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martes, 12 de marzo de 2013

1º Fumata : negra

 
Pasadas las 19.30 ha salido humo de color negro por la chimenea de la Plaza de San Pedro y las decenas de miles de fieles congregados, algo desilusionados pero comprensivos, han empezado a abandonar el lugar donde han sufrido frío y humedad durante un buen rato.

Era de esperar, la primera votación, de tanteo, difícilmente podía reunir los 77 votos necesarios para lograr elegir al nuevo Papa.

De hecho, ni siquiera había seguridad de que se llegase a votar. No había obligación de hacerlo. Pero los cardenales parecen haber entendido que era la mejor manera de establecer qué candidatos ha puesto Dios en el corazón de sus hermanos, y con qué fuerza, y que era necesario dar ya ese primer paso.

En el anterior cónclave, en 2005, los cardenales también votaron en la primera sesión, y la fumata apareció por la chimenea de la Capilla Sixtina en torno a las ocho de la tarde. Esta vez se ha adelantado una media hora respecto a esa ocasión.


Quemar papeletas, y orar

Tras la votación y la quema de las papeletas, los cardenales rezaron las vísperas, abriéndose a la guía del Espíritu Santo y presentándole cada uno en su fuero íntimo los nombres que han resonado en la Capilla Sixtina.

Que el humo era negro era indudable: los técnicos de la Santa Sede aportaron los elementos químicos necesarios para asegurarse que así fuera en esta ocasión y evitar dudas que se produjeron en otros cónclaves. Los fieles se fueron retirando a su casa, y los cardenales, reflexionando, vuelven a la Casa Santa Marta donde se alojan en habitaciones que se les han asignado por sorteo.

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