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lunes, 24 de marzo de 2014

Sor Lucía Caram: yo también te quiero


Los progres no opinan: pontifican. Los progres no expresan su pensamiento: dictan axiomas. Y ya se sabe que un axioma es una verdad por sí misma que no necesita ser demostrada ni explicada. Las cosas son así porque las digo yo y punto. Y si te atreves a decir que no estás de acuerdo es que eres un fascista, un retrógrado, cavernícola, con, neocon, ultramontano e infocatólico.
Los progres mantienen siempre un doble discurso. Una cosa es de cara a la galería, donde entran medios como prensa, radio, televisión, blogs, escritos… y otra la intimidad. Si se trata de la galería ofrecen una cara amable, buena, santa y transfigurada donde hay un discurso recurrente en el que jamás faltarán palabras como opción por los pobres, tolerancia, moderación, acogida, respeto y sobre todo, sobre todos los todos, que no hay que juzgar. Pero ay amigo… osa rozar levemente sus falsos axiomas, rasca la superficie de su discurso buenista lleno de compasión para los débiles, atrévete a decir que sus palabras son humo y nada y descubrirás bajo ese cuidado disfraz de corderito inocente un lobo feroz dispuesto a lo que sea para tratar de destrozar al enemigo.
Hace apenas unos días escribí unas notas sobre la entrevista que hizo Risto Mejide a sor Lucía Caram en la cuatro. No se encontrará en ella la más mínima descalificación personal hacia entrevistador o entrevistada. Simplemente expuse que decir uno que no se confiesa porque el cura es peor que yo me parecía un argumento muy pobre, y que apelar a la experiencia como única fuente de conocimiento pues que más de lo mismo.
Risto Mejide ha encajado bien el artículo. Dice en su twitter, como puede leerse, que le ha hecho reír, lo cual me congratula. Pero leche con la Caram cómo se ha puesto. Nuca pensé que esta reverenda fuera tan experta en twitter. Ha bordado su autorretrato en un tweet y todavía le han sobrado letras. Qué capacidad de síntesis y qué explicaderas tiene la monja.
¿Que a un servidor no le acabó de gustar la entrevista? Pues la cosa está meridianamente clara: es que es un pobre hombre, amargado, cuyo deporte favorito es la falta de caridad. Con dos… Todo lo que ella hace es perfecto, todo ejemplar, todo redondo. ¿Qué no te gusta? Es tu problema por ser un amargado y un pobre hombre. ¿Entienden lo del axioma?

Pero es mucho mejor lo de no juzgar y respetar. Muchísimo mejor. Si tienen paciencia en leer los escritos de sor Lucía, si repasan la entrevista de la tele, verán como por todas partes habla de respeto, tolerancia, y lo de no jugar y no condenar, y de lo malos que son esos curas que hablan de pecado y se dedican a repartir condenas. Eso sí, ella puede decir, que para eso es progre, que un servidor es un amargado, un pobre hombre, dedicado al deporte de la falta de caridad. Ya ven, y yo que me creía que lo de faltar al respeto era cosa de los carcas, mientras que los progres eran ejemplo de bondad y tolerancia. Leche con la tolerancia.

Respeto a la disidencia eclesial. Respeto a la decisión de la mujer que decide abortar. Respeto a los homosexuales, respeto a los inmigrantes, a los pobres, a los marginados, a los débiles. Pero puede referirse a los zapatos rojos de Benedicto XVI como “mariconadas”, decir que la iglesia solo se dedica a mantener su chiringuito, o a quien no le baila el agua como amargado, pobre hombre y carente de caridad. Más leche con el respeto.



Solo estoy de acuerdo con una cosa que escribe sor Lucía en ese twitter: “no critica a Francisco porque es el papa”. Es verdad. El papa es el papa y me merece todo el respeto, sea Francisco, Benedicto o Juan Pablo. Cuando uno es del papa solo según quien sea el papa, algo falla.

Fantástico tweet el que me dedica, sor Lucía. Enormemente esclarecedor. Solo una duda: ¿lo escribió antes o después de rezar vísperas?

Jorge Glez. Guadalix

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