Páginas

martes, 31 de diciembre de 2013

Visita del Párroco de Lugones a la Curia General del Santo Ángel en Madrid

 
El pasado día 30 de diciembre lunes nuestro párroco Don Joaquín , acompañado por Rodrigo y otros acolitos visitaron la Curia general de las Hermanas del Santo Ángel en la Avenida del Valle nº 42 .
Tras entrevistarse con la superiora general Sor Petra Donoso Hurtado y felicitarles la navidad a todas las hermanas que trabajan en la Casa central.
 
Tras conocer las dependecias de la Curia  disfrutaron de un rato largo de cafe y tertulia dónde abordaron las realidades que nos toca vivir a la Iglesia de nuestro tiempo ,  recalcando cómo hoy más que nunca sacerdotes , religiosas y laicos debemos de unir esfuerzos para una fructifera evangelización.
 
Don Joaquín dió personalmente las gracias a Sor Petra por la deferencia tenida con nuestra Parroquia enviandonos en este curso a una nueva hermana , conscientes de la crisis vocacional que estamos viviendo . De igual modo se trató la implicación de las hermanas  en las diversas realidades de la  pastoral parrroquial , reconociendo que las religiosas del Santo Ángel forman ya parte del día a día de Lugones .
 
 
Retrato del Padre Luis A. Ormiers , Fundador de la Congregación
 
 
Don Joaquín saludando a Sor Petra
 
 
 
Tomando un cafe con la Superiora , la secretaria general y la ecónoma .

Campanadas en la Parroquia

ESTA NOCHE CAMPANADAS PARA DESPEDIR EL AÑO 
 EN EL PARQUE DE LA PARROQUIA


RECIBE EL 2014 EN EL CORAZÓN DE LUGONES

Cronica de la Fiesta de las familias en Madrid

Cardenal Rouco: «hoy es el día para proclamar y testimoniar con gozo la alegría de la Familia»


(Analisis Digital/InfoCatólica) Como todos los años, en esta ocasión también concelebraron la Eucaristía muchos obispos españoles y europeos. La jornada comenzó a las 10.30 horas, con la intervención de Kiko Arguello, iniciador del Camino Neocatecumenal, en la que presentó a las más de cien familias de toda Europa que van a ser enviadas en misión a los cinco continentes. A continuación, varias familias compartieron sus testimonios de vida: un matrimonio joven con hijos, unos abuelos, unos novios.


Ya a las 12.00 horas, las pantallas colocadas en la plaza conectaron en directo, como es habitual en esta celebración, con Roma para escuchar el mensaje del Papa Francisco.
En su homilía, el Cardenal Rouco recordó que la Fiesta de la Sagrada Familia «es día para anunciar de nuevo al mundo el Evangelio de la alegría: ¡la alegría del Evangelio de la Familia!».
Para el Cardenal, «hoy es el día para proclamar y testimoniar con gozo la alegría de la Familia como lugar privilegiado para el anuncio del Evangelio a todas las naciones». Y recordando al Papa Francisco que «nos ha invitado a emprender la nueva etapa evangelizadora de la Iglesia».
Destacó que en la Plaza de Colón «os encontráis hoy, de nuevo un año más, numerosas familias venidas de Madrid, de toda España y de distintos puntos de Europa, fieles, valientes e incansables. Habéis venido unidas. Unidas en el interior de vosotras mismas por los lazos de un amor que es respeto, aprecio, cariño, entrega, donación mutua que no pide ni exige precio alguno, salvo el del amor. Unidas entre vosotras en la Comunión de la Iglesia, para atestiguar públicamente ante el mundo y ante los hombres de nuestro tiempo que la familia, vivida a la luz de una fe amiga de la razón, en la esperanza y en el amor de Jesucristo es la fuente de la primera y fundamental alegría: la alegría de la vida nueva que nace natural y sobrenaturalmente; la alegría capaz de sobreponerse a cualquier clase de sacrificios, convirtiéndolos en oblación de amor; la alegría duradera, perdurable, segura y fiable porque se funda en la mutua donación entre el marido y la mujer, entre los padres y los hijos, entre los abuelos y nietos; en último término, porque se fundamenta y enraíza en la gracia de Dios».
«Justamente es la familia, dijo, donde se inician y se dan los primeros y decisivos pasos del itinerario de ese amor humano fiel y fecundo sin el cual el nacimiento y el crecimiento de la sociedad y de toda la humanidad en justicia, solidaridad y en paz se hace inviable y sin el cual la misma Iglesia no logrará edificarse y consolidarse, día a día, como la comunidad de fe en Jesucristo Redentor del hombre, fundada y sostenida por Él». Y afirmó que «la familia es la célula básica o primaria de la sociedad y de la comunidad política».




