El papa Francisco criticó a quienes aprovechan cuando están en misa para hablar o chismear en los momentos de las lecturas y afirmó que es necesario estar en silencio para "escuchar la palabra de Dios".
"Hay que dejar los chismes y escuchar en silencio", dijo Francisco dejando a un lado la homilía que tenía preparada, durante la audiencia general de este miércoles.
El pontífice afirmó que "para escuchar la palabra de Dios es necesario tener también el corazón abierto" porque esta "entra por las orejas, pasa al corazón y de ahí a las manos".
Esto está prohibido. Empobrece y compromete el diálogo entre Dios y su pueblo en la oración", concluyó
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