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domingo, 30 de diciembre de 2012

Persecución religiosa


El sociólogo Massimo Introvigne, coordinador del Observatorio de la Libertad Religiosa en Italia, afirmó que "se estima que en el 2012 murieron por su fe 105 mil cristianos, es decir, un muerto cada 5 minutos". En declaraciones a la Radio Vaticana, el experto sostuvo que se trata de "proporciones espantosas".

En el día en que la Iglesia celebra a San Esteban, Introvigne recordó a los cristianos que actualmente sufren persecuciones en el mundo o que mueren a causa de su fe. "Las zonas de riesgo son muchas, se pueden identificar básicamente tres principales: los países donde es fuerte la presencia del fundamentalismo islámico -Nigeria, Somalia, Mali, Pakistán y algunas regiones de Egipto-, los países donde aún hay regímenes totalitarios de impronta comunista, encabezados por Corea del Norte, y aquellos donde existen nacionalismos étnicos (...) como el estado de Orissa, en India", explicó.

"Por cierto, en muchos de estos países ir a misa o asistir al catecismo -en Nigeria hubo una matanza de niños que estaban en catecismo- se ha transformado de por sí en algo peligroso", destacó Introvigne. A principios del siglo I -época en que se encuadra la vida de San Esteban-, el cristianismo era considerado una secta más del Judaísmo. Esteban era el líder de los siete diáconos nombrados por los Apóstoles en defensa de los judíos helenistas, de la diáspora y que hablaban griego. El mártir denunció las preferencias que la Iglesia daba a los judíos hebreos frente a los helenistas.

Por esas ideas suyas y por su reflexión sobre el Templo de Jerusalén, chocó con la casta sacerdotal y fue acusado de blasfemia contra Moisés y Yahveh. Por ello fue lapidado en las afueras de Jerusalén mientras oraba "Señor, no les imputes esto como pecado". Con su martirio finalizó el cristianismo como secta del judaísmo.

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