Por todo ello, «dar testimonio del Evangelio de la alegría con obras y palabras en nuestro tiempo es tarea y urgencia primordial de la familia cristiana. Sin su testimonio, sobre todo en esta hora crucial de la humanidad, la evangelización del mundo empalidecería y languidecería hasta su desaparición efectiva». Lamentó que «son muchos los tristes y doloridos que encontramos a nuestro alrededor» pero consideró que «no hay otro lugar de la experiencia y de la existencia humana donde se puede encontrar quien pueda consolar, aliviar, ayudar eficazmente y alentar animosamente a los enfermos crónicos, a los terminales, a los que han perdido el puesto de trabajo, a los desocupados sin expectativas de empleo en tiempo previsible, a los jóvenes que han embarrancado sus vidas en el alcohol, en la droga, en el sexo salvaje… que no sea en el ambiente cercano, acogedor, tierno y comprensivo de la familia». Naturalmente, de la familia en la que la fidelidad mutua, vivida y mantenida con la fuerza del amor cristiano ofrece brazos abiertos, casa y hogar. En esta dura y persistente crisis, por la que atraviesan todos los países europeos, la familia cristianamente constituida está demostrando, una vez más, en una dificilísima coyuntura histórica, su insuperable e insustituible valor para la solidaridad y la paz social». Y alertó de que no sólo hay «circunstancias de extraordinarias contrariedades económicas, sociales y culturales con las que han de enfrentarse, sino con algo mucho más complicado y costoso humana y espiritualmente: un clima de opinión pública y de medio-ambiente ciudadano en el que prima una concepción de la vida personal caracterizada por ‘la transitoriedad’, como gusta expresarse el Papa Francisco. Ni siquiera el don de la vida se entiende como definitivo e inviolable y, por lo tanto, tampoco, el don del amor».

«En esta dura y persistente crisis, por la que atraviesan todos los países europeos, la familia cristianamente constituida está demostrando, una vez más, en una dificilísima coyuntura histórica, su insuperable e insustituible valor para la solidaridad y la paz social. Aunque no solo sean las circunstancias de extraordinarias contrariedades económicas, sociales y culturales con las que han de enfrentarse, sino con algo mucho más complicado y costoso humana y espiritualmente: un clima de opinión pública y de medio-ambiente ciudadano en el que prima una concepción de la vida personal caracterizada por «la transitoriedad», como gusta expresarse el Papa Francisco. Ni siquiera el don de la vida se entiende como definitivo e inviolable y, por lo tanto, tampoco, el don del amor».
Y es que «si siempre ha sido necesaria la luz y la fuerza de la fe para comprender totalmente, aceptar cordialmente y vivir gozosamente el valor natural de la familia constituida sobre el matrimonio indisoluble como «la íntima comunidad de vida y amor conyugal fundada por el Creador» (Vat II, GS, 42), cuanto más lo es hoy en la agobiante atmósfera intelectual y «mediática», que nos envuelve, tan contaminada por una visión radicalmente secularizada del mundo y del hombre». Pero el modelo de familia cristiana «no se ha hecho imposible».



«Queridas Familias Cristianas: no tengáis miedo de seguir manteniendo abierto lo más íntimo de vuestros hogares al don precioso del Evangelio de la Sagrada Familia», señaló porque «no estáis solos». En este sentido, añadió que «la Iglesia y el mundo de nuestros días os necesitan −como muy pocas veces ha sucedido en el pasado− para llevar el Evangelio al corazón del hombre y de la cultura contemporáneas».
También, el Cardenal invitó a las familias a ser misioneras y destacó que serán «unos testigos excepcionales de lo que es y de lo que significa el amor cristiano y el de compartirlo en plenitud». Así encomendó a las familias dispuestas a marcharse de misión al cuidado maternal de la Santísima Virgen, a la protección paternal de San José y a la gracia y a la ternura divina del Niño Jesús.

Caridad en Navidad... hasta el seis de enero. Y ni un día más


No dejo de ver en estos días gestos especiales hacia los más desfavorecidos. Que si un restaurante invita a comer a no sé cuántos pobres un menú que no baja de los ochenta euros. La asociación X organiza una gran cena para cientos de menesterosos. El cardenal de J. sirve las mesas en un comedor social. Los amigos de Y reparten por la calle regalos y bocadillos. La parroquia de Z saca a los reyes magos a la calle para que dejen regalos a los sin techo. Los jóvenes de San Serenín acuden a cantar villancicos a los viejecitos de la residencia.


Me gustaría que alguien, este año, nos contara qué es lo que tienen previsto el restaurante A, la asociación X, el cardenal J., los amigos de Y, la parroquia de Z y los jóvenes de San Serenín a partir del siete de enero. Pura curiosidad. Porque si a partir de esa fecha no hay nada de nada, lo que parece caridad, y más vale esto que nada, se convierte en una solemne tomadura de pelo. ¿Les ha gustado a ustedes el menú de ochenta euros? Pues nada, ya pueden volverse a la calle a comer latas hasta el año que viene. Los ancianos quizá no vuelvan a ver a los jóvenes hasta otro diciembre, y los sin techo, agradecidos por la colonia y la bufanda, seguirán durmiendo donde siempre. Qué bonito ser solidario en Navidad. Al cardenal J. no le pido que vaya cada noche a repartir cenas en un comedor de Cáritas, pero al menos que haga que Cáritas en su diócesis sea de verdad algo serio.

