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martes, 18 de agosto de 2020

Manuel Alvar y Víctor Gª de la Concha, dos católicos en la ciencia filológica contemporánea

(Rel/ Alfonso V. Carrascosa) En otras ocasiones en ReL hemos abordado ejemplos de personalidades católicas en el ámbito de la ciencia filológica y lingüística, como es el caso del estudio y observación de las lenguas indígenas americanas en las misiones católicas, o la figura de Carmen Conde, la primera mujer en la Real Academia Española. 

En la misma línea abordamos ahora la actividad de dos grandes figuras católicas de la ciencia filológica contemporánea. Se trata de Manuel Alvar y Víctor García de la Concha.

Manuel Alvar, un grande de la filología 

Manuel Alvar López (1923-2001) fue filólogo, lingüista y dialectólogo y el primer catedrático de Lengua de la Universidad española. Profesionalmente se dedicó toda su vida a la investigación y la docencia en de la Filología Española en todos sus ámbitos: desde la historia de la Lengua a la sociolingüística y la crítica literaria. Fue académico y director de la Real Academia Española (1988 - 1991), a la que perteneció desde 1975, ocupando la silla T.

La web Cervantes Virtual detalla su actividad profesional. En el año 1945 fue nombrado Profesor encargado de Cátedra de la Universidad de Salamanca, y al año siguiente se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid, con la calificación de «Sobresaliente» y Premio extraordinario. Fue miembro de número de la Real Academia de la Historia (desde 2000) y de otro sinfín de instituciones académicas y culturales de España y del extranjero.

Fue docente regular o extraordinario de Lengua y de Literatura españolas en numerosos países de América, en Japón, China y Corea del Sur. Lo principal de su magisterio lo ejerció en las universidades españolas de Salamanca, Granada, Autónoma de Madrid y Complutense. Fundó y dirigió durante más de treinta y cinco años consecutivos el Curso Superior de Filología de Málaga, dependiente del CSIC, así como el curso de OFINES en el Instituto de Cultura Hispánica (hoy Agencia Española de Cooperación Internacional).

Fundó revistas de la especialidad, como Lingüística Española Actual, y dirigió otras, como la Revista de Filología Española. Doctor Honoris Causa por veintiocho universidades de muy diversos países europeos y americanos, recibió prestigiosos premios científicos (Fundación Juan March, CSIC, Menéndez y Pelayo, Menéndez Pidal, Premio Nacional de Literatura, etc.), así como numerosos honores y distinciones (hijo adoptivo de varias ciudades, medallas de oro de Zaragoza y de Andalucía, etc.).

Dirigió más de doscientas tesis doctorales, con discípulos académicos por todo el mundo. Por su actividad científica publicó más de ciento cuarenta libros publicados y más de seiscientos artículos.

La religiosidad del eminente filólogo

Víctor García de la Concha en ABC dio cuenta de su extremada religiosidad. “Sé también que a él, tan creyente, no le disgustará que empareje su recuerdo al de la Virgen de agosto, en vísperas de cuya fiesta nos dejó. Él había hecho del trabajo al servicio de la Lengua española una religión. La vocación -si se me permite continuar la alegoría- le llegó casi niño de mano del viejo maestro José Manuel Blecua en las aulas del instituto de Zaragoza donde compartía pupitre con Fernando Lázaro Carreter, Félix Monge y Gustavo Bueno. Universitario de Salamanca y discípulo allí de Alonso Zamora Vicente, comenzó muy pronto, durante los veranos, el estudio de campo del dialecto del alto Aragón".

Gª de la Concha añadía: "Era el punto de partida de miles y miles de leguas en una peregrinación por tierras y mares del español, que sólo la muerte ha interrumpido. Como testimonio y fruto de ella nos quedan centenares de trabajos, libros y artículos. Sobresalen en esa lista, de por sí eminente, los volúmenes del «Atlas Lingüístico de la Península Ibérica», ya completo, y la obra en marcha, con todo el trabajo de campo terminado de «El Español de América», que ocupará trece grandes libros. Sólo Dios, y Elena, su mujer, saben los esfuerzos y padecimientos que ello comportó. Recuerdo, por ejemplo, a Alvar enfermo meses y meses de picaduras de insectos tropicales: «Gajes del oficio», se limitaba a decir. Compulsivo en el trabajo, Alvar se dedicaba a él en cualquier situación. Un desplazamiento de varias horas por el Amazonas le dio tiempo para corregir pruebas de un libro que tenía en imprenta; pero, a la vez, para tomar notas de la nomenclatura de fauna y flora de los lugares por donde pasaba, y de expresiones y costumbres de los indígenas”.
Víctor García de la Concha

García de la Concha: "iba para cura y sigo siendo creyente"

Víctor García de la Concha (1934) es también un importante filólogo español. Como sacerdote secularizado es muy considerado desde tribunas 'progresistas', como si hubiese apostatado en pro de la ciencia, pero no es en absoluto así. Distinto es que no se hable de su condición de católico practicante.

Él mismo la indica en facebook al difundir su entrevista en "La Contra" de La Vanguardia: "Víctor García de la Concha, académico de la Real Academia Española. Tengo 85 años. Nací en Villaviciosa (Asturias) y vivo en Madrid. Soy doctor en Filología, y académico. Estoy casado, y tengo dos hijas y cuatro nietos. ¿Política? Centroizquierda. ¿Creencias? Iba para cura, y sigo siendo creyente’.

García de la Concha ocupa la Silla c minúscula de la Real Academia Española. Ha sido su vigesimoctavo director (1998-2010) y ocupa el cargo de Director honorario. Ya en el discurso de su toma de posesión en 1992 apuntaba maneras, pues leyó el discurso ‘Filología y mística: San Juan de la Cruz, «Llama de amor viva»’. Licenciado en Filología Española (Universidad de Oviedo) y en Teología (Universidad Gregoriana de Roma). Dedicó su tesis doctoral a "Los senderos poéticos de Ramón Pérez de Ayala" (1970).

Ha sido profesor de instituto y catedrático de Literatura Española en las universidades de Valladolid, Murcia, Zaragoza y Salamanca. Investido honoris causa por seis universidades americanas (Estados Unidos, Perú, Honduras, Cuba, Nicaragua y México) y por cinco españolas, las de Valladolid, Alcalá de Henares, Antonio Nebrija de Madrid, León y Salamanca, dirigió el Instituto Cervantes (2012-2017).

Se le tiene por especialista en literatura del Renacimiento y en los escritores místicos del siglo XVI, con numerosos estudios dedicados a san Juan de la Cruz, fray Luis de León y santa Teresa. También ha prestado especial atención a la literatura contemporánea en castellano con obras como La poesía española de 1935 a 1975 (1987) y Cinco novelas en clave simbólica (2010). Ha dirigido la revista Ínsula y las colecciones Austral (Letras) y Clásicos Castellanos de la Editorial Espasa-Calpe.

Ha recibido entre otros los premios de Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades (2003), la Medalla de Honor de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (2003), el Premio Fernando Lázaro Carreter (2009), la Orden del Toisón de Oro (2010), el Premio el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2011) y el Premio a las Ciencias Sociales de la Fundación Marazuela (2012). El Consejo de Ministros del 7 de abril de 2017 le concedió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. La recibió en un acto celebrado en el Alcázar de Segovia presidido por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Las figuras de científicos relevantes en distintos campos (en este caso, la lingüística y filología) muestran la compatibilidad, también en el siglo XX y XXI, entre la fe católica y la vida dedicada a la tarea científica. Contra factum non valet argumentum.

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