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sábado, 10 de agosto de 2013

Las Reliquias en el corazón de la Iglesia


Tal y como nos recuerda el concilio Vaticano II “de acuerdo con la tradición, la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imágenes y reliquias auténticas” SC. 11. La expresión reliquias de los santos indica ante todo el cuerpo de aquellos que viviendo ya en la patria celestial, fueron en esta tierra, por la santidad heroica de su vida, miembros insignes del Cuerpo místico de Cristo y templos vivos del Espíritu Santo.De este modo el Centro diocesano “san Juan de Ávila”, quiere ofrecer a todas las diócesis, la posibilidad de que estas reliquias del santo patrón del clero secular español, puedan ser veneradas, por todos aquellos que las soliciten.La visita de las reliquias pretenden ser para todos aquellos que las veneren, un estimulo a la hora de afrontar la nueva evangelización en este momento concreto de la historia. Los fieles laicos descubrirán un modelo de ardor misionero y un claro ejemplo de entrega a Jesucristo y a la Iglesia. Los sacerdotes y seminaristas podrán renovar el deseo de vivir la santidad sacerdotal, de modo que en palabras del santo padre Benedicto XVI “puedan perseverar en la misma fe de la que él fue maestro, modelando su corazón según los sentimientos de Jesucristo, el Buen Pastor”.Son muchas las gracias acaecidas por el paso de las reliquias del santo maestro, momentos privilegiados de encuentro con el Señor, renovación de la ilusión por la santidad sacerdotal, ofrecimientos por la santidad de los sacerdotes, discernimientos vocacionales, interpelación por la vocación sacerdotal, petición por el aumento de las vocaciones sacerdotales… Durante la estancia de las reliquias se pueden ofrecer momentos de oración, acercamiento de la figura del santo a los niños y jóvenes, vigilias, triduos… que contribuyan a dar a conocer la figura de este próximo doctor de la Iglesia, maestro de santos e insigne pastor de almas.

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En palabras del Santo Padre Benedicto XVI, en el discurso de acogida a los jóvenes en el embarcadero de Poller Rheinwiwesen de Colonia el 18 de agosto de 2005 en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, dijo:
“Las reliquias nos conducen a Dios mismo; en efecto, es Él quien, con la fuerza de su gracia, da a seres frágiles la valentía de testimoniarlo ante el mundo. Cuando la iglesia nos invita a venerar los restos mortales de los mártires y de los santos, no olvida que, en definitiva, se trata de pobres huesos que pertenecían a personas en la que se ha posado la potencia viva de Dios. Las reliquias de los santos son huella de esa presencia invisible pero real que ilumina las tinieblas del mundo, manifestando el Reino de los Cielos que está dentro de nosotros. Proclaman, con nosotros y por nosotros: Maranatha – Ven, Señor Jesús”.

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