La caridad vista así, como algo de un momento porque es navidad, más que ayuda eficaz a los pobres puede convertirse en una forma de tranquilizar conciencias en medio de unos días de consumismo, desenfreno y viva la vida. Qué bien que podemos compensar con una cena, un ir al asilo, cantar y colaborar en una operación kilo.
Navidad tendría que ser el momento no tanto de los gestos esporádicos, como de hacerse una reflexión seria sobre la realidad de la pobreza y plantearnos, desde la necesidad de vivir de forma más austera y solidaria, hasta proyectos realmente solidarios y que ofrezcan una continuidad que sirva de algo. Por ejemplo, que el restaurante A colabore de forma sistemática con un comedor social, que la asociación X abra un comedor para todos los días del año, el cardenal J. se ocupe de que Cáritas en su diócesis trabaje con generosidad y eficacia, con medios suficientes, los amigos de Y mantengan un proyecto con los sin techo, como los jóvenes de San José de Barcelona, por ejemplo, la parroquia de Z se esfuerce por servir a los pobres cada día con una buena atención en Cáritas y los jóvenes de San Serenín se comprometan como voluntarios en el asilo. Eso sí que es Navidad.
Lo otro, qué quieren que les diga. Que a un servidor le deja un cierto regusto amargo. Que me suena, más que a servicio a los pobres, a autoservicio complaciente. Que me parece que más que conseguir una ayuda eficaz, podemos estar persiguiendo eso tan bonito del “qué bien me siento”. Y eso es sobre todo muy triste.

Pues nada, a ver si el siete de enero seguimos al lado de los pobres. Será la mejor noticia.
Jorge Glez. Guadalix 

domingo, 29 de diciembre de 2013

Familia de portal y belén (Por Rodrigo Huerta Migoya)

 
 
El adviento es tiempo de esperar, construir, forjar... Ser familia es algo muy grande, tanto que va más allá de ir a ver al niño a la función navideña del cole, llevarle a ver las luces del centro o a dejarle sólo toda una tarde suelto por “Mercaplana”. Hacer familia conlleva negaciones, lágrimas y a veces levantar ampollas, claro. Sí, revolver en lo pasado que sigue sangrando impurezas en nuestras vidas y que en cada comida familiar provoca nuevos silencios, codazos y malestares. Supone remover a los niños el recuerdo y memoria del pasado para que puedan ir perfilando como quieren que sea su mañana. Criar a los hijos en valores humanos sólo se consigue mostrándoles el mundo real que tenemos, con sus miserias más crudas; sólo eso forjará en ellos un escudo resistente que les servirá llegado el momento de afrontar y tomar las riendas de sus vidas sin temor.
 
Es realmente llamativo el índice tan elevado de niños que acuden de forma periódica, mensual e incluso más que semanal a las consultas de psicólogos especializados.  Prueba de ello nos lo constatan nuestros niños de Lugones, dónde no son pocos los que reciben medicación, terapias y seguimientos continuos sobre su evolución psíquica. No sabemos lo que ocurre pues es como un “boom”; tampoco entendemos qué es lo que les falta, ni siquiera lo que les pasa, pero sabemos que algo no va bien. ¿Estará el origen en la familia, el colegio o los amigos?, ¿Se deberá a los juguetes, la ropa o las libertades que les damos?; ¿o será que no los estamos educando en la alegría de vivir en cristiano?. En mi humilde opinión, sólo sí el niño ve a sus padres frecuentar la iglesia, ponerse de rodillas, rezar en casa etc… empezará a tener sentido y dar fruto abundante la preparación catequética en el tiempo de la iniciación cristiana. No se trata de llevar las cosas a “rajatabla”; no somos una religión de libro, sino que somos la religión del Verbo hecho carne como nos insistía el hoy Papa emérito.
Su sucesor no se queda corto al exhortarnos constantemente sobre la importancia de tener claras las ideas claves de nuestra misión en el mundo, en especial el de la familia como correa de transmisión evangelizadora. Qué bien lo resumía en su homilía de la pasada jornada de la familia en Roma al decir: “Queridas familias, ustedes lo saben bien: la verdadera alegría que se disfruta en familia no es algo superficial, no viene de las cosas, de las circunstancias favorables… la verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente en el camino de la vida”. En el fondo de este sentimiento de alegría profunda está la presencia de Dios; la presencia de Dios en la familia; está su amor acogedor, misericordioso, respetuoso hacia todos.
 
Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia como apunta el Catecismo de la Iglesia en el número 1655. Continua así: La Iglesia no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde sus orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, "con toda su casa", habían llegado a ser creyentes (cf Hch 18,8). Cuando se convertían deseaban también que se salvase "toda su casa" (cf Hch 16,31; 11,14). Estas familias convertidas eran “islotes de vida cristiana en un mundo no creyente”.
 
