(lne) La iglesia de San Félix de Lugones renueva su interior con una capa de pintura de color blanco. La última vez que se había hecho fue en el año 2005. “Tenía muchas humedades y se empezaban a ver desconchones. Por eso, decidimos empezar esta obra. No obstante, esto solo son trabajos de mantenimiento, para algo más grande tendríamos que pedir permiso al Arzobispado”, cuenta el párroco de Lugones, Joaquín Serrano. El presupuesto de los trabajos alcanza los 22.000 euros y será financiado con el dinero íntegramente de la parroquia. No es la única renovación que se ha hecho en la iglesia desde que llegó el actual cura, en el año 2008. Hace cuatro años, por ejemplo, se cambiaron todos los bancos. Y también se reformó el presbiterio.
“Tenemos la intención de revestir las paredes del templo y eliminar lo que está mal”, cuenta el párroco. No obstante, para él, la situación idónea sería la ampliación del templo, porque cuando se construyó Lugones era un lugar con mucho menos habitantes que los que tiene actualmente. Esto ha supuesto que ahora, con la pandemia, debido a que hay aforo reducido y para que ninguno de los fieles se quede sin recibir misa, se han duplicado los horarios de los diferentes oficios a lo largo del día.
En su momento, se elaboró un proyecto de ampliación, que implicaría un mejor aprovechamiento del espacio, sin eliminar ninguno de los elementos actuales, ya que el parque, por ejemplo, les parece de vital importancia. “Esta iglesia se construyó después de la guerra y había otras necesidades”, explica el párroco. De esta forma, se utilizaría una de las zonas ajardinadas actualmente en desuso para que dentro de la iglesia cogiesen más fieles. No obstante, esta iniciativa está, de momento, paralizada.
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