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sábado, 28 de agosto de 2021

Oviedo y su arzobispo en Benín. Por Francisco José Fernández de la Cigoña

Mons. Jesús Sanz Montes: Mis Memorias de África. Cartas desde Benín. PPC, Boadilla del Monte (Madrid), 2019, 208 pgs.

La archidiócesis de Oviedo mantiene una misión en Benín y su arzobispo ha ido a visitarla en tres ocasiones: 2012, 2014 y 2019 y nos ha dejado un relato de esos viajes, de lo que es la misión y del hondo impacto que aquel catolicismo casi recién estrenado, carente de tantas cosas y sobrado de fe y de amor a Dios, ha dejado en su alma de pastor. Hasta el punto de que sus memorias africanas son una honda Memoria que ha conmovido su ser y su ministerio. Y como Sanz Montes domina la expresión el libro es a la vez un gozo de lectura y un enriquecimiento espiritual con el testimonio de unos hermanos que sin tener nada o casi de lo que nos parece imprescindible tienen tantísimo de lo que es verdaderamente importante. El arzobispo lo ha comprobado, le ha impactado y nos lo cuenta. Y el relato merece verdaderamente la pena leerlo.

Oviedo lleva más de treinta años de presencia en Benín y creo que ha recibido bastante más de lo que ha dado siendo mucho lo que les ha aportado. Los misioneros, hoy son dos los sacerdotes de la archidiócesis asturiana allí destacados, les han llevado a Cristo. Porque la Misión no es una ONG sino la Iglesia y sus sacramentos. Que eso es lo que reclaman aquellos hermanos sobre todas las cosas. Y lo que los misioneros les llevan. En primer lugar, sobre todo. Y como les aman atienden también en lo que pueden a las necesidades materiales, tantas, de aquellos.

Pienso que Asturias tiene un gran regalo en esa misión y ojalá los asturianos la conozcan y valoren la misma. El libro que les regala su arzobispo sin duda contribuirá a ello haciéndoles más responsables de su fe y de la de sus hermanos de Benín que tanto dependen de la archidiócesis de Oviedo y que tanto agradecen su presencia en aquel perdido rincón de África. Y también los que no sean asturianos ganarán no poco de sentido misionero, que todo católico debe llevar en el alma, con su lectura.

El de Don Jesús es de esos libros que te dejan bien y te comprometen, que no solo hablan de la misión sino que la hacen y como aquella no existe sin Dios, en todas las páginas aparece su presencia entre cantos y tam tam, vestidos multicolores, baches y polvo. Y una lección para todos nosotros, también para el arzobispo, la alegría católica de aquellos hermanos que sin tener nada tienen con ellos lo más importante: a Dios. También eso nos enseña el libro. Nuestras insatisfacciones teniendo tantísimas cosas por faltarnos Dios entre nosotros. Aunque nos proclamemos viejos católicos con no pocos saberes y con tan poca vida cristiana, tan escasa alegría y tan inmensa soledad. Con nuestra riqueza material carecemos de lo que sobra a nuestros pobrísimos hermanos de Benín: Dios está entre ellos. Llevado por los misioneros de la archidiócesis de Oviedo a los que fue a visitar su arzobispo, que resultó visitado por los misionados y que nos lo contó.

Leed el libro. Os gustará.

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