No vale como excusa eterna acudir a “los tiempos que nos tocan”; la Sagrada Familia de Nazaret supo mejor que nosotros lo que era vivir perseguidos cuando escapando de Herodes huyeron a Egipto. Tampoco les fue ajeno el vivir en crisis, no preocupados de llegar a fin de mes sino de llegar al día siguiente, lo que suponía no tener cobijo…, más sabían esperar en Dios. Que alentadoras al respecto son las palabras del Señor: “Mirad los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, mi Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valéis vosotros acaso más que ellos? (Mt 6, 26”)
 
Quiera el Señor concedernos la gracia de que nuestros hogares se asemejen  cada día más a esas estrellas, sol y luna que iluminan el portal de Belén, pidiéndoles a Jesús, José y María que sean nuestra salvación, que tomen nuestro corazón y nos asistan en nuestra última agonía . Amén

Evangelio Dominical

 
Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,13-15.19-23):
 
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.»
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que atentaban contra la vida del niño.»
Se levantó, cogió al niño y a su madre y volvió a Israel. Pero, al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Y, avisado en sueños, se retiró a Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas, que se llamaría Nazareno.
 
Palabra del Señor

Fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret

 
 
 
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María,expire en paz con vosotros el alma mía.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Hoy 28 de Diciembre

  Rosario por la vida
 
a las 19:00   en la Parroquia

¿Cuál es el origen del día de los Santos Inocentes?

 
(ABC) Cada 28 de diciembre llega uno de los días más divertidos para todo aquel que disfrute haciendo bromas y siendo víctima de ellas. El día de «Inocente, inocente» es también una de las festividades más típicas de las Navidades, pero, ¿cuáles son sus orígenes?
Esta fecha es en realidad la conmemoración de la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén –Judea-, ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.
Según la tradición católica y el Evangelio de San Mateo (2, 16), cuando reinaba Herodes en Judea, los Reyes Magos se dirigieron a Belén a adorar al Mesías, guiados por una estrella. Pero cuando este Rey se enteró, y ante el temor de perder su trono, intentó por todos los medios localizar al niño Jesús para deshacerse de él. Por este motivo pidió a los Reyes Magos que a su regreso le informaran de dónde estaba el pequeño. Sin embargo, éstos recibieron un mensaje de Dios, avisándoles de las intenciones que tenía Herodes y no lo hicieron. Entonces, guiado por su afán de mantener el trono y al desconocer quién era Jesús, ordenó asesinar a todos los menores de 2 años. Pero el Mesías estaba ya en Egipto ya que sus padres habían recibido un mensaje divino que les avisaba de esta fatal amenaza. Así, todos los bebés que fueron asesinados entones son los Santos Inocentes.
Esta celebración también tiene un origen pagano en la Edad Media. Es entonces cuando combinaron este rito con otro denominado «la fiesta de los locos». Ese día todo estaba permitido y la culpa no podía recaer sobre nadie. Era una jornada en la que el desenfreno y el jolgorio eran los protagonistas, por lo que la Iglesia decidió que se celebrara el día 28 para calmar las excentricidades de sus participantes, haciéndola coincidir con el día de los Santos Inocentes. Se inició así la unión pagano-religiosa de esta fiesta.
Eso sí, lo que hoy en día aún se desconoce es cómo y cuándo comenzaron estos festejos paganos medievales ni se tiene constancia de cuándo el principal objetivo de la fiesta mutó en la celebración de bromas de todo tipo. Sólo se conoce que en España y otros países de América Latina existe desde hace siglos la costumbre de colgar un monigote de la espalda.
 

Actuación del Duo Clarín a favor de Caritas Lugones

Se recaudaron 250 Kilos de alimentos
Gracias por vuestra generosidad
 

viernes, 27 de diciembre de 2013

27 de Diciembre . San Juan Evangelista

 

 Señor Jesús
que nos diste como mandamiento nuevo el amor,
te pedimos que, a ejemplo de san Juan Evangelista,
tu discípulo amado, te amemos sin temor e incondicionalmente,
aún cuando por ser tus discípulos el mundo nos persiga y condene.
Te lo pedimos a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Carta semanal del Arzobispo



Almanaque especial para un acontecimiento
 
Han caído las páginas del almanaque como si fueran hojas de los once meses precedentes. De modo implacable, con sus sabores agridulces y sus tonos claroscuros, la vida ha seguido adelante. No hay botón de pausa en la aventura de vivir las cosas: ni para detenerlas ni para olvidarlas. Y así vamos poco a poco surcando los mares con las olas más bondadosas y gratificantes o con las marejadas más gruesas y dañinas.

Pero hemos llegado de nuevo a este pórtico especial que terminando cada diciembre nos pone delante un misterio singular. No es Dios un dios que nos manda sus mensajes con motorista anónimo, o con el no menos anónimo método actual de twittear. Porque en vez de “twittearnos”, más bien Él ha querido “tutearnos”, llamarnos por nuestro nombre que según la audaz expresión del profeta lleva tatuado en la palma de su mano (Is 49, 16). Ha venido en persona enviándonos a su amado Hijo para que hiciera la experiencia humana quien fuera nuestro Creador.

