(Iglesia de Asturias) El Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, ha recibido hoy viernes, en el Obispado, a una representación de los trabajadores de la empresa Vesuvius. Antes de pasar a mantener una reunión privada con ellos, tuvo lugar un breve coloquio ante los medios de comunicación en el que reiteró el apoyo de la Iglesia asturiana a los trabajadores, y sostuvo que el encierro de tres de ellos en la Catedral puede prolongarse indefinidamente, pues “no están por capricho y no son turistas en la Catedral, vienen porque han encontrado un escaparate donde pueden, también desde la Iglesia, dar a conocer el drama que están viviendo ellos y sus familias, y nosotros, como Iglesia, no podemos más que estar a su lado. No sólo no se les va a desalojar, sino que queremos hacer causa con ellos”.
En cuanto a la posible coincidencia del encierro con la visita de los Reyes de España y sus hijas la semana que viene con motivo de los Premios “Princesa de Asturias”, el Arzobispo ha señalado que “hubiera sido preferible estar hablando de los trabajadores de Vesuvius con motivo de una efeméride que tiene un comienzo y que luego termina, pero el problema es que el drama de estas personas no termina, va a continuar y encima no pinta bien”. “¿Que eso interfiere y coincide en algo, que además supone para Asturias un momento muy importante? Pues siento mucho que coincida, pero ellos son prioridad”, añadió.
Además, recordando la expresión “vivimos en un mundo del descarte” del Papa Francisco, Mons. Sanz Montes explicó que no es tolerable que “una empresa que deja de ganar menos dinero del que esperaba, aplique el descarte, como si las personas fueran máquinas, que cuando se quedan obsoletas, se prescinde de ellas”. “Es que no son máquinas –recordó– son personas, y esas personas primero tienen una dignidad como trabajadores y tienen detrás a unas familias que no se pueden aparcar ni descartar”.
“No debemos de olvidarnos de los trabajadores de Vesuvius, porque son nuestra gente y no queremos ni mirar para otro lado ni distraernos piadosamente. Cuando hay que arrimarse, lo hacemos. La Iglesia en Asturias lo ha hecho siempre, por tanto ahora no va a ser menos, y es lo que queremos transmitirles, nuestra cercanía, nuestra solidaridad y la certeza de que estamos a su lado porque hacemos nuestra su misma causa”.
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