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viernes, 6 de diciembre de 2013

Palabras de nuestro Párroco

 
 
ME APETECE


            Ahora que tantos personajes de toda pátina harán cansinas felicitaciones navideñas y cursis despedidas del año, ahora que parece exigencia del guión las charlitas hipócritas y caramelosas,  no quisiera caer en los mismos y aburridos tópicos de éstos, repetitivos como el chorizo de “Cantimpalo” (aunque este haya sido un año de mucho chorizo).
            Esta vez simplemente me apetece recordar a los que (con razón y motivos) no tienen ganas ni de fiestas ni de nada; a los que han perdido su trabajo o éste les pende de un hilo  o lo tienen en precarias condiciones; a los que sobreviven cada día para llegar al siguiente con la misma angustia y perspectiva.
            Me apetece sentarme en silencio frente a la aburrida televisión (aunque esté llena de muchos canales digitalizados) cogiéndole la mano a quien ha perdido a su ser más querido y entrañable en este año, o del que hace tiempo que se fue pero vuelve a la memoria haciendo notar su ausencia.
            Me apetece visitar a los ancianos aparcados y olvidados en las frías residencias (geriátricos los llaman ahora -parece que suena mejor, pero es lo mismo-)  a modo de último “desguace”, si no del alma ni del cuerpo -¡que yo qué sé!- sí de la mimada y degastada cartilla de los últimos ahorros.
            Me apetece cenar con los que están solos en sus casas y lloran la muerte de su perro o gato como único compañero del alma cuando en sus vidas nunca llegó el amor o se marchó hace mucho tiempo. Me gustaría pasearme por todos los hospitales y cárceles del mundo donde la Navidad ni está ni se le espera…
            Este año hasta me apetece reñir con Dios por dejarnos ser “tan libres” como para matarnos entre nosotros, como para olvidarnos unos de otros; como para, creyéndonos dioses de nosotros mismos, dejar que nos estrellemos con nuestros mezquinos orgullos y estúpidas soberbias.
            Me apetece repetir muchas veces como un niño enrabietado la palabra NAVIDAD, a ver si, repitiéndola mucho, cambian tantas tristes realidades y se enteran los ridículos anti todo, que sólo dejando nacer a Jesús en nuestro mundo lo sufriremos de otro modo.
            Y, no sé por qué, pero, pese a todo, también me apetece desearos a todos  buen adviento y FELIZ NAVIDAD

 

Joaquín (Párroco)

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