No es este Dios un dios extraño, huraño y esquivo, sino alguien que ha querido vivir nuestras cosas siendo en todo igual a nosotros menos en el pecado (Heb 4, 15). Dios se emociona con las cosas que nos conmueven, y brinda con nosotros por tantas que son maravillosas que a diario nos suceden, y no tiene ningún pudor ni reparo en echar al vuelo su llanto cuando las lágrimas de nuestros ojos dicen que somos vulnerables. Así de humano ha querido ser Dios que se hace Niño. Esto lo vemos escenificado en el pórtico navideño del Portal más famoso que tiene por domicilio Belén, en la calle del establo, sin número conocido, y como consecuencia de no encontrar ninguna posada abierta ni siquiera con el ademán de entreabrir sus puertas por la comodidad insolidaria y acaso por un culpable desdén.

Solemos nosotros poner el “nacimiento” en nuestras casas e iglesias, en nuestras calles y plazas. Queremos con este gesto que se remonta a la más hermosa tradición franciscana cuando aquel frailecito sencillo y santo, Francisco de Asís, tuvo la ocurrencia bendita de organizar en Greccio (Italia) el primer “belén viviente”. Desde entonces todo el orbe cristiano se asoma a ese tierno paisaje con los distintos gustos, las variadas artes, y la creativa imaginación de cada tiempo y lugar. Lavanderas hacendosas que blanquean y tienden sus ropas; casas y mesones con sus luces e interiores; pescadores en ríos de papel de plata; pastores que con su zurrón lleno de curiosidad se dirigen presurosos a donde les dijo el ángel; los magos de oriente que poco a poco se aproximan a la cita estrellada; la soldadesca de Herodes que mira con torpe cautela desde el castillo de su maldad; molinos y molineras que muelen su trigo en la casa del pan como reza el mismo nombre de Belén; y sobre todo esa pequeña oquedad en una especie de gruta, que haciendo la veces de establo sirvió de casa real para ver nacer al Rey de reyes, pues de una virgen doncella Dios nació como bebé.

Sí, es un portal tierno y hermoso, con María asombrada, un José que no cabía en sí, y el pequeño Jesús, Dios humanado que yacía entre pajas ante la mirada amorosa de quienes le veían y le adoraban sin saber muy bien a quien tenían delante.

Pero el nacimiento y el belén, hoy tiene otros paisajes, son otras las cerrazones y las posadas, las indiferencias y los desdenes. Dios sigue naciendo en otras calles, otros establos, otras situaciones tremendas o amables. Porque Dios sigue sin cesar viniendo a nosotros, entrando por la puerta más grande o aguardando paciente en la puerta de atrás, pero jamás sin marcharse, sin renunciar nunca a su infinita espera, para comunicarnos su gracia, y la buena noticia de su paz y su bien. Dichosos nosotros si reconociéndole, le dejamos nuevamente nacer. Feliz Navidad cristiana.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

ESTA HORA

 
 
 
 
Sí desea leer el semanario diocesano pinche aquí:
 
 
 
Bienvenido/a al blog de Pastoral de la Salud de la Archidiócesis de Oviedo    (España)
 
No deje de leer la entrevista a los capellanes de hospital

Hoy Concierto solidario en Lugones

Bajo el título de "Música de siempre", presentarán una selección de su repertorio el jueves 26 de diciembre, a las 20.00 horas, en la Casa de Cultura. A la entrada del acto se recogerán alimentos no perecederos, que posteriormente se donarán a Cáritas Parroquial de Lugones para su reparto entre las personas más necesitadas de la localidad.
 
 
 
Nota: Entrada libre, limitada al aforo de la sala. A la entrada del acto se podrá colaborar con la aportación de alimentos no perecederos, que se entregarán en su totalidad a Cáritas Parroquial de Lugones para su reparto entre las personas más necesitadas de la localidad. 
 
Tras participar en numerosos conciertos solidarios por toda Asturias, el Dúo Clarín ha querido poner su granito de arena en Lugones, localidad de origen de uno de sus componentes, Tony Cabal.
Es por ello que han organizado este concierto, a cuya entrada se podrá colaborar con la donación de alimentos no perecederos que Cáritas Parroquial de Lugones repartirá entre las personas más necesitadas de la localidad.
José Ramón del Valle y Tony Cabal presentarán para la ocasión un repertorio cuidadosamente escogido, con "música de siempre", donde destacarán habaneras, rancheras, baladas, versiones de los Panchos, o clásicos asturianos... Temas inolvidables y versiones magníficamente interpretadas que llegarán a todos los asistentes creando un ambiente emotivo, a la vez de un concierto muy animado.
El Dúo Clarín, se creó en 2007, aunque sus componentes acreditan una gran experiencia en orquestas y conjuntos musicales varios. Jose y Tony, formando parte del Trío "Los Norteños", llegaron a participar en el programa "Lluvia de estrellas" de Antena 3 Televisión.

