También conserva y promueve un acervo cultural material e inmaterial histórico, artístico y tradicional y un conjunto de valores morales que forman parte del patrimonio identitario de los pueblos y de su convivencia social.
La Iglesia es una institución pública que abre periódicamente sus centros para ofrecer servicios religiosos y también asistenciales en las zonas rurales geográficamente más apartadas, despobladas y envejecidas y en los ambientes urbanos incluidos los más conflictivos.
Negar esta obviedad y no reconocer su servicio y utilidad social es no querer ver la realidad.
Los partidos políticos y movimientos progresistas serán capaces de superar sus rancios prejuicios ideológicos cuando comprendan que dentro de la Iglesia y no sólo desde su periferia no se va a la zaga en la defensa de la dignidad de las personas y de los valores democráticos.
La Iglesia universal y local como institución de utilidad pública es reconocida y valorada en todos los sistemas verdaderamente democráticos.
José Ramón García Fernández
Excapellán del HUCA, Villaviciosa
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