En este domingo, tan próximo a la festividad de los Apóstoles Pedro y Pablo, celebramos el Día del Papa. Una fecha para tener presentes las intenciones del papa Francisco y para rezar por ellas ya que tan a menudo nos pide que recemos por él.
En este día, he pensado que es oportuno recordar una reciente iniciativa del Papa, el anuncio de un Año Santo de la Misericordia. De esta manera, este jubileo enlaza con las intenciones del pontificado de san Juan Pablo II, que publicó una encíclica sobre este tema, titulada “Dios, rico en misericordia”. Y también expresa lo que constituye un tema mayor de sus palabras y de sus gestos: acoger la bondad y el perdón de Dios. “Sed misericordiosos”, pidió a los confesores de la basílica romana de Santa María la Mayor, en la visita que realizó a este templo al día siguiente de su elección, con el fin de rezar ante la imagen de la Virgen, Salud del Pueblo Romano, patrona de la Ciudad Eterna.
Recordemos las palabras con la que el papa Francisco anunció este jubileo. “Queridos hermanos y hermanas, he pensado a menudo sobre la manera cómo la Iglesia puede poner más en evidencia su misión de dar testimonio de la misericordia. Es un camino que se inicia con una conversión espiritual. Por esto he decidido convocar un jubileo extraordinario que coloque en el centro la misericordia de Dios. Será un Año Santo de la Misericordia, que queremos vivir a la luz de la palabra del Señor: ‘Seamos misericordiosos como lo es nuestro Padre”.
Era el viernes 13 de marzo, en un acto celebrado en la basílica de San Pedro, el día en que se celebraba el segundo aniversario de la elección del Papa, hecho ocurrido el 13 de marzo de 2013. Este jubileo además desea subrayar la importancia y la continuidad del Concilio Vaticano II, que se clausuró en 1965, hace cincuenta años.
“Estoy convencido –añadió el papa Francisco- que toda la Iglesia podrá encontrar en este jubileo la alegría de redescubrir y hacer fecunda la misericordia de Dios, con la cual todos estamos llamados a dar consuelo a cada hombre y a cada mujer de nuestro tiempo. Lo confiamos a partir de ahora a la Madre de la Misericordia para que nos dirija su mirada y vele por nuestro camino”.
El anuncio lo hizo el Papa Francisco en el acto penitencial con el cual dio comienzo la iniciativa “24 horas para el Señor”, animada por el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, que preside el arzobispo italiano Rino Fisichella.
Este Año Santo comenzará con la apertura de la Puerta Santa en la basílica de San Pedro, el próximo 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada, y acabará el 20 de noviembre de 2016, en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo. A la apertura de la puerta santa de San Pedro seguirán las de las demás basílicas mayores de la ciudad: San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor y las catedrales e iglesias de todas las diócesis
En suma, el Papa Francisco propone a toda la Iglesia centrarse espiritualmente y disponernos a acoger la misericordia de Dios, que es un tema sobresaliente en su pontificado y al que con mayor frecuencia se refiere.
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