Santo del día . 26 de diciembre

 
A San Esteban se le llama "protomartir" porque fue el primer mártir de toda la historia católica. San Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles; habló y defendió muy bien a Jesús, que entre los judíos generó cierto desconcierto. Por tal razón, la tradición señala que fue llevado ante el Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, para ser acusado con falsos testigos, los cuales argumentaron que Esteban afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés.

Sin embargo, el santo no se atemorizó, y por el contrario, pronunció un impresionante discurso en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (Hechos 7) y a través del cual exhortó a los judíos a rectificar, reprendiéndolos por haber llegado al extremo de no sólo no reconocer al Salvador, sino de haberlo además crucificado.

Llenos de ira, éstos lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon.
Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo (el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este mártir) y que aprobaba aquel delito. Mientras lo apedreaban, Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas dijo con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo esto, murió.

Aborto cero, feliz Navidad

 
 
El aborto es siempre un fracaso. Un fracaso de la madre que ve frustrada su maternidad incipiente y un fracaso del niño que es eliminado en el claustro materno, el lugar más cálido de nuestra existencia. Haber nacido es lo más bonito del mundo. Si hubiéramos sido abortados, no podríamos vivirlo ni contarlo.
Vuelve en estos días el debate sobre el aborto. Hay quienes se fijan en la libertad de la mujer para elegir ser madre o no. Sin duda, la mujer (y el varón) ha de tener libertad para algo tan sublime como es la maternidad (paternidad). Y cuanto más libre y responsable sea esa decisión, mejor. Pero ya sabemos lo que pasa, y los platos rotos los paga casi siempre la mujer. El aborto, por tanto, es una derrota de la humanidad, pero ante todo es una derrota de la mujer. Cuántos casos de personas concretas se me han acercado para quitarse de su cabeza el recuerdo de aquel aborto que cometieron. Siempre han sido mujeres. Cuando ven un niño de la edad de aquel hijo que eliminó en su vientre, se le saltan las lágrimas. Y cuántas veces hay que acoger a esa persona y repetir que la misericordia de Dios es más grande que nuestros errores, que nuestros pecados. La misericordia de Dios es capaz incluso de sanar esa herida profunda al anunciarnos que Dios perdona siempre y puede hacer de cada uno de nosotros una persona nueva.
Cuanto más aborto más fracaso, cuanto menos aborto menos fracaso. ¿Seremos capaces en nuestra sociedad de caminar hacia la eliminación total del aborto? Eso sólo será posible si hay un acompañamiento a la mujer en situación de riesgo, si hay una prevención en la educación afectivo-sexual de los adolescentes y jóvenes, e incluso desde niños, si hay una fidelidad hasta la muerte a la propia pareja. La sexualidad no es un juego, es una de las cosas más bonitas y más serias de la vida, que ha de vivirse con responsabilidad creciente. El libertinaje sexual –haz lo que quieras, y no mires a quien- va creando una nueva esclavitud, la de quienes no aprenden a ser dueños de sí y emplean su sexualidad para hacer estragos. Cuando uno enfila su vida por ese camino, tendrá que eliminar a quien sea, porque ha convertido el amor (lo más bonito del mundo) en una fuente continua de egoísmo personal o compartido. Y por ese camino la mujer será siempre la gran perdedora. Salvemos la dignidad de la mujer.
La Navidad es la fiesta del comienzo de la vida. En Navidad, una mujer, María, nos da como fruto de su vientre al Redentor del mundo. Ella lo ha concebido virginalmente y ha permanecido virgen para siempre. Feliz Navidad a todos.

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

El Verbo se hizo carne



La afirmación del Evangelio de San Juan: “Y el Verbo se hizo carne” (Jn 1,14) nos anuncia quién es en realidad Jesucristo. Su identidad es divina. Él es “de la misma naturaleza que el Padre”. Es el Verbo, la Palabra de Dios, “el resplandor de su gloria y la impronta de su esencia” (Hb 1,3). Sólo “desde arriba” podemos entender a Jesús. Su singularidad absolutamente única radica en ser, con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios. Jesucristo no es, en consecuencia, un personaje más de la historia de los hombres, sino la Persona divina que, sin dejar de ser Dios, asumió una naturaleza humana para habitar entre nosotros.

Pero si no podemos comprenderlo dejando al margen su condición divina, tampoco podemos avanzar en el conocimiento de Dios prescindiendo de Jesús. Dios “nos ha hablado por el Hijo” (Hb 1,2). Su Palabra ha tomado aquella forma por la que puede darse a conocer a los sentidos de los hombres: “así el Verbo de Dios, por naturaleza invisible, se hizo visible, y siendo por naturaleza incorpóreo, se hace tangible”, comenta San Agustín.

