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martes, 3 de mayo de 2022

¿Qué es un abuso litúrgico?

Lo que se sale de las normas litúrgicas; aunque esté difundido, hay que corregirlo

Un abuso litúrgico es todo aquello que, esporádica o sistemáticamente, por pasiva o por activa, se sale de las normas litúrgicas propias del rito latino, aunque dicho abuso esté algo difundido y parezca algo normal o litúrgico.

Algunos de los abusos litúrgicos serán banales o no; unos serán notorios, otros pasaran desapercibidos por el común de los fieles; unos serán inconscientes, otros realizados expresamente; algunos serán pecados veniales, otros serán pecados graves.

“Aunque el juicio sobre la gravedad de los actos se hace conforme a la doctrina común de la Iglesia y las normas por ella establecidas, como actos graves se consideran siempre, objetivamente, los que ponen en peligro la validez y dignidad de la santísima Eucaristía” (Intrucción Redemptionis Sacramentun, 173).

En todo caso hay que evitar todo abuso; y cualquier abuso nunca debe ser considerado de poca importancia o irrelevante, sino más bien evitado y corregido con diligencia.

En fin, por un lado, lo ideal es conocer muy bien -por parte de los sacerdotes y por parte de los fieles- los ritos y las normas litúrgicas por más sencillas que sean y, por otro, ceñirnos humilde y fielmente a lo estipulado por la Iglesia.

Cuando en alguna celebración litúrgica, por el motivo que sea, algo haya salido mal se tiene que corregir conforme a las normas del derecho.

Si se establecen o existen las normas por algo será; sigamos con respeto las rúbricas apropiadas que están allí por un propósito.

Cualquier abuso, por más pequeño o insignificante que pueda parecer, tiene su gravedad pues daría comienzo a un efecto dominó.

Los abusos no son sólo un asunto menor porque si empezamos a permitir que pasen cosas que no están permitidas, ¿entonces qué pasa con las cosas que se deberían de hacer y no se hacen?

Si los abusos se comenten ‘con buenas intenciones’ lo que hace falta es recurrir a los documentos eclesiales para que recordemos el por qué observar las normativas; por algo tenemos una Liturgia que es igual para toda la Iglesia.

No existe una liturgia personal ni regional; por tanto cualquier fiel tiene derecho a exponer una queja por un abuso litúrgico, primero ante el obispo diocesano o el ordinario competente que se le equipara en derecho; y conviene que la reclamación o queja se haga siempre con caridad, objetividad y veracidad.

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