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martes, 23 de noviembre de 2021

La Catedral recupera las visitas a la torre e iniciará a primeros de año la obra de mejora de los accesos

El programa, solo para los abonados, arranca con 30 participantes y tendrá dos pases más en enero. En verano será el turno del público en general

(El Comercio) Doscientos quince peldaños de piedra, la mayoría profundamente desgastados por el paso de los siglos y las pisadas de las distintas generaciones de canónigos, conforman la angosta escalera de caracol que asciende desde el suelo hasta la torre gótica de la Catedral. Un espacio pequeño, no apto para los no iniciados y el calzado incómodo, que desvela a cada escalón los secretos de ese «índice de piedra que apuntaba al cielo» que describió 'Clarín' en 'La Regenta' y que guardan el camino a la sala de contrapesas, el campanario y los tres miradores sobre la base de la flecha rodeados de gárgolas.

Ayer, treinta afortunados (en dos tandas de quince) tuvieron la ocasión de desentrañarlos durante la primera jornada del restringido ciclo de visitas a la torre solo para abonados con motivo del 1.200 aniversario de la Gran Basílica Metropolitana. Un programa que no pudo realizarse durante toda la pandemia y que genera listas de espera de varios años. Las dos siguientes sesiones se celebrarán en enero. «Se apunta mucha gente y se puede lo que se puede», afirmó el deán, Benito Gallego.

El encargado de hacer de guía fue Manuel Fernández, aparejador que ha velado durante el último cuarto de siglo por el correcto cumplimiento de las obras del plan director del templo, cuya ejecución avanza al 98% solo a falta de restaurar las vidrieras de la nave sur y del crucero. Él mismo bromeó con la morfología de la escalinata: «Hoy en día se prevé hacer accesibles todos los edificios, y nosotros lo hemos hecho, por ejemplo, en el Jardín de los Reyes, pero esto es imposible». «No tengan prisa, no se vayan a marear», aconsejaba al grupo de asistentes.

«No podría estar más encantada», explicó María del Camino Paramio Ruiz, leonesa de ascendencia ovetense -y prima carnal de Carmen Ruiz-Tilve, cronista oficial de Oviedo- de 81 años. «Siempre había querido subir a la torre, hasta he estado haciendo ejercicios esta semana para practicar».

Lo que sí que se puede es asegurar el ascenso a la torre. La junta de gobierno local aprobó anteayer suscribir un convenio de colaboración con el Cabildo para la realización de las obras de mejora en el interior de la torre. El Ayuntamiento destinará 100.000 euros del plan estratégico de subvenciones de Turismo para la adecuación de los accesos, corregir la desgastada balaustrada -que en algunos puntos es inexistente- y los resbaladizos peldaños. La intención del Consistorio es acoplar esto a su programa turístico y que, de cara al próximo verano, se pueda iniciar un calendario intenso de visitas abierto al público general. Además también se acometerá una mejora en el entablillado del campanario que preside la 'Wamba'; y se prevé colocar un vidrio, en la misma sala, que deje visible el mecanismo interno del reloj, expuso el aparejador durante la visita.

Actuación «complicada»

Gallego, a ese respecto, aseguró a este diario que las obras, previsiblemente, «arrancarán a principios de año». Unas actuaciones «complicadas», manifestó, dado que requieren la colocación de un gran sistema de andamios en el exterior de la torre gótica para permitir el acceso a los operarios desde los vanos del campanario. Eso sí, apuntó, «tenemos que ser prudentes, no vaya a ser que la crisis de suministros nos lo ralentice».

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