La divinidad no queda transformada, absorbida, por la carne, pero sí ha hecho suya la carne: “Dios no sólo toma la apariencia de hombre, sino que se hace hombre y se convierte realmente en uno de nosotros, se convierte realmente en Dios con nosotros; no se limita a mirarnos con benignidad desde el trono de su gloria, sino que se sumerge personalmente en la historia humana, haciéndose carne, es decir, realidad frágil, condicionada por el tiempo y el espacio” (Benedicto XVI).


La Encarnación permite de este modo una mirada nueva sobre Dios y sobre el mismo hombre. Dios no puede negarse a sí mismo, no puede eliminar su divinidad, pero sí ha querido, enviando a su Hijo, acercarse a nosotros de una manera absolutamente sorprendente. Ha querido que pudiésemos ver su majestad por medio de su humanidad. En la Encarnación, la divinidad no ha quedado degradada, pero la humanidad ha sido exaltada.

La contemplación de Jesús, el Verbo encarnado, nos llena de admiración y de esperanza. Dios no desea que su amor permanezca oculto, no se conforma con las huellas que de ese amor ha dejado en la creación entera. Dios ha querido que el amor brille en la carne, en la naturaleza humana de Cristo, para darnos así la posibilidad de nacer nosotros de nuevo para ser hijos suyos, hermanos de Jesucristo.

La grandeza del hombre no depende de sí mismo, sino de Dios. Es Él quien nos hace grandes, creándonos a su imagen y semejanza y queriendo que su Hijo fuese uno de los nuestros. Es Él quien nos llama a una grandeza imprevista: la participación, por la gracia, en la naturaleza divina.

La unión de la humanidad del Verbo con nuestra humanidad infunde esperanza: Dios puede renovarnos, venciendo nuestros egoísmos, nuestras injusticias, nuestras mentiras. En la Virgen Madre luce en todo su esplendor esta potencia divina que nos vuelve, si cooperamos con Él, hombres nuevos. El reto para cada uno consiste en no rebajar las expectativas de Dios.

Guillermo Juan Morado.

Evangelio del día

 
 
Evangelio según San Juan 1,1-18. Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios.
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron.
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
El no era la luz, sino el testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre.
Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él, al declarar: "Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo".
De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia:
porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre.

El Papa Francisco acude a la casa de Benedicto XVI para felicitarle la Navidad y llevarle regalos

El Papa Francisco acude a la casa de Benedicto XVI para felicitarle la Navidad y llevarle regalos
 
(Religión en libertad) El Papa Francisco visitó este lunes por la tarde a su predecesor para felicitarle la Navidad y llevarle algunos regalos. Benedicto XVI le esperaba a la puerta de la residencia «Mater Ecclesiae» y, después de rezar un momento juntos en la capilla, charlaron en privado durante media hora en una salita, informa Abc.

El Papa Francisco saludó al arzobispo Georg Gaenswein que, además de trabajar diariamente con Francisco como responsable de la Casa Pontificia, sigue siendo el secretario personal de Benedicto XVI y vive en su residencia.

Asimismo, el Papa felicitó la Navidad a las cuatro mujeres, consagradas de Memores Domini de Comunión y Liberación que se ocupan de la casa y de parte de las tareas de secretaría del Papa emérito.

El Santo Padre había llamado por teléfono a su predecesor la semana pasada, como suele hacer a menudo, y le trasladó su intención de visitarlo para felicitarle la Navidad.

Las cámaras de televisión del Centro Televisivo Vaticano han sido testigos del encuentro fraterno entre Francisco y Benedicto XVI en su primera Navidad viviendo juntos dentro del recinto del Vaticano. 

Bendiciones para la cena de Nochebuena



 
Señor, en una noche como ésta, hace ya tiempo, quisiste venir como un niño, con nombre y apellidos, en medio de los niños más pobres de la tierra. Cuando creciste, hablaste de cosas muy buenas, y dijiste que ya nadie es pobre, porque es hijo de Dios. Nosotros nos hemos reunido para cenar aquí hoy. Llevamos mezclada con nuestra alegría, los disgustos y las penas de todo el año.
Por ello queremos que bendigas nuestra mesa para que nos llenes de tu amor y de tu paz. Te pedimos hoy, que queremos que el mundo sea como una gran familia: sin guerras, sin miseria, sin drogas, sin hambre y con más justicia.
¡Jesús recién nacido!, que hoy en esta casa , acojamos tu palabra de perdón y de amor. Consérvanos unidos. Danos pan y trabajo durante todo el año. Danos fuerza y ternura para ser hombres de buena voluntad. Señor, sé bienvenido a esta casa, hoy y siempre.

----------------------------------------------------------------------------------------

 Gracias Padre por esta Noche de Paz, Noche de Amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo, te pedimos que nos bendigas, que bendigas estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar, y bendigas las manos que los prepararon.

Niño Dios, tú que llegaste al mundo para salvar, te pido años de paz.
Niño Dios, tú que naciste en un pesebre, te pido que no haya más miserias en el mundo.
Niño Dios, tú que naciste de una madre Virgen, te pido pureza en este mundo.
Niño Dios, tú que eres Salvador, sálvanos de los desastres que nos provoca la naturaleza.
Niño Dios, tú que nos diste la vida para vivirla, que la vivamos de acuerdo a tu gloriosa vida.

