.
2. Añade la leche
Incorpora un poco de leche y ve removiendo hasta que esté bien integrada y no queden grumos.
3. Cocina en una cazuela
Vierte la mezcla en una cazuela, agrega el resto de leche y las ramitas de canela y cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando, durante 8 minutos o hasta que la mezcla haya espesado.
4. Sirve en cuencos
Reparte el manjar en diferentes cuencos. Agrega un chorrito de miel en cada cuenco y espolvorea con un poco de canela en polvo. Deja enfriar y sirve.
1. Mezcla la harina y el azúcar
Coloca la harina de arroz y el azúcar en un cuenco y remueve bien con unas varillas hasta que queden bien mezclados.
2. Añade la leche
Incorpora un poco de leche y ve removiendo hasta que esté bien integrada y no queden grumos.
3. Cocina en una cazuela
Vierte la mezcla en una cazuela, agrega el resto de leche y las ramitas de canela y cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando, durante 8 minutos o hasta que la mezcla haya espesado.
4. Sirve en cuencos
Reparte el manjar en diferentes cuencos. Agrega un chorrito de miel en cada cuenco y espolvorea con un poco de canela en polvo. Deja enfriar y sirve.
Ya verás que, cuando lo pruebes, el sabor del manjar de monjas te recordará mucho al del arroz con leche. Pero su textura gelatinosa se parece más al de la leche frita. En cualquier caso, ¡está delicioso!
En el momento de servir, decora el postre con un poco de ralladura de limón o de naranja. También puedes añadir unos trocitos de fruta picadita. Por ejemplo, quedará muy goloso con fresas, moras, manzana, melocotón… o unas grosellas.
Sustituye la miel por un chorrito de caramelo líquido, mermelada de frutos rojos o un poco de chocolate fundido.
Si te apetece que tenga un punto crocante, agrega unas nueces picaditas, unos trocitos de galletas María o de perlas de chocolate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario