El pasado domingo V de Cuaresma además de ser la Jornada del Seminario que siempre coincide en torno a la Solemnidad de San José, era igualmente el llamado ''Laetare''; es decir, ''de la alegría''; y nuestros seminaristas del "Redemptoris Mater" Jhon Angel y Andrea, junto con Mario de nuestro Seminario Metropolitano, nos dieron una gran alegría con el testimonio de sus vidas. Tres jóvenes "millennials" que han dicho no al mundo, y sí a seguir al Señor renunciando a cualquier otra vida mejor.
Por si fuera poca esta alegría, nos dieron una grandísima sorpresa con un regalo muy especial: un retrato a modo de icono de nuestro medio paisano, el Beato Luis Prado, seminarista mártir de Oviedo, que aunque nació en Laspra -Piedras Blancas- su padre y sus abuelos eran de aquí, de Lugones, del barrio de Paredes, el cual venía en vacaciones y otras fechas especiales del año a pasar temporadas entre nosotros y junto a los suyos. Por este motivo, desde el día de su beatificación nuestro Párroco no ha dejado de incluirlo a diario en el "memento" de la misa, dado que este testigo de la fe es el más cercano a nosotros que es reconocido oficialmente por la Iglesia.
El Beato Luis Prado, junto al Beato Luis Ormieres, son dos beatos que sentimos muy nuestros; uno por cuestión sanguínea, y otro por cuestión espiritual, dado que se trata del fundador de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda. Ojalá algún día podamos tener imagen de ellos dos en nuestra iglesia parroquial. Les pedimos que intercedan por nosotros, al tiempo que nos fijamos en sus vidas de las que tanto podemos aprender.
Este icono es obra de nuestro seminarista Jhon Ángel Terán Quintero, venezolano de Caracas y que este año cumplirá 26 años... Quién le iba a decir al Beato Luis que 77 años después de su muerte los seminaristas de hoy no sólo recordarían su heroico final martirial, sino que incluso uno de ellos retrataría su rostro... Beato Luis Prado, ruega por nosotros y por nuestra parroquia de Lugones. Amén
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