¡Amén!.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
 
 
Bendice, Señor, nuestra mesa en esta noche de Luz. 
Quienes vamos a cenar celebrándote sabemos que la fiesta eres Tú que nos invitas a nacer siempre de nuevo. 
Gracias por el pan y el trabajo, por la generosidad y la esperanza. 
Llena nuestra mesa de fuerza y ternura para ser personas justas, llena de paz nuestras vidas y que la amistad y la gratitud alimenten el cada día del año. 
Tú eres bendición para nosotros, por eso, en esta noche fraterna, bendice la tierra toda, bendice nuestro país. 
Bendice esta familia y esta mesa. 
Bendícenos a cada uno de los que estamos aquí. Amén.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Recordatorio de Horarios


 
Lunes  23
 
18:30 Celebración penitencial de Adviento
(Vendrán cinco sacerdotes para confesar)
 
Tras esta la Eucaristía del día



Martes 24
 
10:00 Misa en la Residencia Julia Nieto
 
11:00 Misa en la Residencia Pico Cueto
 
12.00 Misa en la Residencia  Vital Centro
 
12:45 Funeral de Herminia García Rodríguez
 
18.00 Misa vespertina en Viella
 
19:30 Misa vespertina en Lugones
 
12.00 Misa de Gallo en Lugones
 
 
 
 
 

domingo, 22 de diciembre de 2013

Alma redemptoris Mater


Una bella antífona invoca a María como Alma Redemptoris Mater, Santa Madre del Redentor, y dirigiéndose a Nuestra Señora dice: “Tú, que ante el asombro de la naturaleza, engendraste a tu Santo Creador, virgen antes y después de haber recibido de la boca de Gabriel aquel “Ave‟, ten piedad de los pecadores”. 

María es la mujer elegida por Dios para realizar el misterio de la Encarnación. En Ella se cumple el vaticinio de Isaías: “Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pone por nombre Emmanuel (cf Is 7,14). “En efecto, aquél que ella concibió como hombre, por obra del Espíritu Santo, y que se ha hecho verdaderamente su Hijo según la carne, no es otro que el Hijo eterno del Padre, la segunda persona de la Santísima Trinidad” (Catecismo 495). 

San Cirilo de Alejandría compara la Encarnación del Hijo de Dios con nuestro propio nacimiento. Cada uno de nosotros ha nacido de una mujer, en cuyo seno se ha ido formando nuestro cuerpo, al que Dios infundió un alma racional. Pero no decimos que nuestra madre sea la madre de nuestro cuerpo, sino que decimos que es nuestra madre en sentido pleno; madre de todo lo que somos.


De modo semejante, María es Madre de Dios, porque en su seno virginal el Hijo de Dios, sin dejar de ser Dios, asumió la naturaleza humana, uniéndose a un cuerpo animado por un alma racional: “El Verbo de Dios nace en la eternidad de la sustancia del Padre; mas, porque tomó carne y la hizo propia, es preciso confesar que nació de una mujer según la carne. Y como a la vez es verdadero Dios, ¿quién tendrá reparo en llamar a la Santa Virgen “Madre de Dios"?”, concluye San Cirilo. 

El vínculo que une a un hijo con su madre unió, de un modo peculiar, a Jesús con María. En su seno, el Corazón de Jesús comenzó a latir, haciendo humano su amor divino por nosotros. María fue el sagrario que custodió ese amor para que, incluso antes del nacimiento, inundase a toda la humanidad. En su seno Jesús es ya el Emmanuel, el “Dios con nosotros”.

Su maternidad no distrajo en absoluto su total consagración a Dios. Su virginidad se hizo fecunda por el poder creador del Espíritu Santo, Señor y Dador de vida. Su Hijo era el Hijo de Dios. Dedicándose por entero a Él, se convierte también en Madre nuestra en el orden de la gracia, ya que “viviendo su singularísima relación materna con el Hijo, compartió su misión por nosotros y por la salvación de todos los hombres” (Benedicto XVI). 

De María debemos aprender a tratar a Jesús, recibiéndolo en nuestra vida por la fe, contemplándolo con delicadeza y con respeto, identificándonos con su Pasión y con su Cruz y alegrándonos con la gloria de su Resurrección.

El mismo Espíritu, que cubrió con su sombra las entrañas de la Virgen Madre, convierte el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre del Señor. Adorar a Cristo en la Eucaristía es, siempre, hacer memoria de su Encarnación redentora: “Ave verum Corpus natum de Maria Virgine”; “Salve, verdadero Cuerpo nacido de María Virgen”.


En la Eucaristía encontraremos inspiración y alimento, consuelo e impulso para testimoniar con nuestras vidas el realismo de la salvación.

Guillermo Juan Morado.

Evangelio Dominical



Lectura del santo evangelio según san Mateo (1,18-24):

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.

Palabra del Señor