(COPE) La marca que Dios ha puesto al hombre como criatura elevada a la categoría de hijo y destinado a la Salvación es algo que no puede pasarse por alto. Un poco mayor que el hombre son los Ángeles cuya palabra en griego significa mensajero porque cumple con fidelidad y rapidez todo aquello que Dios le pide. Hoy precisamente recordamos a ese Ángel Custodio, popularmente llamado Santo Ángel de la Guarda.
Celebramos hoy a los Santos Ángeles Custodios. La devoción a los coros angélicos, se remonta a la más estricta antigüedad en los tiempos de la Iglesia: “A sus Ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos y tu pie no tropiece en la piedra”. Ellos son la luz y protección que Dios nos ha puesto. “Veréis el Cielo abierto y a los Ángeles del Cielo subir y bajar”. Con este culto a los seres angélicos mostramos la gratitud al Señor que en su Providencia ha dispuesto cuidar de nosotros.
Su pureza y transparencia son fiel reflejo de la Luz Divina, que también se refleja en la inocencia de los humildes: “Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños porque los Ángeles ven en ellos el rostro de mi Padre del Cielo”. La prontitud con que los Ángeles cumplen lo que Dios les pide, son un aliciente para estimularnos a los creyentes en la vivencia de la Fe. Ellos son un claro ejemplo de fidelidad y perseverancia, aclamando y alabando al señor día y noche.
En el siglo II Orígenes se refirió a los Pasajes bíblicos en los que se hace alusión al Mensajero de Dios custodio del hombre. Y el año 800 Inglaterra es todo un ejemplo de amor al Santo Ángel, componiendo varios siglos después una oración que pidiese su protección. En el 1608 el Papa extiende la fiesta por toda la Iglesia. Los Santos Ángeles Custodios son los Patronos del Cuerpo Nacional de Policía.
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