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lunes, 13 de abril de 2020

Resucitemos con Él. Por Joaquín Manuel Serrano Vila

Queridos feligreses:

¡Feliz Pascua de Resurrección! 

Esta es nuestra alegría, el motivo de nuestra esperanza y el núcleo de nuestra fe. Sólo la Resurrección da sentido a todo, y sin ella no estaríamos aquí. Sé que no estamos para muchas fiestas; el confinamiento se va haciendo duro y cuesta arriba, siguen sufriendo y muriendo muchas personas por el Covid - 19 y los nubarrones en el horizonte nos auguran la ampliación del "Estado de Alarma". Entonces ¿cómo hablar de gozo pascual? Pues precisamente por ello, porque celebrar las fiestas de Pascua conlleva interiorizar el misterio de Jesucristo como vencedor de la muerte; ha vuelto de ella para decirnos que no temamos, que la tumba no tiene la última palabra.

La primera lectura y el evangelio de este Domingo nos dan la clave para enfocar y vivir este tiempo hasta la solemnidad de Pentecostés, volviendo al amor primero; volver a Aquél que es razón de nuestra vida y esperanza. Por ello los "Hechos de los Apóstoles" nos dicen que la cosa empezó en Galilea; y en el Evangelio, el mismo Cristo Resucitado da el recado a María Magdalena de que anuncie a los suyos que vayan a Galilea. Vayamos, pues, a Galilea; volvamos al Amor primero.

Lugones -nuestro pueblo- parece muerto como todo el país, que de la noche a la mañana se ha convertido en un gran ecosistema fantasma. En mi cabeza y en mi oración estáis desde el primer día todos los que están trabajando por el peligro al que os exponéis, y todos los que os habeis visto obligados a cerrar. Los días pasan, hay que seguir pagando facturas y no hay ingresos; nuestra sociedad se ve en un túnel sin luz, repleto de miedos e incertidumbres. No sé como va ser el final, ni tampoco tengo yo la solución, más pido al Señor por ella para que pronto volvamos a la normalidad y juntos levantemos lo caído; que resucitemos no sólo socialmente sino que la vida de fe juegue en las personas un mayor papel que el que tenía antes de llegar la crisis sanitaria. Y tengo para mí que así será. Hemos tenido que cerrar momentáneamente la iglesias, pero hemos abierto una iglesia en cada hogar.

Nunca antes como ahora el teléfono de la Parroquia ha sonado tanto, principalmente pidiendo ayuda (para poder pagar la hipoteca, para salir del paso de esto o lo otro, o para tener que comer...). También pidiendo el auxilio espiritual para enfermos o el acompañamiento en los limitados duelos o en los responsos en los cementerios. 

Una de mis obligaciones como Párroco es orar y celebrar la eucaristía por todas las almas de vivos y difuntos, y así lo estoy haciendo gozoso de saber que gracias a los medios de que hoy disponemos estamos juntos como Parroquia,  siendo Parroquia desde casa. 

A la Santísima Madre de Dios, a la que felicitamos por la Resurección de su Hijo, le pedimos que siga intercediendo por nosotros. Ella que es "salud de los enfermos" cuide de nuestras familias, de nuestros mayores y de nuestros niños. Que el Señor nos envíe el Espíritu Santo llenándonos con el don de fortaleza para afrontar estas duras semanas que aún nos quedan, y las que habrán de venir que serán también complicadas. 

En este contexto de oscuridad, la luz del Cirio Pascual, la luz de Cristo Resucitado, es nuestro horizonte de fe; nada está perdido, todo tendrá solución, y aunque lo único que no podemos remediar era la muerte del cuerpo, hasta eso ha sido superado por la resurrección de Cristo Jesús, que le arranca su aguijón. 


P.D. Las familias que estaban siendo atendidas por "Cáritas Parroquial" de Lugones (y quienes pudieran requerir ayuda real de primera necesidad) dado que las ayudas presenciales han sido suspendidas por el Decreto del Estado de Alarma y por constituir sus Voluntarias un serio "factor de riesgo", pueden requerir ayuda a través de "Cáritas Diocesana y Arciprestal" que coordina la asistencia de todas la Cáritas Parroquiales, llamando al teléfono 985 20 53 00


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