(Franco TORRE lne) La agrupación de Cáritas Parroquial en Lugones recibió ayer una bocanada de aire desde el Ayuntamiento de Siero. Una ayuda que se concretó con la firma de un convenio por el que la entidad recibirá 5.000 euros antes de fin de año, y que le permitirá mantener su actual ritmo de ayudas familiares, con un volumen de peticiones que se cifra entre 38 y 40 cada mes.
«Hasta agosto hemos gastado 7.800 euros en ayudas, y lo cierto es que ya nos estábamos quedando sin fondos. Así que esta ayuda llega en el mejor momento», explica Rosa Álvarez, quien acompañó ayer al presidente de Cáritas en Lugones, el párroco Joaquín Serrano, en el acto de firma del convenio.
Por parte municipal, asistieron el alcalde del cuarto concejo, Eduardo Martínez Llosa, y la concejala de Bienestar Social, María Jesús Berdasco, quien reivindicó la labor de Cáritas y su coordinación con los servicios sociales municipales: «Hacen un trabajo indispensable, y todos los políticos deberíamos tener en cuenta esa labor de la iglesia cuando a veces se cuestionan las ayudas que percibe», afirma la edil.
El grueso de la ayuda se destinará a atender las peticiones de alimentos y medicinas de personas que acudan a la entidad: «No damos dinero para saldar facturas, salvo en casos muy excepcionales. Eso nos comprometería demasiado en lo económico y nos impediría llegar a toda la gente que solicita ayuda, que es mucha si tenemos en cuenta que tras cada petición hay por lo general una unidad familiar», explica Rosa Álvarez, quien añade que en los casos en los que se precisa una ayuda económica, se les redirige a servicios sociales.
«Tenemos la suerte de que contamos con unos feligreses muy generosos que nos ayudan mucho, pero hay veces que hay cola a las puertas de Cáritas para pedir comida», afirma Serrano. Según explica Rosa Álvarez, en los últimos meses acuden a la organización muchos emigrantes, como también matrimonios jóvenes con todos sus miembros en situación de desempleo y madres separadas con hijos. Unas personas que, en muchas ocasiones, están esperando por la concesión del Salario Social Básico u otra ayuda similar.
«Tanto los servicios sociales del Ayuntamiento como las agrupaciones de Cáritas de la Pola y Lugones estamos desbordados, y buena parte de la culpa es de la Consejería de Bienestar Social, que no ha cumplido sus compromisos y sigue tardando 18 meses en tramitar el Salario Social Básico. Y durante ese tiempo, estas familias tienen que comer», sintetiza Berdasco.
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