Catorce mujeres trabajan desde hace dos meses en la elaboración de sus coloridas creaciones a base de pétalos, arenas de colores y ramas verdes
(lne/ Luján Palacios) Hace un par de meses que catorce mujeres de Lugones tienen cita diaria: son las floristas encargadas de elaborar las alfombras que tapizarán de color y devoción el templo parroquial y sus alrededores el próximo domingo, celebración del Corpus. No fallan, mañana y tarde, porque prepararlo "da mucho que hacer".
Lo explica Nides Berdasco, que forma parte de este colectivo desde sus inicios en 2011, y que pasa por ser la diseñadora de los motivos de las alfombras. "Religiosos, con representaciones vegetales", indica. Y con una sorpresa este año, porque han querido agradecer el premio "Pueblo de Lugones" que les otorgó la Agrupación Folclórica "La Sidrina" en reconocimiento a su dedicación. Lo harán con un trabajo "que represente" el premio y un "Gracias" sobre la obra elaborado con macarrones pintados. "Cada año vamos cambiando de motivos, vamos mirando en un sitio y en otro, y empezamos pronto a preparar los patrones sobre papel de estraza para luego ir haciendo el contorno y rellenándolo", indica Berdasco, ayudada por Rosa María López.
Las flores son parte importante, pero es lo último que se añade porque "se estropearía, hay que esperar al último momento". Durante toda la semana reciben donaciones de personas de la localidad "y hasta de Llanera, la gente colabora mucho", con flores de fincas y de floristería. "Nos llamaron de una tienda de aquí para decirnos que pasáramos a recoger un ramo que alguien había pagado para nosotras, y eso es muy de agradecer", sostienen emocionadas.
Durante estos días se encargan de dejar los patrones listos, para armarlos en la noche del sábado al domingo "como un puzzle". Para entonces tendrán los pétalos de las flores seleccionados por colores, el verde de boj picado en diferentes grosores y arena de granos de diferente calibre teñida convenientemente, para rellenar allá donde no alcance la materia vegetal.
"Vamos organizando y tiñendo nosotras mismas", apuntan, con turnos de trabajo de un par de horas por la mañana y otras tres o cuatro por la tarde. El trabajo más arduo será el de la madrugada del domingo, y ya rezan para que no llueva y puedan instalar una alfombra exterior de 24 metros de longitud a la que acompañará otra interior, ante el presbiterio, que representará el Cordero Pascual, a imagen de una sabanilla del altar del templo.
"Si llueve a ver qué hacemos... El año pasado nos fastidió mucho pero logramos hacerlo, llovió casi toda la noche y acabamos a las nueve de la mañana, pero lo hicimos", recuerda Berdasco. Incluso barajan colocar plásticos para tapar sus creaciones en caso de apuro, pero confían en que la procesión pueda salir sobre sus trabajos. Y también que los jóvenes se animen a continuar con la tradición, porque "todas somos mujeres y todas mayores de 60 años, sería una pena que con el tiempo se perdiera este trabajo. Da mucho qué hacer pero es muy gratificante, y es una excusa para reunirnos y charlar", explican.
La primera alfombra floral se elaboró en la localidad el 26 de junio de 2011. Era un tapete de un metro cuadrado que se colocó a la puerta de la iglesia parroquial y que prepararon Rosi Menéndez y Marisa Suárez. Al año siguiente, el párroco impulsó la creación de un grupo de doce mujeres y así nació el colectivo "Floreras", coordinado por Nides Berdasco.
Desde 2022, las floreras de Lugones forman parte de la Comisión Gestora de Alfombristas del Camino de Santiago, con la que colaboraron en el mayor proyecto mundial de este campo con motivo del Año Santo Jacobeo. Y esperan seguir haciéndolo muchos años más, para que Lugones alumbre de color y devoción.
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