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miércoles, 26 de septiembre de 2018

Crónica desconocida de las órdenes religiosas

(Iglesia de Asturias) 

El pasado año Miguel Dongil ganaba el premio convocado por el Colegio Oficial de Médicos de Asturias para trabajos de investigación sobre la historia de la medicina asturiana. A partir de este estudio se dio forma al libro “La atención médica en las órdenes religiosas en Asturias en los siglos XVI al XIX” y que se presentará el próximo 11 de octubre en la sede del Colegio en Oviedo a las 19.30 h.

¿Por qué se decantó por este tema?

Debido a que hay muy pocos estudios que analicen cómo era la atención médica dentro de los conventos y monasterios: enfermerías, médicos y cirujanos contratados para la atención a la comunidad. Lo que presento en el libro y que sorprende un poco es que se presupone que los religiosos se encomendaban a Dios ante la enfermedad y que veían la medicina como un modo de alterar el curso divino, pero vemos que no es así: había una atención médica muy buena.

¿Cómo se organizaba?

Las enfermerías disponían de varias camas y eran de mayor o menor tamaño en función de lo grande que fuese el monasterio o el convento. Había reglamentos que estipulaban cómo se debía atender a los enfermos y que regulaban el trabajo de los enfermeros. En las boticas se encontraba variedad de medicamentos, conforme al saber de la época, y recetarios que explicaban cómo elaborarlos. En las Dominicas de Cangas del Narcea hay uno de la segunda mitad del siglo XVIII en el que se puede ver como cada receta tiene incluso el visto bueno de la priora. En la Edad Moderna los médicos son laicos contratados. Las comunidades femeninas, por ejemplo la que acabo de mencionar, como hay clausura las enfermeras son las propias hermanas. Era una excepción que el médico pudiera entrar en el convento.

¿Era una medicina avanzada?

Sí que lo era. Cuando desaparece el Imperio Romano el saber clásico se conserva en monasterios y conventos, incluido el médico que también se aplicó. La medicina monástica es la medicina puntera hasta finales de la Edad Media, cuando empieza a decaer y los laicos acceden más a ella. En la Edad Media los médicos, que eran monjes a la vez, revertían su conocimiento a la sociedad porque atendían a las poblaciones que había alrededor del monasterio. Los laicos irán a monasterios y conventos a formarse para luego ejercer el oficio. Más adelante se institucionalizará en el ámbito civil; pero previamente se formaban allí. Muchas veces sorprende el pensar qué tiene que ver la medicina con las órdenes religiosas, y lo tiene que ver todo.

Cuéntenos alguna curiosidad.

En 1698, en la comunidad de Cangas del Narcea de Santo Domingo, se produce un supuesto caso de posesión demoniaca de tres religiosas a las que se alude como “enfermas espiritadas”, desconocemos si este caso no traía de fondo simplemente un caso de histeria o desequilibrio mental. En el siglo XVIII este convento disponía de una excelente plantilla de profesionales con cuatro cirujanos y dos médicos. Es curioso también el consumo de tabaco en las comunidades masculinas de la orden de San francisco de Avilés, Oviedo y Tineo en el siglo XVIII, ya que durante bastante tiempo se consideró que el tabaco que tenía propiedades medicinales o curativas. El padre Jerónimo Feijoó era un gran interesado en el conocimiento científico y médico y algunas de sus cartas se centran en analizar cuestiones de esta índole. En el siglo XIX nos encontramos con comunidades que llegan a Asturias para dedicarse al cuidado de los enfermos de la sociedad en general, sobre todo los más necesitados: Hijas de la Caridad de San Vicente Paul, Siervas de Jesús y la Caridad y las Franciscanas del Buen Consejo.

¿Ha sido complicado el proceso de recopilación?

El problema en Asturias es que la documentación está muy dispersa: con la desamortización parte se lleva al Archivo Histórico Nacional, otra se perdió en la Guerra de Independencia, en incendios y todo tipo de calamidades. Además el clima de Asturias, debido la humedad, es muy malo para su conservación. Por las evidencias que tenemos logré reconstruir el estado de la medicina y establecí un panorama general y un patrón común de cómo se funcionaba.

Sobre la perdonanza en Oviedo, ¿Cuál es su origen y cómo era la ciudad entonces?

Hay muchos antecedentes que lo motivan, resumiéndolo mucho, debemos destacar que los propios capitulares solicitan a la Santa Sede la gracia de un jubileo como correspondía a un templo con la importancia de la Catedral que contaba con tantas e importantes reliquias y que ya en el siglo XV recibía a numerosos peregrinos.

El papa Eugenio IV, en 1438, concede indulgencia plenaria a cuantos visiten la Catedral el día de la Exaltación de la Santa Cruz. Las fiestas de la perdonanza eran ya un gran acontecimiento en la vida de la ciudad en el siglo XVI. En 1982 con motivo de la reposición de la Cruz de la Victoria que se había restaurado y se devuelve a la Cámara Santa, Juan Pablo II concede la gracia de la indulgencia plenaria los días 14 al 21 de septiembre.

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