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viernes, 22 de abril de 2016

No todo el mundo entiende igual lo de ir a Lesbos. Por Jorge Glez. Guadalix



A ver, que yo no digo que esté bien o mal, que quizá me superen ciertos temas. Lo que sí puede uno decir es que hay cosas que no se llegan a comprender, no por otra cosa sino posiblemente por cortedad de luces, unida a la falta de caridad y estrechez de miras.

Uno y unos cuantos más, porque tengo la impresión de que el viaje relámpago de su santidad a la isla de Lesbos no ha sido bien comprendido por muchos católicos. Lo cierto es que este pasado domingo bastante gente me hacía presente sus dudas y perplejidades con este motivo. Las dudas que me hacían llegar algunos feligreses iban en estas direcciones:

- Quizá la primera, sobre la misma eficacia del viaje. Es cierto que estos signos remueven conciencias y hacen conocer realidades sangrantes, pero poco más. Me decían algunos que eficaz hubiera sido quizá más una reunión con los líderes europeos, un encuentro con Obama y otros con los líderes islámicos y presidentes de las naciones en especial conflicto.

- Tampoco se ha comprendido muy bien el gesto de llevar a Roma, en el avión papal, a doce refugiados sirios musulmanes. Las preguntas abarcan desde por qué a esos doce y no a otros, pasan por qué suerte la de esos y siguen por si el gesto es suficiente, es escaso o si hubiera sido preciso una señal mayor, como por ejemplo llevara Roma no una docena, sino a cientos, miles y darles cobijo en dependencias vaticanas. Los hay que hasta me hablaban de alojarlos en las estancias de Rafael, pero parecía mucho.

- Menos se entiende que habiendo refugiados cristianos, sin duda los más pobres de los pobres, porque a su condición de afectados por el hambre y la violencia, se une la de su fe cristiana, motivo especial de persecución y muerte en esos países,el santo padre haya optado por llevarse musulmanes, parece ser que por una cuestión de papeles, cosa que no se entiende demasiado bien.

- La gente en esto de los refugiados no acaba de ver la cosa con claridad. Porque es verdad que es una tragedia sin precedentes desde la segunda guerra mundial, pero no deja de ser lícito preguntarse si entre los refugiados no nos estará entrando el terrorismo islámico e incluso si no pudiera entenderse esta llegada masiva desde la perspectiva de conquistar Europa para el Islam, que muchos líderes islámicos reivindican.

- Tampoco creen demasiado en la eficacia del gesto. Basta leer la noticia en los medios de comunicación y los comentarios de la gente, y no es que haya suscitado precisamente un especial entusiasmo.

Como me lo cuentan, lo cuento.

¿Y usted, señor cura, qué piensa? Yo no pienso nada, que ya decía un viejo conocido que “pensar es malo”. Digo lo que me dicen, y lo que se dice, y digo que no son cosas tan disparatadas.

Y dicho esto, lo que está pasando con los refugiados es horrible y se hace urgente una solución.

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