(R. A. OVIEDO/ El Comercio)
En toda ruta turística y entre los planes de los más devotos se encuentra la visita a la Catedral para conocer los entresijos de este majestuoso templo. Hasta octubre, 100.196 personas se acercaron hasta la plaza de Alfonso II 'El Casto' y accedieron hasta su interior, según las cifras aportadas por el deán, Benito Gallego, quien espera que en los dos últimos meses del año otros siete mil ciudadanos disfruten de una de las joyas de Oviedo.
Si estos presagios se cumplen, la cifra total de visitantes será muy parecida a la obtenida en 2016. Supondrá, eso sí, una reducción con respecto a los datos del año pasado, cuando 117.000 personas accedieron. Estos buenos números se debieron, en parte, a la restauración del Arca Santa. Fue en marzo de 2017 cuando empezaron las obras de mejora y en julio regresó a su ubicación. Solo en ese mes 17.000 personas accedieron al templo.
Fuente de ingresos
El pago de las entradas, método que entró en vigor en 2014, es la única vía de autofinanciación que tiene la Catedral. Con esos ingresos pagan las reformas, como la que el Cabildo espera hacer en los retablos de la girola. También sirven para abonar los gastos diarios.
Las visitas se pueden hacer durante todos los meses del año. La localidad general, que incluye audioguía con explicaciones en siete idiomas, permite ver toda la Catedral, incluyendo la Cámara Santa y y el Museo de la Iglesia. Vale siete euros. Existen, además, descuentos para jubilados, grupos, escolares de Secundaria y universitarios, peregrinos acreditados, familias y parados.
La entrada cuesta menos cuando hay liturgia, porque no se ve el templo entero. Asimismo, varios colectivos entran gratis: discapacitados, menores de 12 años acompañados, sacerdotes y, por supuesto, quienes acudan a servicios religiosos.
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