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domingo, 15 de diciembre de 2013

Jesús Fernández, recién nombrado auxiliar de Santiago, evoca sus veranos en Gijón, donde sus padres residen desde 1971

D. Jesús actual Obispo Auxiliar electo de Santiago
Iglesia Parroquial de la Purísima de Nuevo Gijón
 
 
El sacerdote leonés Jesús Fernández González, de 58 años, que el pasado martes fue nombrado por el Papa Francisco obispo auxiliar de Santiago de Compostela, evocó ayer su pasado gijonés, ya que cuando él contaba unos 15 años "mis padres se fueron a vivir a Gijón, en 1971, y desde entonces pasaba los veranos con ellos". En aquellos años, Jesús Fernández ya se estaba formando para sacerdote en el Seminario de León, pero las citas veraniegas eran obligadas. "Un año trabajé como albañil en el ambulatorio de Perchera-La Braña, en Nuevo Gijón, donde mi padre era peón de construcción, y en otras ocasiones di clases particulares en una academia de La Calzada". Sus padres, Isidora y Benigno, continúan viviendo en el presente en el barrio de Nuevo Gijón y son feligreses de la parroquia de la Purísima, cuyo cura, José Luis -Pin- Fonseca, comentaba ayer que "son tan buenas personas como su hijo y me alegro por ellos y por Jesús tras este nombramiento".
Nacido en el pueblo leonés de Selga de Ordás, el 15 de septiembre de 1955, y tras su paso por los seminarios menor y mayor de León, Jesús Fernández se licenció en Filosofía por la Universidad Pontificia de Salamanca y realizó los cursos de doctorado. Su labor sacerdotal comenzó tras su ordenación, en 1980, en las parroquias de Senra, Lazado y Villaquilambre. También fue director del periódico diocesano "Iglesia en León", y en 1987 fue nombrado rector del Seminario Menor. Después pasó al Seminario Mayor San Froilán y a continuación volvió al trabajo en parroquias. De 2003 a 2010 fue vicario episcopal de Pastoral y del Clero, y en la actualidad era vicario general, además de profesor del Centro Superior de Estudios Teológicos y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas. También es consultor de la comisión de Pastoral de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Jesús Fernández comentó ayer a LA NUEVA ESPAÑA que recibió con "sorpresa" la noticia de su nombramiento. "A veces me decían los conocidos que me iban a hacer obispo, pero siempre lo tomé en plan de cumplido o de broma". El obispo electo lamenta "tener que dejar mi tierra, pero estos días me he sentido muy apoyado por la gente, a la que veo muy feliz con el nombramiento". De hecho, para la diócesis de León la designación ha sido un estímulo, ya que existen muy pocos obispos de dicha provincia.
"Me anima mucho ir a la gran diócesis de Santiago de Compostela, a donde acudí este viernes y su arzobispo, Julián Barrio, me acogió como un padre". El de Jesús Fernández es el tercer nombramiento episcopal del Papa Francisco en España, tras los obispos auxiliares de Oviedo -Juan Antonio Menéndez-, y Toledo. "Francisco es un Papa al que admiramos y queremos, y por ello ha supuesto una gran alegría".
En Gijón recordaba ayer al nuevo obispo el presidente de la Casa de León en Asturias, Andrés Cuñado. "Él fue el cura que me casó y de chavales íbamos juntos a ver al Sporting", evocaba. "Fue muy aficionado y portero de fútbol, y creo que sigue siendo capellán de la Cultural y Deportiva Leonesa". Por su parte, Pin Fonseca, que también jugó "mucho al fútbol con él, que era un portero fabuloso", describía a Jesús Fernández como "buenísima persona, humilde y servicial, y es sencillo como el Papa Francisco".

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