(lne) "Había humedades, hacía falta", dice el párroco de la mano de pintura en el templo, la primera en los últimos quince años
Lugones (Siero), A. De La Fuente
La parroquia de San Félix de Lugones lucirá en breve un lavado de cara. Y es que desde hace unos días operarios trabajan en pintar la fachada del templo sierense, que a partir de ahora vestirá de un tono entre amarillo y color pastel que, en palabras del párroco, Joaquín Serrano, "resalta las arcadas". Con esta obra se pretende que la iglesia recupere su esplendor, después de llevar "más de 15 años sin recibir una capa de pintura".
"Había humedades y le hacía falta una mano de pintura. Para tratar de subsanar este problema renovamos los canalones y mejoramos la ventilación de algunas partes del templo previamente", explica Serrano, que opina que el cambio es evidente y merece la pena.
La parroquia de San Félix de Lugones lucirá en breve un lavado de cara. Y es que desde hace unos días operarios trabajan en pintar la fachada del templo sierense, que a partir de ahora vestirá de un tono entre amarillo y color pastel que, en palabras del párroco, Joaquín Serrano, "resalta las arcadas". Con esta obra se pretende que la iglesia recupere su esplendor, después de llevar "más de 15 años sin recibir una capa de pintura".
"Había humedades y le hacía falta una mano de pintura. Para tratar de subsanar este problema renovamos los canalones y mejoramos la ventilación de algunas partes del templo previamente", explica Serrano, que opina que el cambio es evidente y merece la pena.
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