Descansa en paz, Chiquito. Por Tomás de la Torre

Se ha marchado Chiquito de la Calzada lentamente. El humorista que puso a todos los españoles mirando aquel programa titulado Genio y figura. Este malagueño gracioso y humilde, nacido en el barrio de la Trinidad, vino al mundo a pasar hambre como tantas personas de su generación. Dedicó su vida al cante y el baile flamenco por tablaos de segunda fila, marchando hasta Japón donde anduvo dos años, consiguiendo dinero para comprarse una casa en su Málaga natal, donde ha vivido con su única mujer hasta el año 2012 en que ella se marchó al "cielo a beber fantas y cocas colas". Desde esa marcha Chiquito comenzó su despedida y cierre.

Conocí a Chiquito en un pasillo de Antena 3. Estaba en la cresta de la ola del humor tan singular y creativo en el lenguaje usado, que España entera repetía hasta en serias conversaciones de la Real Academia de la Lengua.

Nuestro encuentro fue afable y quien nos presentó osó decir:

-¿En el cielo se beben fantas y cocas colas?. Esto lo dice Chiquito.

Con sus ojos brillantes y vivos, asintió con uno de sus palabros propios.

Desde lal sencillez de la pregunta, respondí:

-Cada uno puede uno puede imaginarse el cielo con todo lo bueno que se desee las para almas contemplando a Dios eternamente.

Chiquito de la Calzada puso el estoque de la risa a borbotones:

-Pues, si un cura dice que es posible es que será verdad, porque para eso estudian doce años antes de llegar a ser curas, aunque luego dicen misa con un libro muy gordo.

Las carcajadas fueron generales de todos los presentes.

Más tarde, nos hemos visto un par de veces. En una de ellas hice una entrevista a Chiquito para la radio. Le pregunté:

-¿Deseas que te concedan la medalla de oro de Andalucía?.

Contestó como un rayo:

-A mí me gustaría, pero como soy malagueño... Sevilla las entrega a los de otros sitios.

Cuanta razón tuvo Chiquito. Se ha ido sin esa medalla en su pecho.

Su tierra, Málaga, sí ha sabido ser agradecida con el humor blanco de Chiquito, rotulando un parque, haciendolo hijo predilecto y otras honras merecidas.

Descansa en paz, Chiquito.