La santa de lo imposible. Fue una hija obediente, esposa fiel, esposa maltratada, madre, viuda, religiosa, estigmatizada y santa incorrupta. Santa Rita lo experimentó todo pero llegó a la santidad porque en su corazón reinaba Jesucristo.
Nació en Mayo del año 1381, un
año después de la muerte de Santa Catalina de Siena. La casa natal de Sta.
Rita está cerca del pueblito de Cascia, entre las montañas, a unas 40
millas de Asís, en la Umbría, región del centro de Italia.
Su vida comenzó en tiempo de
guerras, terremotos, conquistas y rebeliones. Países invadían a países, ciudades
atacaban a ciudades cercanas, vecinos se peleaban con los vecinos, hermano
contra hermano. Los problemas del mundo parecían más grandes que lo que la
política y los gobiernos pudieran resolver.
Nacida de devotos padres, Antonio Mancini y Amata
Ferri a los que se conocía como los "Pacificadores de Jesucristo",
pues los llamaban para apaciguar peleas entre vecinos. Ellos no necesitaban
discursos poderosos ni discusiones diplomáticas, solo necesitaban el Santo
Nombre de Jesús, su perdón hacia los que lo crucificaron y la paz que trajo al
corazón del hombre. Sabían que solo así se pueden apaciguar las almas.
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