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lunes, 3 de mayo de 2021

La Catedral abrirá a las visitas con el fin del estado de alarma

(A. ARCE/ El Comercio) «Si el próximo 9 de mayo levantan el cierre de Asturias, sacaremos al personal del ERTE», adelanta el deán Benito Gallego

El Gobierno del Principado de Asturias ya ha desistido de lograr una prórroga del estado de alarma. El próximo 9 de mayo, si todo sale según las previsiones del Ejecutivo central, el paraguas legal que permite a la Administración regional mantener el cierre perimetral asturiano dejará de tener validez. Oviedo estará abierto al turismo proveniente de otras comunidades. Esa es la premisa que baraja el deán de la Catedral, Benito Gallego, para volver a abrir la 'Sancta Ovetensis' a las visitas, que ya acumula siete meses consecutivos cerrada, a partir del día 10.

Así lo adelantó, en declaraciones a este diario: «Si el 9 de mayo levantan el cierre de Asturias, sacaremos al personal del ERTE (siete trabajadores) y volveremos a abrir el templo a las visitas, fue la decisión que tomamos en su día, que solo reabriríamos cuando fuese a servir para algo», enunció, mientras paseaba por un solitario transepto, vacío, tras la celebración de la misa de doce.

Desde que estallase la pandemia, en marzo del año pasado, la Catedral ha permanecido cerrada un total de diez meses. «No vamos a llorar sobre la leche derramada, pero lo cierto es que hemos perdido muchas visitas», lamentó el deán. Tantas, que se cuentan por decenas de miles. Además, recordó, «durante los meses que estuvimos abiertos, la cautela de las personas frente al virus y la falta de movilidad» propiciaron que «apenas tuviésemos menos de la mitad de los visitantes que solíamos tener». Esto es, desde el fin del primer estado de alarma y el pasado 2 de noviembre, la fecha del cierre. «Perdimos más de un 60% de visitantes».

Durante todo este tiempo, continuó el canónigo, «sí hemos podido celebrar en el interior, pero no en el exterior». En Semana Santa las procesiones tuvieron que ir por dentro.

Visitas a la torre

Ahora, el Ayuntamiento y el Arzobispado ultiman un plan turístico centrado en la recuperación de las visitas a la torre de la Catedral, uno de los rincones del milenario templo de los que hasta la fecha solo disfrutaban los abonados. «Era la petición más solicitada por los abonados y lo que planteamos es destinar algunas horas por semana para grupos pequeños». Una actuación, a la que el Consistorio apuesta parte de su campaña turística, que irá acompañada con pequeñas obras de restauración en la empinada y estrecha escalinata que lleva al campanario.

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