La iglesia parroquial registra un lleno absoluto para escuchar a los niños de la catequesis interpretar villancicos
Lugones (Siero), F. TORRE/ lne.
La iglesia parroquial de San Félix, en Lugones, se quedó ayer pequeña para ver una actuación muy especial: la de los más de 300 niños que completan el catecismo en la parroquia, que la finalizar el oficio religioso cantaron villancicos para regocijo de sus padres, catequistas y el resto de la comunidad religiosa.
En este pequeño recital, que se celebra en vísperas de Navidad desde hace unos pocos años, los niños se organizaron en tres grupos según el curso de catecismo en el que están actualmente, que por otro lado coincide con su curso en el colegio. Cada una de estas formaciones interpretó un villancico y todos ellos fueron muy aplaudidos.
Tras los villancicos, niños y adultos salieron al exterior para congregarse frente al pórtico lateral, en el que se ha instalado un espectacular belén artesanal con más de 50 figuras, que fue bendecido por el párroco local, el sacerdote Joaquín Serrano.
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