Antonio Gramsci, fundador del Partido Comunista Italiano, ha inspirado a los líderes de Podemos para llegar al poder en España. Sin embargo, el comunista italiano se convirtió antes de morir y recibió los sacramentos. La noticia dejó en shock a Italia.
J. Lozano / ReL
Podemos se ha convertido en uno de los fenómenos políticos más relevantes en España y en Europa en el último año debido a sus resultados electorales en las elecciones europeas y sus propuestas populistas y de la extrema izquierda. El movimiento nacido en la Universidad Complutense entre profesores de Ciencia Política bebe del marxismo aunque uno de sus referentes más claros a la hora de enfocar la línea que están llevando actualmente es Antonio Gramsci, fundador del Partido Comunista italiano.
Uno de los líderes y principal ideólogo de Podemos, el profesor Juan Carlos Monedero, que siempre lleva una fotografía del líder comunista italiano y que ha inspirado sobremanera la línea ideólogica de la nueva formación.
En líneas generales y de manera muy resumida Gramsci proponía una versión más sofisticada del marxismo, es decir, más que una revolución armada proponía tomar el control desde dentro, sobre todo en sociedades avanzadas.
De manera primordial proponía acabar con las creencias, tradiciones y costumbres que hablasen de la trascendencia del hombre. Su intención era conseguir“una hegemonia cultural” en pos del llamado “eurocomunismo” y en el que la Iglesia representaba su peor enemigo.
Una conversión sorprendente
Esta nueva cultura y esta hegemonia cultural es lo que pretende llevar a cabo Podemos siguiendo las líneas de su maestro Gramsci. Sin embargo, a pesar de que todo esto fue ideado por el comunista italiano al final de su vida abrazó la fe y murió recibiendo los sacramentos y reconciliándose con la Iglesia a la que intentó aniquilar. Y en este papel tuvo un papel primordial Santa Teresita del Niño Jesús. Sin embargo, este giro radical de Gramsci será completamente obviado por los líderes de Podemos a pesar de que hace ya varios años que se hizo pública la conversión del fundador del comunismo italiano y que supuso un shock en la sociedad transalpina.
Todo se supo cuando en el Vaticano, el prefecto emérito de la Penitenciaria Apostólica, monseñor Luigi De Magistris, dio a conocer que Gramsci retornó a la fe católica antes de morir en 1937. Contaba que en el hospital en el que estaba ingresado y en el que falleció poco después había una imagen de Santa Teresita del Niño Jesús que nunca quiso quitar.
La imagen de Santa Teresita
Durante su enfermedad, las monjas de la clínica llevaban por las habitaciones una imagen del Niño Jesús para que los enfermos la besaran. Pero a su habitación no pasaron y se quejó preguntándo el por qué no le habían llevado la imagen. “Para no fastidiarlo”, respondieron las religiosas.
Aún así, Gramsci quiso ver la omagen y cuando se la llevaron besó “con signos de conmoción”, dijo la monja Maria Pinna, que estaba allí. Otra religiosa, recordó el monseñor, la suiza sor Gertrude, reveló que en la habitación del comunista italiano, la número 26 de la clínica, había una imagen de Santa Teresita del Niño Jesús a la que tenía una gran simpatía el líder político,“al punto de no querer que fuese retirada o movida”. Tras este episodio en la habitación del hospital en el que más tarde murió, Gramsci solicitó los sacramentos y poco después murió a la edad de 46 años.
En declaraciones al diario La Stampa, el teólogo Gianni Baget Bozzo dijo que la imagen de Santa Teresa fue clave para poder explicar la conversión del fundador del Partido Comunista italiano. “Santa Teresa ofreció su vida por la conversión del anarquista Prandini, que efectivamente antes de ser guillotinado pidió besar el crucifijo”.
Uno de los líderes y principal ideólogo de Podemos, el profesor Juan Carlos Monedero, que siempre lleva una fotografía del líder comunista italiano y que ha inspirado sobremanera la línea ideólogica de la nueva formación.
En líneas generales y de manera muy resumida Gramsci proponía una versión más sofisticada del marxismo, es decir, más que una revolución armada proponía tomar el control desde dentro, sobre todo en sociedades avanzadas.
De manera primordial proponía acabar con las creencias, tradiciones y costumbres que hablasen de la trascendencia del hombre. Su intención era conseguir“una hegemonia cultural” en pos del llamado “eurocomunismo” y en el que la Iglesia representaba su peor enemigo.
Una conversión sorprendente
Esta nueva cultura y esta hegemonia cultural es lo que pretende llevar a cabo Podemos siguiendo las líneas de su maestro Gramsci. Sin embargo, a pesar de que todo esto fue ideado por el comunista italiano al final de su vida abrazó la fe y murió recibiendo los sacramentos y reconciliándose con la Iglesia a la que intentó aniquilar. Y en este papel tuvo un papel primordial Santa Teresita del Niño Jesús. Sin embargo, este giro radical de Gramsci será completamente obviado por los líderes de Podemos a pesar de que hace ya varios años que se hizo pública la conversión del fundador del comunismo italiano y que supuso un shock en la sociedad transalpina.
Todo se supo cuando en el Vaticano, el prefecto emérito de la Penitenciaria Apostólica, monseñor Luigi De Magistris, dio a conocer que Gramsci retornó a la fe católica antes de morir en 1937. Contaba que en el hospital en el que estaba ingresado y en el que falleció poco después había una imagen de Santa Teresita del Niño Jesús que nunca quiso quitar.
La imagen de Santa Teresita
Durante su enfermedad, las monjas de la clínica llevaban por las habitaciones una imagen del Niño Jesús para que los enfermos la besaran. Pero a su habitación no pasaron y se quejó preguntándo el por qué no le habían llevado la imagen. “Para no fastidiarlo”, respondieron las religiosas.
Aún así, Gramsci quiso ver la omagen y cuando se la llevaron besó “con signos de conmoción”, dijo la monja Maria Pinna, que estaba allí. Otra religiosa, recordó el monseñor, la suiza sor Gertrude, reveló que en la habitación del comunista italiano, la número 26 de la clínica, había una imagen de Santa Teresita del Niño Jesús a la que tenía una gran simpatía el líder político,“al punto de no querer que fuese retirada o movida”. Tras este episodio en la habitación del hospital en el que más tarde murió, Gramsci solicitó los sacramentos y poco después murió a la edad de 46 años.
En declaraciones al diario La Stampa, el teólogo Gianni Baget Bozzo dijo que la imagen de Santa Teresa fue clave para poder explicar la conversión del fundador del Partido Comunista italiano. “Santa Teresa ofreció su vida por la conversión del anarquista Prandini, que efectivamente antes de ser guillotinado pidió besar el crucifijo”.
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