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lunes, 2 de marzo de 2020

El espejo de la Iglesiona

Inéditos. El Museo Nacional de Arte de Cataluña incorpora dos bocetos de un proyecto de Gaudí de 1908 previos al de su discípulo Juan Rubió para Gijón en 1911. La influencia es clara

(El Comercio) Parte de los bocetos y maquetas se destruyeron durante la Guerra Civil, pero dos dibujos sobrevivieron a la contienda ocultos en la carbonera de una masía, donde permanecieron hasta 1967. Trazan la fachada y el interior de una iglesia concebida por Antoni Gaudí para la Colonia Güell de Santa Coloma de Cervelló (Barcelona) entre 1908 y 1910. Se erigió la imponente cripta, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2005. Pero no el resto. El proyecto sale ahora a la luz dejando a la vista un meridiano parecido entre el proyecto original de Gaudí y el de su discípulo Juan Rubió i Bellver muy poco después, en 1911, para la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, hoy basílica, conocida popularmente como Iglesiona.

La analogía se ha hecho posible gracias al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), que acaba de incorporar a su colección estos dos valiosos dibujos inéditos tras realizar un desembolso de 320.000 euros, el 75% sufragado por La Caixa. Según los detalles avanzados por la conservadora del museo, Maria Àngels Fondevila, tienen «extraordinaria importancia y singularidad atendiendo al escaso material documental que se conserva de las obras más emblemáticas de Gaudí». Los dos croquis, aclara, están pintados sobre papel fotográfico con una técnica «excepcional» y si bien el alzado exterior del genio del Modernismo puede evocar a la inconclusa 'Sagrada Familia', la vista interior brinda a los ojos una clara inspiración para el proyecto de Juan Rubió i Bellver, quien trabajó con Gaudí entre 1893 y 1905.

En esos doce años, Rubió colaboró con el genio catalán en obras como el templo expiatorio de la Sagrada Familia, la casa Batlló, la casa Calvet, la torre Bellesguard, el parque Güell, la restauración de la catedral de Mallorca, casas particulares y la propia Colonia Güell para la que se proyectó el templo del boceto. A los 35 años Rubió inicia una andadura en solitario y es nombrado arquitecto de la Diputación de Barcelona, donde sitúa el epicentro de su actividad creadora. Será seis años después, en 1911, cuando reciba el encargo de los jesuitas de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Gijón en unos terrenos cedidos por una feligresa. Las condiciones de la finca no permitían edificar 'a lo ancho' y Rubió planteó un alzado que ejecutaría el arquitecto municipal Miguel García de la Cruz entre 1912 y 1918 en un estilo que se encuadra en el eclecticismo y modernismo tardío.

Si Rubió fue discípulo de Gaudí hasta fecha cercana, la Iglesiona puede afirmarse, según confirman los expertos, que bebe con generosidad de dicho influjo. «Sus arcos parabólicos son de gran influencia gaudiana, al igual que la cuidada, y muy esmerada, decoración interior del templo, sus proporciones y armonía exterior y también, por ejemplo, la gran calidad de la escultura del Sagrado Corazón que corona la fachada (su movimiento, expresividad, naturalidad). Resulta evidente que Rubió es un gran discípulo de Gaudí y la construcción es de una gran belleza». Así lo indica Carlos Salas, experto en Gaudí, sobre quien defendió su tesis doctoral en la Universidad Politécnica de Madrid.

Concomitancias

También lo rubrica Fondevila. La conservadora del museo catalán coteja las dos imágenes y no oculta su sorpresa. «Hay puntos concomitantes. El arco catenario recuerda mucho. Se aprecia un conocimiento profundo de su obra si bien Gaudí fue más innovador y Rubió se adscribe más al historicismo. Pero es una referencia muy interesante». Los curiosos que visiten Barcelona deberán esperar a 2021 para ver expuestos los bocetos de Santa Coloma. A la inversa, los seguidores de Gaudí tienen abiertas las puertas de la Iglesiona, con sus tesoros recuperados y su visita guiada de los sábados.

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