La que se hubiera liado en Rincón de la Victoria, en Málaga, si el señor cura párroco hubiera sacado una lista de aranceles marcando el precio que deben abonar las familias por primera comunión o matrimonio. Por supuesto la televisión, y a continuación el linchamiento en la Sexta, la Cuatro y sitios similares.
Este ayuntamiento, gobernado evidentemente por la izquierda, ha tenido la feliz ocurrencia de ofrecer a los ciudadanos ceremonias de paso de la niñez a la adolescencia, aún sin fijar todos los detalles, excepto el de cobrar por ello: 22 euros por reservar fecha y hora, y 60 por la celebración propiamente dicha. Para bodas, 45 por reserva y 120 por la ceremonia.
Te quedas a cuadros. Hace mucho que en algunas ciudades existen ceremonias de “acogida en la comunidad democrática”, que todo el mundo llama bautizos civiles. Sabía de “comuniones por lo civil” consistentes en niño vestidito ad hoc, niña de organza y tul ilusión, y comida familiar por todo lo alto, porque si Vanessa y Carlitos hacen su primera comunión, nuestra Lorena no se va a quedar sin fiesta.
Hasta ahora eso de la comunión por lo civil era cosa únicamente de la familia que solo tenía que comprar, mucho comprar, invitar a comer y hacer regalitos a María y Alfonsito sin tener que aguantar dos años de catequesis y encima a los plastas de los curas que pretenderán que vayamos a misa los domingos.
La izquierda, siempre tan original, ha decidido acaparar ceremonias tratando de dar a ciertos eventos título de laicidad y talante democrático, y así, además del hecho de las bodas civiles, que ya contempla la ley, andan dando vueltas a la mollera para arrancar a los curas acontecimientos religiosos claves en la fe y profundamente arraigados, y convertirlos en ceremonias civiles, laicas, democráticas, tolerantes y modernas. De momento en Rincón de la Victoriacomuniones civiles –que no, que son “pasos” de infancia a adolescencia-, e inclusobodas de plata y oro por lo civil (por lo cerril decía alguien). Muy bien, la izquierda facilitando a las familias que puedan celebrar sus acontecimientos clave sin tener que pasar por la iglesia. Qué buenos son estos nuevos regidores municipales que graciosamente están con el pueblo, facilitan las cosas, y ayudan a las familias a vivir en libertad.
Lo que chirría en todo esto es lo de las tasas. Todo muy popular, muy secularizado, muy de todos, muy municipal, pero se paga. No como en las parroquias, que si acaso se pasa un sobre a las familias para que aporten lo que puedan. Ni sobre ni leches, ni donativo voluntario ni si usted quiere. Mejor aún: como todos pagamos impuestos al ayuntamiento, gratis total. Ja. Sería la primera vez que estos defensores de pobres y oprimidos hiciesen algo gratis. Pero no pasa nada, es para el ayuntamiento, que tiene muchos gastos.
Si el señor cura párroco estuviese hoy exigiendo a cada familia 22 euros por fijar la fecha de la primera comunión de Kevin Johnatan, y 60 más por la ceremonia misma, posiblemente a estas horas tendría la iglesia quemada y unas pintadas enormes llamando cura pesetero (mejor eurero, ¿no?) y clamando en contra de la explotación de las clases populares por el clero fascista. Pero bueno, es el ayuntamiento, y no lo hace por explotar, sino para dar la posibilidad de que las familias no se sientan que van a gorronear algo, sino que así contribuyen a un mejor desarrollo del municipio.
Interesante propuesta, interesante forma de gobernar. Ni idea de cómo se va a desarrollar la ceremonia, ni qué se va a hacer en concreto en cada caso. Pero lo de los 84 euros va a misa -con perdón-. Eso se llama tener las ideas claras.
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