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lunes, 25 de noviembre de 2013

Nada con sifón. Diez palabras para quedar bien y no decir nada

 
Los cristianos vivimos mucho de frases hechas y palabras bonitas que parece que dicen todo pero que no comprometen a nada. Tenemos algunas palabras que son como el perejil de Arguiñano: no aporta nada pero adorna.
Me gustaría que al hablar de los pobres alguien me diera alguna idea CONCRETA además de eso tan lindo del amor universal y solidario, que queda bien pero no alimenta. Que al hablar de la confesión me aclararan si es bueno confesarse, cuándo y cómo y de qué. Que me concreten si el aborto es un crimen o nos quedamos en el cada cual sabrá. Pero lo que me temo es que las palabras lindas en el fondo no son más que la careta que me permite hacer lo que quiera en cada instante disfrazándolo de espíritu evangélico por decisión propia.

El viejo camino del ver, juzgar y actuar, que siempre, pero SIEMPRE, desembocada en acciones y compromisos hoy se ha trocado en ver, juzgar y cada cual sabrá, o lo que es igual: miremos, juzguemos y no concretemos. Fantástico.
Pobres, respeto, experiencia de Dios, espiritualidad, escucha, marginados, solidaridad, camino, evangelio, comunidad. Con estas diez palabras se puede hablar de cualquier tema humano y cristiano sin decir nada pero quedando bien. ¿Quieren ejemplos?
MISA DEL DOMINGO. Hay que vivirla desde el evangelio, llenarla de espiritualidad, hacer de cada celebración un lugar de experiencia de Dios, respetando cada comunidad. Una celebración que sea parte de camino, fuente de solidaridad, que nos haga hermanos de los marginados, de los pobres.
ABORTO. Las mujeres sufren marginación y pobreza. La comunidad lo que debe hacer es escuchar, ofrecer un camino a sus vidas que nace de la experiencia de Dios, ahonda en la propia espiritualidad y se traduce en solidaridad según enseña el evangelio. Y siempre desde el respeto a cada persona.
PAPA Y OBISPOS. Que ejerzan su ministerio desde el evangelio, para la comunidad, transmitiendo una autentica experiencia de Dios, capaces de escuchar a todos y dar la vida por los marginados. Que respeten en camino de cada cual y sean estímulo de solidaridad universal.
CONFESION. Que sea un escuchar y orientar en el propio camino de cada cual para que sepamos buscar la propia espiritualidad. Más pendientes de nuestra falta de amor hacia los pobres y nuestra falta de solidaridad que de otras cosas. Que nos devuelva a la comunidad real del evangelio.
SEXO. Nunca fue lo fundamental. Importantes los pobres y marginados, la solidaridad. Más que hablar de sexo hablemos de unas nuevas relaciones personales basadas en el respeto, la escucha, el espíritu de comunidad universal. Lo que hay que hacer es buscar una autentica experiencia de Dios según el evangelio que impregne toda nuestra vida.
¿Sigo?
¿Se han dado cuenta de que aparentemente parece que he dicho algo pero que no he concretado nada?
Lo que he escrito sobre la misa vale igual para una misa en latín de las antiguas que para una cuchipanda de pan y vino. En lo del aborto, ¿me he definido, he dicho si es bueno o malo? ¿He concretado en algo lo del papa y los obispos? Lo de la confesión como deseen. Lo del sexo sin normas ni principios.
Pero ¿a que me ha quedado bien?
Eso sí, un truco: hay palabras que no deben emplearse. Por ejemplo: obediencia.
 
Jorge Glez. Guadalix

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