(Vatican News) “Un signo de esperanza al mundo, sufriente por el conflicto en Ucrania, y profundamente herido por la violencia de los tantos escenarios de guerra aún activos”, reza el comunicado del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. La cita: el 31 de mayo, a las 18 horas, en conexión por streaming desde la Basílica de Santa María la Mayor en Roma
Al final del Mes Mariano, el martes 31 de mayo a las 18:00 el Santo Padre recitará la oración del rosario delante de la estatua de María Reina de la Paz en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, según informa la nota del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
La estatua se sitúa en la nave izquierda de la Basílica, añade el texto. Fue encargada por Benedicto XV y realizada por el escultor Guido Galli, entonces subdirector de los Museos Vaticanos, para pedir a la Virgen María el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918.
La Virgen -explica el comunicado- está representada con el brazo izquierdo levantado como señal para ordenar el fin de la guerra, mientras que con el derecho sostiene al Niño Jesús, dispuesto a dejar caer la rama de olivo que simboliza la paz. Las flores están esculpidas en la base, simbolizando el florecimiento de la vida con el retorno de la paz. Es tradicional que los fieles depositen a los pies de la Virgen pequeñas notas manuscritas con intenciones de oración. El Papa depositará una corona de flores a los pies de la estatua antes de dirigir su oración a la Virgen y dejar su intención particular.
El Santo Pueblo Fiel de Dios unido a la convocatoria
Distintas personas acompañarán la oración del Santo Padre: habrá chicos y chicas que recibieron la primera comunión y la confirmación en las últimas semanas. Además, estarán presentes Scout, familias de la comunidad ucraniana de Roma, representantes de la Juventud Ardiente Mariana, miembros del cuerpo de la Gendarmería Vaticana y de la Guardia Suiza Pontificia y las tres parroquias romanas dedicadas a la Virgen María Reina de la Paz, junto a los miembros de la Curia Romana.
Un signo de cercanía a quienes están implicados en los trágicos eventos
La nota anuncia que una familia ucraniana, personas relacionadas a víctimas de guerra y un grupo de capellanes militares con sus respectivos cuerpos son invitados a recitar las decenas del Rosario.
Otro importante signo es el hecho de involucrar a los santuarios internacionales de todo el mundo, junto a algunos santuarios situados en países golpeados por la guerra o con una fuerte inestabilidad política en su interior, causa de numerosos episodios de violencia. Estos santuarios rezarán el rosario -se indica en el texto- al mismo tiempo que el Santo Padre y estarán conectados vía streaming con la transmisión en directo desde Roma.
Estos son los santuarios marianos que adherirán a la oración
Santuario de la Madre de Dios (Zarvanytsia)en Ucrania
Catedral de Sayidat al-Najat (Nuestra Señora de la Salvación) en Irak
Catedral Nuestra Señora de la Paz en Siria
Catedral de María Reina de Arabia en Baréin
Los santuarios internacionales que se sumarán al momento
Santuario de Nuestra Señora de la Paz y del Buen Viaje
Santuario Internacional de Jesús Salvador y Madre María
Santuario de Jasna Góra
Santuario Internacional de los Mártires de Corea
Santa Casa de Loreto
Santísima Virgen del Santo Rosario
Santuario Internacional Nuestra Señora de Knock
Santísima Virgen del Rosario
Nuestra Señora Reina de la Paz
Nuestra Señora de Guadalupe
Nuestra Señora de Lourdes.
Los fieles de todas las partes del mundo están invitados a acompañar al Papa Francisco en la oración a la Reina de la Paz.
La oración será transmitida en directo a través de los canales oficiales de la Santa Sede, estarán conectados los medios católicos del mundo y será accesible para las personas sordas y con problemas de audición mediante la traducción a la lengua de signos italiana LIS, concluye el comunicado.
Una invitación constante
El domingo 1° de mayo, cuando comenzaba el mes dedicado a la Madre de Dios, después del rezo del Regina Coeli el Santo Padre dirigía, desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, la invitación a orar el rosario por la paz todos los días de mayo y extendía un pensamiento «a la ciudad ucraniana de Mariúpol, “ciudad de María”, bárbaramente bombardeada y destruida.
Y añadía: «Una vez más, y desde aquí, renuevo el llamamiento de que se establezcan corredores humanitarios seguros para las personas atrapadas en la acería de esa ciudad. Sufro y lloro pensando en los sufrimientos de la población ucraniana y en particular de los más débiles, los ancianos y los niños. Llegan Incluso terribles noticias de niños expulsados y deportado».
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